Estados Unidos en
solitario y con el temor a ser derrotado
Estados Unidos no
encontró un país que presente el proyecto de resolución
anticubana en Ginebra y ahora circula un texto debilucho. Ni una
sola razón para mantener el tema en la agenda de la CDH
Mariela
Pérez Valenzuela
El
ministro de Relaciones Exteriores Felipe Pérez Roque afirmó ayer
que constituye una verdadera derrota moral que el Gobierno de
Estados Unidos patrocine un proyecto de resolución en contra de
Cuba en la Comisión de Derechos Humanos (CDH), en Ginebra, al no
encontrar un país que lo presente, pese a sus múltiples
intentos.
Durante una
conferencia ante representantes de la prensa extranjera y nacional
en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en esta
capital, Pérez Roque señaló que Cuba considera que no existe
una sola razón que asista al Gobierno de Estados Unidos a
presentar una resolución contra la Isla y emplaza a la
Administración Bush a rectificar y a reconocer que se equivocó.
Sostuvo que el
proyecto estadounidense es escuálido y débil en su contenido y
en su argumentación y su verdadero propósito es el de mantener
en la agenda de la CDH el tema de los derechos humanos en la Isla
y fabricar un pretexto para continuar la agresión contra nuestro
país.
Pérez Roque indicó
que también ha fracasado la gestión norteamericana para hacer
ver que las resoluciones de derechos humanos que ellos han
impuesto por la fuerza contra La Habana responden a una supuesta
preocupación legítima de la comunidad internacional.
Comentó que el propio
vocero del Departamento de Estado norteamericano reconoció que su
Gobierno ha apoyado las resoluciones contra Cuba en años
anteriores.
El titular de
Relaciones Exteriores acusó a la actual Administración
republicana de usar la Comisión de modo absolutamente irracional
y desatinado el tema de los derechos humanos contra Cuba.
Señaló que no parece
constituir un obstáculo para que Estados Unidos se considere con
la autoridad de erigirse juez de los demás el hecho de que el
mundo tenga conocimiento de sus violaciones masivas, flagrantes y
sistemáticas, de los abusos sexuales y vejaciones de que son víctimas
los prisioneros bajo su control, hechos que, dijo, ocurren en la
Base Naval que ilegalmente ocupan en nuestro territorio y en las
prisiones iraquíes.
Estados Unidos regresa
ahora a la situación de 1998, último año en que presentó la
resolución, expresó, y recordó que a partir de 1999 cada año
tuvo que empeñarse para hallar otro Gobierno dispuesto a hacerle
el trabajo sucio.
En otro momento
manifestó que el proyecto ya no trata de calificar la realidad
interna en la Isla ni de criticar supuestas acciones violatorias
de derechos humanos y destacó que eso es el resultado de la
intensa y vertical lucha del pueblo cubano contra esa manipulación
y de una toma de conciencia mayor en la comunidad internacional,
incluidos los países miembros de la Comisión opuestos a que una
nación poderosa utilice el tema de los derechos humanos para
manipularlo en su guerra particular contra otra.
Alertó que hay señales
que revelan que Estados Unidos está seriamente preocupado por la
posibilidad de que este año no pueda hacer aprobar este engendro
contra Cuba y expresó que no se puede engañar ni amenazar a todo
el mundo todo el tiempo.
Está nervioso el
Gobierno del imperio y ruega a los países a que se abstengan al
menos y que no voten en contra de su texto, añadió.
Aseguró que La Habana
enfrentará con todas sus fuerzas este ejercicio y batallará no
solo pensando en sus intereses nacionales, sino en contribuir a
rescatar a la CDH de la falta de credibilidad que la aqueja.
CUBA PARTICIPARÁ
EN EL INTENSO DEBATE DE LAS IDEAS
Más adelante el
Canciller ratificó que Cuba continuará participando en Ginebra
en el intenso debate de las ideas y precisó que en total
presentará nueve proyectos de resoluciones.
Explicó que esos
documentos tratan sobre el derecho a la alimentación como un
derecho humano básico, la deuda externa y los ajustes
estructurales impuestos a las economías de los países del Tercer
Mundo, los derechos de los pueblos a un orden internacional democrático
y equitativo, y la paz como requisito para el pleno disfrute de
todos los derechos humanos por todos los habitantes del planeta.
La Habana planteará
igualmente otras resoluciones sobre las medidas coercitivas
unilaterales, los derechos culturales y el respeto de las
identidades culturales de cada pueblo, sobre la participación
popular, la equidad y la justicia social, la composición del
personal de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos, y sobre el uso de mercenarios.