Sobre este tema se ha escrito mucho en Cartas a la
Dirección, pero me quiero referir a algo que afecta no solo a los
pasajeros, sino a la imagen del transporte en la capital por
tratarse de hechos no tolerables.
Soy asiduo en viajar en el PC que cubre la ruta
Hospital Naval Comandante doctor Luis Díaz Soto hasta el paradero de
Playa.
Mi inconformidad está basada en que cuando he
viajado en horas de la mañana de (06:00 a 09:00) abordo el ómnibus
articulado en la parada que se encuentra en la Calle 114 y Avenida
47 en Marianao en dirección al hospital naval, siguiendo el
recorrido; y al terminar la calle 114 y antes de llegar a los
elevados que intercepta a las seis vías que va para Pinar del Río
algunos choferes paran fuera de parada, recogen a personas que
compran viandas y vegetales de los camiones que se parquean frente a
la empresa Luz Producción y estos individuos se montan en el PC por
las puertas del medio y la última que son las de descender el
personal con sacos y cajas con dichos productos y en ocasiones se
dificulta trasladarse hacia el final del ómnibus.
Me pregunto, ¿dónde están las autoridades
competentes (inspectores) que tienen que velar y exigir que se
cumplan las más elementales normas de conducta en un ómnibus donde
viajan tantos trabajadores, estudiantes, enfermos y otras personas
que por necesidad tienen que abordar el mismo?
Otro aspecto que quiero mencionar es que por la
mañana (dígase de 11:00 a 12:00 del día) los articulados circulan
con bastante frecuencia; pero después no circulan más, al parecer
dando paso a los camiones que cubren la ruta, es decir, hay camiones
y no hay articulados, incluso se ha dado el caso que llega un
articulado de la ruta PC al final del viaje en el hospital naval y
hacen un tiempo largo, esperando a que salgan los camiones.
Quiero además sugerir que esos camiones sean
inspeccionados por las autoridades competentes, pues los mismos no
tienen las condiciones requeridas para el transporte de pasajeros,
las lonas están en malas condiciones, pues cuando llueve uno se
moja; asientos estrechos y de hierros transversales y sin embargo su
pasaje es de $5.00. Si los taxis ruteros de las bienvenidas
cooperativas cobran el mismo precio con asientos cómodos y con aire
acondicionado, el estado tiene el control de que no puede viajar
ningún pasajero de pie y le pone un límite al precio, ¿por qué no
hacerlo con los camiones y ponerle un precio módico acorde con sus
condiciones?
Mi última preocupación y quisiera recibir una
respuesta por parte de los funcionarios que le corresponda es: ¿Por
qué la mayoría de los articulados que tiene la ruta PC tienen el 95
% o más de los asientos rotos, ocasionando malestar a los viajeros,
pues los mismos rompen la ropa o le desgarran las piernas al que se
sienta?, sin embargo esos vehículos circulan trasladando personal
como anteriormente expuse.
A. Labrada García
En defensa del Lactosoy
Escribo a nombre de los que no opinamos como S.
Menéndez Martínez, cuya carta titulada "Lactosoy" se publicó el
viernes 8 de noviembre, en la que rechaza ese producto, que
seguramente nuestro Estado subsidia, para que llegue a los ancianos
que mucho agradecemos su distribución, porque nos permite desayunar
con un alimento caliente, y el de chocolate, que es el que
generalmente recibimos, de sabor agradable.
Quizás Menéndez pudo pedir que sea mejorada la
calidad del producto agregándole algún espesante (que yo lo adquiero
a muy módico precio, 4,00 o 5,50 CUP en la cadena Imagen) y lo del
fondo terroso se resuelve dejando que se asiente.
En nuestra bodega se vende todo el que llevan, si no
lo adquieren normado los ancianos que piensan como Menéndez, lo
adquieren personas de otras edades que garantizan así su desayuno.
Me preocupa que la empresa encargada de producirlo, o la de Comercio
Interior que lo distribuye piensen que la opinión de Menéndez es la
de la mayoría de sus consumidores y lo eliminen. Por favor, que se
mantenga para bien de nuestra salud.
S. L. Velázquez
¿Qué ha pasado con los tubos de luz fría?
Escribo a esta sección del periódico para ver si
encuentro la luz, que ausente de muchos lugares de comercio, se
necesitan en las noches de muchos hogares del país.
Recientemente han salido publicadas por este órgano
de prensa, informaciones sobre la venta de bombillos ahorradores al
precio de 15 pesos MN, claro, todo esto después de varias quejas
emitidas al periódico por lectores (aclaro que en mi provincia,
Pinar del Río, aún no se están vendiendo, solo hay los de 25 pesos
MN).
El problema que me aqueja tanto a mi como a muchos
más, es la ausencia por un buen tiempo de las unidades de comercio
de los tubos de luz fría o de 20 watts como se les conoce igual. En
algunas ocasiones han sido sacados a la venta en algunas TRD de la
provincia pero es tan poca la cantidad que solo algunos acceden a
estos y claro está después te los revenden en la calle a 50 y 60
pesos (cuando en las TRD están a un CUC y antes eran a 85 centavos,
no sé por qué aumentaron de precio sin dar información al respecto).
Tiempo atrás estos tubos se encontraban al precio de
20 pesos MN, en las unidades de comercio y las bodegas, los cuales
se fueron perdiendo de las mismas y ni en las TRD son estables.
Quisiera saber ¿qué ha pasado con estos tubos de luz fría?, ¿cuándo
se estabilizarán?, ¿si volverán a venderse por moneda nacional y que
situación fue la que ha provocado estos desabastecimientos?
A la espera de su aparición y poder alumbrar las
noches cubanas,
D. Meléndez Acosta
¿Por qué los consumidores tienen que pagar los
custodios en las bodegas?
¿Dónde está establecido que todos los núcleos de una
bodega tengan que pagar un peso mensual para pagar un salario a
su-puestos custodios que por pérdidas o supuestas pérdidas en esa
bodega la administradora puso sin consultar ni ser aprobado por los
usuarios de dicha bodega?
Esto ocurre en la bodega La Comercial, del Consejo
Popular Los Reynaldos en el municipio de Songo La Maya, Santiago de
Cuba.
Sé de otras bodegas donde se aplica esto pero existe
un documento donde los usuarios se comprometen a pagar por la
lejanía y situación constructiva del local, que este no es el caso.
Eso se está aplicando hace varios años desde que la
bodega estaba en otra calle y estaba en malas condiciones, ya fue
mudada para otro local con más seguridad, dichos custodios tienen
casi 70 años de edad. Además este peso la mayoría de las veces lo
incluyen en la nota de compra sin saber si el usuario tiene ese
dinero para pagar. Hay muchas personas que se quejan de esta
imposición. Esto lo sabe el delegado, el Presidente del Consejo, la
jefa de bloque y otras instancias. Entonces me surgen las preguntas.
Si se crea una plaza para custodio en cualquier
unidad de cualquier empresa 1. ¿El salario quién se lo debe pagar?
2. ¿Esto está respaldado legalmente por alguna resolución? 3.
¿Tienen los ad-mi-nistradores de comercio esa facultad? 4. ¿Los CDR
del entorno en su guardia cederista no pueden velar por esa bodega?
J. Rodríguez de la Fuente
Violación de horarios y falta de respeto al
consumidor
El domingo 27 de octubre, en horas de la noche,
fuimos al Centro Comercial Palco. Siendo exactamente las 7:25 p.m.,
nos dirigimos al área donde se venden los panes con el objetivo de
comprar uno de los otros productos que allí se venden.
Al llegar a dicho departamento, la empleada se
encontraba sentada frente a la caja y cuando le solicitamos el
producto, respondió que ya estaban cerrados. Es importante señalar
que el mercado de este Centro Comercial cierra a las 9:00 p.m., por
lo que esta respuesta fue dada una hora y treinta y cinco minutos
antes de la hora de cierre.
Ante esa respuesta, le preguntamos cómo era posible
que estuvieran cerrados y nos respondió que ellos no cerraban a las
9:00 p.m., sino cuando se acababa el pan. La respuesta nos pareció
absurda, porque en dicha área se venden otros productos como
cuadritos de sopa, cigarros, productos naturistas y algunas
golosinas.
Con el objetivo de ir a quejarnos con el gerente, le
pedimos su nombre y su respuesta fue: ¿Por qué me preguntas mi
nombre?, ¿yo te pregunté el tuyo? Ante esta falta de respeto,
preguntamos cómo podíamos ver al gerente y este nos remitió al jefe
del área, el cual se negó también a darnos el nombre tanto de ella
como el suyo.
En ningún momento el jefe del área le llamó la
atención a la empleada, ni le dijo que había actuado
incorrectamente, ni le solicitó que se disculpara. Solo de forma muy
discreta y en tono de voz muy bajo aceptó que ella había actuado
incorrectamente. La empleada, no satisfecha con su falta de respeto
anterior, se dirigió a él —su jefe— diciéndole "ellas no querían
comprar nada, lo que querían era buscar problemas", nueva falta de
respeto por la que tampoco fue requerida por su superior.
La explicación que nos ofreció el jefe del área fue
que, aun cuando la tienda cierra a las 9:00 p.m., las distintas
áreas van cerrando en diferentes horarios para no cargar el trabajo
de la caja central. Le explicamos que, de ser así, cosa que nos
parece inadecuada, los distintos horarios deberían estar reflejados
en cada uno de los locales, cosa que no es así y cada uno cierra a
la hora que estima conveniente.
Uno de los que nos señalaron como gerente y otro
empleado se acercaron y sin averiguar qué estaba sucediendo ni
intentar intervenir en el asunto, nos regañaron porque una de las
personas que iba con nosotros filmó con su teléfono a la dependienta
mientras se negaba a dar su nombre. Una vez que se apagó el teléfono
se retiraron sin ofrecer ni la menor explicación ni una disculpa,
palabra que tampoco fue mencionada por la empleada en ningún
momento.
Es inadmisible que se sigan tolerando los malos
tratos, las faltas de respeto a los clientes y las violaciones de
los horarios establecidos en los lugares de servicio a la población
sin una respuesta enérgica por parte de los superiores.
Tengo 32 años, quiero seguir viviendo en mi país y
que mis hijos crezcan en esta sociedad, por lo tanto he decidido
combatir todo lo mal hecho en aras de lograr un país cada vez mejor.
Confiada en recibir, una vez más, una respuesta que
me estimule a seguir en esta lucha a la que todos estamos
convocados.
X. García Hernández