Publicada el 31 de enero de 2014

Ausencia de tubos de luz fría en Cascorro… y una respuesta infeliz

Esta vez planteo el siguiente problema relacionado con la posibilidad de adquirir los tan necesarios tubos de luz de 20 watt, y para eso le remito el siguiente texto:

El pueblo de Cascorro tiene que comprar los tubos de luz de 20 W a 40 ó 50 pesos a los revendedores mientras en Camagüey, Guáimaro, Sibanicú y en otras localidades, se han vendido en más de una ocasión en las TRD a $ 0,85 centavos de CUC. Consultado el compañero que atiende desde Sibanicú la TRD ubicada en Cascorro, me respondió textualmente lo siguiente:

"No situamos en Cascorro porque no da la cantidad que recibimos para esto, y no tenemos obligación de llevarlos allí, lo de nosotros es venderlos rápido.’’

Para mí esa es una típica respuesta de un gerente en una economía de mercado donde reina el "sálvese quien pueda’’ y lo demás no interesa, pero la dirección del país ha insistido en más de una ocasión en que las medidas de implementación del nuevo modelo económico, no son para abandonar el rumbo socialista del país sino para fortalecerlo.

Cascorro está a 18 km de Guáimaro, municipio al que pertenece su Consejo Popular, y a 8 del municipio de Sibanicú, donde se encuentra la dirección que atiende el establecimiento de las TRD en esta localidad.

En la lucha contra la especulación, la corrupción y el delito, evitar dificultades como estas, es un imperativo del momento.

Es necesario que para este pueblo también se suministren esos tubos de luz de 20 W porque son parte de esta Cuba Socialista, heroica y gloriosa.

R. Salazar Crespo

Indisciplina y falta de seriedad en FOTOSERVICE de Manzanillo

Me dirijo a esta sección para tratar de que se resuelva un problema que venimos confrontando los clientes que tenemos la necesidad del servicio que tan deficientemente presta la Unidad de FOTOSERVICE perteneciente a CIMEX en Manzanillo, por las siguientes razones:

1.- Desde el mismo momento en que comenzó a prestar sus servicios de fotografía la referida unidad, la inestabilidad ha sido la constante en cuanto a recibir y entregar los trabajos solicitados por los clientes ya sea por una razón u otra, a pesar de que cuentan con un magnífico equipo, muy moderno, eficiente y con un alto grado de automatización y muy buen volumen de producción: una foto cada 12 segundos aproximadamente.

2.- Al inicio no había un horario fijo para recibir, es decir, todo dependía del operador del equipo, podía ser hasta las 10:00 a.m. o hasta las 12:00 m., nadie era capaz de controlar la situación, a nadie le importaba si Ud. venía de Pilón o de Bayamo, sencillamente no le recibían a menos que lo "tocara con limón" y cuando digo nadie me refiero al gerente de la unidad o a la gerencia general del complejo e, incluso, la gerencia provincial. Cuando digo esto es porque me dirigí en más de una ocasión a los referidos compañeros, mis quejas fueron tan reiteradas que se analizó hasta en el consejo de dirección provincial según me dijo la gerente general del complejo, la compañera Lily, hasta que se fijó un horario de recepción y entrega que sería de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. la recepción, y la entrega hasta las 4:00 p.m. Esto no quiere decir que había que esperar hasta las 4:00 p.m. para recibir el servicio terminado todo dependía de la hora de entrega y la cantidad entregada, podía ser 10 minutos o algo más.

3.- Hasta ahí todo era maravilla, eso eran los acuerdos, los primeros días todo marchaba sobre ruedas, luego comenzaron los desajustes como era de esperar; mucho seguimiento al principio, pero los factores humanos, la indisciplina, la falta de seriedad y de compromiso con la tarea dieron al traste con todo lo que se acordó.

4.- Hoy estamos como al principio, inestabilidad con la fuerza de trabajo, violación del horario de recepción y entrega, otras irregularidades y los clientes: bien gracias, a sufrir las consecuencias como es de esperar. Las irregularidades, que los encargados de la actividad las averigüen, esa parte se la dejo a la gerencia del complejo y a la gerencia de la provincia de Granma.

M. E. Suárez Ruz

Recuperar la calidad, necesidad imperiosa

Los servicios a la población, en los diferentes sectores de la vida cubana, a pesar de alcanzar un alto índice de satisfacción antes del periodo especial, se han deteriorado desde hace más de una década considerablemente, desde un simple claveteo a un par de zapatos, hasta determinada atención médica, pasando por los famosos atelier, servicios de alimentación, transporte y otros que sin ser absoluto, se acercan considerablemente a la totalidad de ellos; todos disminuyeron su calidad.

Pienso que los motivos sean numerosos, pero existen causas mucho más determinantes que otras y generalmente algunas de ellas son imprescindibles en el ejercicio de cualquier servicio, como es la falta de productos, de equipos, de medios, que están indisolublemente ligados al doble bloqueo.

Pero todo no es culpa del bloqueo, existen aspectos subjetivos que son determinantes, como el sentido de pertenencia, el orgullo profesional y la exigencia administrativa, que junto a la motivación que no puede separarse de las causas importantes, hacen que el hombre actúe consecuentemente y exprese su voluntad de ser eficiente según el nivel de solución que alcancen sus necesidades.

Todos conocemos que la desvalorización del salario producto de la implantación de la doble moneda y otros motivos, contribuyó seriamente con el deterioro señalado en la prestación de servicios a la población, el ser humano necesita solucionar sus necesidades fundamentales, personales y familiares, para entregarse a la solución de los problemas de los demás, y aunque la conciencia es un factor influyente, los factores que presionan al individuo en su vida familiar determinan.

Creo que no es productivo hacer anécdotas desagradables al respecto, ni mencionar en qué nivel de deterioro nos encontramos, ni siquiera denunciar cómo afectan a la población y al sistema, manifestaciones indecorosas en sectores tan sagrados para nuestro pueblo como la Educación y la Salud Pública. Pero si divulgamos cuál es el problema que nos afecta y no proponemos al menos la forma de solucionarlo, pues estaríamos sumándonos al numeroso grupo de inconformes que reclaman acciones consecuentes.

Por lo que pienso que sería beneficioso enumerar varios aspectos subjetivos esenciales en la solución del problema, los cuales mencionaré sin tener en cuenta el nivel de su influencia, pues creo que es la influencia del accionar de los jefes y directivos, lo que pudiera revertir la situación que presentamos en la actualidad.

La permanencia de los jefes, su acción y exigencia en cada centro de servicio, serían aspectos esenciales para la marcha de un servicio de excelencia en cualquier colectivo laboral.

La ejemplaridad y entrega de los mismos elevaría considerablemente la eficiencia del servicio.

La honradez, honestidad y humildad de los jefes, harían que sus subordinados oferten servicios excelentes.

El control periódico, sistemático, permanente y consciente de los jefes, obliga a eliminar la ineficiencia del servicio. La atención individualizada a sus subordinados, contribuye con creces a un servicio de calidad.

Pero para ello, los jefes deben ser controlados y atendidos por sus superiores, que a su vez deben ser sistemáticos y excesivamente exigentes. Evitando las extensas y numerosas reuniones con los mismos, que en ocasiones nada tienen que ver con ellos y la función que realizan ni él ni el centro que dirigen o pudieran sustituirse por una llamada telefónica o el envío de una nota, o una rápida visita al centro. Utilizando los medios de comunicación existentes para orientar, informarse e informar. Prohibir la ausencia de los jefes del centro, por cualquier motivo salvo prioridades imprescindibles, ligadas con la calidad del servicio que se brinda. Exigir la profesionalidad de los que de alguna manera orientan y dirigen un centro. Esas particularidades elevarán sustancialmente la calidad de los servicios, en hospitales y policlínicos, en los centros educacionales, en las oficinas de trámites, en los centros comerciales, en los centros de información y administración y en general en cada lugar donde de alguna manera se brinde algún servicio o atención a la población y contribuirá además con elevar considerablemente la cultura de quienes presten sus servicios al pueblo, la cual se ha deteriorado también considerablemente. Pienso que el pueblo lo merece y lo agradecerá.

L. Campoalegre Sánchez

De la higiene de la capital y la red comercial

Me dirijo a esta sección para escribir una vez más sobre las quejas hechas por varias personas en otras ocasiones acerca de la higiene de nuestra capital y recabar de los empleados que trabajan en la red comercial, honestidad.

Deseo referirme a la limpieza de muchos portales de Centro Habana y de La Habana Vieja, donde se percibe un fuerte olor a orina.

Claro que hacer las necesidades en la vía pública es una indisciplina y como tal hay que censurarla, pero... ¿por qué las autoridades de esos municipios no facilitan la creación de baños públicos en diferentes lugares? Conozco solo dos baños públicos en La Habana: uno en 23 y J y el otro cercano al paradero de Playa. Por otro lado, en otros lugares donde existen, como hospitales, cobran 1 CUP y no tienen la higiene adecuada, pues en la mayoría de los casos, no tienen agua. Así es imposible mantener la ciudad en buen estado higiénico pues por un lado, el Estado hace campaña por la higiene pública, pero por otro no se lucha creando las condiciones necesarias, ni existe mayor ocupación para lograrlas. Hay que tener en cuenta que nuestra población envejece cada vez más y las personas de la tercera edad ya constituyen el 18% de la misma, y no solo eso, es que todo ser humano necesita hacer sus necesidades fisiológicas y si no existen esos lugares se produce lo que está aconteciendo.

La otra cuestión a la que deseo referirme es a la falta de cambio en algunos centros comerciales donde se paga con CUC. Existen los que casi nunca tienen cambio y si usted está apurado debe esperar que lo tengan o dejarle el vuelto. Pondré un ejemplo: en el kiosko que está en 84 y 17, teniendo una Cadeca a cinco metros aproximadamente de distancia, desde hace tiempo presentan ese problema.

Además, ¿por qué tampoco hay jabas en la mayoría de las tiendas recaudadoras de divisas? Si compras varios productos no hay donde llevarlos, sin embargo, se ve a personas vendiéndolas en calles y otros lugares de la ciudad, ¿es que acaso esto no forma parte de la oferta al cliente? ¿Es que existe algún particular que produce las jabas o es el Estado que posee la producción de estas y se las sustraen? ¿Forma o no esta venta ilícita parte de la corrupción? ¿Existe voluntad para corregir esto? Al parecer, no. Por lo visto, esas jabas son sustraídas de las tiendas por los que allí trabajan y se las dan a otros particulares para su venta. No me opongo a que el Estado venda las jabas en otros establecimientos para los que no compran en esas tiendas.

Esta práctica es generalizada y no se hace nada contra la misma, pues ya se toma como una práctica normal. ¿Quiénes son los encargados de suprimir esto? No es difícil saberlo, creo es responsabilidad de los gerentes de tiendas de permitirles a sus empleados realizar estas prácticas.

Ojalá estos problemas se superasen; lo planteado es posible para el bienestar de nuestra población y no hay que importarlo.

R. Monteagudo González

Pagar por adelantado un servicio que después no se presta

Con el mayor respeto a la Empresa de Saneamiento Básico de La Habana de Aguas Negras y su oficina comercial, en particular de Miramar en Playa, les recomiendo revisar el sistema implantado este pasado año, en relación con la atención de sus clientes.

Si bien ahora hay que ir de forma personal para hacer el contrato de limpieza de fosa y pagar por adelantado, en mi caso, por ejemplo, desde el 26 de junio del 2013 he estado esperando la pipa, para este menester.

Al ser trabajadora he tenido que mantener una guardia permanente en mi casa por más de 6 meses en la espera de la llegada de este servicio y he llamado en reiteradas ocasiones a la oficina de reclamaciones, que por cierto ahora, ya no tiene nada que ver con la oficina donde se efectúa el contrato.

Cada vez que entrego mi número de orden me dicen que hay atrasos por rotura de los camiones, cosa que puedo entender en el margen de un menor tiempo, pero no de medio año.

Permítame añadir que desde el 2004 espero ser atendida para perforación de nueva fosa, pero tampoco he tenido "suerte" en ese sentido.

En espera que el 2014 me libere de las negras aguas del pasado año.

T. Orosa

Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

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