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Las resoluciones espurias no nos harán desistir de nuestro honor revolucionario, resistencia y solidaridad
Afirmó Felipe
Pérez Roque en conferencia de prensa tras la votación
anticubana en la Comisión de Derechos Humanos, en Ginebra
Elson
Concepción Pérez
El
canciller cubano, Felipe Pérez Roque, proclamó ayer , en
nombre del Gobierno y del pueblo de Cuba que resoluciones
espurias, presiones, chantajes, amenazas ni mentiras nos
harán desistir de nuestro honor revolucionario,
antimperialista y solidario con las causas justas del mundo.
En conferencia de
prensa con periodistas nacionales y extranjeros en la sede del
Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), después de la
votación de la resolución anticubana en la Comisión de
Derechos Humanos de Ginebra, el Canciller afirmó con énfasis
que Cuba no reconoce ninguna legitimidad a esta resolución,
ni colaborará de forma alguna con el espurio mandato que
establece.
Estados Unidos ha
tenido que abandonar el otrora lenguaje fuerte y presentar un
texto engañoso, carente de juicio y de críticas para poder
condenar a Cuba, dijo Pérez Roque.
De todas maneras,
subrayó, el documento es discriminatorio, injerencista,
mantiene un injustificado mecanismo de monitoreo contra la
Isla y permite a Estados Unidos mantener el caso de Cuba en la
agenda de la CDH para el año siguiente.
Pero el hecho de
que sea más flojo no significa que la aprobación fuera más
fácil para Washington. Al contrario, explicó, las presiones
de Estados Unidos han sido superiores a las de cualquier año
anterior; se han aprovechado oportunistamente de la grave
situación económica y social que enfrentan los países
africanos para llevar a cabo esta sucia maniobra.
La opinión
pública debe conocer —declaró— que las presiones de
Estados Unidos han llegado al punto de que a un país africano
lo amenazaron directa y reiteradamente con afectar sus
exportaciones de algodón al mercado norteamericano, a otros
los intimidaron con negarle los beneficios de la Ley
(norteamericana) para la Oportunidad del crecimiento de
África, que facilita el acceso al mercado de ese país con
bajos aranceles, una poderosa herramienta de chantaje
político y presión.
La bajeza de los
métodos estadounidenses se revelaron en que las amenazas no
cesaron ni un instante y a un país africano incluso llegaron
a amenazarlo la madrugada anterior a la votación, mientras a
otra nación asiática la asustaron con la devolución de una
ola de refugiados que pondría en crisis a ese Gobierno.
Lo más llamativo
fue que, pese a las presiones, nueve países africanos se han
mantenido firmes y votaron nuevamente esta vez contra la
resolución.
Entre los casos
particulares citados por Pérez Roque estuvo el de Ucrania,
que pasó del voto contra la resolución al voto a favor, al
que incluso el Presidente Yuschenko se comprometió por
escrito durante una visita la semana pasada a Estados Unidos,
con quien acordó apoyo a la campaña anticubana.
Eso ocurre en el
año del aniversario número 15 del programa por el cual unos
18 000 niños ucranianos han pasado por Cuba para recibir
tratamiento médico después del accidente nuclear que hubo
allí, por lo que el voto de Ucrania es una puñalada por la
espalda al país que más ha hecho por los pequeños víctimas
de aquel accidente en la central nuclear de Chernobil.
En América Latina
Washington había logrado que algunos países se sumaran e
incluso presentaran como suyo el texto siempre elaborado en el
Departamento de Estado, pero en el 2005 se ven los resultados
de los cambios que están ocurriendo en la región, sobre todo
por la consolidación del proceso bolivariano que encabeza el
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y por la llegada al
poder de un grupo de gobiernos progresistas que han marcado
una situación nueva, señaló el Ministro de Relaciones
Exteriores.
Ningún país de
América del Sur votó a favor de la resolución anticubana.
Solo tuvieron los votos de tres naciones centroamericanas
(Costa Rica, Honduras y Guatemala) que tradicionalmente no
pueden hacer otra cosa por su dependencia respecto de Estados
Unidos, más el voto de México.
El Gobierno de
este último país, dijo, ha roto los compromisos alcanzados
previamente con Cuba en diferentes encuentros, incluso a nivel
de ministros y siguió a Estados Unidos, evidentemente a
cambio del apoyo para que México obtenga la secretaría
general de la OEA.
No obstante,
Pérez Roque reiteró el afecto, el respeto y el
reconocimiento para el pueblo mexicano por su firme posición
de respaldo a Cuba en las organizaciones de solidaridad e
incluso en la Cámara de Diputados y el Senado del país.
Respecto a la
Unión Europea, que copatrocinó el documento contra Cuba, el
Canciller expresó que es patético el papel desempeñado por
ellos. Su actitud, aclaró, ha sido claudicante y servil, su
actuación ha sido hipócrita y su alineamiento con Estados
Unidos contra los pequeños países como Cuba es una
vergüenza, enfatizó.
Esto demuestra la
incapacidad de la Unión Europea para articular una política
propia e independiente hacia nuestro país, y con su
patrocinio en bloque de esa resolución, prácticamente
renuncia a sus propios intereses, enfatizó.
Indicó que, de
todas formas, la resolución no fue aprobada por la mayoría
de los países, pues 32 votaron en contra o se abstuvieron.
Acerca del
proyecto de resolución presentado por Cuba sobre la
investigación de los detenidos en la base naval de
Guantánamo, afirmó que, dada la gravedad de la situación,
garantizamos que en esta ocasión, en cualquier caso,
someteremos a votación el proyecto. Habrá que tomar partido
sobre este tema, advirtió.
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