DATOS

Provincia de Granma

En la porción suroeste de la región oriental de la isla de Cuba, se encuentra la provincia Granma. Limita al Norte con las provincias de Las Tunas y Holguín, al Este con las de Holguín y Santiago de Cuba, al Sur con Santiago de Cuba y el Mar Caribe y al Oeste con el Golfo de Guacanayabo.

Su territorio abarca una extensión de 8 362 kilómetros cuadrados -no incluye los cayos que tienen una extensión de 9.6 kilómetros cuadrados- , lo cual constituye el 7,5 % del total de la superficie del país.

El rostro físico de Granma está caracterizado por el armónico contraste entre el llano y la montaña. En sus límites se encierran muchas de las cimas más altas del territorio cubano, junto a la inconmensurable vastedad de la llanura del Cauto, una de las más extensas y uniformes del país.

Al Sur, ocupando una tercera parte de su territorio, se alza la Sierra Maestra, verdadera espina dorsal de la geografía oriental. La elevación máxima de Granma es el pico La Bayamesa a 1 730 metros sobre el nivel del mar. De la Sierra vierten todos los ríos más importantes de la provincia. Entre ellos, en primer lugar, el Cauto, el más largo de los ríos cubanos, y los ríos Cautillo, Bayamo, Buey, Jicotea, Yara, Jibacoa, y Vicana, entre otros. En la vertiente Sur de la Sierra se destacan los ríos Mota y Macío.

El contraste físico que caracteriza a la provincia se aplica igualmente a sus costas y mares: de las orillas bajas y cenagosas, pobladas de manglares y pantanos, las aguas poco profundas y las cayerías del Guacanayabo a la árida majestad de las terrazas del Sur, donde se localiza el punto más meridional de la isla de Cuba, la punta del Inglés.

Historia

Granma es sinónimo de historia. Hasta en su nombre mismo -palabra preñada de historia como ninguna- recoge la provincia su esencia primera.

En el territorio de Granma protagonizó Hatuey el gesto de histórica rebeldía que registra, antes que ningún otro, la historia de las luchas cubanas contra la opresión. Fue uno de esta tierra quien se convirtió en Padre de todos los cubanos al lanzar en La Demajagua el grito de independencia e iniciar en Yara la guerra, que culminaría luego de treinta años de heroísmo y sacrificio.

Fue Bayamo la cuna del Himno Nacional y la ciudad cuyos estoicos pobladores prefirieron quemar antes que entregar al enemigo.

Los campos granmenses presenciaron muchas victorias gloriosas de las armas mambisas, como la de Peralejo, y no pocos episodios infaustos, como la frontal caída en combate del Héroe de Dos Ríos, José Martí.

Bayamo fue escenario de la acción detonadora del 26 de Julio de 1953. Y a partir de la llegada a la orilla granmense de la expedición que venía a traer la libertad definitiva, la provincia toda - montañas, pueblos y llanuras- se convirtió en teatro principal de la guerra liberadora. En ella se desenvolvió la epopeya de diciembre de 1956, y desde entonces la palabra Granma quiere decir tesón, voluntad, coraje, incapacidad para el desaliento o la derrota.

En las ciudades, pueblos y llanos de Granma desenvolvieron su abnegada lucha Celia Sánchez y cientos de otros combatientes clandestinos. En sus montañas se libraron las batallas que decidieron el desenlace de la guerra: Jigüe, Santo Domingo, Las Mercedes, Guisa... Y bajó la invicta columna guerrillera de Fidel en su marcha indetenible hacia Santiago de Cuba y la victoria.

Con serena confianza en su fuerza, con abnegada dedicación al trabajo, con alegre optimismo en su destino, el pueblo de Granma, junto a todo el pueblo cubano, marcha seguro a la conquista de un brillante porvenir.

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