Aboga Cuba por derechos de pueblos indígenas en la CDH
Orlando
Oramas León, enviado especial de PL
GINEBRA, 11 de
abril.—Cuba abogó hoy por la identificación y
reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y
expresó su frustración por los pocos avances en una materia
en la que incluso se refuerzan los intentos por eliminar
algunos de sus contenidos.
El delegado cubano
Miguel Alfonso Martínez refirió que bajo criterios de "revisión"
se va despojando a Ginebra de las funciones asignadas hace
casi un cuarto de siglo a esta sede europea de la ONU, en
particular de la problemática indígena.
Tales propósitos
se acompañan de los "intentos cada vez más evidentes de
algunos estados de ir eliminando paulatinamente el contenido
de derechos humanos" sobre las comunidades autóctonas,
indicó.
Cuba, el país que
propuso a Naciones Unidas la adopción de una década a favor
de los pueblos aborígenes, y en particular para la
proclamación de una declaración universal sobre sus
derechos, declaró hoy su frustración al respecto.
"Los
10 años transcurridos solo han servido para consensuar el
texto de dos artículos sustantivos de los 45 que contienen el
proyecto bajo estudio, y constatar el mayor o menor grado de
desacuerdo existente", prosiguió el experto.
Alfonso Martínez
recordó que las cuestiones indígenas llegaron formalmente a
la ONU en 1982 mediante la adopción de decisiones para
contrarrestar la discriminación secular contra esas
poblaciones.
Pero un cuarto de
siglo después, el propio relator del organismo mundial
reconoce que esos pueblos están "entre los grupos más
marginados socialmente y más desposeídos del mundo".
También consigna
que han sido despojados de sus tierras y recursos, de sus
idiomas, culturas y sus formas de Gobierno, y con frecuencia
se les niega el acceso a la educación, la salud, la vivienda
y la alimentación.
La intervención
del diplomático cubano marcó diferencias con otras
delegaciones oficiales que hicieron énfasis en avances,
aunque la mayoría de los discursos instó a la adopción del
proyecto de declaración sobre los derechos humanos de los
pueblos indígenas.
Ese texto deberá
ser aprobado por la Asamblea General de la ONU, en su sede
neoyorquina, aunque tendrá que esperar todavía por acuerdos
que, a estas alturas, parecen poco probables.
La propia jornada
sirvió para que numerosas organizaciones no gubernamentales,
entre estas varias representativas de reivindicaciones de los
aborígenes, expresaran también la necesidad de unir
criterios y acciones sobre esos pueblos.
OFICIALIZÓ
EE.UU. PROPUESTA ANTICUBANA
Estados Unidos
oficializó hoy su anunciada propuesta para señalar a Cuba en
la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, que
La Habana denuncia como una repetida maniobra de carácter
político y de doble rasero.
La delegación
norteamericana, en la que participan dos subsecretarios de
Estado y un subsecretario del Departamento de Defensa,
inscribió su plan anticubano, que cuenta con el principal
coauspicio de la Unión Europea, así como de Israel,
Australia, Canadá, Japón y gobiernos de Europa Oriental.
Aunque Prensa
Latina conoció de presiones sobre algunas representaciones
africanas, ninguna acompaña hasta ahora la propuesta de
Washington, que sí sumó los respaldos de los gobiernos de El
Salvador y Nicaragua.
Pero ni San
Salvador ni Managua forman parte de la CDH y por tanto, no
tienen derecho al voto.
Según la lista,
la propuesta de Washington tiene a otros 12 gobiernos que la
copatrocinan, del total de 53 países integrantes de la
Comisión.
La votación está
fijada entre jueves o viernes próximo. Hasta entonces se
multiplicarán, afirman expertos aquí, las maniobras de los
diplomáticos estadounidenses en Ginebra.
Las mismas fuentes
aseguran que una buena parte de la jugada se decide desde
Washington, con "llamadas, ofertas y amenazas a terceros
países" que aún no se han pronunciado por el proyecto.
Según el Gobierno
cubano, Estados Unidos no está interesado en la verdadera
situación de los derechos humanos en el pequeño y vecino
país, contra el que mantiene un férreo bloqueo por más de
45 años.
La Habana ha
calificado de "ridículo y tortuoso ritual" el ejercicio
promovido por la Casa Blanca aquí, que el pasado año se
decidió por apenas un voto.
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