Publicada
el 12 de abril de 2013
Los CDR, los envases, las materias primas y el
porcentaje de fondo
Es cierto lo que manifiesta A. Rodríguez Luna el
viernes 29 en relación con el reciclaje de los pomos de medicina, da
lástima ver cómo se botan miles de estos envases a la basura y luego
tenemos que importarlos.
Acerca del reciclaje de los pomos de medicina, el
problema es que resulta tan largo y engorroso el camino a recorrer
entre recogerlos en el CDR y entregarlos en las unidades de la
Empresa de Recuperación de Materia Prima (ERMP), que creo no se
podrán vencer, al menos por ahora. Me explico:
1- La ERMP tiene una sola unidad para la compra en
mi municipio.
2- Con la ampliación del trabajo por cuenta propia,
existen muchos compañeros y compañeras que van por las calles con
una carretilla comprando a domicilio toda la materia prima que pueda
ser negociada.
3- Para vender sus productos en las unidades de la
ERMP estos trabajadores por cuenta por propia, diariamente, desde el
amanecer, hacen largas colas y controlan los turnos.
4- Ante esta situación la tarea se torna muy
compleja para los CDR, que se dispongan a recoger los pomos de
medicamentos o cualquier otra materia prima y reciclarla: deben
recogerla casa por casa, limpiarla, almacenarla, envasarla,
trasladarla a la unidad de compra que en nuestro caso se encuentra a
siete kilómetros y luego hacer esa cola.
5- Si a lo anterior se le suma la cantidad de CDR
que hay en cada municipio, es fácil darse cuenta que esa no es la
mejor solución para reciclar los pomos de medicamentos o cualquier
otro objeto.
Acerca de los fondos de los CDR: en la asamblea con
vistas al VIII Congreso celebrada en mi zona, el tema del porcentaje
del aporte cederista que le fue quitado a la base, resultó muy
discutido y criticado. Se trata de que dicho fondo era utilizado
para estimular a los cederistas destacados, hacer reconocimientos a
donantes de sangre, financiar actividades para la comunidad, por
ejemplo, por el 4 de abril o el Día Internacional de la Mujer, etc.;
y también algo muy importante, contribuir al pago de los productos
para una de las actividades más significativas y representativas del
carácter popular de la organización, la tradicional fiesta del 28
Septiembre, entre otras.
En la masa cederista existe mucho cuestionamiento e
insatisfacción con esa medida; es un criterio muy generalizado que
se trató de una mala y desafortunada decisión. La opinión con
bastante consenso, que además comparto, es que dicho fondo debe ser
restituido, por cuanto pertenece a los CDR en su base y contribuyen
a fortalecer y estimular el trabajo de la organización, allí donde
esta tiene su razón de ser.
En mi opinión, el VIII Congreso debía pronunciarse
al respecto.
En espera de su acostumbrada opinión, les saluda
cordialmente.
R. Almaguer Ramírez
Sobre los envases y embalajes
En días pasados, apareció publicado en los medios de
prensa nacionales una información de la reunión del Consejo de
Ministros, donde se le informaba a la máxima dirección del país, que
solamente producíamos el 36 % de los envases y embalajes tan
necesarios para respaldar las entregas a diferentes mercados de
todas las producciones, incluyendo los renglones exportables. En la
misma se apelaba por el compañero Raúl a rescatar al máximo este
tipo de producción incluyendo proteger hasta la pequeña producción
en menor escala de estos renglones en los diferentes talleres.
Es contradictorio que siendo nosotros artesanos
legalizados desde hace más de 15 años y teniendo cuatro talleres que
desde el 2005 nos dedicamos a producir "soportes de madera con fines
utilitarios (parllets)", y que de conjunto podemos hacer más de diez
mil unidades mensuales usando madera y puntillas de producción
nacional, haciendo toda la labor artesanalmente, incluyendo hasta la
limpieza a mano de las piezas de pino que vienen con costanera. Esto
incluye: bajar las materias primas del medio de transporte, armar la
paleta, su estiba y, al final, la entrega de la producción
determinada encima de la plataforma de los equipos, sin usar un solo
litro de combustible, no es concebible que llevemos más de ocho
meses paralizados por problemas subjetivos y solubles, como son:
Definición del objeto social, asignaciones y precios de madera con
la Forestal, y otras trabas que son difíciles hasta de explicar por
esta vía.
En estos casi diez meses hemos dejado de producir
cerca de 100 mil unidades que hubieran representado un ahorro para
el país en compra de madera al exterior de un millón 500 mil dólares
y en la adquisición total del producto por la misma vía de dos
millones 500 mil dólares.
Queremos destacar que nuestros principales clientes
son empresas mixtas del primer nivel en la recaudación de divisa,
como son: Los Portales, ITH, Aereovaradero, Becasa, Río Zaza, Bravo
S.A., Castrol, Coralac, Coracam, así como otras más. Este es un
artículo altamente demandado para respaldar la entrega de sus
producciones.
Debemos aclarar, sin embargo, a manera de ejemplo,
que la empresa del mueble produce este artículo en su taller No. 20
de Guanabacoa, trayendo la madera importada de Brasil, comprándola a
280 dólares el m3 del cual salen 18 parllets, representando un gasto
en divisa por cada unidad de 15,55 dólares sin contar los gastos en
la puntilla, mano de obra y el resto de los gastos indirectos de esa
industria que incluye el uso de equipos, instalaciones, estructuras
de dirección y otros componentes.
Esto se refleja en el precio final en que ellos se
lo ofertan a los clientes que son $42.00, mientras nosotros cobramos
por el mismo producto $16.00 y dentro de ese precio asumimos la
compra y transportación de la materia prima, los insumos, la mano de
obra, los gastos indirectos, el aporte del 30 % a la institución que
nos representa y de un 15 % del pago de impuesto a la ONAT. Existen
otras empresas estatales con esta misma situación como la empresa de
servicio portuario de Batabanó.
Como dice el buen refrán cubano: "¿Quién le pone el
cascabel al gato?", y nosotros decimos: ¿Quién puede aclararnos y
dar solución a este problema que afecta en primer lugar al país, y a
más de 40 trabajadores de nuestros colectivos artesanales que están
paralizados?
J. L. Gómez
Un policía de comunidad serviría para enfrentar
el hurto en la producción de alimentos
Los campesinos son la mayor fuente de producción de
alimentos. El hurto, el mayor responsable de que esta producción no
sea mayor. La repercusión negativa del robo en la producción de
alimentos se puede entender hablando con los campesinos, solo se
puede sembrar o criar en la distancia que puedas tener bajo
observación permanente, lo que limita enormemente la producción.
Hace algunas décadas se podía tener una cría de
pollos, por poner un ejemplo, en cada esquina de la vega, en estos
momentos que vivimos solo en el patio de la vivienda y aun así, se
los roban; se podían tener varias puercas, situadas en diferentes
lugares, las crías se agrupaban en un corralón de donde se elegían
después, para cebar, asar, vender u otros fines. En el momento
actual hay que hacer un corral bien seguro cerca de la casa, con los
respectivos problemas higiénicos que esto trae consigo.
Así mismo pasa con los sembrados, que no solo
garantizan la alimentación humana, sino que son imprescindibles para
la alimentación animal, si siembras lejos de la casa, a la hora de
la cosecha te han robado una buena parte. Los precios están
determinados por la relación oferta-demanda. Si existiera mayor
cantidad de alimentos, claro está, que los costos disminuirían, pero
para que se produzca más hay que acabar con el robo.
Al campesino que le roben unas matas de yuca, unas
mazorcas de maíz, una gallina, un gallo o una puerca le generan
desconfianza, inseguridad, decepción, desaliento y lo hacen producir
menos, por ello a los ladrones hay que tratarlos como
contrarrevolucionarios. La rehabilitación es una posibilidad que
indudablemente hay que brindarles a las personas, pero hasta qué
punto, cuánto daño hacen los rateros que caen una y otra vez por el
mal llamado delito menor que muchas veces ni se denuncia, cuánto
gasto generan a la sociedad, sería lógico pensar que existen
posibilidades reales de rehabilitar una persona cuando es primaria o
tal vez darle una segunda oportunidad, pero aquel que cae más de dos
veces ya no puede tener el mismo trato, lo cierto es que los
delincuentes no tienen temor de ir a prisión, en muchos de los casos
el delincuente va a prisión y los condenados son los familiares,
condenados a mantener la familia que dejaron fuera, a soportar las
consecuencias de sus actos en el barrio, a llevarle jabas en cada
visita, ¿entonces, quién está peor?
Identificar los problemas y denunciarlos es la parte
más fácil, buscar las posibles soluciones es más difícil, una podía
ser, aumentar la presencia de la policía en las zonas apartadas,
donde la producción de alimentos sea un renglón fundamental, no solo
en lo estatal, sino también en los particulares. Sería una especie
de policía comunitario, un elemento que devolvería confianza y
seguridad, similar a lo que se ha logrado con el plan del médico de
la familia En una pequeña construcción se ubica un miembro de la
policía, correctamente uniformado que cumpla sus ocho horas de
trabajo, llevando el control total de la zona, identificando el
potencial delictivo y trabajando preventivamente como está
estipulado. Esto podría solucionar la primera parte del problema,
con un impacto inmediato, la segunda sería que aquellos delincuentes
que incurran más de dos veces, no salgan nunca más de la cárcel, ya
que están dando evidencia de que no se rehabilitarán, se les
pondrían en cárceles con menos condiciones y se vincularían con la
producción de alimentos por el resto de su vida.
W. Valiente Morejón
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