Diálogo
antisocrático
REINALDO TALADRID
HERRERO
El diálogo que da
motivo a nuestro trabajo de hoy ocurrió el pasado lunes 10 de
julio, en Washington D.C., con motivo de la presentación oficial de
la segunda parte del Plan Bush sobre Cuba o más bien el Plan de
Anexión de nuestra nación a los Estados Unidos.
Rice y McCarry durante una de las presentaciones en el Departamento de Estado.
Los protagonistas de la
introducción fueron la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el
secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, este último el que ocupa
la plaza que le corresponde por el sistema de cuotas a la mafia
anticubana de Miami en esta Administración.
Luego de las breves
palabras de ambos, vino el plato fuerte, el diálogo antisocrático.
Sus protagonistas fueron Caleb McCarry, funcionario del Departamento
de Estado que vive del ejercicio de soñar despierto de que es quien
gobierna en Cuba (como sucedió ya a finales del siglo XIX tras la
intervención con Leonardo Wood) y la prensa acreditada en esa
dirección del servicio exterior.
Analicemos algunos
fragmentos.
La primera pregunta que
le hicieron al señor McCarry fue:
"Usted
habla de "Acuerdo con el Pueblo Cubano", pero la palabra acuerdo
insinúa que está acordado por ambas partes. ¿Qué le hace pensar
que el pueblo cubano está interesado en la ayuda norteamericana?"
Al iniciar su respuesta
McCarry, El Gran Ilusionista, empezó diciendo algo interesante y es
que: "Cubanos Independientes, líderes de la oposición, han
estado presentando sus propuestas y planes..."
Ahí está, más claro
ni el agua; para esto sirven, entre otras funciones, los mercenarios
locales que reciben dinero de una potencia extranjera. El imperio
les dice qué tienen que proponer, de paso les suministra los medios
para que lo escriban, ellos lo proponen, con divulgación mundial
asegurada por agencias de prensa extranjeras, en su mayoría
estatales, y luego la idea regresa al verdadero autor y este se hace
"eco" de lo que "propusieron" sus propios empleados.
Ya esto se usó cuando
se creó en los años ochenta la Fundación Nacional Cubano
Americana (FNCA). El equipo de seguridad nacional de Ronald Reagan y
George Bush padre ha reconocido que necesitaban que fueran los "exiliados
cubanos" los que "propusieran" al gobierno de los EE.UU., la
política que ya la Administración Reagan previamente en el
Documento de Santa Fe I había decidido implementar con relación a
Cuba.
Pero El Gran Ilusionista
a continuación agregó algo muy revelador: "El Informe también
contiene una serie de recomendaciones para los tipos de asistencia
que nosotros anticipamos que el gobierno cubano de transición puede
querer solicitar a los Estado Unidos".
Muy bien, a confesión
de parte, relevo de pruebas. Así que ellos desde ahora "anticipan",
adivinan, ya saben, lo que haría ese tipo de "gobierno" y qué les
pediría.
¿Y cómo lo pueden
saber, anticipar? ¿Será que McCarry, además de Ilusionista, es
adivinador?
No, no es adivinador, la
respuesta es muy sencilla. Eso está claramente contenido en los
capítulos uno y dos de la Ley Helms-Burton, ley que es la madre de
todos los mamotretos de Bush.
Este llamado gobierno de
transición no sería más que una dependencia del gobierno de los
EE.UU., el clásico gobierno títere de anexión subordinado y
apéndice de los Estados Unidos, y los norteamericanos serían en
realidad quienes decidirían qué debe decir y hacer ese llamado
gobierno de transición. Esa "película" ya la vio el pueblo cubano
en la Enmienda Platt.
En la historia
contemporánea también este tipo de gobierno ya ha existido.
Existió cuando Miro Cardona se quedó esperando en la base militar
norteamericana de Opa Locka junto a Manolo Ray, Manuel Antonio
Varona y Justo Carrillo, entre otros, por la victoria mercenaria en
Playa Girón; existió cuando después del fin de la URSS, en 1991,
la FNCA preparó hasta un yate rápido para que Jorge Mas Canosa
viajara a ocupar la presidencia de un gobierno de transición en
Cuba.
En ambos casos, los
miembros de estos "gobiernos de transición" eran individuos que
obedecían las órdenes del gobierno de EE.UU. y que una vez
instalados por las tropas yankis "pedirían" la intervención
militar norteamericana.
No es un mero
calificativo decir que este es El Plan de la Anexión de Cuba a los
EE.UU.
Más adelante, otro
periodista le preguntó al Gran Ilusionista:
"¿Esto
incluye el despliegue de tropas norteamericanas?"
Y el Ilusionista
respondió leyendo la parte del Informe que detalla los tipos de
asistencia que EE.UU. daría a ese "gobierno de transición", o sea,
a sus empleados, y agregó: "Le acabo de dar los tipos de
asistencia que pueden ser suministrados" y unos instantes
después aclaró: "Pero nuestra asistencia es una oferta y si es
solicitada los Estados Unidos estarán preparados para responder".
Lo que sería
interesante es que no haya que esperar 25 ó 30 años y que el
gobierno de los EE.UU. desclasifique lo que contiene el anexo
secreto y demuestre que no hay ningún plan de enviar tropas para
agredir a Cuba.
Las autoridades cubanas
han declarado varias veces que los planes para atacar a Cuba están
hechos y actualizados; el gobierno de los EE.UU. nunca lo ha
desmentido.
Entonces sigue en el
aire la pregunta ¿está o no en el anexo secreto el plan de agredir
militarmente a Cuba, en cualquier variante?
En esa conferencia de
prensa, unos minutos después, llegó un momento muy esperado por
los periodistas que buscan que les descifren cosas que se afirman y
después no se explican o demuestran. Uno de estos periodistas
preguntó: "¿Hasta qué punto es Fidel Castro una amenaza? ¿No
es más una amenaza simbólica a los Estados Unidos que una amenaza
real a nuestra seguridad nacional?
El Gran Ilusionista dio
una respuesta de cuatro líneas y al final de su muy breve
explicación expresó: "... Cuba es una influencia
desestabilizadora en nuestro hemisferio..."
El periodista, al darse
cuenta de que no había respondido nada concreto, volvió a la
carga: "Pero usted dijo "una influencia desestabilizadora en
nuestro hemisferio", y el Informe dice que él está intentando
subvertir a otras naciones latinoamericanas. ¿Cuáles son esas
naciones, y qué es exactamente lo que está intentando lograr con
la ayuda de Chávez?"
Entonces, El Gran
Ilusionista dio muestras de ser un digno heredero de los sofistas
griegos y declaró: "Hay señales claras de que el régimen
emplea el dinero proveniente del gobierno de Chávez en Venezuela
para reactivar las redes dentro del hemisferio para subvertir a
gobiernos democráticos".
El periodista, con
cierta impaciencia producto de escuchar palabras vacías sin un solo
elemento concreto, contraatacó: "¿Pero no nos puede decir
cuáles son los países que intenta subvertir?"
Y entonces, en lo que
sin duda fue el momento culminante de este encuentro, El Gran
Ilusionista Caleb McCarry cerró el tema sentenciando: "Hasta
ahí lo que puedo hablar sobre el tema."
Muy ilustrativo, toda
una clase de qué cosa es decir mentiras en público, no poder ni
siquiera sustentarlas con un solo ejemplo o hecho por muy manipulado
que fuera y no tener el menor pudor de hablar a nombre de un
gobierno.
Asimismo, se repiten
casi cotidianamente las mentiras de todo tipo con relación a Cuba:
que si Cuba apoya a los terroristas, que si Cuba tiene armas
biológicas, que si Cuba es un peligro cibernético, que si Cuba
está en el narcotráfico, que si Fidel es multimillonario con
cuentas en el extranjero, que si Cuba es una amenaza a la seguridad
de los Estados Unidos, entre otras.
Sin embargo, durante
este diálogo, se produjo otro momento que me gustaría compartir
con ustedes, cuando un periodista le preguntó a McCarry: "Hay
ahora miembros del Senado que están patrocinando un proyecto de ley
que permitiría a las compañías petroleras norteamericanas optar
por participar en perforaciones petroleras en las costas cubanas.
¿Qué clase de impacto tendría esto?"
El Gran Ilusionista fue
breve: "... ese tema en particular no se aborda en este Informe.
Pero obviamente, todas las restricciones que se pusieron en
práctica a partir del primer Informe, permanecen en activo
mientras avanzamos con este Informe".
¿Qué pasó? ¿O se le
fue, o le dio la razón a todo lo que se ha dicho aquí en Cuba?
Sencillamente, ha
reconocido que todo lo que esté escrito en el primer Informe de
este Plan Bush de Anexión está vigente, nada se ha cambiado y, por
tanto, sigue vigente la aspiración de la recuperación de
propiedades, incluyendo las viviendas y todo lo demás que ya
ustedes conocen, porque ni Bush ni McCarry pueden contradecir a la
Ley Helms-Burton, la Torricelli, y todo el andamiaje de medidas
anticubanas adoptadas desde la Administración Eisenhower.
Y está vigente también
la decisión de perseguir a los propios norteamericanos, víctimas
también de este proyecto, que pretendan hacer algo legal y en
igualdad de condiciones con el Estado soberano de Cuba.
Hasta aquí fragmentos
de este diálogo antisocrático, antisocrático porque en nada ayuda
a que se conozca la verdad y se llegue a conocer lo que se pretende
con los Planes de Anexión.
Le he presentado
nuevamente algunos hechos, saque usted sus propias conclusiones. |