Como
habitualmente hago todos los viernes, desde el día 14 de marzo del
año en curso, en el que ese diario comenzó a circular con un número
mayor de páginas, abrí el periódico en las páginas que ustedes
dedican a la sección Cartas a la Dirección, pues la considero
muy útil para los que estamos empeñados en el perfeccionamiento de
nuestra obra. Cuál no sería mi sorpresa al constatar que la
Dirección Provincial al frente de la cual me desempeño desde el 15
de diciembre de 2007 aparecía reflejada, y no precisamente por algún
logro o correcto desenvolvimiento de sus funciones. Me refiero
concretamente al extracto que publicaron con el título Las
azoteas de la discordia.
Inmediatamente me reuní con los miembros del consejo
de dirección directamente relacionados con el asunto en cuestión,
entiéndase con la Subdirectora Jurídica y el Director del Programa
del Arquitecto de la Comunidad, además de comunicarme con el
Director de la Dirección Municipal de la Vivienda de Alquízar. De
mis indagaciones logré llegar a dos conclusiones.
Primero: Por una inadecuada interpretación de la
política simplificadora de los trámites que se conocen por las
direcciones municipales de la vivienda, el compañero Jefe de los
arquitectos de la provincia, consideraba que la confección del
Dictamen Técnico requerido en los trámites sobre División con
Donación de vivienda, debía ser elaborado de oficio por las propias
direcciones municipales de la vivienda y no por el arquitecto de la
comunidad, por lo que me di a la tarea de colegiar entre los
factores involucrados una solución a esta situación, la que estaba
provocando tropiezos en la correcta tramitación de estos asuntos y
justificada irritación en los que acudían ante nuestras instancias
municipales. Después del correspondiente análisis, entendimos, que
el documento más arriba mencionado debía ser elaborado por los
arquitectos de la comunidad, quienes realmente son los profesionales
técnicamente capacitados para confeccionar un documento de tal
cariz, y así se indicó desde finales del año 2007.
Como segunda conclusión, se pudo conocer que
ciertamente el compañero que escribiera al periódico, J. M. Bencomo
Estupiñán, con el que inmediatamente también contacté, se presentó
ante la Dirección Municipal de la Vivienda de Alquízar en 2
ocasiones durante el transcurso del año 2007, en los meses de mayo y
noviembre, en busca de orientación para llevar a cabo el trámite que
ahora alude, el que se vio obstaculizado por no contar con el
mencionado dictamen.
Es oportuno precisar que en momento alguno este
ciudadano contactó con el Director de la Dirección Municipal de la
Vivienda de Alquízar, ni con el Jefe del Departamento Jurídico de
dicho órgano, ni tampoco se dirigió a mí para manifestar su
inconformidad con las distorsiones en la tramitación del proceso que
debía iniciar.
El mismo día que ese diario publicara el escrito que
ahora contestamos nos pusimos al habla con Bencomo Estupiñán y se le
orientó cómo debía proceder, por lo que ya verificamos que se inició
ante la instancia correspondiente el proceso por él interesado,
aunque al incoarse el expediente de rigor se detectó que el título
de propiedad de su inmueble presentaba omisiones, lo que debe ser
subsanado previamente, requisito sine qua non para la
continuación del trámite interesado.
Saludamos la iniciativa del diario Granma de
insertar en sus páginas una sección de tal tenor, lo que hacemos
extensivo a la prensa revolucionaria de todo tipo, pues como bien
expresa Bencomo Estupiñán el desacuerdo entre funcionarios no puede
llevarnos al contrasentido de dificultar gestiones y trámites que se
precisa llevar a cabo, más aún cuando estos están relacionados con
la vivienda, tema alto sensible para la población cubana, lo que
además redunda en perjuicio de la sociedad, de la cual todos somos
parte, y a la que estamos irrevocablemente llamados a mejorar y
perfeccionar cada día de la única forma posible: con nuestro trabajo
diario.
Alexis Ortiz Díaz
Director
Dirección Provincial de la Vivienda
La Habana