CUBA NO SE CANSARÁ DE LUCHAR POR UN MUNDO MEJOR

Estados Unidos carece de moral en derechos humanos

15 de febrero de 2005

Otra vez, los derechos humanos

El vocero Tom Casey

NICANOR LEÓN COTAYO

Al gobierno de Estados Unidos le disgustó mucho que Cuba y Zimbabwe fuesen promovidas a formar parte de un equipo especializado de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Se trata del Grupo de Trabajo Sobre las Situaciones, para el que la Isla resultó seleccionada por los representantes latinoamericanos de la referida Comisión de Naciones Unidas.

Un vocero del Departamento de Estado norteamericano, Tom Casey, lo desaprobó con el argumento de que los países que violan los derechos humanos "no deberían ser llamados a juzgar la situación de esos derechos en otros países".

Casey agregó que, "no obstante la inoportuna participación de Cuba y Zimbabwe" esperan del Grupo "un trabajo equilibrado y transparente".

La agencia italiana ANSA planteó que el colectivo al que ambas naciones fueron incorporadas examina y juzga en sesiones anuales las denuncias de violaciones sobre tales derechos.

Eso último hace recordar, porque lo desprestigia aún más, que el pasado 18 de enero la actual secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, al hablar en el Senado, incluyó a Cuba y a Zimbabwe entre "los reductos de la tiranía en el mundo".

Casey exigió moral para enjuiciar a otros en la esfera antes mencionada. De acuerdo con él. Pero, según tal lógica, su Gobierno carece completamente de esa facultad para hacerlo.

Baste señalar, a manera de ejemplos, cuatro informaciones que circularon el mismo día y casi a la misma hora en que este vocero fustigaba a Cuba y a Zimbabwe.

Una de ellas procedió de Montreal, donde la familia del canadiense Omar Khadir, de 18 años de edad y detenido durante dos años y medio en la base impuesta por Washington en Guantánamo, anunció —como hizo— que presentaría testimonios sobre las torturas sufridas allí por este.

Paralelamente, un artículo del periódico The New York Times indicó que miles de personas que llegan a Estados Unidos, supuestamente en busca de asilo, son tratadas brutalmente.

Según el diario, la ciudad de Nueva York se distingue por las condiciones existentes en sus centros de detención, que incluyen "una vigilancia constante, alojamientos miserables y tratamiento degradante".

La tercera información apuntó que esta semana entraría en vigor el Protocolo de Kioto, importante esfuerzo de la ONU para disminuir el creciente envenenamiento de la atmósfera, pacto reiteradamente saboteado por la Casa Blanca.

Lo firmaron 141 naciones, pero Bush —solo respaldado por Australia— después lo despreció a pesar de que, como se ha advertido, si no se adoptan medidas, en próximas décadas podrían ocurrir hechos catastróficos.

Por último, se subrayó también el lunes que el presupuesto de Washington para el 2006 recorta drásticamente los fondos destinados a educación, asistencia médica y otros programas sociales, en aras de aumentar los gastos militares.

La idea es eliminar unos 150 planes de beneficio popular, entre ellos el que alivia la situación de estudiantes universitarios pobres, o el que brinda algún grado de asistencia médica a gente de muy bajos recursos.

Frente a ello, Bush presentó gastos castrenses que, incluida la ocupación de Iraq, suman unos 500 000 millones de dólares, cifra récord en la historia de Estados Unidos.

Debido a eso, el vocero norteamericano Tom Casey tiene razón absoluta cuando dice que los países violadores de los derechos humanos no deberían juzgar la situación de esos derechos en otros países

Quizás, sin proponérselo, retrató de cuerpo entero el caso de su Gobierno, y de una vez, al menos simbólicamente, lo dejó cesante en lo que atañe al enjuiciamiento del tema sobre la Tierra.

 

   

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