En 1806 el general Alexandre Petión, colaborador del presidente
Jean-Jacques Dessalines, ofreció al venezolano Francisco de Miran-da
la Espada Libertadora de Haití para la gesta de la Gran Colombia. El
símbolo, que ostentaba el escudo de la nación caribeña, representaba
la independencia y la lucha por la liberación de su pueblo.
El ideario de Miranda, uno de los precursores de la emancipación
latinoamericana, fue retomado por su coterráneo Simón Bolívar. El
propio Petión —que ya ocupaba el cargo de presidente— tuvo a bien
entregarle al Libertador el emblema de la libertad haitiana que,
diez años antes, había devuelto Miranda.
Bolívar llegó al puerto de Les Cayes, ubicado en el sur de Haití,
en diciembre de 1815, luego de su duro exilio en Jamaica. Conocía
del respaldo de la república negra a las causas emancipadoras en el
continente americano y consideró que era el lugar adecuado para
organizar una expedición militar hacia Venezuela.
Petión recibió a Bolívar y, a pesar de la grave situación interna
y externa que confrontaba el país, puso a disposición del héroe
municiones, dinero, soldados y todo lo que solicitó para su
objetivo. A cambio solo demandó que se proclamara la abolición de la
esclavitud en todas las tierras que fueran liberadas.
La expedición de Les Cayes salió en marzo de 1816, desde el mismo
puerto del que había partido Miranda, con rumbo a lsla de Margarita.
Agradecido por la benevolencia, Bolívar en una de las cartas que le
dirigió al gobernante haitiano, el único que ayudó en aquel momento
a la revolución hispanoamericana, le manifestó: "Mi reconocimiento
no tiene límites por las bondades con que me ha colmado, usted es el
primero de los bienhechores de la tierra. Un día la América lo
proclamará a usted su Libertador".
La Espada de Haití acompañó a El Libertador durante los nueve
años de luchas emancipadoras. A su lado condujo al ejército y
combatió en la Guayana, Angostura, Nueva Granada; triunfó en Boyacá,
Carabobo, Bomboná y en la célebre batalla de Junín. El emblema que
liberó al primer país de Hispanoamérica —y que Bolívar conservó
hasta la última de sus batallas— independizó también a Colombia,
Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá.
En cuanto al pedido de Petión, apenas desembarcó en Margarita,
Carúpano y Ocumare de la Costa, Bolívar cumplió con su promesa y
proclamó la abolición de la esclavitud.
Toda su vida el héroe latinoamericano conservó agradecimiento
para Petión. En 1818 en un acto oficial, Bolívar —quien tuvo que
regresar varias veces a Haití— expresó: "la isla de Haití me recibió
con hospitalidad: el magnánimo Presidente Petión me prestó su
protección y bajo sus auspicios formé una expedición de trescientos
hombres comparables en valor, patriotismo y virtud a los compañeros
de Leónidas ¡Gracias al pueblo de Haití mis compatriotas serán
nuevamente libres!".
Aun cuando la historia occidental parece olvidar el inmenso gesto
de los haitianos hacia la liberación de América Latina, fue el
propio presidente Hugo Chávez quien reconoció —después del nefasto
terremoto que en enero del 2010 sacudió la tierra haitiana—: "(... )
Llevo inscrito en mi alma al heroico y sufrido pueblo haitiano con
su infinito amor y su grandísima esperanza. En marzo del 2007 la
fuerza de su amor y su esperanza me hizo correr, junto a él, por las
calles de Puerto Príncipe, sintiéndome entre hermanos y hermanas.
Este devastador sismo se agrega a la tragedia infinita que padece el
pueblo haitiano desde hace tantos años. Por Petión y por Bolívar,
nos toca saldar una deuda histórica".
Seis años más tarde, en su primera visita oficial como
Presidente, Nicolás Maduro ratificó el compromiso de hermandad con
la República de Haití refundado por el líder bolivariano Hugo
Chávez, ya fallecido.
"Tenemos una gran deuda con Haití, es una deuda de la historia,
moral, una deuda que no se paga en metálico, una deuda que solo se
paga con amor y eso es lo que estamos haciendo", expresó el jefe de
Estado en esa ocasión.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es
el nacimiento concreto de un sueño que tuvo su génesis en próceres
que, como Petion, Bolívar y Martí, trazaron la ruta.
En cuanto a Haití, el primer país que celebró el bicentenario de
la independencia en Amé-rica Latina, y que fue parte primigenia del
corazón de la emancipación latinoamericana, se han presentado planes
para contribuir a su desarrollo en esferas como la alimentación,
educación, medio ambiente y recuperación agrícola.
La cooperación especial con la tierra de Louverture constituye
uno de los asuntos en los que sería importante obtener resultados,
ha manifestado el organismo regional. Nuestro país, que inició la
colaboración en diciembre de 1996, ha fortalecido la presencia
médica en el país, colabora en el sector agropecuario, veterinario,
deportivo, azucarero y educacional, así mismo ha desarrollado un
Plan para la Reconstrucción y Fortalecimiento del Sistema de Salud
haitiano con la colaboración de otros gobiernos latinoamericanos
como Venezuela y Brasil.