(17 de diciembre de 2004)
La tierra salvada
Ortelio González Martínez
CIEGO DE ÁVILA.—La tierra salva.
Y eso lo saben muy bien Esteban
Jorge, Waldo Juan y Wilfredo, tres
entre muchos hombres que
encontramos atareados en la
construcción de obras protectoras para
la población, como parte del
Ejercicio Estratégico Bastión
2004.
Los
túneles son una garantía. Lo ratifican
ante cada pregunta del reportero. Lo
llevan muy dentro y lo conocen
por experiencia propia. Los
cohetes enemigos no tienen nombres,
aunque los yankis se jacten en
hablar de bombas inteligentes, dicen
pico y pala en ristres, sin
perder un momento. “Cada centímetro
que se avance es en bien de la
vida de todos los cubanos”, aseguran.
Esteban Jorge Laredo llegó a Angola con 21 años.
En el Sur predominaban las emboscadas, sobre
todo a las caravanas “y cuando uno oía los tiros,
en lo primero que pensaba era en los refugios, por
eso, porque sé lo que uno los necesita y lo
que representan, los construyo con tanto amor”.
En Cabinda, allá por 1983, Waldo Juan Alarcón
era jefe de escuadra de superación de
obstáculos acuáticos y no
tenía mucho tiempo de pensar en
túneles. Ahora reflexiona y cuestiona: “tenemos
bien presente los crímenes despiadados de
los yankis contra Yugoslavia, Afganistán y,
más recientemente, en Iraq, donde los bombardeos contra
la población indefensa están a la orden
del día. Por eso, porque los conocemos, estamos
obligados a prepararnos para preservar las
vidas humanas, que es lo más importante. Además,
estas obras pueden ser utilizadas en tiempo
de paz”.
Parco de palabra, y no muy dado a las entrevistas,
Wilfredo Sarrión Matos, quien también
tiene la experiencia de haber
sido internacionalista en el país
africano, refiere que las obras protectoras son indispensables
en tiempo de guerra. “Las que nosotros construimos,
dice, tienen óptima calidad, son
muy seguras y cuentan con las comodidades necesarias
para hacer frente a cualquier agresión, si
no fuera, sería como perder el tiempo. Debajo de
la tierra uno no solo está cuando muere. ¡Qué se
tiren para que vean!”
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