Publicada
el 22 de febrero de 2013
Debemos rectificar y rápidamente...
De las Cartas a la Dirección recientes, una me llama
la atención "Rectificar es de sabios", yo me pregunto, ¿es
rectificar, es educar o es inculcar lo que todavía conocemos y
recordamos: educación? La carta nos llama a la reflexión y nunca es
tarde si sabemos hacer las cosas...
Recientemente, unos amigos se llevaron los niños a
vivir fuera de nuestro país por asuntos de trabajo; el niño menor,
de cinco años, tenía un vocabulario inadecuado (una palabra bastante
delicada con respecto a la verdad). ¿Y?
¿Cuál sería la sorpresa de amigos, familiares y
vecinos al regreso del pequeño con dos años de más? Era toda una
joya de educación formal, de cero palabras inadecuadas que solía
gritar, nada de levantar la voz a ninguna persona, fuera mayor que
él o menor, respeto hacia los mayores, saludos que no solía decir,
dar las gracias por cada gesto que lo merecía... Y entonces, yo me
pregunté: ¿es que el pequeño viajó a otra galaxia? ¿Por qué los
cubanos (que es a los que conozco), nos reímos con pequeños que
dicen y les mandamos a decir "palabritas curiosas para su edad"?,
¿por qué cuando pequeños les reímos cuando no respetan, cuando hacen
travesuras como reírse de una persona mayor, darle un manotazo al
hermano mayor, por qué los vestimos a la moda y no a la edad, etc.?,
cosas que los de mi edad conocemos y hemos vivido...
El ejemplo que he puesto, real, solo reafirma lo que
Campoalegre Sánchez expresó en su misiva. Y, ciertamente, sí, nos
hemos equivocado y cuánto... Por eso, mis palmas para Campoalegre y
para esa Sección que al escoger la carta del compañero nos llama a
la reflexión de que debemos rectificar y rápidamente...
T. del P. Sánchez Tamayo
Un pensamiento martiano que debe tenerse en
cuenta
El 17 de enero del presente año, el periódico
Granma publica una entrevista al destacado intelectual,
religioso brasileño y amigo de Cuba, Frei Betto. En ella se decía
textualmente, entre otras cosas, (cito): "Esa brillante frase de
José Martí —Patria es Humanidad—significa que Patria no es
desarrollo económico ni crecimiento del Producto Interno Bruto
(PIB), ni el aumento de las exportaciones, es calidad de vida de las
personas y respeto a los derechos humanos" y más adelante continúa:
"Patria es la capacidad de una nación de integrarse con otras, en la
cual la humanidad constituye una sola familia, sin discriminación y
prejuicios étnicos, sociales o religiosos. Patria es una humanidad
solidaria, justa y pacífica" (fin de la cita).
Nadie, ni siquiera nuestros enemigos, pueden negar
los esfuerzos y logros que han sido obtenidos por nuestro proceso
revolucionario en estos más de 50 años de luchas y de combates por
lograr una sociedad cada vez más justa, solidaria, pacífica y sin
discriminación de ningún tipo. El camino ha sido difícil, el
criminal bloqueo norteamericano, las crisis económicas y políticas
mundiales, los desastres naturales, entre otras eventualidades, no
nos han permitido concluir nuestra obra revolucionaria. Hoy estamos
enfrascados en la implementación de los Lineamientos de la Política
Económica y social del Partido y la Revolución, aprobados por el VI
Congreso del Partido y donde participó todo nuestro pueblo. Hoy
existe en nuestro país una verdadera democracia y tenemos que
reconocer los logros obtenidos en los indicadores de salud,
educación, cultura, entre otras muchas conquistas.
Este preámbulo necesario y justo lo hago porque a
pesar de todo, tengo y mantengo inquietudes sobre realidades que hoy
vivimos. Durante años he seguido en nuestra prensa escrita, radial y
televisiva las múltiples quejas, inquietudes, faltas de la más
elemental ética, injusticias e incluso abusos que se cometen con
nuestro pueblo por empresas e instituciones estatales que ni
siquiera se dignan a responderlas y considero que en muchos casos,
con total impunidad. La burocracia burocratizada, como se publicó
recientemente, la corrupción, la indolencia de algunos, la
incapacidad para dirigir de otros, entre otros males que padecemos,
me obligan a hacerme la siguiente pregunta: ¿Logrados los éxitos
económicos y sociales por los que hoy luchamos junto a nuestro
Partido, lograrán solucionar todas esas inquietudes a que me he
referido?
Creo, lo he dicho muchas veces y seguiré
insistiendo, en que es necesario ser aún más implacables contra esos
irresponsables que actúan hoy con mayor o menor impunidad en sus
cargos y acabar de una vez por todas con esa frase que hoy oigo con
frecuencia en boca de nuestro pueblo: "y sin embargo, no pasa nada",
o la otra, que es también dolorosa tener que oírla: "No cojas lucha
que esto no lo resuelve nadie".
Esta no es una batalla simple, sabemos los esfuerzos
que realiza nuestra máxima dirección del Partido y del Gobierno por
lograr erradicar estos males, pero creo que publicar, publicar y
publicar solamente las quejas de nuestro pueblo no resuelve el
problema, hay que denunciar y condenar a esos irresponsables que
desde sus cargos impiden la felicidad y el bienestar de nuestro
pueblo, como quiso decirnos nuestro Apóstol con su famosa frase "Patria
es Humanidad". No tengo nada más que decir.
E. Regalado García
Gracias por existir personas como las que aquí
menciono
Yo soy el abuelo materno del niño José Miguel
Hernández Echevarría, de cinco años de edad, residente en la
localidad de Rodas, municipio del mismo nombre, provincia de
Cienfuegos, el cual fue atendido el 8 de mayo del 2012 por el doctor
Omar Rangel Betarte en el hospital pediátrico Paquito González
Cueto, de Cienfuegos.
Después de un profundo análisis clínico y realizar
el ultrasonido indicado, pasó el caso a las hematólogas Sonia Pérez
García, Lucía Díaz Morejón y Belkis Rodríguez Jorge, las que
confirmaron que el niño padecía la enfermedad de leucemia, por lo
que fue ingresado el día 9 de mayo del 2012.
Las doctoras que ingresaron al niño no ingresaron a
un niño desconocido que habían visto por primera vez, ingresaron a
un hijo, porque así fueron la preocupación y ocupación que tuvieron
con el niño y su mamá, que se encontraba desesperada. La atención
que recibió de las doctoras, enfermeras y personal del laboratorio
fue en extremo esmerada.
Los vecinos del edificio donde vive el niño, al
enterarse, le brindaron todo tipo de atención y de inmediato
ayudaron a sus padres espiritual y económicamente, de igual forma
actuaron los compañeros de trabajo de mi hija, la cual trabaja en la
Dirección Municipal de Salud.
Los compañeros de la empresa de transporte
municipal, donde trabaja el padre del niño, hicieron lo mismo.
Yo trabajo en la CPA Nicaragua Libre, de Rodas, y
mis compañeros no solo han estado pendientes de la salud del niño,
sino que desde su presidente hasta el trabajador más simple, me han
ayudado a su alimentación. El niño en estos momentos se encuentra en
su casa, manteniendo una recuperación satisfactoria.
Si esta carta llevara un título, yo le pusiera
"Gracias por existir personas como las que aquí he mencionado". A
todos ellos nuestro infinito agradecimiento y nuestra eterna
gratitud.
Eduardo Echevarría Collado
Calle Rafael Cabrera 45A
Entre Diego García y Coronel Rodríguez
Rodas, Cienfuegos
Horario para escandalizar
Mientras redactaba una carta sobre el ruido para
enviar a esta sección, se publicó en ella el 1ro. de febrero la
queja "No hay quien viva con tanto ruido" (L. A. Rojas y M. A.
Oriolo). En la misma los remitentes se quejan del ruido por
amplificación producido por una cafetería recién inaugurada en los
bajos de su vivienda, prevista para funcionar como un "proyecto
social comunitario de desarrollo local" y que ha resultado no solo
abierta las 24 horas, sino que amplifican música también las 24
horas, presumiblemente con altísimo volumen, aunque no especifican.
Los remitentes se extienden en los efectos de este bombardeo sonoro
sobre el vecindario y cuentan que se han quejado ante distintas
instancias sin resultado, como suele ocurrir.
Me solidarizo con los afectados y les aseguro que no
son los únicos en "sufrir por la oreja" —aunque no ser los únicos no
les ayuda en nada pues la molestia o el daño entre más, toca a más—,
sino que forman parte de una obviamente abrumadora mayoría sufriente
a lo largo de toda la isla, debido al nivel de indisciplina social a
que hemos llegado, por el grado de inacción de las autoridades, de
facilismo de los organizadores y de incivilidad de los "usuarios".
Eso, en las fuentes "estatales" de ruido, que son las menores, pues
la misma inacción y permisividad apaña a los contaminadores
particulares. Pero eso es otra arista del problema nacional en que
se ha convertido el ruido.
No soy vecino de ese lugar y por tanto tengo menos
voz y voto que la colectividad afectada. Sin embargo, tendría que
discrepar de la solución que están proponiendo si estuviera en su
lugar. Piden que les sometan al escándalo —las cosas por su nombre—
de 8 a.m. a 11:30 p.m. y que les dejen descansar lo que les quede de
la noche, en una especie de pacto con la indisciplina, la
contaminación ambiental sonora y la insensibilidad de los que
deberían resolver y no lo hacen.
Como afectados, los remitentes señalan
reiteradamente a los trabajadores y a los estudiantes vecinos de la
comunidad agraciada. Apenas se menciona a los ancianos. Nada de
niños pequeños o simplemente de personas que no tienen por qué
soportar la tortura. Pareciera que en ese entorno todos los que
importan están fuera la mayor parte del día y la mitad de la noche.
La versión de los remitentes hace suponer, puesto
que están escribiendo en representación de la colectividad, que el
vecindario está de acuerdo con esa propuesta de afectación y que
aceptan:
1- Que la entidad que concibió el regalo de los
bajos no estaba en la obligación de escoger mejor el lugar o al
menos de insonorizar el local donde instalaron el tal proyecto.
2-Que la colectividad debe aguantar a favor de la
"recreación popular".
¿Realmente es así? Con el debido respeto, creo que
es demasiado transigir.
Por otra parte —y que alguien me aclare si yerro—,
el escandalizar no es delito, pues desde hace muchos años fue
despenalizado y convertido en contravención. Esa es la causa
probable de que hoy en día la autoridad le haga tan poco caso a las
quejas por el ruido.
Pero lo peor de la historia narrada es la validación
y aceptación que trasluce la carta de la costumbre hecha ley de que
exista un horario para torturar.
C. Molinet de la Vega
Mantenimiento a gimnasios abiertos
Desde hace un tiempo se creó en algunos municipios
de la capital lo que considero la mejor opción para la salud de la
familia cubana: los gimnasios al aire libre. Es atractivo ver a
personas de todas las edades disfrutando esta iniciativa a cualquier
hora del día. Pero precisamente, esta condición los mantiene a la
intemperie y es escaso o ninguno el mantenimiento que reciben los
aparatos. Por ejemplo, en el terreno de 5ta. y 60, en Playa, ya
dejaron de funcionar cuatro de estos y algunos tienen piezas
partidas. ¿Será tan costoso mantener en forma estos equipos o
estarán siendo víctimas de la sedentaria desidia?
D. Insua Speck
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