Un hombre universal en Cuba

Claudia Fonseca Sosa, Lisandra Fariñas Acosta y Sergio Alejandro Gómez

Una sola palabra suya puede cambiar el mundo. Su rostro es conocido desde Wall Street hasta los desiertos de Nairobi. Quizás no haya nadie en este planeta con un mejor asiento para observar el desarrollo de la humanidad, sus potencialidades e injusticias.

Foto: Jorge Luis GonzálezFoto: Jorge Luis González

A pesar del compromiso de representar a 193 países, o por eso mismo, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, conserva el don de conectar con las personas. Es, sencillamente, un hombre universal.

Ban Ki-moon no se ha detenido un solo segundo durante su estancia en Cuba para participar en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

En cerca de 48 horas desde su arribo en la madrugada del domingo, se reunió con los principales dirigentes cubanos, visitó un centro de educación sexual, se cortó el cabello en La Habana Vieja, se mezcló con los cubanos en las calles y usó sombrero de paja junto a los futuros doctores de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).

Y, durante unos breves minutos de su apretada agenda, aceptó una entrevista exclusiva con Granma.

Ban Ki-moon reveló a este diario que decidió venir a La Habana por su esperanza de que la CELAC, a pesar de ser una organización joven, contribuya a desarrollar la solidaridad, la colaboración y la unidad de la región.

"Excepto Haití, que es un país de menor desarrollo, la mayor parte de los países latinoamericanos y caribeños se consideran de ingresos medianos. Sin embargo, en la región existen todavía problemas de desigualdad social y económica, así como conflictos de carácter territorial y otros. Existe también un problema serio con el narcotráfico. Por tanto, creo que hay que hacer más".

Según el Secretario General, la lucha contra el hambre, la pobreza y las desigualdades —tema central de la cita de La Habana— está "bien alineada" con los objetivos y la visión integral de la ONU.

Naciones Unidas tiene como meta los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la proyectada agenda post-2015, mediante la cual el organismo internacional se propone promover el desarrollo sostenible.

"El objetivo del desarrollo sostenible es que todos estén incluidos, que nadie se quede rezagado socialmente, políticamente o económicamente.

"Ahí radica la importancia de reuniones como esta que reúnen a los líderes de los países del área y ayudan a identificar problemas comunes para que se resuelvan por vías pacíficas, por el diálogo.

"Es importante promover la prosperidad común, un desarrollo común en la región. Y tenemos que enfrentar el reto enorme del cambio climático".

LA MEJOR ESCUELA DE MEDICINA DEL MUNDO

Ban Ki-moon dijo estar impresionado por el noble trabajo que realiza Cuba en la ELAM, donde se forman médicos de más de cien países para que después estos lleven sus conocimientos a sus lugares de origen en distintas partes del mundo, desde América Latina y el Caribe hasta África. "Es un gran servicio para la humanidad".

Pocas horas antes de reunirse con nuestro diario, Ban Ki-moon estaba rodeado precisamente de cientos de esos futuros galenos, a quienes impulsó a sentirse afortunados de estudiar en "la escuela médica más avanzada del mundo".

Allí mismo rememoró que ha podido apreciar en comunidades diversas, muchas olvidadas, un factor común: los médicos cubanos o formados en Cuba, que están allí ayudando a salvar vidas. "Son los primeros en llegar y los últimos en retirarse".

"Estuvieron en Haití enfrentando retos como el cólera —agregó—, una enfermedad que en el siglo XXI no debe ser una sentencia de muerte porque se puede prevenir y curar. Los médicos cubanos llevan en ello la vanguardia, al igual que en la Operación Milagro, que además de devolver la capacidad de ver, nos ha dado una nueva visión del mundo de generosidad y solidaridad: todos somos uno, humanos y hermanos. La salud tiene que dejar de ser privilegio de unos pocos para convertirse en derecho de muchos".

AVANZAR TODOS JUNTOS

Cuando tocó suelo cubano, el Secretario General dijo estar muy interesado en el proceso de actualización del modelo económico cubano y en cómo la ONU puede colaborar con su desarrollo.

En la conversación con Granma dijo que Cuba está apostando por más desarrollo "sin dejar a nadie fuera". "Es un punto muy importante. Hay que avanzar todos juntos. Este fue mi mensaje principal".

"Estoy muy impresionado por los cambios que el pueblo cubano está experimentando para tratar de llevar adelante un modelo de desarrollo sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental, en el que también se promuevan los derechos humanos y la dignidad humana.

"Cuba ha logrado unos avances impresionantes en la salud pública y la educación. Creo que son logros que deben ser motivo de orgullo".

Ban Ki-moon no pierde el tiempo. Menos de diez minutos después de empezar la conversación con este diario, había respondido la mayor parte de nuestras interrogantes y partía hacia el plenario donde estaban reunidos los asistentes a la II Cumbre de la CELAC.

Ante buena parte de los presidentes y primeros ministros de América Latina y del Caribe, el máximo jefe de la ONU definió la Cumbre de La Habana como un encuentro "histórico".

"Veo a una región decidida a enfrentar unida sus obstáculos y dispuesta a dar un ejemplo al mundo. Si CELAC se fortalece, las Naciones Unidas se fortalecen también".

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