DESDE QATAR II CUMBRE SUR DEL GRUPO DE LOS 77 Y CHINA

(17 de junio de 2005)

En la clausura de la II Cumbre Sur

Abrumador y contundente rechazo al criminal bloqueo yanki contra Cuba, aprueban el Grupo de los 77 y China

En Doha se consolida la unidad frente al poder hegemónico. El Sur dispuesto a tener voz y voto en las decisiones internacionales

NIDIA DÍAZ Enviada especial de Granma

DOHA, Qatar, 16 de junio.—Un contundente y abrumador rechazo al criminal bloqueo que mantienen los Estados Unidos contra Cuba fue aprobado por el Grupo de los 77 y China en la sesión de clausura de la Cumbre Sur que sesionó en esta capital desde el pasado día 12 y donde, además, se hace un llamado explícito a Washington a que le ponga fin.

El párrafo 51 de la Declaración de Doha señala:

©Exhortamos al Gobierno de los Estados Unidos de América a que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, que, además de ser unilateral y contrario a la Carta de Naciones Unidas y al Derecho Internacional, así como al principio de buena vecindad, ocasiona enormes pérdidas materiales y daños económicos al pueblo de Cuba. Instamos a que se cumplan de manera estricta las resoluciones 47-19, 48-16, 49-9, 50-10, 51-17, 52-10, 53-4, 54-21, 55-20, 56-9, 57-11, 58-7 y 59-11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y expresamos nuestra profunda preocupación por el creciente carácter extraterritorial del bloqueo contra Cuba y por las nuevas y continuas medidas legislativas dirigidas a intensificarlo. Por lo tanto, expresamos nuestra preocupación y rechazamos las nuevas medidas aplicadas recientemente por el Gobierno de los Estados Unidos, encaminadas a recrudecer el bloqueo. Esas medidas constituyen una violación de la soberanía de Cuba y una masiva violación de los derechos de su pueblo.ª

Así, sin rodeos y sin miedos, el Tercer Mundo alzó su voz en defensa de la Cuba solidaria que en las más difíciles condiciones ha compartido durante más de 45 años —los mismos que lleva siendo agredida por el imperio— sus logros y conquistas con los demás países del Sur.

En la Declaración y el Plan de Acción, los Jefes de Estado y de Gobierno aprobaron, además, los párrafos 5 y 102, un fuerte rechazo a la imposición de leyes y reglamentos de efectos extraterritoriales y de cualquier otro tipo de medida económica coercitiva contra países en desarrollo, incluidas las sanciones unilaterales, así como reiteraron la urgente necesidad de eliminarlos.

En el segmento ministerial de esta Cumbre, en la aprobada Guía de Política sobre los temas de desarrollo para el proceso de reforma de las Naciones Unidas, presentado por el Presidente del Grupo, quedó rubricado, además, que la cooperación internacional para el desarrollo debe basarse en los principios del respeto mutuo, las responsabilidades compartidas pero diferenciadas y la eliminación de los condicionamientos políticos y las medidas económicas coercitivas unilaterales.

Mientras, en la ministerial del Movimiento de Países No Alineados, que también sesionó aquí, aprobaron una Declaración en cuyo párrafo 7 se expresa claramente el rechazo al unilateralismo, incluida la erosión y violación del derecho internacional, el uso y amenaza de uso de la fuerza, las presiones políticas y la coerción, y también contra las medidas coercitivas unilaterales que imponen ciertos países como medio de alcanzar sus objetivos políticos.

No hay dudas de que la Cumbre de Doha constituye un hito en la toma de conciencia del Grupo de los 77 y China y demuestra que la ansiada unidad ya no es una utopía en el Sur.

Y evidencia que en medio del recrudecimiento de la hostilidad del imperialismo contra el Tercer Mundo con fines hegemónicos, la comunidad internacional al rechazar el bloqueo contra Cuba y todas las formas de coerción y chantaje unilateral y extraterritorial, ha respondido con altura, valentía y dignidad en la defensa de nuestro pueblo que es también su causa.

Si la Cumbre de La Habana, abrió el camino en la búsqueda del lugar que impostergablemente el mundo subdesarrollado necesita para dejar escuchar su voz y sus posiciones, esta de Doha, en Qatar, se erige en símbolo de los nuevos tiempos, cuando los pueblos comienzan a perder sus temores porque han interiorizado que solo la lucha y la unidad los conducirá a la victoria que no es otra que construir un mundo justo, solidario y equitativo.

 

   

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