Pero junto con los importantes debates y las serias
reflexiones que se producen en estas elecciones, hay otra cara muy
sucia del proceso electoral que es preciso conocer.
En el estado de Virginia, por ejemplo, el candidato
demócrata Jim Webb, quien por cierto fue secretario (ministro) de la
Marina durante la administración de Reagan y siempre usa botas de
combate, ha sido acusado por su rival, el ultraconservador
republicano George Allen, de que en un libro que escribió hace años
titulado Lost Soldiers (Soldados Perdidos) existen escenas de
sexo explícito, lo que prueba, según Allen, su falta de carácter y
valores.
La respuesta de Webb fue contundente: "si quieren
leer escenas de sexo explícito lean el libro "Sisters" (Hermanas)
escrito por Lynn Chenney (esposa del actual Vicepresidente)
que tiene bastantes escenas de sexo explícito entre lesbianas".
En Wisconsin, el candidato demócrata Ron Kind está
siendo acusado en un spot televisivo de asuntos al parecer muy
trascendentes para el futuro de la nación. Dice el anuncio de
campaña pagado por los republicanos: "Ron Kind gastó dinero
estatal en un estudio sobre la vida sexual de prostitutas
vietnamitas" (se ve una foto de un local que dice "Masajes
asiáticos por muchachas") y continúa "propuso un proyecto de ley
en la Cámara de Representantes dirigido a que el gobierno financiara
un estudio sobre los hábitos masturbatorios en la tercera edad y
además pagó con dinero de los contribuyentes para que muchachas
adolescentes vieran películas pornográficas con sondas conectadas a
sus partes genitales".
Pero lo mejor quedó para el final de la mención
cuando la voz del locutor dice: "Ron Kind paga por sexo, pero no
por los soldados".
En Nueva York, el Partido Republicano de Karl Rove
ha pagado un anuncio en televisión contra el candidato demócrata a
la Cámara de Representantes, Michael Arcuri. En el spot, primero se
oye una voz de una prostituta telefónica que dice frases eróticas,
acto seguido se explica el asunto: "Michael Arcuri pagó una
llamada desde un hotel a una hotline (línea caliente) con
dinero del Condado".
En honor a la verdad, ya se supo que la llamada fue
un error de discado de un asistente y solo costó 1 dólar y 25
centavos.
En Tennessee, el Partido Republicano pagó por poner
en la televisión un anuncio donde se explicaba que el candidato
demócrata negro al Senado, Harold E. Ford Jr., había asistido a una
fiesta patrocinada por la revista Playboy. En el material
publicitario el locutor dice: "Harold Ford Jr. toma dinero de los
pornógrafos", luego aparece una actriz rubia parecida a las
modelos de Playboy, que hablando a la cámara afirma: "conocí a
Harold en la fiesta de Playboy", entonces guiña el ojo y dice:
"Harold, llámame".
En 24 Distritos Congresionales se está rodando en
los canales locales un anuncio pagado por un Comité de Acción
Política patrocinado por el empresario blanco de Indianápolis, J.
Patrick Rooney, en este spot se dice que "los demócratas quieren
abortar los bebés negros, si usted comete un pequeño error con su
‘manguera’ usted querrá deshacerse totalmente de ese problema, no se
le harán preguntas".
El candidato demócrata a la Cámara por Pennsylvania,
Chris Carney, ha sacado un anuncio pagado donde explica los
"valores familiares" de su oponente republicano Don Sherwood, a
quien su ex amante lo acusó en público de "haberla golpeado".
Seguimos ahora en Pennsylvania, allí está en campaña
de reelección el muy conservador senador republicano Rick Santorum,
famoso por su arrogancia y, entre otras cosas, por su desprecio por
las senadoras mujeres demócratas consideradas "liberales". Santorum
participó como coautor en un libro que desbarra contra la senadora
demócrata por Nueva York, Hillary Clinton, y hace apenas unos días
en una cena de recaudación de fondos atacó duramente a la senadora
demócrata por California, Bárbara Boxer.
Pero el ultraconservador Santorum está en serias
dificultades y aparece muy por debajo en las encuestas para su
reelección, quizás por eso acudió a un spot televisivo pagado muy
original: se ve un ring donde se está desarrollando una pelea de
lucha libre profesional y aparece Santorum arriba del cuadrilátero
diciendo: "esto es Washington, pero yo creo en la colaboración y
por eso patrociné proyectos conjuntos con las senadoras demócratas
Hillary Clinton y Bárbara Boxer".
Y por fin apareció el gran animador de la política
electoral norteamericana del siglo XXI, Osama bin Laden.
En un anuncio hecho y pagado por el Comité Nacional
del Partido Republicano se ven escenas de los famosos videos de Bin
Laden y sus supuestos lugartenientes en cuevas y campos de
entrenamiento, de fondo se va oyendo el tic tac de una bomba que va
a explotar y de pronto aparece el siguiente mensaje: "Esto es lo
que está en juego. Vote el 7 de noviembre".
Así llegamos a la Florida. Allí el republicano Clay
Shaw acude a pagar un anuncio televisivo donde explica que "el
Presidente Clinton firmó dos proyectos de ley hechos por mí".
Igualmente en Miami han pasado algunas cosas
curiosas. Por ejemplo a esta ciudad vino muy discretamente el
senador demócrata de New Jersey, Bob Menéndez, quien está en apuros
debido a acusaciones de corrupción y haber tenido que declarar
varias veces ante un gran jurado que investiga hechos de tráfico de
influencias, y allí, según fuentes radiales de esa ciudad, recaudó
cerca de 200 000 dólares de "donantes cubanos republicanos";
esta extraña traición partidista tiene su explicación en la conocida
posición anticubana de Menéndez.
En esta misma ciudad del sur de la Florida se dio
esta semana otro hecho al menos curioso, el vicepresidente Chenney,
uno de los mayores propagandistas en el sentido de que los
republicanos son los depositarios de los llamados "valores
morales" de la sociedad, acudió a una recolección de fondos
donde aceptó dinero proveniente del ex representante republicano por
la Florida, Mark Foley, obligado a renunciar por un escándalo que
involucra peticiones de sexo explícito que hiciera Foley a
mensajeros adolescentes del Capitolio.
Igualmente, apareció en la televisión de Miami un
"original" anuncio pagado republicano contra el candidato a
gobernador por los demócratas, Jim Davies. En el mismo se ve una
silla del Congreso rodando vacía frente al Capitolio en Washington
para decir que en sus años como representante a la Cámara por la
Florida, Davies tuvo el segundo peor récord de asistencia a las
sesiones del Congreso Federal, al final aparecen un niño y su padre
casi llorando frente al Capitolio y dicen: "vine desde la Florida
y no pude encontrar al congresista Davies".
Y no podía faltar, en otro anuncio pagado aparece
nada más y nada menos que el senador republicano Mel Martínez, quien
en español les dice a posibles votantes cubanos: "Jim Davies fue
a Cuba a reunirse con funcionarios de Fidel Castro y propuso
eliminar el embargo..."
Quizás en parte por todo lo anterior, cuando en una
encuesta realizada por la cadena de televisión por cable MSNBC el
viernes 27 de octubre, se les preguntó a los votantes: "¿Cree que
el país va en la dirección correcta?" SOLO EL 26% RESPONDIÓ QUE SÍ.
Casos y cosas de estas elecciones, donde ustedes
pueden sacar sus propias conclusiones.