(21 de septiembre de 2007)

Rehabilitación de la cuenca hidrográfica del Toa

Una dama enaltece su hermosura

Jorge Luis Merencio Cautín

Cuantos visitan por vez primera a Baracoa, se confiesan fascinados por las bellezas naturales que atesora la cuenca hidrográfica del río Toa y el estado de conservación de esa joya de la geografía mundial.

Foto: OTMARO RODRÍGUEZCorrección de cárcavas mediante tranques.

En verdad nadie, sea cubano o extranjero, ha podido sustraerse de enaltecer las prolijas atracciones de esa hermosura de relieve que incluye las subcuencas Jaguaní, Naranjo, Quiviján y otras 62.

Extendida por 1 061 kilómetros cuadrados en la región oriental del macizo Nipe-Sagua-Baracoa, la cuenca del Toa lidera en Cuba y el Caribe insular por su biodiversidad, reservas acuíferas, variedad de sus paisajes y unicidad de los ecosistemas. El elevado endemismo de su flora y su fauna, constituyen el refugio y centro de especialización más antiguo de Cuba.

Cerca del 70% de la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa, la integran los municipios de Baracoa, San Antonio del Sur y Yateras, más un área de 126 kilómetros cuadrados del holguinero territorio de Moa. En la cuenca está enclavada la mayor parte del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, declarado Patrimonio de la Humanidad.

La preservación de los valores naturales de esta zona de montaña (de por sí compleja para el desarrollo económico y social) motivó que desde el año 2001 se emprendieran labores efectivas para la corrección de cualquier daño causado al entorno principalmente por la acción del hombre y las lluvias.

Datos aportados por el ingeniero Teudis Limeres Jiménez, director del Centro de Investigación de Suelos en Guantánamo, y Juan Carlos González Dalmau, subdelegado técnico de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, avalan los trabajos de rehabilitación de la cuenca del más caudaloso de los ríos cubanos.

Foto: OTMARO RODRÍGUEZVista de la cuenca del Toa, próxima a la desembocadura del río.

En el periodo transcurrido del 2001 al 2006, asevera Teudis, unas 17 590 hectáreas fueron beneficiadas con medidas de conservación y mejoramiento de suelo como la siembra en contorno y de cobertura viva, corrección de cárcavas y construcción de tranques y de barreras vivas y muertas.

La mitigación de los daños al más preciado de los recursos naturales ha conllevado, asimismo, la certificación de las medidas que se han aplicado en otras miles de hectáreas de café, cacao, coco, cultivos varios y plantaciones forestales.

Solo para la conservación y mejoramiento de suelos el Estado cubano ha invertido más de 3 543 000 pesos en esta cuenca, lo cual confirma el interés por ese sitio y por la protección del medio ambiente.

Explica Limeres Jiménez que el financiamiento dispuesto se destinó también a la creación de más de una decena de centros de procesamiento de abonos orgánicos, a proyectos ejecutivos y a la capacitación de los productores.

Los suelos de la región se favorecen con la aplicación de más de 100 000 toneladas de abonos orgánicos (humus de lombriz, materia orgánica y compost), y para preservarlos y obtener mayores rendimientos agrícolas los productores se basan en un estudio que determinó la aptitud de la tierra para cada cultivo, añade el joven investigador.

Hasta el presente, expone ahora Juan Carlos, han sido reforestadas en la región más de 1 500 hectáreas, cumpliéndose año tras año el plan asignado.

El área sembrada, amplía el también master en ciencias ambientales, permite que hoy esté cubierto con plantaciones el 99% del patrimonio forestal de la cuenca, ascendente a 97 126 hectáreas.

La siembra de najesí, ocuje, pino, caoba y majagua, entre otras especies forestales, es acompañada de frutales y de un renglón típico de esta zona: el mapén o guapén, explicó Ricardo Suárez Bustamante, delegado del CITMA en Baracoa.

Isidro Cisnero, un finquero forestal de Naranjal del Toa, diez kilómetros al noroeste de Baracoa confirma, con su laboreo, las aseveraciones de Teudis, Juan Carlos y Ricardo.

Los resultados de este campesino en la reforestación, conservación de suelo, empleo de compost y materia orgánica como nutriente, fomento de frutales, dominio de los cultivos apropiados y en el cumplimiento de sus compromisos productivos, convierten a su finca en referente para la provincia y el país.

Hombres como Isidro han desempeñado un rol protagónico en el sustancial mejoramiento de la situación ambiental de la cuenca hidrográfica del río Toa, objetivo al que ha contribuido también, de manera significativa, la reducción de la carga contaminante gracias a un mejor aprovechamiento de los residuales, sobre todo los provenientes de las despulpadoras de café.

   

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