Publicada el 25 de octubre de 2013

A los contadores y económicos no se les escucha

Comparto plenamente lo expresado por P. V. Rodríguez Figueira en su escrito "La contabilidad y el control", el pasado viernes 11 de octubre, pero hablando un poquito más claro, aunque pienso que a buen entendedor con pocas palabras basta, contadores y económicos existen y muy bien preparados que podrían aportar mucho en la implementación del proyecto económico, político y social del Partido y la Revolución; pero el problema es que a estos no se les escucha y cuando quieren poner las cosas en su lugar, enseguida los tildan de que no dejan trabajar y que ocasionan tranques, pero es que el contador o el económico lo que quieren es que se cumpla con lo establecido por leyes, decretos, resoluciones e instrucciones, como ha llamado el compañero Raúl a institucionalizar el país y no hacer todo lo contrario, o sea, estar en contra de lo establecido y por ende favorecer el descontrol, las indisciplinas, las ilegalidades y la corrupción.

Entonces cuando sucede esto, el culpable es el contador o el económico a pesar de sus esfuerzos precisamente para evitar eso. Y ¿qué sucede? Se sanciona al contador o al económico y el verdadero

culpable sale limpio de polvo y paja; y cuando no, es elevado a otro cargo de dirección y son los que contribuyen con el descontrol, con su actuar deshonesto. ¿ O es acaso que el 75% de las acciones de control realizadas por la Contraloría General de la República salieran deficientes o mal, no es por el mal accionar de algunos directivos? ¿No es acaso preocupante esto, cuando nuestro pueblo está enfrascado en esta gran batalla por la eficiencia económica que tanto requiere nuestro país?

Pero yo me pregunto ¿hasta cuándo se va a permitir esto? ¿Por qué no cortar el mal de raíz? Recordemos una vez más que el compañero Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la clausura del 1er. Periodo Ordinario de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, llamó a incrementar la exigencia y el control, a cumplir con lo que está establecido, y acabar con las indisciplinas, las ilegalidades y la corrupción.

P. A. Rodríguez Figueredo

A quien corresponda controlar, que controle

El viernes 4 de octubre, alrededor de las 10:30 a.m., visité el Mercado Agropecuario Estatal situado en la Avenida Rafael Ferro (cercano a la Línea del Ferrocarril), en la ciudad de Pinar del Río; me llamó la atención una importante cola frente a unos de los kioscos dedicados a la venta de cárnicos; escuché un "murmullo" de criterios de inconformidad, el motivo era que encabezaban dicha cola un grupo de personas que adquirían la carne de cerdo por sacos, lo cual observé durante un buen rato. ¡Sí, por sacos!

Esa situación impedía que las personas de la cola pudieran comprar unas libras para sus casas y tuvieran que esperar a que concluyeran los que adquirían grandes cantidades.

¿Por qué pasan estas cosas? ¿Deben controlarse por alguien? Aunque la venta no es por la "libreta", ¿no debe existir un orden? ¿Una cantidad máxima con lógica?

Los vendedores particulares ofertan en el propio mercado la carne de cerdo. Puede ser de cerdos criados por ellos, pero... Por otra parte, el fin de los sacos de carne adquiridos ese día en el mercado estatal, ¿son para consumir en las casas de los compradores? La respuesta es obvia.

Por favor, sin extremos innecesarios, pongamos orden. A quien corresponda controlar, que controle.

M. Álvarez Álvarez

Mala calidad del arroz

A través de esta carta, quiero referirme a la mala calidad del arroz que se nos está vendiendo por la canasta básica en el municipio de Manzanillo. Desde hace algunos meses este producto se ha convertido en un problema a la hora de limpiarlo. Amas de casas y trabajadoras pasan mucho tiempo para limpiar el mismo porque trae granos partidos y múltiples granos oscuros que dificultan su limpieza. Popularmente le han puesto el nombre de "rompe cervical"; pueden imaginar el porqué.

El año pasado sucedió algo parecido por tres o cuatro meses y luego lo cambiaron. Ahora todos nos preguntamos: ¿cómo vendrá la calidad del arroz el próximo mes? Es realmente una pesadilla.

El arroz que cuesta $3.50 la libra y el de 5 pesos (cuando hay) son de buena calidad; pero toda la población no tiene el suficiente nivel adquisitivo para comprar esta mercancía liberada.

Es contraproducente que en este municipio existan molinos donde se obtiene un grano de buena calidad y se le venda el otro a la población. Incluso en otras provincias cercanas no sucede así.

Hasta el momento no ha existido ninguna explicación de esta posible "rotación fatal". ¿Será un problema geográfico?

Pedimos a quien corresponda que dé una explicación satisfactoria a nuestra población.

J. de la Rosa Pérez

Tienda La guillotina

Me vi en una situación con el calzado escolar del niño, buscando opciones más económicas, después de estar casi un mes de certificado médico con la correspondiente afectación de mis ingresos.

El día 3 de octubre decidí comprar un par de zapatos escolares en el mercado industrial del municipio donde se venden los productos en MN. El precio de venta es de 130.00 MN, es un calzado hecho con vinil, idénticos a los que se entregan en centros internos del MINED. Los compré por la tarde y a la mañana del día 4/10 sale el niño para la escuela y regresa de inmediato con los zapatos despellejados y cuarteados.

Me presenté en la tienda; la administradora me atiende con cortesía y me dice que los productos que se venden no tienen garantía y que si ella aceptaba los zapatos tendría que asumir la merma y poner el dinero.

Le pregunto por qué no existe un cartel que informe sobre la garantía; me explica que ellos no pueden poner ningún cartel, es el cliente quien debe preguntar al respecto.

Conclusión: Me han estafado, me siento robado.

Ya había pasado por una situación parecida con un artesano. ¡Sorpresa!: me atendió bien, me dio opciones con otro calzado y al final me devolvió el dinero con las correspondientes disculpas.

Quisiera que alguien del MINCIN me responda:

¿Se corresponde con la política comercial del Ministerio vender productos de tan mala calidad y sin garantía? ¿Es cierto que no se puede brindar in-formación mediante propaganda gráfica sobre los productos y sus garantías en estos mercados? ¿Tendré derecho a recuperar el dinero invertido? ¿Tendré que conformarme con ser una de esas víctimas a las que llaman "clientes" en este tipo de establecimientos? ¿Tendré que recurrir en este caso a la justicia para obtener mi derecho?

Ya comencé a nombrar esta tienda entre mis familiares como "La Guillotina". El establecimiento está en Camilo Cienfuegos, esquina Frank País, Cacocum, Holguín. Empresa de Comercio Cacocum; teléfonos:

01-243 271 22, 327 428, 327 423, 327 422

L. Pantoja Almarales

Almohadillas sanitarias incompletas

En la tarde del domingo 25 de agosto, me dirigí a la farmacia sita en la avenida Santa Catalina esquina a Goss, en el municipio de 10 de Octubre, con el objetivo de comprar la cuota correspondiente de almohadillas sanitarias. Una vez en mi domicilio me percato que el paquete estaba medio abierto, parecía contener menos de lo estipulado y procedí a contabilizar su contenido. Al darme cuenta que efectivamente le faltaba una unidad de las 10 que debe tener, me dirigí de nuevo a la farmacia para establecer mi queja y reclamación.

Allí me atendió la empleada Lizet López, quien me cambió el paquete por otro cerrado, pero me aclaró que eso no quería decir que estuviese completo, pues es un problema de la empresa Matissa, que no siempre sella bien los paquetes o les faltan unidades, y ya tenía otros en similar situación. Me dispuse a revisarlo delante de ella y efectivamente faltaba otra unidad.

A pesar de ser evidente que la situación se repetía, dicha empleada se negó a cambiarme nuevamente el producto, aduciendo que ese no es un problema de ellos, si-no de la empresa Matissa y que yo hiciera la reclamación si lo entendía necesario.

En primer lugar la empresa Matissa tiene que tener un departamento de control de la calidad que vele porque sus productos salgan completos de la fábrica.

En segundo lugar, si en las farmacias se detecta que a pesar de eso hay productos con faltante o baja calidad, es obligación cambiarlos por otros del mismo tipo mientras tengan en existencia. Lo que no puede ocurrir bajo ningún concepto, es que el cliente sea el perjudicado y que pague lo mismo por menos.

Yo creo que a estas alturas no estamos en condiciones de pensar en regaños o que fue una casualidad que no se repetirá. Considero que hay que cortar por lo sano, des-de la empresa Matissa y sus controles, hasta la empleada de la farmacia que maltrata al cliente al negarle el cambio del producto defectuoso por otro que tenga las 10 unidades previstas, como aparece en la envoltura.

Espero una pronta respuesta de los directivos involucrados en esta aparentemente inofensiva irregularidad.

B. S. Diéguez

Necesitamos una respuesta

El pasado viernes 4 de octubre a través del NTV, en el estelar espacio de Cuba dice, se trató el tema de la destrucción de las calles que existe en la capital; uno de los tramos muy afectados es el paso del Consejo Popular Siboney el cual une entre otros pueblos, especialmente a los municipios de Cotorro y San Miguel del Padrón.

Con una inmediatez abrumadora el sábado 5 se toma la decisión por parte de alguien, que indudablemente no transita por esa vía, al me-nos a pie, de cerrar el tránsito de las rutas P2 y P7, la primera con recorrido desde la Terminal de Alberro (Cotorro) hasta Calle E en el Vedado y la segunda desde la propia Terminal hasta el Parque de la Fraternidad.

¿Qué determinación se adoptó?

¡Genial! Existe un P2 que le llaman el Trompo, que sale desde su primera parada en Calle E (en El Vedado), hace su recorrido normal y llega hasta el Consejo San Francisco de Paula en el municipio de San Miguel del Padrón, se espera su nueva salida de 20 a 30 minutos, desde San Francisco de Paula como primera parada hasta nuevamente Calle E (en El Vedado).

Otro P2, sale desde Calle E (en El Vedado) como primera parada, sigue su recorrido normal, pero sube por el Alibar, Mantilla, Calvario, Puente del Calvario, hasta llegar a San Pedro (municipio de Cotorro), sin pasar por el Consejo Popular Siboney, continuando su trayectoria normal hasta la Terminal de Alberro (municipio de Cotorro).

A todo esto hay que sumarle que este mismo P2 no entra por esa misma causa al Reparto Lotería, Cotorro, hace más de tres meses. (Por solo 3 ó 4 metros de calle sin asfaltar).

Igual itinerario cumple el P7, desde el Parque de la Fraternidad hasta San Francisco de Paula (San Miguel del Padrón), salen nuevamente desde San Francisco de Paula como primera parada, hasta el Parque de la Fraternidad.

Otro P7, sale desde el Parque de la Frater-nidad sube el Alibar, Mantilla, Calvario, Puente del Calvario, hasta llegar a San Pedro, dejando de transitar por el Consejo Siboney y continúa su recorrido hasta la Terminal de Alberro.

Como para hacer ese desvío se contó con el mismo Parque de Vehículos, la espera resulta insoportablemente agobiante y estresante, ya que unos llegan en el caso del P2 San Fran-cisco-Vedado y Vedado-Cotorro, y otros en el caso del P7, Parque de la Fraternidad –San Francisco y Parque de la Fraternidad –Cotorro.

Consideramos la medida justa y necesaria, teniendo en cuenta las transformaciones de nuestro modelo económico, unas ya derivadas y otras que han de derivarse de los Objetivos y Lineamientos de la Política Económica y Social discutidos y aprobados por todo el pueblo, en la Primera Conferencia Nacional del Partido.

Qué nos indigna, nos enfada y nos resulta intolerante:

1.- ¿Por qué con igual inmediatez no se ha comenzado aún el arreglo de dicha calle?

2.- ¿Cómo es posible que sí puedan transitar por esa misma calle, los ruteros y camionetas que cobran 5 pesos, y los "boteros" de 10 pesos?, todo lo cual propicia el enriquecimiento de unos pocos y la indignación y la es-pera sin respuestas de muchos, tales como estudiantes, personas mayores y enfermas, embarazadas, trabajadores que viven en un municipio y laboran en otro o viceversa, en fin toda una población dividida y presta a pagar de su digno salario por un traslado de un municipio hacia otro por solo unos metros de calle sin asfaltar?

3.- Estamos de acuerdo con la medida y dispuestos a esperar por su solución, si por supuesto algo de trabajo se avizorara, no tenemos idea ni de cuándo se comenzará a ejecutar una obra que por demás ha quedado iniciada en más de una ocasión.

Porque confiamos en lo que tenemos y no queremos perder, porque sabemos que nuestro proceso es invencible y por sobre todas las cosas porque siempre hay un oído receptor y presto a dar las mejores soluciones al pueblo, es que hacemos esta misiva, confiando en que será puesto en práctica todo lo que recoge el Lineamiento 283 en la política para el transporte.

En espera de la más justa, generosa y humana respuesta.

Trabajadores de la Empresa de Fundición Hermanos Ruíz Aboy Funalco y residentes en San Francisco de Paula

O. Odio Belén

¡¡¡Los fósforos!!!

Motivado por la carta de J. L. Gervet Pérez, publicada el 4 del presente mes, donde se refiere a la calidad de algunos productos, entre ellos los fósforos, de lo cual tenía mis consideraciones, me decidí a realizar el trabajo que a continuación expongo.

Compré 10 cajas de fósforos en un establecimiento y conté una por una la cantidad que contenían. La caja informa que contiene 70 fósforos. A continuación el conteo realizado en orden ascendente de cantidad: 56; 58; 61; 63; 64; 65; 65; 66; 66; 68 (faltante: 68 fósforos, en 10 cajas).

Si nos atenemos al promedio resultante del conteo hecho, el faltante es de una caja o más. Claro que en dinero es irrisoria la cantidad, pero... ¿cuántos millones de cajas se producen? ¿Dónde se produce el faltante? ¿Serán saqueados después de la salida de la fábrica?

A ello debemos agregar que cada caja trae 2-3-4 fósforos sin la materia que produce la llama; otros, vienen pegados por la cabeza, donde está la materia para la llama (2-3-4 y hasta 5 fósforos), que cuando se pretende se-pararlos, rescatas uno, dos de ellos en el mejor de los casos.

Como dice Reinaldo Taladrid: "Saque usted sus propias conclusiones".

P. Argüelles

Fondo para cambio

Hace muchos años comenzó en algunos lugares (comercios, farmacias, unidades estatales de venta) la aberración de plantear "no tenemos cambio", "tiene que esperar", y como vivimos tan apurados, una gran cantidad de los usuarios, clientes, etc., no esperaban el cambio y se iban. Al final del día, esta táctica, dejaba muy buenos dividendos. Eran los menos los que esperaban o a fuerza de "pujar", se iban con su "vuelto", aunque disgustados por el tiempo perdido e irritados por la espera. Por supuesto, la afectada aquí era siempre la población y los beneficiados los administradores o los que le tocaba a cada vendedor, re-partidos por el administrador al cambiar el turno y realizar el cuadre de la caja.

Esto ha seguido incrementándose en progresión geométrica a muchas unidades, y en muchas zonas de la capital es ya cotidiano. Y, sin duda, además de los altos precios, las libras de 8 y 10 onzas y el maltrato, es otro de los problemas que afectan a nuestro pueblo en su economía en forma creciente.

Ahora esta situación se ha agravado en mi comunidad y he oído que en otras —con una nueva aberración que consiste en afectar considerablemente las ven-tas de las unidades, en especial de ventas de productos.

Concretamente, en la unidad Sylvain que se encuentra situada en avenida 19 y 36, en el municipio de Playa, muchas veces, cuando usted va a realizar una compra, la empleada le avisa antes de despacharle que si no tiene exactamente la moneda fraccionaria que importa la compra, no pueden vender los productos que usted necesita o desea adquirir y que no pueden despacharlos. A veces hemos coincidido con otros clientes que, al igual que yo, iban a comprar dulces o pasteles.

El primer día que me sucedió, solicité hablar con el administrador, pero como siempre pasa, cuando sucede lo mismo, no se en-con-traba. Cuando expresé que eso era totalmente inadmisible, porque el "fondo para cambios" lo tenían que tener, con carácter obligatorio, todas las unidades de venta del país, la respuesta fue aún más absurda: "Aquí tenemos fondo para cambios, pero en billetes, todo lo dejan de esta forma". Pero es que esto, no es entonces un fondo para cambios operativo y niega su título de "fondo para cambios", y la respuesta fue entonces el colmo de lo absurdo: "Señor, el fondo que usted dice, sí existe. En la caja nos dejan todos los días una cantidad fija... en billetes". ¡Sin comentarios!

Concretamente, en la farmacia de 31 entre 70 y 72-a, siendo el que suscribe secretario del núcleo zonal, se nos presentó este problema.

Ubicamos a un militante cada dos horas en la farmacia y al terminar ocho horas de servicio —los cambios que no se entregaron sumaron en los cuatro turnos de dos horas cada uno, entre 25 y 35 pesos moneda nacional, que se quedaron en la unidad. Nos reunimos con el director del policlínico correspondiente y la ad-mi-nis-tra-dora fue sustituida— en ese caso, todos los sobrantes iban a parar al bolsillo de dicha administradora.

¡Increíble, pero cierto!

A. A. A. Arcos Bergnes

Es necesario un impulso a la solución de los salideros de aguas albañales

Utilizo esta vía para sugerir analizar la situación hidrosanitaria de la capital y la necesidad de un impulso decisivo a la solución de los salideros de aguas albañales que abundan en los barrios. Cada cierto tiempo se dedican cuantiosos recursos al proyecto Imagen y se pintan las principales avenidas, pero los grandes salideros que requieren inversiones estatales y no soluciones individuales de los vecinos de edificios multifamiliares, quedan pendientes de un año para otro.

Es conocida la limitación de recursos, pero creo se debe dar una prioridad a aquellos que pueden afectar la salud de un buen número de personas y que además en nada se contribuye a la educación sanitaria cuando nos acostumbramos a ver como normal los desechos por las aceras y parques.

Mi edificio es un claro ejemplo de esta espera de solución. Conozco los esfuerzos y la atención limitada que pueden hacer la UMIV y la ECAL para atender casos críticos, por eso pienso debe tener otro nivel de prioridad este asunto.

G. Estrada

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