Carta de un
saharaui
Estimado
compañero Fidel Castro,
Permita que le
llame abuelo, porque le quiero y respeto tanto como a él.
Querido abuelo,
Tengo el honor
de dirigirle esta carta para expresarle una gratitud que nunca
llegará a compensar ni en mínima parte todo lo que usted nos aportó
a mí y a mí gente, ni tampoco podrá mostrarle cuánto les estamos
agradecidos por ser una de las pocas luces que nos alienta para
seguir negando la desesperación en este mundo oscuro.
Quiero que
sepa, querido abuelo, que en el Sahara hay mucha gente de muchas
edades que rezan por su salud y los que no rezan les mandan mucho
ánimo, deseando su total recuperación.
Yo rezo por su
salud, y me alegró mucho la noticia de que usted salió por
televisión con buen semblante, lo que motivó esta carta que espero
le llegue y le dé todo el ánimo que quiero que le llegue.
Querido abuelo,
le deseo buena salud y sobre todo mucha felicidad, tanta como la que
usted dio a tantos niños por el mundo.
El Aún, 17 de
febrero 2011