Publicada
el 29 de marzo de 2013
La materia prima, los CDR y los envases de
medicamentos
Necesito referirme a un problema que parece
minúsculo, pero que visto a la luz de los últimos pronunciamientos
formulados, no lo es de manera alguna. Se trata de la compra y/o
recepción por la Empresa de Recuperación de Materias Primas, de los
envases de cristal de medicamentos.
Con los cambios que se han introducido en las
plantillas y funciones de los CDR, se indicó a las bases cederistas
que la cotización se entregaba al 100 % para la sustentación de la
organización y que por ello, en lo adelante, el CDR de base no
dispondría del 20 % de su cotización para sus actividades. Correcto.
Se indicó igualmente que los gastos en que se pudiera incurrir por
un CDR para una actividad que programara, debían ser asumidos por el
mismo CDR y que una de las vías de ingresos era la venta directa de
materias primas a las empresas recuperadoras. Correcto, de nuevo.
Pero, a fines de año, se organizaron recogidas de
materias primas por los CDR y fueron aportados a la Empresa de
Recuperación de Materias Primas sin pago alguno al CDR que las
entregó. Y no se dio ninguna explicación.
Desde entonces comenzamos a cuestionar el asunto y a
investigar y se nos informó por personal de la ERMP que la materia
prima que llevara un CDR al centro de compra, se le compraba, no a
un CDR, sino a la persona que lo llevaba. Nos disgustó mucho, porque
creíamos que era el mejor camino para que la recogida de materias
primas de un CDR fuera a parar al bolsillo de una persona, a título
individual, solo por no darle una copia del recibo de compra a quien
la llevó, para su rendición de cuentas claras al CDR. Ya esto no lo
veíamos muy correcto.
Pero el caso es que se nos informó también que la
Empresa no compraba envases (pomos) de medicamentos, porque tenía
muchos y no sabían qué hacer con ellos. (Alguien nos había comentado
que la Empresa de Medicamentos prefería importarlos).
Discutimos sobre la base de que el hipoclorito de
sodio, que ahora todos los núcleos familiares tienen que adquirir
mensualmente (pues es su término de vencimiento) necesitaba en toda
Cuba, millones de pomitos. Discusión y argumento fallidos¼
En la reunión del Consejo de Ministros Ampliada del
viernes 15 de marzo, el compañero Presidente Raúl Castro dijo: "cómo
vamos a exportar, cómo vamos a garantizar internamente la
transportación de nuestras producciones, si no contamos con los
envases adecuados para ello", y llamó a prestarle la debida atención
al asunto.
Allí el Ministro de Industrias habló del tema y se
supo que la producción nacional satisface solo el 36 % de la demanda
de envases y embalajes, que lo demás (el 64 %) debe importarse. Se
añadió que uno de los principales problemas del sector es el
insuficiente reciclaje de envases y embalajes, así como el bajo
nivel de utilización de materias primas recicladas. Raúl acotó que
es un asunto estratégico para el país, y que históricamente le ha
costado sumas millonarias a la economía.
Luego el asunto es más serio que la respuesta que
nos dieron. Parece ser que hay desidia, abulia, apatía o poco deseo
de trabajar, cuando cada familia tiene, por lo menos, 12 envases de
hipoclorito en el año, que no se están reciclando. Y es de añadir
que cualquier núcleo familiar puede tener en un cesto 50 o más
frascos ámbar de medicamentos; que nadie le compra, ni se reciclan,
y que el país tiene que importar.
Todo esto me recuerda que una vez se publicó que la
fábrica de dulces la Conchita producía dulces con guayabas
importadas de México y coco rayado con cocos traídos de Sri Lanka.
Parece que las guayabas y cocos cubanos no eran apropiados para
tales producciones. ¿Risible o indignante?
A. Rodríguez Luna
Salvemos las calles, avenidas, vías, el
alcantarillado, la arquitectura y sanidad de nuestra ciudad
Soy un asiduo lector de esa sección la que considero
de gran valor y utilidad para que todos los ciudadanos podamos
emitir nuestra opinión.
El tema a tratar es sobre las indisciplinas que
actualmente se mantienen y van en aumento en las avenidas y calles
de nuestra querida ciudad de La Habana, es muy lamentable cómo los
organismos del Poder Popular estén permitiendo que tanto empresas,
entidades y ciudadanos particulares estén obstaculizando las vías y
avenidas, afeando nuestro entorno.
En las calles de la ciudad cada día aparecen más
obstáculos, por ejemplo, en la calle 2 desde la calle 29 hasta Línea
en el Vedado, están colocados más de seis contenedores que llevan en
la calle varios años como facilidades temporales de obras que se
ejecutan, algunos llevan más de dos años como la construcción que
está paralizada en calle 29 y 2, que además del contenedor que
plantaron en el lugar, hicieron una cerca y otras instalaciones que
son totalmente innecesarias porque existen en el lugar espacios
necesarios en parte de las obras ya construidas.
Es penoso que empresas y particulares asuman el
derecho de afear y poner obstáculos en las vías publicas de la
ciudad. La calle que está al lado de la Aduana General de la
República, cerrada por varios años, por construcción, terminaron y
no fue reconstruida la vía, lo que pone en peligro la circulación de
los vehículos. Otro ejemplo son los contenedores situados en 2 entre
17 y 15, los mismos ya están deteriorados y oxidados por el tiempo
que llevan, si no toman medidas se destruirán por el decursar y
acción del tiempo y además limitan la circulación de la vía.
En la calle 17 entre M y O están situados varios
contenedores hace varios años y es posible que en los sótanos del
edificio u otro lugar exista capacidad para situar materiales y
equipos, esto le da una imagen muy desagradable y fea a esa zona del
malecón, así como muestra de indisciplina vial y social.
Parece que la calle 2 del Vedado, está destinada a
ser una base de contenedores e instalaciones provisionales.
En La calle 12 donde se proclamó La Revolución
Socialista, se han permitido garajes e instalaciones y cercas que no
tienen nada que ver con la arquitectura, construyendo en los
jardines y laterales de los edificios, todo tipo de instalaciones, y
con cualquier material, además se ha permitido que se críen aves de
corral que afean, apestan y hasta pueden provocar infecciones o
contaminación. Los funcionarios encargados deben velar por restaurar
el orden en esta calle histórica, muy céntrica y todo está a la
vista.
Esta situación en las vías y avenidas se repiten con
más o menor envergadura en todos los municipios de La Habana y
limitan y ponen en peligro la circulación de vehículos y personas.
Las avenidas y calles son para el tránsito de vehículos y personas y
no para situar contenedores, facilidades constructivas u otros
obstáculos.
Otra situación que está tomando fuerza cada día es
que entidades y particulares están utilizando las calles para
descargar arena o piedras u otros materiales y para secar materiales
de la construcción o hacer mezcla de cemento, esto afecta
grandemente el sistema de alcantarillado de la ciudad.
Como ha dicho nuestro Presidente el General de
Ejercito Raúl Castro: debemos trabajar con disciplina y respeto,
luchar contra todas las violaciones e ilegalidades.
A. Ribot Padrón
Contrato telefónico: tres meses en espera de una
firma
El 2 de diciembre del 2012, me personé en las
oficinas de ETECSA del municipio de Marianao para actualizar el
contrato del teléfono, pues desde que se orientó por los medios, no
había podido hacer el trámite por las extensas colas. Me atendió una
compañera, muy gentilmente, que me solicitó la documentación
necesaria y comenzó a llenarme una planilla.
En el momento de plasmar mi dirección se equivocó,
estaba hablando por teléfono, y al yo corregirla que la estaba
escribiendo incorrectamente, utilizó un corrector. Le pregunté que
si eso no me traería problemas después ya que tengo amargas
experiencias con los documentos oficiales, a lo que respondió que
no.
Cuando terminó de llenarlo, aún hablando por
teléfono, me dijo que tenía que volver a presentarme dentro de tres
meses, o sea en el mes de marzo del 2013. Me retiré pensando que esa
planilla era para confeccionar mi nuevo contrato.
El viernes 8 marzo de este año hago mi cola para
recoger mi nuevo contrato, entro al fin a la oficina y le digo a la
compañera que venía a recoger el documento, se levanta, va para los
archivos, se demora unos minutos y al fin aparece con el documento
en la mano, al verlo me asombro pues era el mismo documento que me
habían llenado el 2 de diciembre del 2012, lo identifico porque
tenía el corrector en la dirección de mi domicilio.
Le pregunto si ese era el nuevo contrato y me
responde que sí, yo le riposto que por qué se demoraban tres meses
para entregarme un documento que solo tenía exactamente nada más que
11 palabras escritas, más la dirección de mi domicilio, que de más
tenía una corrección, a lo que responde que la demora es para que lo
firmara la directora.
Me quedé atónito, entonces le pregunté ¿tres meses
para firmar un documento que además tenía números borrados con
corrector blanco?, me contestó que son muchos contratos.
De verdad que no entendía, entonces le planteé una
situación problemática. ¿Qué haría usted si tiene una enfermedad de
la que necesitara una dieta médica y la directora del policínico se
demorara solo un mes para firmársela? La respuesta fue con gestos,
solo me respondió: no soy yo la que la firma, imagínate.
Mi pregunta es ¿esto es lo establecido? ¿Es la
metodología a utilizar? Creo que es hora y tiempo de que se revisen
algunos procedimientos que afectan la imagen de una empresa o
institución, además de crear malestar en la población.
B. Duque Prieto
Llegó la hora de pasar de las palabras a los
hechos
Quiero tocar un tema que no por manido está agotado,
me refiero por supuesto al trabajo por cuenta propia, en primer
lugar quiero aclarar que no soy detractor de esta forma de empleo,
todo lo contrario, considero que es una forma que además de generar
empleos ayuda a liberar al Estado de actividades que le restan
tiempo, y presupuestos que se pueden emplear en otras que sí
dependen de la administración estatal.
Pero algo me preocupa en demasía, y es la cantidad
tan grande de recursos y materias primas que se están utilizando
para el ejercicio de esta actividad que no son producidas de forma
manual y que su adquisición es bastante oscura y pongo ejemplos
claros.
He visto en algunas de las llamadas mesas ubicadas
en las áreas establecidas para que el cuentapropista realice su
actividad la venta de tijeras y pinzas quirúrgicas nuevas en su
nailon original, esto solo puede ser objeto del robo o apropiación
indebida en almacenes de Suministros Médicos Farmacéuticos, desde el
nivel nacional hasta hospitales, policlínicos, en las centrales de
esterilización o unidades quirúrgicas, no quiero entrar a valorar
ahora lo que invierte el país en la obtención de este instrumental y
cuánta falta hacen en los salones de operaciones y cuerpos de
guardia.
Los que venden todo tipo de losas para pisos, si no
es menos cierto que las fabrican ellos mismos, estoy casi convencido
que no es con el cemento que se expende en las Tiendas Recaudadoras
de Divisa, basta con ver la calidad y el precio para darnos cuenta
que esa materia prima es adquirida de forma ilegal en rastros o
empresas.
Si nos posicionamos frente a la mesa de un
cuentapropista dedicado a la venta de herrajes de plomería vemos
todo tipo de llaves para agua, duchas, calentadores, válvulas, y
tubos de todas las medidas y diversos materiales —galvan, PVC,
bronce, etc.—, ni la mejor shopping de nuestro país está tan
bien surtida ni con tantos renglones en sus inventarios.
Los que tienen una mesa genérica que tienen de todo
lo que Ud. necesita, desde agujas de coser a mano hasta los
repuestos de las ollas que la Revolución repartió en la batalla de
ideas y otros que si vas a los lugares establecidos para su
reparación no los encuentras porque no hay.
Son estos, tres ejemplos de la actividad por cuenta
propia que a mi consideración tenemos que revisar o al menos
solicitar de los mismos los documentos que acrediten su procedencia.
Alerto que una solución a uno de nuestros problemas
como es el desempleo, se puede convertir en un bumerán que ponga en
riesgo en primer lugar la credibilidad y en segundo la economía,
digo esto porque estoy casi convencido que más del 80 % de estos
productos son adquiridos de forma ilícita.
¿No será mejor revisar todos nuestros inventarios
ociosos en cuanto almacén exista y todos estos productos de forma
ordenada y a precios de costo vendérselos a los trabajadores por
cuenta propia previa presentación de su carné en lugares
establecidos para tales efectos en las capitales provinciales?
Hagamos como propio el concepto de Revolución de
nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, llevemos a vías de hecho
las palabras de nuestro General de Ejército Raúl Castro:
"Organización, Disciplina, Ahorro, Control", hora es ya de pasar de
las palabras a la acción, de lo contrario, cuando nos demos cuenta
el desorden será tal que como dice el refranero popular: "no habrá
cabeza para sombrero".
E. N. Estrada Espinosa
Romper el autobloqueo
Soy asiduo lector de Granma y Cartas a la
Dirección es una de mis secciones preferidas, por ello siento la
necesidad de hacer algunos comentarios.
1ro. Las respuestas a los planteamientos de la
población, siguen siendo pocas y en más ocasiones de las que
quisiéramos, parecen simples justificaciones.
Si nuestra Constitución establece que cada ciudadano
tiene el derecho de dirigirse a cualquier institución, dirigente o
funcionario y recibir respuesta ágil y concreta. ¿No viola la ley
quien actúa ignorando la Constitución? ¿Quién viole la ley no comete
delito y debe, en consecuencia, ser sancionado?
Considero que sería muy bueno imprimir nuestra Ley
de Leyes en pequeño formato. Nos ayudaría a todos a conocer nuestros
derechos, que como decía Benito Juárez, terminan donde empiezan los
derechos de los demás.
2do. Constantemente aparecen críticas a la "garantía
comercial" que en mi opinión debe ser modificada en beneficio de la
población. Cualquier trabajador, tiene que hacer un serio esfuerzo
para adquirir artículos en divisa.
3ro. Los servicios, en muchos casos, siguen sin
tener como su razón de ser, la satisfacción de quien los recibe. Los
horarios de los centros que los prestan, las interrupciones
temporales del servicio para recibir mercancías, la no inmediata
sustitución de alguien que no vino a trabajar, las malas caras,
etc., son algunos ejemplos.
Capítulo aparte, en este aspecto, son las colas. Y
podría citar algunos ejemplos, pero bastaría con que algún
reportero, cámara en mano y sin avisar, haga un recorrido por los
bancos, registros, donde hay que buscar algún documento, talleres de
servicio, Vivienda, electricidad, etc.
4to. La mayoría de los planteamientos, "sorprende" a
los interesados. No comprendo esto. Cada organismo tiene un jefe,
que dirige segundos, subordinados, inspectores, realiza chequeos,
controles etc. El Poder Popular está en cada Consejo y
circunscripción.
5to. La burocracia, esa hidra de 7 000 cabezas, que
todo lo complica, prolonga y siempre que se hace algo para ayudar a
la población, establece controles que parecen fáciles, pero que
luego, en la práctica, vemos lo contrario.
Sería bueno que cada organismo, institución, empresa
etc., hiciera una autorevisión de sus documentos y controles,
cambiando todo lo que constituyan trabas y disgusten a la población.
Pudiera relacionar casos, pero bastaría con revisar
los aparecidos en esta sección y en otras similares de diversos
medios.
Como se puede apreciar, nada de lo que aquí planteo,
es culpa directa del bloqueo yanqui. Simplemente abriendo nuestras
mentes romperemos el autobloqueo que tanto daño hace y haremos más
fácil la vida de nuestro heroico pueblo. Fidel y Raúl nos han
convocado a cambiar lo que deba ser cambiado y si queremos, lo
podemos hacer.
Disculpen lo extenso, pero me motiva pensar que todo
esto y mucho más se puede lograr sin invertir recursos, sino siendo
prácticos y consecuentes con nuestros Jefes e Historia.
J. A. del Toro González
Sin luz… gracias a Telebanca
El 22 de marzo se personó en el edificio donde vivo
el cobrador de los servicios de electricidad y supuestamente por
morosidad en el pago le desconectó el metro a 12 inquilinos sellando
dicha instalación, y dejó bien clara la advertencia al siguiente día
(sábado 23) volvería para comprobar que nadie se ha atrevido a
reconectar sus instalaciones.
En mi caso particular, trabajo en un centro de
investigación desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde
de lunes a viernes y los sábados hasta la una de la tarde por lo que
utilizo los beneficios de Telebanca tanto para la electricidad, el
agua y el teléfono desde hace más de tres años. Nunca había tenido
ningún problema en el pago con el que soy disciplinado y puntual
cada día 15 de cualquier mes; al enterarme por mi hijo (aunque nadie
fue a avisarle que cortarían la luz), me dispuse a escribirles y a
realizar un grupo de gestiones que me solucionaran el problema.
Debo aclarar que el citado cobrador el mes anterior
me advirtió con mucho énfasis que no debía confiar en los servicios
de Telebanca pues siempre se producían problemas en los que los
clientes salían afectados.
Siguiendo el procedimiento que me pareció más lógico
y civilizado llamé a la OBE provincial donde muy amablemente me
atendió una compañera que no pudo evitar comentar con alguien que
tenía cerca ... cito textualmente: "Otro cliente de Telebanca que
reclama"... y me indicó que llamara a la sucursal de La Lisa donde
debían darme respuesta; así lo hice y la explicación que obtuve es
que la comunicación entre Telebanca y la Empresa Eléctrica no fluye
porque tienen problemas entre los servidores (algo que me llama la
atención porque esto no pasa ni con ETECSA ni con Aguas de La
Habana), por lo que no habían recibido los ficheros con las facturas
de los que habíamos pagado.
La compañera me pidió que le llevara los recibos
para ella poder contabilizarlos y que si tenía las posibilidades
técnicas restableciera el servicio por cuenta propia o llamara al
18888 para que ellos ejecutaran la tarea; decidí hacerlo
personalmente porque en mi casa se cocina preferentemente con
electricidad y no me parecía justo después de haber cumplido con la
parte que me toca (pagar), tener que esperar por la solución de la
ineficiencia de alguien a quien aún no logro identificar y que
pudiera demorarse días.
Tengo en mi poder las trazas de todos los servicios
pagados, los recibos de los últimos tres meses y la conciencia
tranquila de que soy un fiel cumplidor con mis obligaciones.
Yo pienso que si existe un problema técnico conocido
entre las dos entidades podrían auxiliarse para darle solución de
una buena vez y no ocasionar molestias a los clientes que en
definitiva son la razón de ser de ambas entidades.
J. R. Ricabal
Sorpresa
Hoy me he quedado sorprendido ante una de nuestras
grandes dificultades, que parece que por razones inexplicables son
del desconocimiento de quienes dirigen y son dirigidos.
Almorcé en un restaurante en moneda nacional, sito
en Avenida 42 y Calle 17 en el Municipio de Playa. El trato y la
atención al igual que la calidad de la comida, que ojalá muchos de
los restaurantes de otro tipo de moneda los quisieran tener, los
evaluamos de excelentes, pero para nuestra sorpresa, todo fue
servido en platos pequeños de postre; al preguntar por qué era esto,
el segundo administrador nos refiere que por ser una unidad de
gastronomía popular, no podían poner platos grandes.
Me pregunto: ¿la gastronomía popular, que es a la
que más accede la mayoría del pueblo, no tiene derecho a comer como
lo establecen las reglas elementales de urbanidad en el plato
establecido para este servicio?
Recientemente leía una reflexión de la ilustre
Graziella Pogolotti y otras opiniones escritas por la periodista
Leticia Martínez, sobre instruidos sí, pero no cultos, que aparecen
en esta propia publicación, y pienso: qué estamos formando cuando le
digamos a nuestros hijos y nietos, que para comer tiene que ser en
platillos pequeños porque el pueblo que utiliza este tipo de
servicios, no lo puede hacer en platos normales. ¡Qué barbaridad es
esta! Pienso en lo planteado por nuestro Comandante en Jefe y por
nuestro Presidente Raúl Castro y el concepto de Revolución que no
solo es para escucharlo como consigna, sino para aplicarlo en la
vida diaria, y sobre todo la mentalidad de quien dirige.
L. Moro Salgado
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