Desde el principio, los integrantes de esta singular
agrupación mostraron particular afición por la Paleontología,
ciencia que mediante el estudio de los fósiles de animales y
plantas, permite deducir cómo se desarrollaron esas formas de vida a
lo largo de decenas de miles de años, las probables causas de la
extinción de muchas especies, y hasta los cambios registrados en el
clima y en la geología del planeta.
Quizás por esa razón, los fósiles sean considerados
una suerte de radiografías en roca de los tiempos más remotos de la
Tierra, un verdadero libro para descifrar los complejos rompecabezas
de la evolución.
¿MONOS EN CUBA?
Efrén Jaimez Salgado, presidente fundador del grupo
Pedro Borrás, explicó a este diario que la búsqueda de restos
fósiles de animales extintos ha sido el plato fuerte del colectivo
en sus treinta años de trabajo, sin menospreciar otras líneas de
interés, como es la localización de posibles meteoritos a lo largo y
ancho del archipiélago, y el hallazgo de nuevas estaciones o sitios
de arte rupestre cubano.
Para el también investigador del Instituto de
Geofísica y Astronomía del CITMA, uno de los resultados de mayor
impacto de la agrupación es el descubrimiento del cráneo de una
especie de mono fósil, encontrado en agosto de 1987 dentro de una
cueva ubicada en el sistema cavernario de Río Constantino, Sierra de
Galeras, Pinar del Río.
"Fue un verdadero hito en la Paleontología del
Cuaternario cubano, pues confirmó ante la comunidad científica
internacional que sí existieron, vivieron y se extinguieron en
nuestro país monos nativos precolombinos. Los eminentes y ya
desaparecidos científicos Manuel Rivero de la Calle y Oscar
Arredondo de la Mata, determinaron que se trataba de un nuevo género
y especie de primate endémico de Cuba, al cual nombraron "Paralouatta
varonai".
Expertos de talla mundial como el doctor Ross D.
MacPhee, del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York,
plantean que dado el alto grado de fosilización del cráneo, pudiera
tratarse de un ejemplar con una antigüedad de hasta 100 000 años,
mientras otros expertos le calculan ente 10 000 y 20 000.
Posteriores expediciones a Sierra de Galeras
permitieron descubrir una mandíbula, más de 50 dientes y un
sinnúmero de huesos cortos y largos pertenecientes a esa propia
especie de mono fósil, que en total superaron las 150 piezas. Este
lugar tiene el record de más evidencias de monos fósiles halladas en
una misma caverna para toda el área de Las Antillas.
Según opinan Efrén y el arqueólogo Divaldo
Gutiérrez, entre los huesos hay un fragmento de húmero demasiado
robusto y con otras características muy particulares, que no
pertenece al ya mencionado Paralouatta varonai, y sí a otra especie
de mono pendiente de describir y clasificar científicamente.
En su afán por buscar nuevas evidencias de la fauna
del pasado reciente del archipiélago cubano (Paleontología del
Cuaternario), los integrantes del grupo Pedro Borrás encontraron en
el mes de julio de este año, empotrado en la arcilla de la pared de
una furnia de la Sierra de los Órganos, Pinar del Río, la tibia
completa de un Neocnus, especie de perezoso extinto del referido
período, que en este caso tenía aproximadamente el tamaño de un
gato.
Lo más llamativo del descubrimiento es que a pesar
de la intensa fosilización de la tibia, la misma tiene evidencia
inconfundible de haber sido cortada con algún instrumento hecho por
el hombre, de acuerdo con el criterio autorizado del doctor Carlos
Arredondo Antúnez, biólogo y paleontólogo de la Universidad de La
Habana. Ello presupone que la persona o grupo humano que la utilizó
como alimento, debe haber vivido en un período bien antiguo.
Tal razonamiento, comenta Efrén, abre nuevas
perspectivas para la búsqueda de posibles asentamientos muy
primitivos en los alrededores de ese punto de la geografía pinareña.
Con 24 integrantes en la actualidad, de los cuales
diez son miembros plenos de la Sociedad Espeleológica de Cuba, el
Grupo Pedro Borrás celebra tres décadas de reconocida labor
científica. Mirar el pasado a través de los restos fósiles es su
mayor contribución para comprender mejor el presente y enriquecer el
patrimonio natural de la nación.
OTROS APORTES DEL GRUPO PEDRO BORRAS
El hallazgo de una cueva ceremonial
repleta de petroglifos ubicada al norte de Sierra de Galeras, en
Viñales, única del país donde aparecen reunidas las cuatro técnicas
de arte rupestre conocidas hasta hoy en Cuba.
. Localización en la caverna de la Patana, en Maisí,
Guantánamo, de un entierro aborigen de la etapa pre agroalfarera, y
el primer reporte de la presencia en ese lugar de una serie de
pictografías dibujadas en color negro.
. Descubrimiento de un ave rapaz de gran tamaño,
registrada como nueva especie y género para el área de las Antillas.
. Reporte de un nuevo sitio o estación del arte
rupestre precolombino en una cueva al sur del poblado de La Salud,
municipio habanero de Quivicán., en la cual fueron encontrados tres
petroglifos geométricos el pasado mes de agosto.