Respuesta de TRASVAL

La Habana, 20 de octubre de 2008
"AÑO 50 DE LA REVOLUCION"

Compañeros:

En la edición de ese diario, correspondiente al viernes 17 de octubre, bajo el título La "lógica" en las ventas, apareció publicada una carta firmada por la lectora F. Rodríguez L., en la que formulaba críticas a centros comerciales de la compañía TRASVAL.

La citada compañera basaba su queja en la imposibilidad de obtener determinada cantidad de metros de nailon en dos de nuestras tiendas: la Ferretería TRASVAL, ubicada en las calles Galiano y San Rafael, en el municipio de Centro Habana, y la Tienda Náutica TRASVAL, situada en la calle 20, entre Quinta avenida y calle Tercera, en Miramar.

Sumado a lo anterior, la misiva de referencia señalaba que el administrador del establecimiento de Miramar había sostenido una conducta soberbia y de maltrato cuando ella lo llamó por teléfono para solicitarle una explicación. No entendía los argumentos en cuanto a la imposibilidad de cortar un rollo de nailon de pesca. Máxime cuando había tenido el cuidado de llamar, según afirma, antes de visitar la última tienda, y una compañera le confirmó que allí se vendía el artículo deseado de la manera que ella lo pedía: o sea, por metros, y no por carretes. El hecho de que el administrador no se encontrara en la unidad comercial en los momentos de la visita de la interesada, motivó la posterior llamada telefónica y desató el penoso incidente.

Por elemental respeto a los lectores del diario, a la ciudadanía en general y a la persona que envió la carta, la dirección de TRASVAL designó a dos compañeros que investigaron el hecho en sus detalles.

Es cierto que en ninguno de los dos lugares se vende el nailon por metros, pues fueron sitios concebidos para un sector poblacional especializado en la pesca deportiva.

El administrador de la unidad comercializadora de Miramar reconoció que él había puesto término a la comunicación en los instantes en que recibió la llamada y la compañera le manifestó que, al parecer, esa tienda estaba concebida para atender a "ricos y macetas", ante lo cual replicó: "bajo esos términos no tengo nada que discutir con usted". Y colgó el teléfono. Ese hecho, según la remitente de la carta, la llevó a acudir al periódico.

En los establecimientos de TRASVAL existen buzones de quejas y sugerencias abiertos al público. En el caso de la ubicada en Miramar, dedicada única y exclusivamente a la venta de utensilios de pesca, no son pocos los mensajes dejados por personas que enaltecen la manera en la que fueron atendidos y la simpatía del personal que allí trabaja, en su mayoría del sexo femenino. Algunos sugieren la venta de uno u otro artículo y si hoy la tienda se ve bastante surtida se debe en buena medida a esa retroalimentación necesaria y en ocasiones estimulante.

La remitente de la misiva publicada en Granma hace hincapié en el tema de los precios y la realidad es que el ejemplo por ella enumerado no es precisamente el más feliz. El carrete tan discutido tiene un precio oficial de 75,15 pesos convertibles, una longitud de 1 620 metros y la fibra posee un diámetro de 1,4 milímetros. Es de calidad superior y está concebido para la pesca mayor o Pesca del Alto.

Nuestra respuesta no puede, ni pretende ser, justificativa en modo alguno. Una adecuada orientación habría evitado a la perjudicada la pérdida de tiempo, el malestar y la ira de la que fue víctima, por nosotros comprendida. Se le hizo una visita en su casa para pedirle excusas y ella, de forma valiente, manifestó que había dicho las frases que dieron origen a la reacción del Administrador. Un tratamiento paciente y correcto habría evitado este mal momento.

Revolucionariamente