Publicada el 26 de octubre de 2012

La misma inquietud sobre los “revendedores”

La preocupación de Y. Erbella Ramírez, J. Escalona y muchos otros compañeros que han escrito a esta sección y de otras que no hemos escrito, es la misma inquietud con la situación de los "revendedores" y del pueblo que considera que se impone la necesidad de que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se pronuncie al respecto.

Ya no sabemos si, como expresara L. Escalona el pasado viernes 12, se está autorizando a los cuentapropistas a revender, o es que el cuerpo de inspectores no está cumpliendo sus funciones y tienen absoluta libertad para revender los que tienen otro tipo de licencia autorizada. ¿Cómo es posible que se revendan artículos que provienen de las Tiendas Recaudoras de Divisa y otras del Estado donde están en falta, y a precios muy superiores?

Vivo en Santa Clara y la impresión que nos llevamos es que se agruparon en las áreas existentes para eliminar su desagradable presencia en el Boulevard y frente a las Tiendas Recaudadoras de Divisa, además del importante aporte de impuestos o tributos al Estado que ahora se ven obligados a realizar en sus funciones.

Sobre esta situación aparecen cartas de varias provincias, por lo que se requiere una aclaración del organismo rector de esta actividad y una acción de exigencia coherente con lo que establece la ley en nombre de la protección del pueblo.

A. Rodríguez Galindo

Inconformidad ante una decisión inconsulta en una escuela en Guantánamo

Nuestra escuela fue la primera construida por la Revolución y 12 años consecutivos resultó Vanguardia Nacional. Desde su fundación se ha tratado de conservar, cuidar y mantener este centro ahora y para las futuras generaciones. Pero en estos momentos, en la escuela primaria Omar Renedo Pubillones, de Guantánamo, existe un disgusto entre padres, Consejo de Escuela, alumnos, trabajadores y comunidad en general.

Hace una semana se presentó un hombre de la Empresa Eléctrica con un plano firmado por directivos de Planificación Física para construir una sucursal en una parte de la escuela. La directora se alarmó pues desconocía tal proyecto. Ellos plantean que la Dirección Municipal de Educación conocía el asunto.

¿Cómo se entiende que el director del centro se entere de algo que se va a efectuar en la escuela el día que vienen con el proyecto y ya para empezar a construir? Estamos disgustados. ¿Por qué?

En esa área estaban sembrados (porque ya los cortaron) árboles maderables, canteros con plantas germinadas de quimbombó y plátano desde el curso pasado y un área cultivada de plantas medicinales. Allí se desarrollaba la parte de formación laboral de los niños y era el área de juegos y Educación Física de prescolar.

Esta inconformidad también la tienen el Consejo de Dirección, el núcleo del Partido y los niños están disgustados por ver cómo su trabajo se ha tirado por la borda por personas que han hecho caso omiso a las preocupaciones planteadas.

Un principio básico de la Revolución es el vínculo permanente con las masas, fundamental en el sistema democrático. Obviamente, tal ligazón existe, pero en este caso no. De serlo, no tendrá sentido al comentario referido a los Lineamientos aprobados por el Sexto Congreso y las tareas concretas e inmediatas que de ahí se derivan, por ejemplo, el 150 que dice: Garantizar la formación vocacional y la orientación profesional que se desarrollan desde las escuelas primarias de conjunto con la organización de la producción y los servicios y con la participación de la familia.

Y es ahí, donde se hace más que necesario e indispensable, donde resulta muy útil la discusión en cada nivel, con la participación consciente, interesada y afectiva de un conjunto de personas que solo quieren un cambio de mentalidad y que no se tomen decisiones unilaterales.

Aclaramos que en la escuela existe un área que no se utiliza y se les dijo, y no aceptaron construir en ella y tomaron parte del área donde está el edificio.

Consejo de escuela:

Damián García Díaz, Norma Batista Ané, Mercedes Macía Arce, Ángel Sánchez Llamos y Arturo Valles

¿Hasta cuándo vamos a pagar precios tan altos por artículos de tan mala calidad?

Hace hoy alrededor de un mes compré en la bodega del poblado de Vega (Cárdenas, Matanzas), una cantina que me costó 400 pesos. A los 15 días comenzó a salirse, por lo que me personé en dicho establecimiento con mi cantina, el bodeguero que me atendió, de manera incrédula me dijo que él debía ir a su empresa y que le indicaran qué debía hacer al respecto, que volviera a la semana siguiente. No quiso echarle agua y comprobar por dónde se salía. Cuando regresé este, sin salir de la trastienda, me respondió que en la empresa le manifestaron que no me la cambiara.

Le pedí que me dijera quién era la persona que a más de diez kilómetros de distancia del lugar, sin ver la cantina y sin escuchar mis argumentos, se atrevía a tomar tan triste decisión, y desde la trastienda me contestó que el subdirector de la empresa.

Fui para la empresa, allí casi-atendida por la recepcionista me enteré de que el subdirector estaba para La Habana.

Debo decir que también esto me había pasado con un hacha, cuyo precio es de 65 pesos y en el primer hachazo que dimos hizo más "bembas" que un bebé cuando le quitan el pecho, pero no hice ninguna reclamación, pero ahora se trata de un valor alto por un artículo de mala calidad.

¿Acaso esta cantina es para ser usada como adorno o para transportar leche por terraplenes o caminos de difícil acceso?

Una aclaración: La cantina se sale por un punto de soldadura que tiene en el fondo.

Y. Pupo Cruz

Otras apreciaciones sobre el Poder Popular

Comparto la misma opinión de A. Rodríguez Galindo, acerca del tema El Poder Popular, publicada el pasado viernes 5 de octubre, acerca de que la misión del Poder Popular actualmente no se cumple ni al 10 % de las concepciones que le dieron origen en 1976 y mi esperanza es que con las experiencias de Artemisa y Mayabeque se encuentren soluciones que revitalicen esta forma de gobierno participativo.

Para mi entender los motivos de este incumplimiento son:

1.—La respuesta a los planteamientos de los electores carece en gran parte de ellos, de la objetividad que deben tener, pues si no hay los recursos para cumplirlos, entonces hay que buscar variantes u otras posibilidades, pero no irse por la tangente de la justificación en la respuesta.

2.—Los Consejos de la Administración Municipal (CAM), deben ayudar más al Delegado en su gestión para que realmente sea un gestor del gobierno y no un tramitador de problemas. El Presidente y los demás miembros del CAM y de la dirección de la Asamblea Municipal, son profesionales, mientras que el Delegado (si no es jubilado o ama de casa), es un trabajador que sin afectar su jornada laboral cumple el papel para el que fue electo, por tanto es un eslabón no profesional del Poder Popular.

3.—A las reuniones de rendición de cuenta (del Delegado a sus electores), deberían participar aunque sea una vez al año o al mandato, el Presidente y los demás miembros del CAM y de la dirección de la Asamblea Municipal del Poder Popular y el Presidente y Vicepresidente del Consejo Popular, para que vean el desenvolvimiento de la misma, escuchen directamente lo que planteamos los electores y de ser posible aclaren algunas interrogantes que se suscitan en la reunión y que para su respuesta no hay que esperar tanto tiempo. Esto podría ser al menos en aquellas circunscripciones donde lo demandan los electores, como en el caso de nuestra circunscripción, o donde los planteamientos realizados por los electores indican que es necesario asistir. En la inmensa mayoría de las veces esto no sucede.

4.—Anteriormente cuando un elector hacía un planteamiento, la respuesta de la entidad administrativa se daba primero al elector y luego de firmada por el elector se le llevaba al Delegado para su firma, ahora se plantea que no es necesaria la firma y aprobación del elector, pues con la firma del Delegado basta y es el Delegado quien le responde al elector. Considero esto un error, pues quien hace el planteamiento es el elector y por tanto es él quien debe dar su aprobación.

5.—Como bien señaló Galindo, "El gobierno de los hombres es la misión más alta del ser humano, y solo se le ha de confiar a quien ame a los hombres y conozca profundamente su naturaleza", esto quiere decir que para ejercer esta tarea de gobernar, quienes lo hacen tienen que sentirlo como propio y debe ser una de las cualidades fundamentales tanto del Delegado como de los dirigentes y funcionarios del CAM y de la Asamblea Municipal, que no escatimen tiempo y sacrificio para ello.

6.—La burocracia que nos daña, también afecta al Poder Popular. Hay que ver las quejas publicadas en los medios de prensa para ver cómo los electores plantean quejas donde señalan evidencias de la no acción del Poder Popular en las situaciones planteadas.

7.—El Poder Popular de ahora, no tiene la misma fuerza ni el mismo protagonismo del principio, ni de la época cuando comenzó el periodo especial. Esto daña su autoridad.

8.—El Consejo Popular surgió por idea de Fidel el 10 de octubre de 1990, para reforzar y asegurar más el trabajo del Poder Popular en la base. Considero que las facultades que tenían en aquella época no son las de ahora, pues estas han mermado y esta situación atenta contra el mejor desenvolvimiento del Poder Popular en la base.

Además de los problemas económicos por los que atraviesa el país, pienso que debemos revisar muchos aspectos para lograr rescatar el protagonismo del Poder Popular donde sea necesario, pues sé que hay municipios donde esta tarea se cumple pero en gran cantidad de otros no es así.

D. Morales

Combustible para el transporte privado de pasajeros

Para nadie es un secreto —es algo común y parece hasta normal—, que el combustible que consumen los transportistas privados lo compren ilegalmente a individuos que lo obtienen "de diferentes formas" de las empresas estatales.

En el municipio de Sibanicú, por ejemplo, existen nueve o diez camiones de pasajeros que viajan a Camagüey y a otros territorios, consumiendo más o menos 400 litros de petróleo, y el Servicentro no ha vendido en todos los días de este año un solo litro a este sector ¡Evidente!, ¿verdad? Situación similar debe ocurrir en otros municipios. Pienso que el Ministerio del Transporte en particular, y la economía en general con sus estructuras, deben actuar en función de eliminar tal situación, que nos corroe e indigna.

¿Podrían los que ahora venden el combustible continuar con esta práctica, si el transportista tiene que presentar a las autoridades el documento de compra del CUPET que ahora no se pide o alguna fórmula similar? La respuesta es obvia.

P. A. Palenzuela Marrero

Así nunca acabaremos con el burocratismo

La presente tiene como objetivo transmitir mi inconformidad por el sistema de trabajo del Banco Popular de Ahorro en Camagüey, en cuanto a los créditos para trabajadores por cuenta propia se refiere. Paso a detallarle en qué se basa mi descontento.

Soy jubilada y trabajadora por cuenta propia en la modalidad de elaboradora-vendedora de productos alimenticios en mi domicilio.

Aspirando a ampliar y mejorar la oferta, hice los trámites necesarios cuando supe que teníamos la posibilidad de solicitar un crédito al Banco para la compra de equipos. Como yo disponía de una pequeña suma de dinero depositada en el Banco, que cubría el crédito que necesitaba y era la primera cuentapropista que hacía uso de las nuevas posibilidades, enseguida comenzaron los trámites.

Lo primero que hicieron fue ignorar mi cuenta corriente como garantía (la pasaron a plazo fijo por un periodo de tres años) y me informaron que, además, tenía que abrir otra cuenta por una suma de 500 pesos. Como ya estaba "montada en el burro", me dediqué a conseguir esa cifra. Esta cuenta tiene que mantenerse en 500 pesos hasta tanto termine de liquidar el crédito, o sea, que esta es como otra garantía de que pagaré mi deuda. Al final y solo al final, me devolverán ese dinero.

Cuando estuvo completado este paso, tuve que comenzar a pagar al banco por los siguientes motivos:

· 5.00 pesos como importe de comisión.

· 40.75 pesos de importe de comisión por financiamiento del crédito.

Ahora, por la cuenta que me vi obligada a crear, tengo que pagarle al Banco, además, 5.00 pesos mensuales aparte de los intereses normales.

Me pregunto entonces ¿por qué tengo que pagar por algo que en realidad yo no solicité, sino que me lo impusieron? Esta cuenta de 500 pesos, de carácter obligatorio, ha llevado a otros cuentapropistas a desistir del uso de esta modalidad de crédito, porque en realidad no es un incentivo.

Por otro lado, tampoco entiendo por qué el Banco tiene que estar chequeando todos los meses si yo mantengo todavía en mi poder, los artículos adquiridos y que considero son míos. Entiendo que el Banco deba comprobar, por una vez, si yo utilicé el crédito solicitado en los artículos que inicialmente dije que compraría, pero no veo motivo para que todos los meses se visite mi domicilio con estos fines. Me surgen entonces las siguientes interrogantes: ¿son míos los equipos o son del Banco?, ¿tienen tantos trabajadores como para enviar todos los meses a la casa o lugar de trabajo de cada cuentapropista, a verificar?

Pienso que así nunca podremos acabar con el burocratismo y considero que estas medidas no logran si no desalentar a cualquier persona de hacer uso de las posibilidades que crea el Estado para el bien de los trabajadores y clientes.

H. V. Arredondo Gutiérrez

Paquetes incompletos de almohadillas sanitarias

Hace un tiempito atrás, pude leer en esta sección la queja de una lectora que hacía referencia a los paquetes de almohadillas sanitarias, que no venían con la cantidad de unidades (diez), ya que pude corroborar que en dos de los que he comprado, muy bien sellados, en la farmacia del Reparto Camilo Cienfuegos, La Habana del Este, estos solamente han traído nueve cada uno.

Y me pregunto: es que en el lugar donde se hacen las almohadillas sanitarias, no existe la persona que debe controlar esto, porque en todas las industrias existe el departamento de control de la calidad, para que estas cosas no sucedan.

Y la otra pregunta: ¿a dónde van a parar de una línea de producción, la unidad que falta en cada paquete?

Pienso que esto debe tratarse con el jefe de esta unidad de producción, para que esta situación no se siga dando.

H. Ortega Herrera

Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

SubirSubir