Publicada
el 24 de mayo de 2013
Inconformidad con una carta
Quiero expresar mi inconformidad con la carta Una
pelea cubana contra del papeleo. En el 2003, J.A. Montero Gil
dice que recibió la propiedad de su vivienda y es cierto que ese
documento en esa fecha no exigía el límite de los linderos, pero
tampoco en ese año se permitía vender, donar, entregar, y cualquier
otro verbo que quepa, la vivienda y HOY sí, entonces, ¿por qué
protestar ahora por algo que ni se pensaba en el 2003 y si se medita
bien es un beneficio?
No voy a decir que discrepo de la carta de J.A.
Montero Gil porque en definitiva cada quien es libre de expresar lo
que siente, pero respecto al contenido debo explicarle la
experiencia de un compañero de oficina, la cual no fue para nada
traumática.
En el mes de abril mi compañero (que no quiere que
revele su nombre) hizo donación de su vivienda para su hija y
también le ocurrió lo mismo. La propiedad data del año 2003 y no
tenía los límites de los linderos, por lo que la notaria que lo
atendió le explicó el trámite de solicitar a la oficina del
Arquitecto de la Comunidad la realización del Dictámen Técnico y la
Tasación, donde ciertamente debió abonar 110 pesos ($40.00 a la
solicitud del documento y $70.00 el día de la visita), más diez
pesos de sellos el día de la recogida del documento, total $130.00
MN.
Ese mismo día (viernes 12) saliendo de notaría se
dirigió a dicha oficina e hizo solicitud del documento anterior, el
martes siguiente (16) fue visitada su vivienda y el viernes (19)
recibió el documento. En solo siete días le fue entregado lo
solicitado.
Con el Dictámen Técnico y la Tasación la misma
notaria le hizo la subsanación de error y emitió la propiedad a
nombre de su hija casi en menos de un mes todo, ¿fue eso tan
traumático?, ¿las autoridades competentes sabían en el 2003 que en
el 2013 se podía hacer con la vivienda lo que las personas
quisieran?
No podíamos hacerlo y era malo, ahora podemos,
trámite mediante, y es malo también.
No sé si J.A. Montero Gil habrá caído en la cuenta
de lo beneficioso que es definir claramente los límites, porque los
límites siguen siendo los mismos, lo que ahora y para no tener
problemas ulteriores deben especificarse para que los futuros dueños
sepan qué espacio les pertenece.
T. Sánchez Tamayo
Control y mentalidad
Cada vez que escucho a nuestro Presidente del
Consejo de Estado y del Gobierno, Raúl Castro Ruz, o a cualquier
otro dirigente hablar de cambio de mentalidad me pregunto: ¿cuándo
es que se va a acabar de entender y de aplicar esta orden?
Entonces recuerdo una fábula de Esopo que leí hace
ya bastante tiempo, donde nos narra que cuando Dios echó por el
mundo al hombre, le dio unas alforjas para que atesorara en ellas
los vicios propios y los ajenos. ¿Pero qué hizo este? Los de otros
púsolos delante, y los suyos se los tiró a la espalda, y desde
entonces va mirando siempre lo malo del vecino, pero nunca consigue
ver lo perverso que él mismo ha ejecutado.
Eso es lo que pasa en la actualidad, no queremos
acabar de entender que cuando nuestros máximos dirigentes nos hablan
del tema no se están refiriendo a alguien en especifico, sino a
todos nosotros llamándonos por igual a reflexionar, para que
acabemos de entender la necesidad que tiene el país de encaminar su
política social y económica sobre bases firmes despojadas de toda
tendencia de pesimismo, burocracia y de descontrol, y así acabar de
eliminar de una vez y por siempre las ilegalidades, el delito y la
corrupción, que son manifestaciones que nunca van a compaginar con
nuestro modelo de socialismo.
El Control Interno ha sido y debe ser una
preocupación de todos, desde el cuadro de dirección de más alto
nivel en cualquier entidad hasta el trabajador más simple, pero
siempre constituyendo un instrumento eficaz para de verdad lograr
una eficiencia y eficacia en el trabajo previéndolo todo, pero lo
que no puede ser es lo que está sucediendo en la actualidad en
muchos lugares y es que aun existiendo un Expediente Único
atiborrado de todo tipo de documentos entre los que figuran por
supuesto: levantamiento de riesgos, planes de prevención, planes de
medidas, auto-auditorías, actas de chequeo de los Comité de
Prevención etc., pero lo que se tiene que ver en realidad no se ve,
y voy a citar solo dos ejemplos a modo de ilustración:
Existen directivos en algunos centros que violando
todo lo establecido en las normas responsabilizan a los choferes que
quieren trabajar con el completamiento de las piezas que les faltan
a los autos para que ellos mismos los armen poniéndoles piezas y
accesorios resueltos a título personal, con la única finalidad de
que estos mismos cuadros irresponsables que les encomendaron esa
tarea "no dejen de cumplir con las tareas de su plan de trabajo
diario", contrayéndose un clima de comprometimiento dirigente -
trabajador tal, que a la larga o la corta, estoy seguro de que nada
bueno puede reportar, y ya se ha dado más de un caso que yo conozca
donde estos trabajadores, cuando se ven afectados por cualquier
causa en el orden personal, apelan al chantaje de retirarle las
piezas que quizás sean las que pusieron y a lo mejor hasta más, e
inutilizan el vehículo y ¡ya..!, la vida sigue igual como si no
hubiera pasado nada.
Otros casos también pueden citarse como son los
sobregiros en el cumplimiento de algunos indicadores económicos de
forma negativa como es la energía eléctrica, o el pago excesivo de
fuerza de trabajo en labores que se pueden realizar aplicando otras
fórmulas que solo basta con tocar a la conciencia de los propios
trabajadores para que estos las enfrenten; pero, sin embargo, no se
hace, es preferible pagar y pagar, eso sin hablar de los pagos de
trabajos con tarifas no del todo razonables a cuentapropistas que lo
único que hacen es distorsionar los gastos y eso nadie lo ve, como
en definitiva el dinero es de Liborio, ¡qué más da!
Entonces, ¿cómo se explica que existiendo tantos
controles, todavía se manifiesten con frecuencia hechos de delitos,
corrupción, desvíos de recursos e incumplimiento de los
presupuestos?, ¿acaso todo lo que estamos haciendo hasta el momento
es solo mero formalismo?, o es que ¿todavía no sabemos hacerlo bien?
Qué trabajo nos cuesta entender qué es cambiar de mentalidad.
Me parece que sin apartarnos para nada de la
política orientada por el país en materia de Control Interno,
debemos ir a un perfeccionamiento de nuestros métodos para hacerlos
más efectivos y dejar a un lado, hasta donde se pueda, la burocracia
y el papeleo para aterrizar de a lleno, con los pies sobre la
tierra, porque mientras estemos perdiendo tiempo en planes y más
planes sin el verdadero control y fiscalización diaria que requieren
las cosas, la economía se nos continuará yendo de las manos y, como
dijo Fidel en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, nosotros
mismos sin quererlo y a lo mejor hasta involuntariamente somos los
que un día, si seguimos actuando de la forma que lo estamos
haciendo, podemos poner en riesgo la continuidad histórica de la
Revolución, algo que el enemigo ha querido lograr hace más de 50
años y aún no ha podido ni lo podrá.
Estoy de acuerdo en que hay que cambiar la
mentalidad, pero cambiarla de verdad, no de mentira, porque ya la
orden está dada, lo que queda ahora es cumplirla.
J. Llorente López
Palomas y palomeros
Desde hace un buen tiempo ha surgido entre los
jóvenes, fundamentalmente, una tendencia a la comercialización de
animales. No solo se trata del cautiverio sino de las formas más
crueles de dominación.
Cuando vemos conducir a un joven su bicicleta y
junto a ella va atado un perro, estamos ante un esclavista que
entrena a su canino para un próximo combate. Los sitios para esta
carnicería serán espacios cerrados con poco acceso al público. Y
aunque las autoridades están al margen de lo sucedido, la mayor
parte de la población tiene conocimiento de cuanto acontece en estos
brutales encuentros.
Con los palomeros sucede desde otra perspectiva, un
tanto menos feroz, pero igual de tirano. Las palomas se entrenan
para atraer a otras y sus dueños adquieren la ganancia del ave que
con posterioridad será su objeto de venta.
La vieja historia de colombófilos unidos para la
protección de las aves, de aquellas palomas mensajeras como símbolos
de paz, pertenece a un pasado muy lejano.
Este proceder resulta preocupante, en primer lugar,
porque mientras no se tomen medidas para detenerlo, llevará
implícito el permiso al maltrato a los animales, no hay
correspondencia entre el objetivo de la Federación Colombófila de
Cuba, que, según tengo entendido, insta a las nuevas generaciones a
divulgar la cultura colombófila. Que no puede, bajo ningún concepto,
admitir la posición de tiranía entre palomero y paloma.
En segundo lugar, contienen estos actos en si
mismos, la aceptación del robo como algo natural entre palomares, el
dueño es quien dirige la operación, además de que conlleva a
muchísimas trifulcas entre los jóvenes.
Tercero, no se orienta, con la aceptación de esta
situación, hacia los buenos modales de la convivencia donde se exige
el respeto entre vecinos. Admitiéndose a recorrer techos como si se
caminara por el Prado y llenar de basuras aleros y azoteas con la
posibilidad de provocar tupiciones en las tuberías.
Y como cuarto y último lugar, trae como
consecuencia, la diseminación de las múltiples enfermedades que
estas palomas transmiten, pone en riesgo la salud de la comunidad.
Si alguna persona tiene cierta inclinación por estas
aves, es justo que lo haga en un área donde no comprometa la
seguridad de aquellas que no tienen el mismo gusto, además de
conocer que existen ciertos requisitos para la cría de las mismas,
de existir una legislación que prohíba y actúe ante el maltrato a
los animales.
A mi juicio, es inminente una medida legal donde se
disponga la prohibición de esta modalidad comercial, no recogida en
el decreto para los trabajadores por cuenta propia. Y de esta manera
evitar el exterminio de las aves y la proliferación de enfermedades.
Además de beneficiarnos con la ordenanza hacia la práctica de un
comportamiento regido por la justicia, la bondad, por solo destacar
algunas de las cualidades humanas, que este decreto traería consigo.
L. de Armas
Acerca de las limitaciones y deficiencias
La batalla principal es luchar contra nuestras
propias limitaciones y deficiencias, afirmó el General Presidente
Raúl Castro Ruz, en la reunión del Consejo de Ministros de mayo, de
la cual este diario publicó una amplia versión, el lunes 13 del
presente mes.
Coincido plenamente con esa aseveración, empero,
aprovecho este espacio para reflexionar en el contenido de ambos
vocablos: limitaciones, en el sentido de la falta de
responsabilidad, de ejemplo, de ausencia de diálogo sincero en no
pocos colectivos y en disímiles ocasiones.
Limitaciones, entendidas tanto a nivel de
colectivos, como de trabajadores que no cumplen con sus obligaciones
y reclaman constantemente, pero también de directivos, funcionarios
y cuadros con un discurso poco argumentado e inteligente,
distanciados de sus subordinados y empecinados en pretender cambiar,
haciendo lo mismo y de la misma manera.
Limitaciones, porque decimos verdades a medias, en
tanto la mala calidad de las producciones y los servicios resulta
evidente y sistémica. Limitaciones, porque no nos incomodamos con
las verdades reales para avanzar y cambiar la mentalidad, para bien
de la eficiencia, el control, la exigencia y el incremento de bienes
y servicios.
Limitaciones, debido a la falta de interacción de
abajo hacia arriba y viceversa, pero desde el argumento, el
compromiso participativo real y la voluntad colectiva e individual
del sacrificio multiplicado para avanzar y consolidar lo hecho.
Limitaciones, por las decisiones poco o mal
colegiadas y del silencio cómplice de unos, y la voz melodiosa de
otros en reuniones, asambleas, consejillos y consejos de dirección.
Limitaciones, por trabajadores que no cumplen, ni tienen el
verdadero sentido de pertenencia y responsabilidad en el puesto de
labor.
En fin limitaciones requeridas del análisis
verdadero, con respeto y energía, en el lugar adecuado y en el
momento oportuno, para cumplir con otro llamado del Presidente de
los Consejos de Estado y de Ministros, la diversidad de opiniones,
de quienes día a día, protagonizamos la defensa de nuestros
principios y valores y abogamos por un socialismo a la altura de
este pueblo combativo y patriota.
Deficiencias, por la falta de buenas decisiones en
reiteradas oportunidades y la ausencia del mejor aprovechamiento de
los recursos disponibles. Deficiencias, por ignorar las opiniones de
trabajadores y colectivos con experiencia y buenas intenciones.
Deficiencias, por tener a cuadros, funcionarios y
directivos poco entrenados en las técnicas de dirección
participativa y en el dominio de los procesos comunicativos
institucionales que apelan a los valores compartidos para lograr los
objetivos y propósitos.
Deficiencias, por lo repetitivo de métodos
burocráticos en los niveles intermedios, medios y superiores y sobre
todo, en los sistemas empresariales. Deficiencias, debido a la falta
de sistemas en la base para mantener y hacer más efectivo el control
y salir de las campañas y de los preparativos para las visitas en
empresas y establecimientos, de no pocas provincias y sectores del
país.
En fin, limitaciones y deficiencias, que hacen
metástasis en la esfera productiva y de servicios y de las cuales
ninguno estamos excluidos.
El cambio y la urgencia de apelar a los mejores
valores compartidos en todos los colectivos laborales, aun en
aquellos de efectivos resultados, son el camino para la
actualización del modelo económico.
Talento y experiencia hay. Se impone la acción
seria, responsable y colectiva de abajo hacia arriba y sustentada en
el ejemplo, el argumento y el diálogo contradictorio y enriquecedor,
para no caer en la retórica complaciente y mucho menos en la abulia,
por eso coincido plenamente con el Primer Secretario del Partido
Comunista, Raúl Castro Ruz.
G. González Quesada
Saber las medidas tomadas con los que frenan el
desarrollo productivo
Hemos leído detenidamente el escrito que salio el
día 20 en ese diario (Las trabas que frenan el desarrollo de las
fuerzas productivas) y está bien claro que de esta forma la
Revolución no se puede desarrollar y eliminar las importaciones de
los productos de primera necesidad, es una indolencia total los
hechos que como este se cometen, y no pasa nada, por lo menos no lo
sabemos.
No hacemos nada con que esta negligencia sea
publicada si no conocemos las medidas tomadas con los responsables
que están poniendo en peligro la comida del pueblo, nos sentiríamos
satisfechos si un día fueran publicadas las medidas tomadas con esos
funcionarios pues la mente es ágil y se puede pensar ¿será
intencional o por descuido?
M. Martines Pupo
¿Qué vamos hacer con los infractores?
Muy útil la iniciativa de publicar en la página 2 de
Granma fotos con un texto breve denunciando las indisciplinas
sociales y administrativas que por reiteradas ya vemos como normales
porque además de constituir una crítica a los infractores es un
llamado a combatirlas en el lugar que se producen.
Que bueno sería que las direcciones
responsabilizadas en no permitirlas, informen a la prensa qué
medidas se están adoptando contra los violadores, esta respuesta
sería un complemento a esta idea que en mi opinión puede contribuir
a frenar esta y otras indisciplinas que tanto daño nos hacen.
A. Arteaga Pérez
¿Por qué no darles uso a las escuelas de
Veguitas?
Escribo a esta sección porque me duele, como a miles
de coterráneos, que se estén destruyendo varias escuelas en Granma y
no se aprovechen como en otras provincias en viviendas o cualquier
otra actividad en beneficio de la Revolución y por supuesto de de la
sociedad.
Un ejemplo. En Yara, uno de los municipios más
extensos y productor de alimentos, las archiconocidas Veguitas están
prácticamente abandonadas, sin tener ningún tipo de aprovechamiento
a no ser el que personas inescrupulosas le están dando.
Recordemos que Granma es una de las provincias del
oriente cubano que mayor potencialidad y posibilidad tiene de
convertirse en un territorio altamente productor de alimentos,
sustituir importaciones, de manera especial frijoles, arroz, leche
de vaca y otros que necesita el país.
Hay bastantes deseos de trabajar y no podemos
permitir, a mi modo de ver, que alrededor de las Veguitas existan
tierras fértiles sin aprovechar en toda su magnitud para hacer
realidad el llamado de Raúl de que la alimentación es un problema de
seguridad nacional y que solo tendremos lo que seamos capaces de
producir.
Entonces, ¿por qué no aprovechar estas escuelas como
ya se ha hecho en otras partes del país en algo útil para la
Revolución y la sociedad?
Los vecinos de Cabezada, Los Toros, La Sal, El
Espino, Céspedes y otro gran número de comunidades lo agradecerían.
G. Rodríguez Rodríguez
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