Publicada
el 20 de septiembre de 2013
Lamentable modo de despedir a quienes han cumplido con largos
años de servicio
En días recientes concurrí a realizar mis trámites
de jubilación en la oficina de Seguridad Social sita en la calle 25
número 614, entre F y G, Vedado, Plaza de la Revolución. Recibí una
atención rápida y adecuada. No tengo la menor queja al respecto.
El motivo de la presente se relaciona con las
condiciones físicas de acceso a una dependencia a la que acuden
mayoritariamente, por razones obvias, personas de edad avanzada.
Todo empieza en una pendiente abrupta de cuarenta y cinco grados
seguida de una acera llena de agujeros donde resulta difícil afirmar
el pie. Luego hay que atravesar por un buen número de sacos de
cemento. Según me informaron, esos materiales están ahí desde hace
veintidós meses. Al palparlos, observé que, endurecidos, convertidos
en sólidos bloques de piedra, resultan ya inutilizables. La obra en
cuestión no parece ser de gran envergadura. No quiere entrar en un
plan de inversiones. Debe corresponder a lo que llamamos
mantenimiento constructivo. Es un lamentable modo de despedir a
quienes han cumplido con largos años de servicio al pueblo.
Respetémonos unos a otros, es para mí un mandamiento
esencial, fundamento de todo sistema de valores.
Fraternalmente,
Graciella Pogolotti
Busquemos la solución: no al vandalismo
El 23 de agosto del 2013 en el noticiero del
mediodía conozco de la noticia del robo de cables eléctricos en la
línea férrea de la provincia de Cienfuegos por elementos
antisociales. Este caso que se dio a conocer por el MININT como caso
"doble golpe", es una mues-tra más de lo que son capaces de hacer
personas que, por hacer dinero sin trabajar, atentan seriamente
contra la economía, incluso poniendo en determinadas ocasiones en
peligro la vida de las personas.
Este caso del robo de cable de cobre se realizó para
luego venderlo a un intermediario y este a su vez lo vendía a las
casas de compra de materia prima. Este no es el primero ni será el
último de estos hechos vandálicos si no se toman medidas al respecto
por parte del Gobierno. No es solamente el cable de cobre, también
en Camagüey se han robado de las aceras las tapas de bronce de los
registros de agua y se han tenido que sustituir por otras más
débiles de plástico; se cortan y se roban los tubos de aluminio de
las señales de la vía pública.
Siendo subdirector de la Empresa de Seguridad y
Protección del CAP (SEPCAP) de Pinar del Río, se tuvo que poner
sistema de protección al cementerio, pues se estaban robando las
piezas de bronce que estaban puestas hacía muchos años en las
bóvedas. También en la autopista de Pinar a La Habana se perdieron
muchas esteras de hierro que estaban puestas para el drenaje del
agua de lluvia y muchos lugares quedaron con los huecos destapados y
listos para que ocurriera un lamentable accidente de tránsito o
peatonal.
Conozco de otros hechos, de años atrás, en que el
robo era motivado por obtener aluminio o plata de algunos tipos de
baterías, motivo por el cual se pusieron de baja muchas de ellas con
mala intención. Es cierto que el país necesita recoger y reciclar
estos tipos de metales, pero la forma no puede ser mediante la
compra a particulares en las casas de materias primas, pues damos
pie para que estos elementos antisociales (que hay muchos y
solapados) se preparen para asestar golpes y afectar nuestra
economía. Pienso que estos metales no se deben comprar, sino recoger
por los organismos estatales mediante documentos que acrediten de
dónde salen, por qué se entregan a materia prima y si de verdad no
tienen uso real.
Reitero, es hora de que se busque otra forma de
recoger esos metales, pero que no sea mediante la compra, pues al no
tener ningún tipo de ganancia en ellos, no serán objetos de acciones
vandálicas.
G. Álvarez Domínguez
¿Venta de viandas con tierra?
En los diferentes mercados de la capital desde hace
unos cuantos años, se ve que cuando se reciben diferentes viandas
tales como yuca, papa, boniato, etc., las mismas se reciben con su
correspondiente cuota de tierra en sus diferentes formas, que pueden
ser en forma de fango, tierra pegada de varios días, etc., las
cuales te la pesan con todo lo que trae.
Que yo sepa, el consumidor lo que compra es la
vianda como tal, ya que cuando me pesan todo junto el valor a pagar
aumenta y lo más curioso es que nadie dice nada y el que atiende el
mostrador mucho menos. Todo esto trae como consecuencia tener que
ensuciarte las manos sin necesidad alguna.
Tengo entendido que algún tiempo atrás existían los
Centros de Beneficio en los cuales se procesaban todas estas viandas
y llegaban al consumidor en forma aceptable. ¿Qué se han hecho de
esos Centros de Beneficio si es que aún existen?
Me gustaría saber que nos puede contestar el
Ministerio de la Agricultura, que me imagino sea el organismo rector
de esta actividad.
M. García Pérez
Una propuesta para la ganadería
Me dirijo a través de sus páginas para realizar una
llamada de alerta a los propietarios de ganado vacuno, estatal y
privado, y otros herbívoros de las instituciones que lo rigen. Esta
rama de la economía nacional ha estado afectada des-de el derrumbe
de la Unión So-viética, incrementandose con la ley Helms Burton y
Torricelli y el fortalecimiento del bloqueo.
Este fenómeno ha producido un deterioro de la masa
ganadera como causa de la desnutrición y disminución de su valor
racial. Unido con este fenómeno la falta de cultura alimentaria y de
hábitos de producción y conservación de alimentos para el periodo
seco complican más la situación alimentaria.
Al analizar las condiciones naturales en que se
producen estos hechos y cuáles son las posibilidades reales tenemos
dos estaciones de 185 días promedio: una de seca de noviembre 15 a
mayo 15, y otra temporada de lluvia de mayo 15 a noviembre 15.
Esta estación lluviosa acompañada por la
temperatura, el alargamiento de los días y radiación solar produce
aproximadamente el 85 % de la disponibilidad de los alimentos
provenientes de los pas-tos, produciendo un exceso de los mismos a
lo largo y ancho del país sin necesidad de fertilizantes ni riego.
Atendiendo a estas condiciones de disponibilidad de
pastos y que casi siempre coinciden con la ubicación de la masa
ganadera y que los dueños de los animales están impregnados del
fatalismo de la seca, y ven cómo durante esta etapa disminuye la
producción de leche, toda la masa baja de peso, se incrementan las
muertes, las vacas presentan dificultad para gestarse, se vuelve a
aplicar un año más del inflado en la primavera y desinflado en la
seca, agravado actualmente por la seguridad donde los animales
duermen trancados sin condiciones, por lo que las pérdidas se
incrementan y no existe la propuesta de solución actual.
Propongo:
Desarrollar un movimiento na-cional que incluya
todos los factores que tienen que ver con la ganadería dirigidos por
la Agricul-tura, el sector campesino controlado por el Partido, que
llegue hasta cada dueño de ganado y que se comprometa a producir y
guardar el alimento para sus animales durante el periodo seco de no-viembre
15 de este año al 15 de mayo del 2014.
Existen todos los cálculos y estudios de las
necesidades para cada categoría.
Como ejemplo: Un vacuno consume el 10 % de su peso
vivo en forraje verde y el 3 % en base seca. Un vacuno de 300 kg
necesita 30 kg de forraje verde y 9 kg de heno.
Existe la guía técnica para la elaboración de heno.
Es transformar hierba marginal en materia prima para producir
alimentos, carne y leche e incorporar valor agregado acumulado.
Esperamos que esta alerta llegue a los productores
ganaderos.
S. Castro Mesa
El teléfono de 60 pesos por una vez… ¿y cuándo se
rompe…?
El 13 de julio del 2013 compré en las oficinas de
ETECSA de Güines un teléfono el cual le es asignado a todas la
personas que tienen contrato, es único y el costo es 60 pesos en
moneda nacional con un mes de garantía. A los 15 días vuelvo a la
oficina con el equipo que se le trababa el gancho y me dijeron que
después de la semana tenía que llevarlo a San José.
Voy a San José antes de que se me cumpliera el mes y
en dicho viaje gasté 50 pesos en moneda nacional y me dejan el
teléfono porque había que enviarlo al taller, que ellos me llamaban
a la casa; cuando me llaman para que lo lleve, lo entrego y les digo
que cuando pudiera yo iba a recogerlo ya que tenía que utilizar 50
pesos más, yo soy una persona jubilada ya iba por 100 pesos de viaje
más el costo del teléfono. Cuando llego a la casa con el teléfono
que supuestamente está reparado y no se oye ni cuando te llaman ni
tú llamas, ahora debo volver a San José a informar nuevamente la
rotura de mi teléfono que son 100 pesos el viaje, todavía el famoso
teléfono esta sin reparar y ya voy por 260 pesos en viaje, y es un
artículo que está en garantía.
¿Es justo comprar un artículo en Güines y pasar
tanto trabajo para resolver el problema si el equipo desde un
principio no está en buenas condiciones? Cambiarlo es la solución
para no tener que causar tantas molestia y gastos al usuario.
I. González Valdés
Mantenimiento y algo más
Leyendo el artículo "No hay cultura de
mantenimiento", desearía expresar que frente a mi domicilio —en
calle 54 y 45 en Playa—, existe un terreno de béisbol que las
personas lo identifican como "Amistad Cubano-Soviética", una de las
sedes de los Panamericanos del año 91, fecha en la que quedó
totalmente restaurado. Podría decirles que da lástima que una
instalación de esas características haya sido y continúe siendo
objeto de vandalismo y actividades antisociales y hasta delictivas.
Al respecto hemos hecho varios planteamientos en las asambleas del
Poder Popular durante años, sin respuesta hasta el momento, y
solamente para ilustrar nuestro natural malestar les relaciono.
1) Cuando vienen a jugar o practicar, como se han
robado la cerca perimétrica, las pelotas van a parar a las
edificaciones del rededor, rompiendo ventanas, tejas y hasta
agrediendo las pelotas a los vecinos y transeúntes.
2) Se han robado parte de los ladrillos y bloques de
los muros, y personalmente he intervenido cuando han venido a
robarse la reja y hasta las rejas de las ventanas, aunque como es de
esperarse, siempre han logrado momentos en que no han sido vistos.
3) Se pelean perros jugando dinero elementos
antisociales, a los que hemos salido al frente llamando al
patrullero en varias ocasiones, unas veces se han logrado capturar,
pero se reitera dicha actividad, mientras lo hacen hasta encargan
pizzas para comer mientras dura esta actividad.
4) Elementos antisociales han hecho de las gradas un
lugar para actos contra el decoro público, incluso siendo un terreno
que niños de la barriada frecuentan como un lugar de juego. En esta
relación también hemos llamado a la policía, no siempre lográndose
la captura de estos individuos.
5) Los muros ofrecen un inminente peligro de
derrumbe, lo cual habría que tener muy en cuenta pues por esa cuadra
transitan diariamente niños en edad de círculo y de primaria ya que
colindan con dos círculos infantiles y dos escuelas primarias, hay
una columna que está rajada de arriba abajo.
Soy conocedora de las limitaciones económicas que
enfrentamos en nuestro país, pero también sé que pueden haber
múltiples soluciones para que un terreno que puede servir para el
sano disfrute de la población, no continúe siendo un lugar que
resulte repulsivo y peligroso para la comunidad donde se encuentra.
Finalmente me hago eco de lo expresado por el
periodista Sigfredo Barros al decir "que se nos cae el alma a los
pies" cuando vemos situaciones como estas, que son de conocimiento
de tantas personas y que no se les hace frente.
M. E. Cruz Balari
Las podas: un asunto interinstitucional
Voy a referirme al caso del lunes 16 de septiembre:
Reparto Náutico, municipio de Playa en La Habana, 8:30 a.m., Ave.
3ra-A entre 152 y 154. Vemos acercarse los camiones, siempre de la
Empresa Eléctrica, y empezamos desde ya a sufrir, por lo menos las
personas como yo con vocación y proyección ambientalista, porque
sabemos lo que sucederá en breve: una gran arremetida sin piedad
contra esos seres vivos que existen para enverdecernos y alegrarnos
las vidas ¿Cuántos beneficios nos proporcionan los árboles?
Sin embargo, no soy yo la única que clama por una
poda responsable y estética. Innumerables son las quejas y demandas
de la población en diferentes instancias y que muchas salen
reflejadas en los medios.
Conocemos que hay necesidad de podar los árboles
para prevenir accidentes y todos los problemas que acarrean las
ramas más altas cercanas a las redes eléctricas. Lo inadmisible es
la forma tan despiadada e incorrecta en que se lleva a cabo esta
tarea.
Discutiendo con los responsables en plena faena,
ellos me explican por lo que están contratados (liberar los cables
eléctricos de las ramas) y que si podaran el árbol completo, cuando
son muy frondosos, entonces podrían afectar los cables telefónicos y
dejar sin teléfono a muchos vecinos y centros de trabajo, de suceder
algo de esto dicen que les impondrían unas multas de 1 500 pesos, es
por ello que se atienen a lo que les ordenan y ya.
Este día, por primera vez, oyendo estas
explicaciones y reflexionando un poco sobre tan sensible tema que
nos atañe a todos y a todas, entendí un poco el asunto y llegué a
estas conclusiones.
Sugerencias: Cuando llegue la temporada ciclónica y
toquen las podas, pensar primero que todo en los árboles y su
importancia, después, que esto no es un problema que atañe solamente
a la Empresa Eléctrica que no tiene un personal calificado para
esto, ETECSA también debe sumarse con sus abundantes recursos a esta
necesaria tarea, pues sus cables también coinciden con los de
electricidad en nuestras calles y avenidas y los alcanzan las ramas
de los árboles. Por supuesto que es imprescindible que las Empresas
de Recursos Fo-restales municipales (que ese es su objeto social)
estén siempre presentes el día señalado asesorando las podas.
O sea, esto es un asunto interinstitucional, así es
como hay que pensar, actuar y exigir, si es que queremos conservar
un arbolado lindo, bien podado y saludable para nuestra ciudad.
A. Corvea Martínez
Bombillos ahorradores, ¿ahorro o recaudación?
Una de las tareas más necesarias e inteligentes
llevadas a cabo fue y sigue siendo la Revolución Ener-gética y como
parte de ella la sustitución de los bombillos incandescentes por
ahorradores.
Sin embargo, desde hace tiempo estos no se
comercializan en la red de moneda nacional, debiéndose adquirir en
las tiendas en divisa a precios que sobrepasan los 2,00 CUC (11,16,
20 watt).
Cumplía mi segundo mandato como Delegado de la
Circunscripción # 52 en La Habana del Este cuando acometimos esta
brillante y victoriosa tarea. Hoy los que fueron mis electores me
preguntan cómo solucionar esta situación.
Como protagonista activo y revolucionario
convencido, entiendo y defiendo la necesidad de actualizar el modelo
económico cubano.
En el ahorro tiene hoy nuestra sociedad su mayor
fuente de riquezas, por eso no concibo que artículos como estos
vayan a las tiendas recaudadoras de divisa, ni tampoco que se
trasladen a la moneda nacional aplicando cálculos de CADECA.
La lógica de ajustar los precios a valores
razonables y asequibles a la población protege el principio de
ahorrar y no de recaudar.
G. Arredondo Salgado
Las pesas y los pesos
Casi a diario nos percatamos que nos han timado. Eso
ocurre con mucha frecuencia en las actividades del comercio.
Compramos un producto en un mercado y el peso real que nos dan está
por debajo de aquel por el cual hemos pagado.
Las causas son muchas, pero entre ellas voy a
mencionar tres: falta de relación entre las unidades de peso por las
cuales se cobra (o se planifican las cuotas) y las unidades en las
que están calibradas las pesas; apatía del consumidor porque piensa
que nada se puede hacer y se siente a merced del dependiente;
ausencia de un sistema efectivo de protección al consumidor y
control.
Cuántas veces vamos a comprar y los precios están en
libras y las pesas están en kilogramos. En el mejor de los casos el
dependiente establece que la libra tiene 400 gramos y no 460.
Cuántas veces pagamos por un peso y nos dan otro; por ejemplo, el
pan que debería tener 80 gramos la unidad, pero comprobamos que casi
siempre tienen solamente 35 o 40. Cada cual tendrá sus propios
ejemplos.
Uno de los pocos casos de coincidencia de precio y
pesas en kilogramos es el de las pescaderías y debemos tener
cuidado, pues el dependiente quiere medir el peso por el lado
derecho del pilón que se mueve en el brazo de la pesa y no por el
lado correcto.
Recientemente vi que el precio de la cuota de pollo
normada pasó a informarse en kilogramos y sin embargo, las cuotas
son en onzas.
¿Cuántos incrementan sus entradas financieras
timando a muchos de nosotros, en cantidades relativamente pequeñas y
aparentemente inofensivas?
El problema se agrava cuando los precios son en CUC.
Diez centavos que nos cobren de más son 2,50 pesos que nos están
robando de nuestro salario.
¿Por qué nuestro sistema de distribución tiene esas
incongruencias? ¿No es posible buscar soluciones sencillas y
efectivas contra ese mal?
¿Por qué nuestro Estado no desarrolla un sistema de
control para esos pequeños síntomas de corrupción que atentan contra
toda la sociedad y van corroyendo el bolsillo, la capacidad de
reacción de las personas ante lo mal hecho y hasta la moral de la
gente?
El problema es multilateral y multidisciplinario;
debe tener una respuesta multilateral y multidisciplinaria. Pocos
países están en mejores condiciones que el nuestro para una
respuesta unida y eficaz a esta corrupción de todos los días.
Detengámosla antes que sea demasiado tarde.
E. Ortega
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