(26 de
octubre de
2006)
Las nuevas maravillas del mundo
René Castaño
rene.cs@granma.cip.cu
De las siete maravillas del mundo antiguo, seis de ellas hace
mucho tiempo dejaron de existir por causa de la erosión, los
fenómenos naturales y la barbarie humana. De los monumentos
distinguidos con ese título 200 años antes de nuestra era, se han
perdido el Faro de Alejandría, el Templo de Artemisa, la Estatua de
Zeus, el Coloso de Rodas, los Jardines Colgantes de Babilonia y el
Mausoleo de Halicarnaso. Solo sobreviven las pirámides de Gizeh, en
Egipto.
Las
estatuas de la Isla de Pascua, en Chile, otra de las propuestas
latinoamericanas.
El suizo Berbard Weber, aviador, explorador, conservador de museo
y director de cine, organizó una votación mundial por medio de
Internet para actualizar tales maravillas.
Las nuevas tendrán una ventaja sobre sus predecesoras: la
existencia de la UNESCO y del Patrimonio de la Humanidad, que deben
evitar la pérdida de monumentos considerados símbolos del arte o de
la historia, aun cuando la invasión ocupacional de Iraq y los
bombardeos sobre el pueblo libanés priven a la memoria histórica
mundial de valiosos tesoros arquitectónicos.
LA IDEA
Bajo el lema Nuestra herencia es el futuro, se abrió una encuesta
popular en Internet (www.new7wonders.com), cuyos beneficios serán
destinados a la restauración de monumentos, entre ellos los Budas de
Bamiyan, en Afganistán. En la web aparecen obras que pueden ser
sometidas a votación, a propuesta del propio proyecto, y otras que
han sido incluidas por "aclamación" popular.
Toda persona que vote (previo pago), tendrá derecho a registrarse
como miembro de la Sociedad de las 7 Nuevas Maravillas, organización
establecida para promover globalmente el conocimiento cultural y
natural de la Tierra.
En la tradición de las siete maravillas del mundo antiguo se han
propuesto muchas otras listas, copadas de hazañas humanas y
prodigios naturales. Sin embargo, no existe un consenso general
sobre una enumeración en particular.
CANDIDATAS
De cientos de monumentos ubicados en diversas latitudes del
planeta, finalmente han sido seleccionados 21 candidatos a la nueva
lista. Por Europa destaca la Acrópolis de Atenas, en Grecia; el
Palacio de La Alhambra, en Granada, España; el Coliseo Romano de
Italia, la parisina Torre Eiffel, en Francia; el Kremlin de Moscú,
en Rusia; el Castillo de Neuschwanstein, en Alemania, y el
Stonehenge de Amesbury, Inglaterra.
La
ciudad inca de Machu Picchu, en Perú, una de las candidatas
latinoamericanas a la nueva lista.
El continente americano está representado por la ciudad-templo
Chichén-Itza, de Yucatán, México; el Cristo Redentor, de Río de
Janeiro, Brasil; las estatuas de la Isla de Pascua, Chile; la ciudad
inca de Machu Picchu, en Perú, y la Estatua de la Libertad, en Nueva
York, Estados Unidos.
El Taj Mahal de Agra, en la India; el templo Kyomizu, en Japón;
la Gran Muralla China; el templo de Annkor, en Cambodia; la Catedral
de Santa Sofía, en Estambul, Turquía, y la Ciudad de Petra, en
Jordania, son las candidatas asiáticas.
Por África las pirámides de Gizeh, en Egipto, y la ciudad de
Timbuktu, en Mali. El Teatro de la Ópera de Sydney es la única
propuesta de Australia.
El jurado que deberá proclamar los monumentos más representativos
del mundo el 7 de julio del 2007, estará presidido por el ex
director de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza y, además de los
votos recibidos, se tendrá en cuenta el interés arquitectónico y
cultural de los candidatos.
La polémica por tal "selección" no se hizo esperar. Para unos es
imperdonable no haber incluido en esa selecta lista monumentos como
la Torre de Pizza o las figuras de Nazca. Otros no aceptan que obras
erigidas con algún rigor tecnológico como la Torre Eiffel y la
Estatua de la Libertad, se hayan tomado en cuenta. Cualquiera que
sea el resultado, no pocos especialistas estiman que siete es un
número pequeño para homenajear las muchas maravillas, aún en pie, de
la historia de la humanidad. |