La alimentación es un derecho a la vida

Raúl Benítez, representante Regional de la FAO, conversó con Granma sobre los avances y retos de América Latina y el Caribe respecto al acceso a los alimentos

Lisandra Fariñas Acosta

Para América Latina y el Caribe, la región que mayor número de materias primas produce en el mundo, rica en recursos naturales y exuberante belleza, la contradicción entre la producción de riquezas y su distribución sigue siendo en este siglo un desafío. Y como determinación de sus pueblos, la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que se inicia hoy en La Habana, ha decidido centrar su agenda de debates en temas cruciales para el desarrollo de las 33 naciones independientes que conforman este organismo.

Raúl Benítez, representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Foto: juvenal Balán.

La lucha contra la pobreza, el hambre y las desigualdades, además de otros tópicos, encaminarán las discusiones del encuentro, que pretende seguir fomentando la integración y cooperación entre los pueblos de la Patria Grande. El Representante Regional de la FAO para Amé-rica Latina y el Caribe, Raúl Benítez, accedió a una entrevista con este rotativo, a propósito de su participación en la II Cumbre de la CELAC.

—América Latina es rica en recursos naturales, sin embargo hay más de 160 millones de pobres...

"Es una contradicción a nivel mundial; el mundo nunca ha producido tanta riqueza como en estos años y sin embargo nunca ha habido tantos pobres y personas con hambre. ¿Qué estamos haciendo mal, cómo estamos orientando nuestra economía? ¿La economía es solamente producir para el consumo de unos po-cos? ¿O la economía es para estar al servicio de la gente y cubrir las necesidades más elementales de la población? Este es el compromiso que ciertamente tiene la CELAC y no necesariamente se observa en todo el mundo".

—¿Qué importancia reviste para la región y el trabajo de la FAO que la II Cumbre de la CELAC centre su agenda precisamente en la problemática del hambre?

"No me sorprende que la CELAC tenga es-tos temas justamente como eje central. América La--tina y el Caribe es la región donde más compromiso hay con la lucha contra el hambre y la pobreza. Cuando se analiza la CELAC, se observa ese compromiso en sus declaraciones principales. Pero también en declaraciones de organismos subregionales, como PETROCARIBE, que recientemente firmó el plan para la erradicación del hambre, y en otros como el MERCOSUR y UNASUR. Y está muy bien, porque la alimentación es un derecho a la vida".

—¿Cómo podría la CELAC ayudar a revertir esta situación? ¿Qué mecanismos concretos de cooperación entre la CELAC y la FAO, pudiesen implementar y viabilizar políticas y programas destinados a la lucha contra el hambre y la pobreza?

"Lo más importante es el compromiso político y eso ya lo tenemos. No es que falten alimentos, el problema es el acceso a ellos.

"En la CELAC hemos dado pasos concretos. El pasado año en Caracas se celebró la primera Cumbre de ministros para erradicar el hambre y la pobreza extrema y ahí se diseñaron los lineamientos de un plan que contó con la asistencia de la FAO. Estamos trabajando estrechamente con los países de la región".

—A un año de la fecha pactada para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ¿cuánto se ha avanzado?

"En el 2013, durante la reunión general de la FAO en Roma tuvimos la oportunidad de reconocer a los países que ya habían cumplido con las metas de desarrollo del milenio. Es un orgullo que el mayor número de naciones que cumplieron con la meta uno, relativa a la erradicación del hambre, eran de América Latina y el Caribe. Ello es fruto de la decisión que existe, del compromiso y los planes de trabajo que se están abordando".

—El 2013 fue el año Internacional de la quinua. En relación a los ODM, qué papel juega su biodiversidad y valor nutricional en la seguridad alimentaria, y en la erradicación de la pobreza en la región.

"El pasado año sirvió para rescatar la diversidad cultural y el respeto por las tradiciones alimentarias de los países de la región y del mundo. La quinua es un cultivo milenario y sin embargo en algunos casos ha estado vituperado y hasta prohibida su producción y consumo, cuando es un aliado fundamental en la lucha contra el hambre.

"Esa etapa nos permitió además reconocer a Bolivia, Perú y Ecuador, que son los principales países productores de la quinua, y resaltar que la quinua es un símbolo de los tipos de cultivos y alimentos locales que debemos rescatar.

"No hay un solo alimento que contenga todos los nutrientes que se necesitan para vivir, pero uno de los que más se le acerca es la quinua. Por ello, este valioso grano es también un aporte de la región al mundo".

—¿Qué valor le concede a la agricultura familiar para las pequeñas islas, que han padecido varias experiencias de monocultivos, precisamente en el año que está dedicado al tema?

"Es fundamental para la solución de los problemas de seguridad alimentaria de los países. Desde algunas posturas se quiere hacer ver la agricultura familiar como la agricultura de los pobres, y no puede ser así. El 80 % de los agricultores en nuestra región pertenece a la agricultura familiar, el 50 % del empleo generado pertenece a la agricultura familiar y por tanto tenemos que respetar estos modos de producción que son mucho más inclusivos. No solamente desde el punto de vista del abastecimiento de alimentos sino que también lo hacen desde la inclusión social y la generación de mano de obra en los sectores más vulnerables.

"La agricultura familiar no es parte de un problema sino de una solución. En este sentido el 2014, año de la agricultura familiar, tiene que servir para hacer conocer estas voces, con políticas específicas para estos sectores, que justamente por el tamaño de la escala muchas veces no tienen acceso a la tecnología y financiamiento. Tiene que servir para que los gobiernos tomen conciencia y diseñen medidas y políticas específicas que proporcionen un mejor acceso de estas poblaciones a los recursos y podamos incrementar la producción de estos segmentos, a la vez que se puedan implementar técnicas que sean sostenibles, no solamente socialmente sino desde el punto de vista del impacto medioambiental. Se han establecido modos de producción excluyentes. La agricultura familiar, este año, tiene que servirnos de alerta necesariamente".

—¿La II Cumbre de la CELAC también servirá para eso?

"Sí, pero CELAC hay que aprovecharla no solo para decirnos entre nosotros mismos esta situación, sino también para que sirva de ejemplo al resto de los países.

"Quiero agradecer y felicitar a Cuba, porque por muchos años ha sido ejemplo en la lucha contra la pobreza y el hambre, con un elevado compromiso político, para el resto de las regiones".

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