Publicada
el 7 de febrero de 2014
Desde noviembre espero la Reina
En la edición del jueves 16 de enero del periódico
Granma, se publicó que una de las inquietudes más recurrentes entre
la población es lo que sucederá con las personas que tienen bonos
para la compra de módulos de cocción. En el propio artículo la
viceministra del MINCIN, Bárbara Acosta, puntualiza que a pesar de
haber cesado la entrega de bonos el 14 de enero, las personas que ya
los tienen podrán hacer uso de ellos hasta el 15 de febrero y que
existe para esos casos plena disponibilidad solo de ollas "Reina",
no así del resto de los productos.
Tengo dudas respecto a si lo dicho por la
Viceministra se refiere a todas las provincias del país, pues soy
residente del municipio de Matanzas, tengo un bono desde el mes de
noviembre y aún estoy en espera de los equipos. Actualmente en la
tienda que está disponible para su venta no hay ninguno, ni siquiera
la mencionada "Reina". Es mi preocupación y la de muchas otras
personas que llegue el 15 de febrero y no haya obtenido nada del
módulo de cocción.
Espero que a través de ustedes pueda obtener una
respuesta a mi inquietud lo antes posible.
Y. Rodríguez Fuentes
¿Dónde se consiguen las baterías para motos
eléctricas?
Me dirijo a esta sección con el fin de una vez más
retomar el tema sobre las motorinas eléctricas, que ya este tema
hace varios meses fue expuesto, pero lo retomo, pues no he visto una
respuesta a la solución en cuanto a las piezas de repuesto de las
mismas, sobre todo lo que se refiere a las baterías, que es lo que
más demanda tiene, ya que su duración oscila sobre los dos años.
Este es un bien que fue adquirido en las tiendas de divisas, con un
precio no muy módico, 988.00 CUC, y después presentar el tormento
de: ¿dónde consigo las baterías? No me voy a extender en mi
planteamiento, porque es bastante conocido, pero sí quisiera una
respuesta.
Atentamente,
D. N. Díaz
Una preocupación sobre las materias primas
Siendo una fiel seguidora de esta sección me dirijo
a ella con el deseo de satisfacer una in-quietud que no solo me
afecta a mí sino a un número considerable de personas que como yo
nos dedicamos desde hace varios años a la actividad del trabajo por
cuentapropia. Repito que esta inquietud o interrogante no solo es
mía por supuesto, pero como las cartas deben ser a título personal,
tómese entonces como una inquietud y una interrogante propia y es
referente a la situación que confrontamos los cuentapropistas
respecto a las materias primas, vales y facturas de las mismas.
Siempre y fíjense que digo siempre, hemos tenido que
tener este tipo de documento para justificar los materiales y
artículos que utilizamos en la confección de nuestros productos,
para las tejedoras el hilo, para modistas y sastres la tela, el
hilo, agujas, alfileres, tintes de ropa, etc. en el caso mío en
particular, que me dedico a la bisutería, siempre uso lijas de
diferentes numeraciones, pegamento o Kola Loca, —nombre por lo que
todos la conocemos—, tintes, pinturas, alambre, cordel o hilo,
cierres, etc. durante años nos ha sido super difícil conseguir los
mismos y hemos tenido que visitar cientos de tiendas, tanto en
moneda CUC como en MN, para poder conseguirlos en los años en que he
sido cuentapropista (1998).
Hace unos años, gracias a la apertura de nuevas
licencias, para ser más exacto casi 4 años, tuvimos un respiro en la
obtención de algunos de dichos materiales e insumos ya que en muchos
puntos de algunos nuevos cuentapropistas conseguíamos la lija, el
pegamento, el cordel, los cordones, el alambre, el tinte para ropa
que sirve para teñir cualquier otro material, como por ejemplo
hueso, maderas, semillas y teníamos entonces materiales para
trabajar, por supuesto como ellos no eran personas jurídicas, es
decir no eran tiendas estatales, no tenían por qué darnos ningún
comprobante. Pero lo importante es que aunque no tuviéramos el vale
podíamos tener como gastos inherentes a nuestro trabajo estos que,
aunque no justificados con facturas o vales, se encontraban en el
porciento no justificable y los inspectores sabían de la existencia
de estos cuentapropistas, por lo que sabían que en verdad podíamos
adquirir ahí nuestros materiales para trabajar, además de que
teníamos con qué trabajar.
Ahora con las nuevas modificaciones que se están
realizando al trabajo por cuenta propia, nada de esos insumos pueden
vender dichas personas, claro que es lógico que queramos mantener y
establecer la legalidad y el orden económico en nuestro país, pero
ahora va lo importante de mi misiva y es para lo que en realidad les
escribo: ¿dónde conseguimos ahora estos artículos?, porque en las
tiendas minoristas o recaudadoras de divisas no los hay muchas
veces, por no decir que casi nunca, pero además cuando los hay, la
mayor parte de las veces no existen los vales o facturas para dar el
justificante de la venta.
Con las nuevas reformas al trabajo por cuenta propia
las exigencias son aún mayores y los inspectores nos han manifestado
que debemos tener el vale o factura de todos los materiales e
insumos con que trabajamos, hasta el de la jabita de nailon en la
cual le entregamos la artesanía al cliente, cuando todos conocemos
que dichas jabitas las venden en las bodegas o establecimientos de
la red minorista de comercio y por supuesto no dan vale, ni factura;
estamos aplicando las reformas, estableciendo la legalidad, pero
debemos tener cuidado con exigir lo que aún no podemos porque no
tenemos.
Aclaro no es que no quiera comprar los materiales
porque en realidad los necesito para mi trabajo, sino que como
dijeron al principio del auge masivo de los cuentapropistas en
nuestro país (incluso por la propia televisión dijeron que
establecerían en la red comercial materiales y insumos para el
trabajo por cuenta propia y hasta tanto no se tuvieran dichos
establecimientos y mecanismos, había que tener esto en cuenta a la
hora de exigir justificantes) exista una tienda, almacén o
establecimiento que los venda, por supuesto también a precios
módicos porque no es lo mismo comprar un tubo de pegamento para algo
que se rompa en nuestra casa a comprar tubos de pegamento para pegar
las artesanías que confeccionamos, no es lo mismo comprar un pliego
de lija para lijar una pared o algo en casa, que lijar piezas de un
trabajo artesanal, como tampoco es lo mismo comprar un carrete de
hilo para coser en casa que para ensartar miles de piezas a la hora
de ensamblar un collar o una pulsera.
No he mencionado nuevamente otros artículos o
materiales que otras actividades por cuenta propia utilizan pues no
pertenecen a mi actividad, pero sé que están en el mismo caso, como
por ejemplo las costureras, las tejedoras, los artesanos de la
madera, los ceramistas, los de paper maché, ya que ellos también
dependen de materiales para trabajar.
M. Llerena Ramos
El cuentapropismo salvaje
Leyó bien, no escribí el capitalismo salvaje, de
-moda en este mundo globalizado. Sino escribí, el cuentapropismo
salvaje el que muchos quieren y han logrado implantar en estos
momentos en nuestro país. Está personalizado en los cuentapropistas,
cooperativistas o sus empleados, con el aval de la licencia de
carretilleros, punto de ven-tas agrícolas y/o de cárnicos y de otras
muchas variantes oficiales de licencias de ese orden, concebidas
para elevar la productividad en la agricultura y "bajar los precios"
de sus productos.
En esencia un significativo sector de esta variante
de comercialización sigue construyendo una barrera o abriendo una
trinchera entre la población y los productores. No se ve tanta
abundancia y si se ve un espiral en la subida de los precios de los
productos que ofertan.
¿Cuál es el panorama?
No bajan los precios de los productos, al contrario
se multiplican y suben buscando las nubes.
Los mazos de cebolla de 6 pesos con 6 unidades de
regular tamaño o de varios tamaños intercalados pasan a ser de 10
pesos y más, pero con menos cebollas. De tres mazos adquiridos a 6
pesos lleva a un costo de 18 pesos, lo convierten en 4 mazos de 10
pesos cada uno lo que lleva a una ganancia de 22 pesos. Igual pasa
con las ristras de ajo o con las cabezas. No existen cabezas de a un
peso, todas pasan de dos, y de tres, un poco más gorditas llegan a 4
pesos. Las ristras de acuerdo con el tamaño de las cabezas de ajo
oscilan de 65 pesos hacia arriba. La mano de plátano burro,
igualmente de 4 -5 pesos por un milagro de pasar de unas manos a
otras sube a 8-10 pesos. El mazo de habichuela también pasa de mano
en mano y se le reduce la cantidad de vainas y de unos pocos mazos
salen mucho, le suben el precio y reducen la cantidad del producto.
El tomate oscila de 8 a 10 pesos la libra ¡ y qué tomate! La col por
unidad, independiente de su tamaño, peso y calidad no bajan de 10
pesos en las carretillas y los puntos de venta. Es un milagro si la
consigue a menos valor. De la calidad de los productos no hay
siempre la debida correspondencia con los precios. La regla
inmutable, por ellos establecida es muy sencilla: lo tomas (compra)
o lo dejas (no compras).
El
cuentapropismo salvaje
Cuando vemos transigir por rebajar algo en un
regateo, ya sea por la merma de la calidad del producto o por su
elevado precio, la rebaja la cubre el pesaje indolente de las libras
de 12 o 14 onzas.
Pero el timo en el peso es el arma predilecta de
todos los vendedores, no es arma exclusiva de los cuentapropistas
del cuentapropismo salvaje, sino también del empleado de un
establecimiento estatal donde el pesaje se la medida para fijar el
precio. No nos hemos detenido en otros renglones como remolacha, la
fruta bomba, la berenjena, la guayaba, por donde se escribe y se
desarrolla la misma historia.
¿Hay de verdad más producción agrícola como a veces
se dice? ¿Cómo quedo yo diría el cubano de menos ingresos, que son
muchísimos, ante esos elevados precios? Tomo como referencia Alamar
y la Habana Vieja. Sé que en otras zonas y barrios capitalinos esta
marea es más alta.
Usted compra una col a 10 pesos, un mazo de cebolla
11 pesos, una libra de tomate 10 pesos, una mano de plátano 10
pesos, 4 libras de boniato en 8 pesos, un mazo de habichuela 7 pesos
y dos cabezas de ajo 4 pesos. Está llegando casi a los 70 pesos. Tal
compra puede alcanzar para un poco más de una semana de buena dieta
a un núcleo de 3 a 4 personas. Puede ser para dos se-manas y más
para un núcleo de dos personas. De todas formas, solo en esos
renglones para algunas familias los gastos, a muchos les dará la
cuenta a otros... saque sus propias conclusiones.
En reportajes que he leído en nuestra prensa
nacional o trabajos críticos en la programación de la televisión, la
información que se ofrece sobre los costos de los productos que
adquieren para la venta y los precios elevados con que los venden
proviene como se dice "de familiares muy cercanos". Alegan para
ello, los "altos" impuestos, los gastos de combustibles, el pago de
salario a terceros, la inversión en sus locales y muchas otras
justificaciones, que tiene el mismo tono elevado de los precios que
ofertan. Los trabajos periodísticos, sobre estos temas tan sensibles
deben ser más profundos, más investigativos, en cuanto a la
información que se obtiene y se ofrece, buscar más inquietudes y
realidades en esos que necesitan alimentarse y por lo tanto comprar
más caro lo que hace apenas un año o dos no tenían estos altos
precios.
¿Quiénes son los que controlan, dirigen, chequean,
ajustan, corrigen, mejoran, donde quiere imperar el cuentapropismo
salvaje? El compromiso es solo con el pueblo como dijera el
compañero Raúl.
Isaac Rodríguez
Honor a quien honor merece
Cuando decidimos escribir a los órganos de prensa,
lo hacemos para quejarnos, señalar lo mal hecho y criticar las
acciones de funcionarios e instituciones.
Pero no solo ocurren cosas mal hechas, que empañan
el trabajo y el amor de los que día a día nos prestan un buen
servicio, nos brindan ayuda sin el interés del dios dinero. Hay
hombres y mujeres que desbordan amor, desinterés y altruismo.
Quisiera referirme a uno de esos seres, al cual no
conozco personalmente pero sus acciones y comportamiento con mi
hermana han suscitado una gran admiración por él y el colectivo que
con él trabaja.
Mi hermana fue remitida al hospital Hermanos
Ameijeiras por una trombosis en ambas piernas, así se convirtió en
paciente del doctor Víctor Roca Campaña; Especialista en Medicina
Interna del piso 11 sala B.
Desde el inicio se mostró interesado, dando
seguimiento a la enfermedad y evolución de mi hermana, le ayudó a
conocer su enfermedad, le transmitió confianza, autodominio que le
ha ayudado no a vencer la enfermedad, pero si a soportarla y
enfrentarla, le enseñó a interpretar los análisis que debía hacerse
para estar alerta.
En un gesto de desinterés total, le dio el teléfono
de su casa, le pidió que cuando estuviera de alta y se sintiera los
síntomas que indicaran un estado crítico lo llamara a la hora que
fuera y así ha ocurrido en varias ocasiones. En una de esas
ocasiones una de esas llamadas le salvó la vida a mi hermana.
Mi hermana no tiene ningún recurso material que
brindarle a ese médico que por descontado sabemos guarda con afecto
las palabras de agradecimiento de sus pacientes.
Honor a quien honor merece, que se multipliquen las
personas como el doctor Roca.
Favor hacer llegar esta carta a la dirección del
hospital Hermanos Ameijeiras.
L. Pantoja Almarales
Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General
Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba.
Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o
al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos
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