Hola, mi
nombre es Andrés, soy de Uruguay, tengo 31 años, de profesión
educador y trabajo en lo social con madres adolescentes y jóvenes en
riesgo social.
Esto lo escribí en un grupo de debate y me gustaría compartirlo
con ustedes.
Me uní al mismo por el hecho de que realmente admiro a quién mira
a las personas con amor.
Fidel para mi es eso, un constructor permanente de alternativas
solidarias para este mundo insolidario, él y su pueblo ponen énfasis
en las personas y la solidaridad colectiva, creen en un mundo más
justo y lo demuestran permanentemente.
Yo soy un solidario y solitario luchador social, mi matriz es de
izquierda, la empatía es con los más golpeados y vulnerados, los que
a veces no entran ni siquiera en un proyecto de izquierda por ser lo
que son; antes víctimas y tal vez hoy victimarios.
Soy de una izquierda que mira lo global y se sensibiliza ante
cualquier tipo de injusticia, soy de los que pelean por cosas que no
se consideran por creer que es todo lo mismo; considero que se
tienen que tomar y reconocer ciertos temas que no se dan a discutir,
como la situación de los afro descendientes en el Uruguay, el
desempleo juvenil, las políticas de vivienda, el deporte, la
erradicación del trabajo infantil, la educación, la salud, etc.
Hoy observo que lamentablemente hay los que se dicen llamar de
izquierda que se adaptaron a un estilo de vida individualista y se
olvidaron de la lucha colectiva, se olvidaron de ser servidores del
pueblo y se sirven a ellos mismos, otros que gozaron de la
solidaridad del pueblo Cubano, muestran que no aprendieron nada;
usan como bandera y estrategia para acceder a cargos de confianza y
la verdad que esa gente avergüenza a la revolución.
Es por ello que escribo que soy un solitario.
Yo me preocupo cuando un dirigente de izquierda levanta la
bandera de lo público y predica con el ejemplo de sus hijos
mandándolos a los colegios de elite, me preocupa cuando hablamos de
los derechos humanos y hoy son pocos los que se pronuncian, me
preocupa cuando nos definimos de izquierda y nos da miedo acercarnos
a Venezuela o a la misma Cuba.
Me parece que estamos encaminados bien a la uruguaya, ni chicha
ni limonada, con el doble discurso al firme y muchas veces sin
razonamiento propio, repitiendo como loros lo que dicen nuestros
dirigentes y reproduciendo y sosteniendo que estamos bien, que la
pobreza bajó, que hay trabajo, pero se olvidan que a pesar de los
consejos de salarios los sueldos siguen siendo de miseria, que son
pocas las personas que ganan por encima de la canasta básica, que
todos acceden a la salud, pero poco se dice de que muchas familias
no tienen como costear los ticket o el traslado a la misma.
Quien lea esto quiero decirles que esta crítica es para algunos
dirigentes y para los que se sientan identificados.
Yo considero que tenemos todo para ganar y Artigas lo manifestó
de una forma solidaria y contundente con la frase "no podemos
esperar nada sino de nosotros mismos" Hay infiltrados en el gobierno
y nuestro deber es denunciar y no cubrir; sabemos bien que esos
dirigentes van en contra de los intereses del pueblo y no deberían
estar en la izquierda, pues estos están para defender los intereses
propios y los del capitalismo.
Hago esta crítica constructiva a los que se consideran realmente
revolucionarios y consecuentes; si logramos tener ese nivel de
humildad y convicción que tiene el compañero Fidel y si amamos al
pueblo como él ama a su pueblo tal vez aportemos para erradicar las
injusticias de nuestros pueblos .
Yo pregunto ¿tu revolución ya empezó? porque la mía sí.
Salud.