Más sobre la Caja de Resarcimientos del MINJUS
Como fiel seguidor de este espacio de opinión, he
leído las últimas cartas enviadas y publicadas acerca de
inconformidades relacionadas con el cumplimiento de los pagos
pendientes de la Caja de Resarcimientos a los afectados. No quería
que el asunto "se enfriara" sin dejar constancia de mi opinión.
Por sentencia firme de la Causa No. 8, del año 2006,
a instancias del Tribunal Municipal Popular de Puerto Padre, Las
Tunas, y con número de expediente en la Caja de Resarcimientos
1194419, llevo más de 6 años en espera de completar la indemnización
aprobada y ascendente a casi 13 mil pesos.
En honor a la verdad, yo he tenido la suerte de
haber recibido ya dos pagos parciales del monto total. Uno en abril
del 2009, y otro en noviembre del 2011. Estos desembolsos fueron, en
parte, obra de incontables llamadas telefónicas a la Caja en La
Habana, cartas certificadas a dos de los directores que ha tenido ya
esa entidad en este periodo de tiempo, e incluso de dos viajes a la
capital para agilizar en lo posible esos pagos.
Desde el último desembolso, cada vez que contacto
con la compañera que atiende al público (no siempre es la misma), me
dice que "debo seguir esperando y que he sido afortunado por haber
recibido ya una parte del dinero".
Según he sabido, ya la caja no cuenta con el
tradicional fondo con el cual pagaba las indemnizaciones dispuestas
por la ley, y ahora solo van pagando en la medida que el sancionado
recibe algún ingreso oficial, y aquí radica el objetivo esencial de
mi carta.
¿Qué nos sucede a los afectados si "el sancionado"
decide no trabajar más para el Estado?
¿Cómo la caja puede obtener el dinero para
indemnizarnos si el individuo que nos robó no recibe ningún ingreso
durante años?
¿Son efectivos y sistemáticos los mecanismos
existentes en la Caja para recuperar ese dinero?
¿No hay límites de espera para los afectados?
Creo que el mayor dilema que tiene actualmente esa
dependencia del MINJUS es precisamente que su razón de ser, tan
valiosa y necesaria para las víctimas, ha sido penosamente maniatada
por el hecho de que los infractores de la ley decidan o no trabajar
para alguna entidad estatal, lo cual ya no es indispensable para
muchísimas personas en nuestro país.
Si no se retoma la esencia fundacional de la Caja de
Resarcimientos, los afectados por un acto delictivo, nos
convertiremos también en afectados por tiempo indefinido a expensas
de un mecanismo inoperante de la entidad que existe para ayudarnos y
mostrar de paso a la sociedad que los que roban tendrán que asumir
el costo verdadero de sus acciones pagando hasta el último centavo
por su repudiable conducta. Me gustaría saber cuál es el criterio de
la actual dirección de la Caja de Resarcimientos a través de esta
sección, porque hasta ahora no han publicado nada.
J. R. Ruiz Abraham
¿El corrientazo o la electrocución, un año para dar respuesta
no es suficiente?
Concuerdo plenamente con el periodista Alfonso Nacianceno en el
artículo "El corrientazo", Granma, 20 de septiembre del 2013,
donde señala que la utilización de los medios públicos por parte de
la población para denunciar inconformidades, convierte estos medios
en una solución como forma de recibir respuestas de parte de
funcionarios y entidades que únicamente reaccionan si les dan un "corrientazo"
y por consiguiente se "enteran" de que al convertir el tema en una
denuncia pública exige de hecho una solución y "aun así el
funcionario o el organismo querellado se hace de la vista gorda y la
respuesta no llega nunca".
Le expongo esto porque es increíble que en mi caso particular se
cumplió un año en este mes de octubre que comencé a denunciar las
afectaciones que surgieron producto de una mala actuación de la UMIV
de Placetas al violar las Regulaciones Urbanas concerniente al
apartado de Desagües, pozos y conductos en toda clase de aguas, en
sus artículos: 338, 340,341 y 342 cuando concedieron Licencia
Constructiva a la vecina colindante y las aguas pluviales del techo
caen en la pared y ventanas de mi casa.
A través de su sección Cartas a la Dirección logré que luego de
incontables evasivas, indolencias y la callada por respuesta por
parte de la UMIV y la Dirección Municipal de la Vivienda, fuera
conocido el caso en la Asamblea Provincial del Poder Popular de
Villa Clara, exigiendose a la AMPP de Placetas que se me dieran
respuesta a mis demandas reconocidas por parte de todas las
entidades de la Vivienda del municipio, dándoles un plazo, a más
tardar, el 15 de julio para que cumplieran lo acordado.
Luego de que se presentara una vez más un funcionario, en este
caso la Vicepresidenta que atiende la vivienda en la Asamblea
Municipal en mi casa y corroborara las afectaciones en mi vivienda y
luego de yo solicitar por enésima vez cuándo se me daría respuesta,
sigo recibiendo evasivas no convincentes, por consiguiente sigo
esperando por el cumplimiento del Decreto Ley 272/02 del Consejo de
Ministros que no cumplen.
Mi caso es uno más dentro de los cientos que suceden a diario, y
son en su mayoría por no cumplir la parte de las responsabilidades
que les toca a funcionarios al asumir las obligaciones inherentes a
sus cargos, en lo que el periodista señala: "También se producen
respuestas que generan un malestar aun mayor que el causado por el
problema y no solo porque no haya solución, sino por la falta de
sensibilidad y de comprensión de quienes tienen la responsabilidad
de responder".
Cuando las cosas toman ese nivel, como en mi caso, que pasa un
año sin una respuesta efectiva y en la cual se violan las
indicaciones del órgano de dirección superior, la Asamblea
Municipal, en exigir dar respuesta y la entidad no ejecutar lo
establecido, entonces no solo hace falta "el corrientazo" de los
medios públicos, sino que una "electrocución" es necesaria para
evitar que se siga perdiendo la credibilidad del pueblo ante las
instituciones del Estado.
E. Herrera Guerra
Otra preocupación sobre los bombillos ahorradores
Me dirijo a ustedes para reiterar un tema que ya ha
sido abordado y es el relativo al de los bombillos ahorradores. Por
el título "Los bombillos ahorradores llegaron pero... ", da la
impresión que el asunto está resuelto, aunque cuando leemos el
comentario vemos claro dónde está el pero.
Felicito a J. C. Adams Olmedo por haber resuelto su
problema, pero yo y gran cantidad de cubanos no estamos en ese caso.
Yo también me enteré de la venta de los bombillos ahorradores de 220
y me personé en la tienda que está en Zapata frente a la Unidad de
la PNR que existe en ese lugar, y al llegar al mismo solo quedaba un
cartelito en el cual decía más o menos "solo se venden 12 bombillos
por consumidor". Lamentablemente en esta tienda no hicieron lo mismo
que en la tienda en que Adams resolvió sus bombillos que solo
vendieron cuatro, tal vez si hubiera sido así yo habría alcanzado y
ahora no seguiría con el dormitorio de mi casa a oscuras y la sala
al 50% de la luz necesaria.
Ahora vienen varios problemas, si normalmente en La
Habana con una distribución de 20 000 bombillos ahorradores
(obviamente se trata de un número aleatorio, no tengo ni la más
ligera idea de cuántos bombillos hacen falta para mantener La Habana
abastecida de este producto y quien dice La Habana dice Cuba ya que
supongo que el problema sea nacional), ahora harán falta al menos
100 000 para estabilizar la situación por lo que nuestro Estado
tendrá que erogar mas divisas que las necesarias para estabilizar
ese renglón.
El otro problema también es muy preocupante: ¿De
quién es la culpa? ¿Del barco? Me parece que tenemos que seguir
insistiendo en ello, surgen los problemas y la callada por
respuesta, incluso ante una requisitoria del periódico a publicar
las cartas de sus lectores.
Desde hace rato nuestra Constitución y la ley de los
órganos de la administración central del Estado consagran el derecho
ciudadano a dirigir preguntas a funcionarios o instituciones y los
mismos están en la obligación de darles respuestas.
M. Álvarez Acevedo
Inquietud de madre trabajadora
Mi hija es graduada de Ingeniería Informática de la
Universidad de Ciencias Informáticas del curso 2009-2010. Fue
asignada a la Dirección Provincial de Joven Club de la provincia de
Granma. Inició su vida laboral en dicha entidad en septiembre del
2010 con gran expectativa, pues le dijeron que formaría parte de un
equipo de producción de software. Transcurrido un tiempo le informan
que el Ministerio de Comunicaciones no aprobó la plantilla
solicitada y es destinada a tiempo completo a laborar en el Joven
Club que radica en este mismo local. Más adelante le informan que no
tienen garantía de plaza para ella una vez que culmine su periodo de
servicio social, pero en ningún momento le concedieron la
liberación.
En el primer trimestre del presente año queda
embarazada y decide tener su primer hijo. Preocupada por lo que ya
le habían dicho, le sugiero que averigüe sobre su situación laboral
y su derecho a licencia de maternidad. Le informan que su contrato
caduca y que no tiene derecho a dicha licencia, que si hubiese
arribado a las 34 semanas antes de que venciese el plazo, si la
hubiesen concedido, por lo que cierran su contrato laboral el 7 de
septiembre/ 2013 sin garantía salarial alguna.
No comprendo cómo para una joven trabajadora, que
prestó sin dificultad alguna su servicio social por espacio de tres
años en dicha entidad, no exista una ley o algo similar que le
ofrezca protección durante su embarazo y nacimiento de su hijo.
B. Rivas Calderón
El peor de los enemigos
Mucho se habla del daño que causa el bloqueo de
Estados Unidos contra Cuba, lo cual nadie pone en dudas, tampoco la
comunidad internacional que cada año lo condena, aun cuando el
imperio se empecina en querer disfrazarlo de simple "embargo".
Ahora, existen fenómenos dentro de nuestra sociedad
que, como el propio General de Ejército ha planteado, son los que
pudieran destruir la revolución. Relacionó Raúl en su intervención
en la última asamblea nacional con ejemplos concretos algunos de
estos fenómenos y son todas las fuerzas revolucionarias de la
sociedad las responsables de enfrentarlos, pues nada tienen que ver
con el camino escogido por este pueblo hace más de 50 años.
Es necesario el fortalecimiento de la
responsabilidad de las instituciones del Estado para hacer valer la
irreversibilidad de la Revolución y el sistema social escogido y por
la que entregaron sus vidas los hijos más valiosos de este pueblo.
La población se irrita al ver cómo problemas
solubles son demorados innecesariamente. Hay instituciones que lejos
de resolver con agilidad un problema u ofrecer una alternativa,
establecen una especie de juego de voleibol, donde el ciudadano y su
problema hacen el papel de pelota y donde los equipos que juegan,
ninguno quiere quedarse con la bola en la mano.
Si hay un fenómeno que daña profundamente el sentido
común del pueblo es este tipo de juego que establecen algunas
instituciones y que nada tiene que ver con los resultados gloriosos
del equipo de las Morenas del Caribe. Lo peor de todo no es eso,
sino que los responsables de velar por el orden, la disciplina y la
exigencia, en algunos casos se mantienen con su incapacidad y falta
de visión sentados en sus sillas.
La atención de nuestras entidades tiene que estar a
la altura de este heroico pueblo. El momento ha llegado, se trata
del segundo proceso de rendiciones de cuentas de este mandato, donde
la población exige de las entidades administrativas más agilidad y
efectividad en la atención a sus planteamientos, incluyendo el
reclamo constante de mano dura contra los violadores de la legalidad
socialista que generan, con su impunidad, las indisciplinas
sociales.
J.L. Fajardo
Sobre la respuesta de la Empresa Coppelia
Sobre la Respuesta de la Empresa Coppelia a la carta
"¿Qué está pasando con la calidad del Chocolatín", queremos referir
lo siguiente:
1.Todo producto, y mucho más, alimenticio, debe
estar amparado por una norma de producto, nos imaginamos que exista
la Norma de Empresa (NE) o Norma Ramal (NR) que establece los
requisitos de calidad del Chocolatín, pues según el Catálogo de las
Normas Cubanas (NC) consultado que está vigente en el país, no
existe NC para este. Debía haberse referenciado en esta respuesta a
la norma del producto Chocolatín y no a la norma de proceso.
Uno de los requisitos organolépticos del producto
referido en la respuesta, es el sabor (puede ser también olor,
color, etc.) y se evidencia un cambio, esto se comprueba cuando se
establece en uno de sus párrafos "... tiene un ligero cambio de
sabor cuando lo compara con el Chocolatín elaborado a partir de
le-che entera".
Otro requisito mencionado es la composición, se está
sustituyendo la leche en polvo por un sustituto de origen lácteo y
se explica en la respuesta que esta sustitución "no conlleva a
afectaciones en la composición del producto elaborado, desde el
punto de vista nutricional", nos preguntamos:
¿Se afecta la composición en otro aspecto?
¿Qué contiene la Fórmula Láctea SL-10-26 en semi
elaborado Lácteo en Polvo para la Industria Alimenticia, que no
afecta la composición desde el punto de vista nutricional, pero sí
el sabor?
La calidad del producto se ha afectado, entendemos
la situación económica de nuestro país, el precio de la leche en
polvo en el mercado internacional cada día es más elevado, pero
existe la protección al consumidor, entonces, si la calidad del
productto ha cambiado, el precio del producto debe variar y en la
etiqueta del producto debe referenciarse cuando esté elaborado con
leche en polvo o con el sustituto.
En estos momentos en nuestra provincia de Villa
Clara se está vendiendo el Chocolatín y en el envase se especifica
que contiene leche en polvo, mi pregunta ¿es cierto o es falso lo
que dice el envase?, mi respuesta, si la norma que respalda al
producto es una NR, es falso, porque se está sustituyendo la le-che
en polvo por el sustituto de origen lácteo, si la norma es NE, no
tengo respuesta como consumidora porque no conozco si se está
utilizando la leche en polvo o el sustituto en la Empresa de
Productos Lácteos de Villa Clara.
2. En la identificación de la norma de proceso
referenciada falta situar las siglas NE o NR (no existe NC de
proceso), eso nos dice el nivel de aprobación del documento
normativo. Por último aclarar que ninguna Oficina Territorial de
Normalización del país tiene la facultad de aprobar normas, las NE,
NR y NC son aprobadas mediante Resolución de aprobación por los
directores de empresas, ministros de los diferentes organismos y por
la Comisión de Normalización de la ONN respectivamente, las Oficinas
Territoriales de Normalización pueden ayudar a la revisión desde el
punto de vista metodológico de estos documentos antes mencionados.
Valdés N.