Publicada
el 2 de agosto de 2013
Mejorar el mantenimiento con conocimiento y
exigencia
Hace unos días analizaba el discurso de nuestro
Presidente y me asaltó la necesidad de escribir estas reflexiones
que ya vengo haciendo desde hace bastante tiempo. Soy ingeniero
eléctrico graduado en el año 1972, y no he dejado de trabajar ni un
solo día en labores siempre acordes con mi profesión, en las áreas
de montaje de maquinarias de la construcción, mantenimiento
industrial y proyectos eléctricos muy diversos; actividades estas en
las que dirigí personal durante 12 años consecutivos. Tengo 65 años
de edad y me mantengo trabajando.
Actualmente, en el caso específico del
mantenimiento, podemos afirmar que en la mayoría de las empresas no
se le da la debida importancia a causa de que los obreros
calificados y sus jefes técnicos dedicados a esas actividades no la
conocen cabalmente y tampoco se les exige. Porque no se puede
esperar a estas alturas del campeonato a que les brote el deseo de
hacerlo de manera espontánea. Estoy convencido que esto es vital
para tener un país eficiente, y por eso fueron decretados los
Lineamientos 117 y 220.
Esto es lo mismo que decir que la actividad no
fructificará si sus jefes inmediatos y los dirigentes de su
organismo superior no tienen esta tarea bien clara; así como también
el convencimiento básico de que la tienen que aplicar con exigencia,
no como consigna. Además, deberán dar un apoyo obligatorio y
absoluto al gestionar con convicción y suministrar los recursos
materiales nacionales y de importación que no pueden faltar y que se
deben sacar de debajo de la tierra; los que, lógicamente, deberán
estar bien planificados anualmente a nivel de tuerca y arandela por
aquellos profesionales y técnicos, apoyándose en los obreros
calificados correspondientes a nivel de centro de trabajo que
realmente conozcan bien lo que piden.
Hemos observado que existen asesores o funcionarios
que trabajan en los ministerios y grupos empresariales, casi siempre
radicados en la capital, y una de sus tareas es organizar el
mantenimiento. Sin embargo, considero que este personal debe ser
reforzado en conocimientos por uno que realmente esté al tanto de lo
que hay que hacer en este amplio tema. Pienso que los asesores en
este tema no deben ser escogidos porque hayan sido cuadros de una
amplia trayectoria, o por cualquier otra causa subjetiva, sino
porque de verdad sepan al dedillo el asunto del mantenimiento y sean
exigentes con los jefes en la base y también con sus superiores,
para lograr que les asignen o les busquen los recursos necesarios a
los centros de producción o de servicios de manera priorizada. Esto
puede parecer imposible, pero no es así, porque cuando se planifica
bien y se presentan los planes con convicción y autoridad, los
recursos siempre son dados.
También estos asesores con conocimientos
verdaderamente útiles, pueden indicar adicionalmente tipos de
inversiones necesarias que se deben hacer para mejorar la
productividad de las propias empresas estatales y la eficiencia de
las entidades de servicio que se encargan de mantener la vida social
de la población (educación, salud, acueductos, centros de la
alimentación colectiva y otros más). Si no cambiamos nuestra manera
de pensar seguiremos embarcando al país en un tema que da mucho de
qué hablar en la población: la ineficiencia en el cuidado de los
medios de producción. Esta palabra desacreditó y actualmente está
desacreditando todavía al socialismo cubano y a nuestra Revolución,
sobre todo ante los ojos de las nuevas generaciones.
No decimos las cosas por decirlas. Podemos poner
como un ejemplo real, positivo, un trabajo desarrollado en el
mantenimiento mecánico-eléctrico en la Fábrica de Tubos de Hormigón
de Camagüey (de 46 máquinas y 300 motores eléctricos), desde el año
1977 al 1985, en donde logramos incrementos en la producción de más
de un millón de pesos al evitar roturas mecánico-eléctricas en el
proceso de producción y más de 200 mil dólares en equipos, partes y
piezas restauradas o salvadas de su destrucción total, que el país
no tuvo que adquirir de nuevo; sin contar los salarios innecesarios,
las pérdidas de insumos de reparación de equipos, materiales de
construcción en las producciones defectuosas y la energía eléctrica
ahorrada en los tubos defectuosos, reparaciones mecánicas y de
motores eléctricos, así como el alumbrado.
En esa época los compañeros que estábamos ahí
trabajando, dirigidos por un ingeniero mecánico y uno eléctrico, no
tuvimos que recibir ninguna orientación precisa de nadie sobre cómo
hacerlo, es decir, lo hicimos por nuestra propia decisión de ayudar
y aplicar lo que está establecido en nuestros libros y en los
catálogos de los fabricantes; evidentemente y como dice nuestro
Presidente Raúl Castro, buscándonos problemas no solo con nuestros
subalternos, sino también con algunos funcionarios superiores, que
fueron los mayores.
Como se nota, estos dividendos que se obtuvieron al
aplicar un mantenimiento correcto, pagó con creces la formación de
los profesionales y técnicos medios, el salario de ocho años, los
gastos y todas las condiciones y estímulos entregados a estos
obreros y técnicos, y es fácil advertir que si esto se hiciera a
partir de ahora, de manera obligada y aplicando los correctos
conocimientos en todas las empresas estatales, se producirían mucho
más entradas de divisas por ahorro que los dólares que pudieran
enviar los obreros calificados y técnicos que se contraten en el
exterior
J. L. Amador Vilariño
Preocupaciones de los trabajadores de la Terminal
de Ómnibus de Bauta
El 24 de julio de 2013 el Director de la Base
(Terminal de Ómnibus de Bauta) nos leyó la Indicación No.4/2013 del
22.07.13 del Director General de la Empresa Provincial de Transporte
de Artemisa, donde modifica el objeto social de nuestra entidad;
informándonos, entre ello, la eliminación de los servicios de
fletes.
No hay documento más importante que los Lineamientos
políticos, económicos y sociales aprobados en el VI Congreso del
Partido y el Anteproyecto del Código del Trabajo que en estos
momentos se discute, por lo sensible que ambas legislaciones
representan para todos los trabajadores
Entonces, ¿cómo es posible que después de haberse
discutido con los trabajadores un plan de ingresos, en el mes de
febrero, que fue aprobado por la empresa provincial y no obstante
reajustado en el mes de mayo con un incremento, dada la aplicación
de la Resolución 476 del MFP; ahora se vuelva a plantear otro
reajuste donde se elimina el servicio de fletes y que este
representa el 62,5 % del total de la recaudación del mes de julio?
¿Cómo es posible que la actividad mayoritaria se
elimine?, ¿no sería esto una decisión antieconómica? ¿Cómo es
posible cambiar un plan cuando este fue aprobado en sus instancias
correspondientes de la Asamblea?, ¿no se podría considerar también
una falta de respeto, ante la inconsulta con los trabajadores?
¿Continuará la anarquía de las administraciones dictando
disposiciones, sin tener en cuenta lo dispuesto en ley, como es el
plan, o sin considerar las afectaciones tanto políticas, sociales,
económicas y morales que puedan ocasionar?
Esperamos que la modificación al objeto social sea
como lo referido por el compañero Marino Murillo, en la última
sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde comentó
sobre esta cuestión para consolidar en una o dos la actividad
fundamental, pero que esto liberaría a las entidades para poder
realizar otras actividades secundarias.
Además de las afectaciones económicas para los
trabajadores, también son afectadas las organizaciones políticas y
de masas, así como los sectores de educación, cultura y deportes en
el territorio, que satisfacían sus demandas de transportar pasajeros
y trabajadores para eventos tales como las Asambleas del Poder
Popular, actividades culturales, deportivas o científicas. Se
incluye también el sector poblacional que durante estos meses
demanda de transportaciones a lugares de recreación y de ocio,
previa coordinación con el territorio.
Nuestra Revolución nos ha enseñado y cada día se
esfuerza más porque todas las decisiones tengan el respaldo de la
sociedad, de los trabajadores, por ser estos el mayor dirigente del
país, porque es el poder del pueblo y nos ha dado la libertad de
expresar nuestros criterios y opiniones con argumentos y con un
elevado respeto entre las partes.
Choferes de la Terminal de Ómnibus de Bauta.
José Angel Báez, René Córdova, Miguel A. Alonso,
Víctor Pastor, Francisco Rivero, Felipe Pérez, Francisco Sarabasa,
Luis O. Sarmiento (CTC), Dagoberto González, Roberto Seijó (PCC).
¿Cuándo vamos a acabar con el famoso cambio de
turno?
Hace algunos días me comentaba un familiar lo
difícil que resulta recibir servicios en algunos establecimientos en
determinados horarios, lo cual, en dichos casos, resulta
contradictorio con los anuncios de que estos se prestan las 24 horas
del día.
Recientemente, ante la necesidad de viajar a otra
provincia, traté infructuosamente de echar combustible en el horario
comprendido entre las 6:30 a.m. y 7:00 a.m. en los servicentros
ubicados en 17 y 12, G y 25 y Zapata y 4, en el Vedado; así como en
1ra y 36, en Miramar. Para mi sorpresa en todos los casos la
respuesta de los trabajadores allí presentes fue que se encontraban
en el Cambio de Turno. En la puerta del establecimiento ubicado en
1ra. y 36 rezaban al mismo tiempo los anuncios de "Horario de
servicio 24 horas" y "Cerrado".
¿Cuándo acabaremos con estos hechos de indisciplina,
indolencia e irrespeto al pueblo? ¿Acaso los que dirigen estos
establecimientos desconocen esta realidad?
O. Pérez Oliva
Apelar a la conciencia está bien, pero… ¿y las
causas?
El pasado viernes 12 leí con mucha atención dos
cartas con reflexiones muy importantes para los tiempos que vivimos,
ambas relacionadas con el discurso del compañero Raúl en la clausura
de la Primera Sesión Ordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, el pasado 7 de julio, referidas a las
conductas indecorosas que hoy azotan como plagas casi todas las
esferas de nuestra sociedad.
Así, Ochoa Moré hace un llamado a la conciencia para
cerrar filas ante estos males que nos aquejan; mientras, G. M.
Blanco Pérez llama a combatir las causas que originan estos
problemas, lo que no deja de ser también un llamado a la conciencia.
Pienso, sin embargo, que a estas reflexiones sobre
un tema que se torna cada vez más vital para nuestra sociedad podría
agregarse una tercera, dirigida precisamente a las causas de estos
problemas: ¿cuáles son o han sido estas?; ¿qué explica el hecho de
que, a pesar de las llamadas de atención que se han hecho a lo largo
de todos estos años a todos los niveles y por casi todas las
instituciones, estos males lejos de erradicarse se han incrementado?
Hace 27 años, el 28 de septiembre de 1986, en el
discurso que pronunciara durante la clausura del III Congreso de los
CDR, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó: "La lucha contra
las tendencias negativas y la lucha contra los errores cometidos
continuarán indefectiblemente, porque tenemos el deber sagrado de
perfeccionar todo lo que hacemos, perfeccionar la Revolución".
En el 2012, en la clausura de la Primera Conferencia
Nacional del Partido, el 29 de enero, Raúl ratificaba la idea de que
"¼ lo único que puede conducir a la
derrota de la Revolución y el Socialismo en Cuba sería nuestra
incapacidad para erradicar los errores cometidos en los más de 50
años transcurridos desde el 1ro. de enero de 1959 y los nuevos en
que pudiéramos incurrir en el futuro".
Y esta es a mi juicio la más importante de las
causas: los errores cometidos antes y los que se siguen cometiendo
ahora; porque ha dicho Raúl que "¼ la
continuidad de la Revolución radica en nuestra capacidad para
erradicar los errores", agregando: "Es preciso acostumbrarnos todos
a decirnos las verdades de frente, mirándonos a los ojos, discrepar
y discutir, discrepar incluso de lo que digan los jefes, cuando
consideramos que nos asiste la razón, como es lógico, en el lugar
adecuado, en el momento oportuno y de forma correcta, o sea, en las
reuniones, no en los pasillos. Hay que estar dispuestos a buscarnos
problemas defendiendo nuestras ideas y enfrentando con firmeza lo
mal hecho".
Pero ¿cómo podemos erradicar algo que no siempre se
conoce bien, que no se identifica o, lo que es peor, que a veces se
intenta desconocer? ¿Tenemos siempre claridad en cuanto a cuáles y
por qué son o han sido los errores en cada caso? ¡Ah!, he ahí algo
sobre lo que se debe trabajar; y si bien resulta indiscutible la
necesidad de apelar a la conciencia revolucionaria, patriota,
cívica, creo que si no se atacan con fuerza las causas objetivas y
subjetivas que han conducido a estos errores, poco lograremos; si
no, tendremos que permitir que estos continúen corrompiendo nuestro
noble sistema, perpetuándose para siempre y, además, corriendo con
ello el terrible riesgo de perder las nobles conquistas de la
Revolución.
Raúl dijo ahora: "Este tema no resulta agradable
para nadie, pero me atengo al convencimiento de que el primer paso
para superar un problema de manera efectiva es reconocer su
existencia en toda la dimensión y hurgar en las causas y condiciones
que han propiciado este fenómeno a lo largo de muchos años".
Y es que, en mi opinión, de lo que se trata ahora es
de profundizar o, como él decía, de hurgar en los errores cometidos
a lo largo de estos años, en sus causas objetivas y subjetivas, de
atacarlas frontalmente, con todas las fuerzas posibles, evitando lo
que constituye otro importante error: confiar en la conciencia de
manera desmedida, error en el que, lamentablemente, aún seguimos
incurriendo.
R. Almaguer Ramírez
Acabar con la tolerancia
¿Cómo interpretar la pérdida o degradación paulatina
de los valores de la sociedad aislados de la corrupción? Sería una
buena pregunta para iniciar esta carta abriéndola al debate, lo cual
debe ser motivo de reflexión constante de aquellos que tenemos algún
tipo de responsabilidad. No aspiramos a dictar normas de conducta
sociales. Somos seres sociales y como tal es nuestra responsabilidad
aprenderlas, transmitirlas y exigir que se cumplan, último esto que
se interpreta como un adeudo estatal.
Conceptualizar valor y corrupción es algo difícil
por las múltiples acepciones que tienen en el diccionario de la Real
Academia Española, pero si lo utilizamos dirigido a la problemática
actual, con el método abstracto, lo definiríamos en antónimos como:
la oscuridad y la luz, la felicidad y la tristeza, la verdad y la
mentira, la cultura y la incultura. No podemos ver entonces la
corrupción aislada de la desvalorización, porque en mayor o menor
grado están unidas y ambas son dicotómicas, con solo dos
posibilidades de respuesta.
Ejemplos disímiles, y a mi juicio creo que el mayor
que nos mella es el de personas asumiendo responsabilidades sin
tener la preparación necesaria, solo porque tienen o imitan una
apariencia o discurso aceptable. ¿No conduce esto a la corrupción?
¿No facilita esto la corrupción?
No podemos seguir viendo el bloqueo ni los años de
periodo especial como único fenómeno responsable de nuestra
ineficiencia para dar solución a los problemas económicos,
culturales, sanitarios y educacionales. Las soluciones deben ser
radicales y ver en aquellos incansables luchadores por el porvenir
el ejemplo a seguir sin tildarlos de errados en métodos o
comunicación y máxime cuando los resultados de su gestión son buenos
y capaces de terminar con el inmovilismo actual.
El mensaje que queremos trasmitir con esta modesta
opinión es acabar con la tolerancia o ella acabará con nosotros,
creando un círculo vicioso que nos convertiría en fieras humanas
luchando por la existencia. Debemos terminar con las mezclas de
conceptos de equidad, igualdad e igualitarismo. ¿Se imaginan si en
el océano todos los peces fueran tiburones? El camino está trazado,
es responsabilidad nuestra seguirlo sin distinción de raza, sexo,
credo u orientación.
M. E. García Rodríguez
Unirnos todos los factores
El compañero Raúl fue claro, objetivo y preciso en
el discurso de clausura de la Primera Sesión Ordinaria de la Vlll
legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular el 7 de julio
del 2013, donde expresó: "La pérdida de valores éticos y el
irrespeto a las buenas costumbres pueden revertirse mediante la
acción concertada de todos los factores sociales".
Si no logramos unirnos todos los factores perderemos
el futuro inmediato de la Revolución. Para revertir la situación
creada se requiere de un trabajo coherente, sistemático,
intencionado y diferenciado de todas las fuerzas. Para lograr la
unidad de las influencias educativas, para alcanzar la meta, es
preciso encauzar los esfuerzos y acciones a:
1- Fortalecer el trabajo que les compete a todos: la
familia, la escuela, las organizaciones de masas y políticas, medios
de comunicación y colectivos laborales; toda la sociedad.
2- Priorizar el papel de la familia como primera
escuela del niño, por ser ahí donde comienzan a educarse los
comportamientos, actitudes, normas y valores que se necesitan
transmitir, a partir del ejemplo diario.
3- Discutir y hacer suyas las acciones de los
reglamentos, leyes y disposiciones y que se concreten en los modos
de actuación de cada uno de los colectivos estudiantiles, laborales,
instituciones y en toda la sociedad, es decir, alcanzar una cultura
jurídica.
4- Exigir con sistematicidad y el máximo rigor el
cumplimiento de lo normado y aprobado en los reglamentos, leyes y
disposiciones.
5- Desarrollar barrio-debates por las organizaciones
de masas, políticas e instituciones donde se discutan, motiven e
interioricen la aplicación de los mejores comportamientos,
actitudes, normas y valores.
6- Fortalecer el trabajo de los grupos comunitarios,
con énfasis en las familias que tienen necesidades en la educación
de las futuras generaciones.
7- Divulgar por los medios de comunicación las
mejores experiencias, donde se destaque el papel de la familia.
Lo anterior significa que si todos cumplimos haremos
realidad el precepto martiano de que cada cual haga la parte que le
toca y la obra será invencible.
L. Díaz Ávila
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