¿Qué moral puede tener para condenarnos el país que hoy recibe a Posada Carriles?
Califica
representante cubano de Comisión de la hipocresía y la
mentira a la CDH
GINEBRA, 14 de
abril.— Estados Unidos tuvo que desenmascararse y asumir el
bochornoso ejercicio de presentar una resolución contra Cuba,
al no encontrar a nadie que lo hiciera por él, destacó hoy
Juan Antonio Fernández, representante de Cuba ante la sesión
61 de la llamada Comisión de Derechos Humanos que funciona en
esta ciudad suiza.
El diplomático
cubano señaló que lo que estaba ocurriendo solamente se
podía creer porque aquella es la Comisión de la mentira y la
hipocresía, donde el mayor y más contumaz violador de los
derechos humanos en el mundo presenta un papelucho que no dice
nada pero permite singularizar a Cuba. Apena, añadió, el
triste papel de sus cómplices, como la claudicante Unión
Europea, que no puede articular una política independiente de
su poderoso aliado y que ahora se sirve también de antiguos
países socialistas que pasaron de una órbita satelital al
satelitalismo global.
Juan Antonio
destacó el apoyo que tiene Cuba entre pueblos e
intelectuales, como prueba del cual mencionó el documento
Detengamos una nueva maniobra contra Cuba, firmado por más de
4 000 prestigiosas personalidades, incluidos seis premios
Nobel.
Qué moral puede
tener para condenar a Cuba —se preguntó— el país que hoy
recibe en su territorio al peligroso Luis Posada Carriles,
mientras somete a crueles condiciones a Cinco Jóvenes cubanos
luchadores contra el terrorismo.
Cuba no se
cansará de luchar —afirmó—. No se rendirá. No hará
jamás concesiones. No apagará nunca su voz, ni siquiera en
esta Comisión de los poderosos, donde repugnan tanta
hipocresía, miedos y complicidades. Estaremos siempre junto a
los que no se resignan, a los que apuestan por el valor de las
ideas y los principios, a los que no renuncian al sueño de
conquistar toda la justicia para todos en un mundo mejor.
Gracias a la
complicidad y a presiones, amenazas, chantajes y sobornos de
todo tipo, la resolución presentada por el Gobierno yanki
contra Cuba fue aprobada por Alemania, Arabia Saudita,
Armenia, Australia, Canadá, Corea del Sur, Costa Rica,
Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Guatemala
Honduras, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, México, Países
Bajos, Rumania y Ucrania, 21 votos en total.
De los 32 países
restantes, votaron en contra China, Congo, Cuba, Egipto,
Eritrea, Etiopía, Guinea, India, Indonesia, Kenia, Malasia,
Nigeria, Qatar, Rusia, Sudáfrica, Sudán y Zimbabwe; mientras
se abstuvieron Argentina, Bhután, Brasil, Burkina Faso,
Ecuador, Gabón, Mauritania, Nepal, Paquistán, Paraguay,
Perú, República Dominicana, Sri Lanka, Suazilandia y Togo.
PRIMEROS APOYOS
INTERNACIONALES A CUBA
El Centro para la
Acción Legal de Derechos Humanos (CALDH) de Guatemala
consideró hoy inaceptable que por presiones económicas de
Estados Unidos el Gobierno guatemalteco haya apoyado en la ONU
una resolución contra Cuba, reportó PL
Igualmente, la
opositora Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG)
indicó en un comunicado que la votación del Gobierno de
Guatemala a favor de la resolución anticubana lo privó de "una
oportunidad extraordinaria" para cesar su sumisión a
Washington.
Desde La Paz, PL
informó que el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) de
Bolivia, Evo Morales, repudió la condena a Cuba y denunció
que fue impuesta por Estados Unidos, que sí merece ser
condenado por su flagrante violación de derechos humanos,
sobre todo en Iraq.
El líder
indígena boliviano Felipe Quispe consideró que la
resolución anticubana sirve a la política estadounidense de
hostilidad contra la Isla y que los países que la respaldaron
actuaron manejados por Washington, que pretende aniquilar a
Cuba porque es un país socialista.
RESOLUCIONES
CONTRA EL SUR
La propia PL
informó que la CDH adoptó otras resoluciones contra países
del Tercer Mundo como Birmania y la República Popular
Democrática de Corea, y también contra Belarús, promovidas
por Estados Unidos y la Unión Europea.
En cambio, el de
Washington fue el único voto en contra de una resolución de
condena a las acciones represivas de Israel contra los
palestinos y se sumó a los de la Unión Europea, Japón y
Australia contra otra más, propuesta por Libia, sobre las
ejecuciones extrajudiciales perpetradas por el mismo Israel.
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