Publicada el 22 de junio de 2012

Tropiezos en la producción lechera...

Quiero referirme al trabajo publicado en Granma el 4 de junio sobre los problemas de la producción lechera. Mi opinión, es que la solución de este problema, u otros problemas, no se logra responsabilizando a fantasmas como la indisciplina y la blandenguería, por lo mal hecho. Hay que ser práctico, lo que aquí se impone señalar es que los ministerios, las empresas y los organismos involucrados en su funcionamiento, no se han ocupado con la integralidad que exige este trabajo. Únicamente de esa integralidad es que pueden nacer mecanismos eficaces y con ellos conquistar el éxito de los lineamientos planteados. No es un problema a solucionar por las ramas del árbol.

Por otra parte, no puede entenderse por qué no se gastan algunos miles de dólares en aditamentos como el lactodensímetro si estos pueden aportar tanto en el ahorro de millones.

E. Roche Fojo

Pago atrasado a trabajadores

Tras leer en Cartas a la Dirección la respuesta de Osmín Abel Camejo Peñalver, delegado provincial de la Agricultura en La Habana, me dispongo a exponer la insólita situación de Granja Arroyo, Cultivos Varios, respecto al pago de salario por resultados de los trabajadores, con atraso de hasta dos años. Dicha granja en varias ocasiones ha prometido pagarlo, pero todo ha caído en saco roto.

En agosto pasado, me reincorporé al sector educacional por el motivo antes mencionado, aunque mi esposo continúa desempeñándose como trabajador agrícola. El que suda en la tierra tiene derecho como cualquiera a planificar con su dinero lo que estime conveniente.

Nuestra familia ha hecho planes disímiles y uno de ellos era utilizar ese dinero en la graduación de una de nuestras hijas. A un mes de terminar su carrera universitaria, me pregunto: ¿van a pagar cuando las calendas griegas?

G. Zaldívar Romero

El precio de las cafeteras

Realmente he quedado desconcertado con el precio de las cafeteras. Resulta que tuve que salir a comprar una, pues la de fabricación italiana que compré, sin llegar a los dos años, se fue de rosca, y ahí comenzó mi confusión, pues el mercado ofrecía dos tipos de cafeteras de seis tazas: una china a 9,80 CUC, y otra cubana a 16,80 CUC. Y aquí viene mi pregunta:

—¿Cómo es posible que una cafetera que se fabrica aquí, incluso en la provincia donde vivo, apenas dos kilómetros de distancia de la tienda, y que supuestamente sustituye importaciones, cueste casi el doble de otra que traen desde el otro lado del mundo?

Ante esta interrogante solo me queda especular con algunas respuestas:

1.- Que la cafetera china es de mala calidad y por eso se vende a ese precio. (En tal caso habría que cuestionar al funcionario que contrató la compra).

2.- Que el costo de producción de la cafetera cubana es muy alto. (Entonces, para qué producirlas en Cuba si en el exterior se encuentran más baratas).

3.- Que la EINPUD no tiene cómo cumplir sus ingresos y lo intenta hacer aumentando el precio a sus productos. (En tal caso, sería una fábrica no rentable).

Sé que pueden surgir otras conjeturas, pero serían solo eso. Ese es el motivo que me lleva a pedir la aclaración económica que me saque de mi desconcierto y me permita tomar un café sin hacerme tantas preguntas.

L. R. Gómez García

¿Por qué los veterinarios no pueden dar recetas a sus “pacientes”?

Este es un problema que quizás solo lo pueden entender las personas que tienen mascotas en sus viviendas y que preocupa, no solo a mí sino a todos los que acudimos por necesidad a las clínicas veterinarias. Es innegable que la atención médica es muy buena y se hace todo lo posible por salvar la vida y la salud de los peludos. Pero la dificultad surge una vez que el enfermo y sus dueños ya están fuera de la clínica, con el método en las manos.

En la mayoría de los casos, el veterinario (de lo más amable) les ha dicho: para el dolor, le dan una duralgina dos veces al día, o le inyectan un ámpula. En la herida, le echan la crema de nitrofurazona (o algún otro antibiótico), y que no le falte su penicilina diaria, por una semana. Ah, si no quiere comer, le ponen un suerito de dextrosa. A todas estas, nada de recetas.

Los veterinarios están facultados a operar, brindar primeros auxilios, diagnosticar enfermedades, indicar tratamientos, pero no pueden recetar nada. En la mayoría de los casos, los perros y los gatos se curan con los mismos medicamentos que los seres humanos, y una vez fuera de la clínica veterinaria, los atribulados dueños nos vemos obligados a acudir a la consulta del médico de la familia para pedirle a la asombrada doctora que nos haga el favor (sin ninguna obligación por su parte), de recetarnos lo indicado por el veterinario.

Me pregunto: ¿Es justo esto? Para conseguir un suero hay que ir al cuerpo de guardia del hospital más cercano y allí suplicar a alguna enfermera que nos regale "aunque sea medio suerito", "que tengo mi perrito enfermo", etcétera. La vitamina K, tan necesaria para las hemorragias en perros y gatos, también solo se consigue "suplicando a las once mil vírgenes", y para lo demás, hay que recurrir al recetario de la doctora de la familia. Y vuelvo a preguntar: ¿Por qué los veterinarios no pueden recetar? ¿Acaso son especialistas de inferior categoría? ¿Acaso se puede curar sin medicamentos?

Por otra parte, en la clínica veterinaria sí se pueden comprar los medicamentos que son de uso exclusivo animal, los que sirven para eliminar pulgas y garrapatas, o combatir todo tipo de ácaros. Pero son caros, y en el caso de perros de mediano o gran tamaño, no todos los dueños de animales pueden darse el lujo de comprarlos. Las tabletas antiparasitarias se venden en CUC, y carísimas, pero no se puede perder de vista que la mayoría de los parásitos que infectan a los animales, infectan también a los seres humanos, y preservando a las mascotas nos preservamos a nosotros y, sobre todo, a nuestros niños.

N. Labzóvskaya

¿Indisciplina o insensibilidad?

Me dirijo a ustedes con el interés de hacer pública una situación que me ocurrió con mi niño de solo dos años de edad.

En la mañana del domingo 17 de junio del presente año, mi niño sufrió una caída en la casa, que le provocó un traumatismo craneal, evidenciado en un hematoma enorme que se le produjo en la frente. Inmediatamente me dirijo al Policlínico Elpidio Berovides, ubicado en San Agustín, municipio de La Lisa y después de ser valorado por la doctora del cuerpo de guardia, le indica una placa de cráneo (rayos x), para determinar si existía fractura; la doctora me explica que el único policlínico que brinda el servicio de guardia de rayos x es el Cristóbal Labra, que debía llevarlo allí, o de lo contrario debía llevarlo al Pediátrico Juan Manuel Márquez; a juzgar por la distancia y el transporte sobre todo un domingo, decido ir al policlínico Cristóbal Labra.

A las 12:45 p.m., llegamos al policlínico y el técnico de rayos x no se encontraba en su área, le pregunté a la doctora de guardia que sí se encontraba en su consulta y me dijo que había ido a almorzar, sin otra alternativa nos sentamos a esperarlo, transcurridos 30 minutos, me dirijo al comedor del policlínico y le pregunto al personal de servicio por el técnico, me responden que él no había estado por ahí, asumí que había ido a almorzar fuera del policlínico y continué esperando, al pasar un rato decido ir a las oficinas administrativas con el objetivo de recibir alguna orientación de parte de alguien y le pregunto a una persona que estaba en Recursos Humanos si sabía algo del técnico de rayos x, me respondió que él estaba por ahí, le dije que llevaba más de media hora esperando y no aparecía, al no recibir otra respuesta, vuelvo a sentarme a continuar esperando.

Cuando ya llevaba una hora de espera, con toda mi paciencia agotada, unido a la desesperación que como madre sentía, le vuelvo a preguntar por el técnico a la doctora de guardia que permanecía en su consulta y la respuesta siguió siendo la misma; la persona que estaba en Recursos Humanos se acercó y me preguntó si aún no había llegado y le dije que no, retirándose del lugar sin pronunciar palabra.

Después de un rato, decidimos ir a la Dirección de Salud Municipal, en busca de alguna orientación o alternativa para mi niño, pero al llegar al lugar comprobamos que se encontraba cerrado, sin nadie que pudiera atenderme.

En ese momento tomamos la decisión de irnos para el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, considerando que estaba perdiendo un tiempo que no podía darme el lujo de perder teniendo en cuenta el estado de mi niño y la incertidumbre de un diagnóstico aún sin confirmar. Al llegar al centro hospitalario mi niño fue atendido adecuadamente.

Me pregunto: ¿Qué horario tiene el personal de salud establecido para almorzar?, ¿están autorizados a salir de sus puestos de trabajo por tiempo indefinido, sin dejar dicho a qué hora regresan?, estas son algunas de las interrogantes que tengo, sobre todo cuando es el único técnico en rayos x que en ese momento está responsabilizado con la atención de todo un municipio.

Es lamentable que el trabajo y la imagen de una institución que agrupa personas tan valiosas y consagradas como son nuestros médicos, que han dado muestras de ello a lo largo de muchos años y en muchos países del mundo, se vea empañada por la negligencia de algunos que aún no perciben la responsabilidad que sobre sus hombros cuelga.

Considero que alguien debe revisar los mecanismos de control de la disciplina que poseen las instancias de salud a nivel municipal, máxime cuando son las que deben realizar la atención primaria de salud que tanto facilita el desplazamiento innecesario a los hospitales y la consiguiente descongestión de ellos.

M. álvarez Domínguez

Así no podemos

La máxima dirección del país se esfuerza en implantar resoluciones y medidas que favorezcan a la población en tramitaciones legales, para así despojar a nuestras instituciones de la burocracia, ilegalidad y corrupción, que por lo general van juntas de las manos.

Cuesta mucho sacrificio a un trabajador, sin grandes relaciones o con criterio para no utilizarlas, oportunidades y recursos, realizar un trámite que parece simple manteniéndose al margen de lo ilegal.

Al igual que muchos cubanos llevo años con pésimas condiciones de vivienda y creí resolver mi problema construyendo en la azotea de una familia amiga del municipio de 10 de Octubre. En aquel primer momento no pensé que ese acto de amistad y buena voluntad fuese tan complicado, no por las nobles intenciones de mi amigo sino por el efecto colateral y traumático del peloteo del que en ocasiones somos víctimas. Cuando empecé a preparar las condiciones para construir (finales del 2004 principio del 2005), fui a todos los lugares pertinentes para extraer los documentos necesarios y avanzar sin problemas, todo en un marco legal y transparente, como es lógico que debe ser. Posterior a muchas consultas, tuve la posibilidad de que me otorgaran la licencia de construcción por esfuerzo propio amparada por una resolución de convalidación en el año 2009 (que nunca me llegó).

En el año 2010 se paraliza la obra por no poseer la propiedad o la llamada cesión de azotea, por lo que no pude avanzar en la construcción de mi vivienda, si colocaba un bloque sin dicha resolución podrían retirarme la licencia y perder el derecho de ejecutar la obra (así de fácil).

En medio de tanto disgusto, un funcionario de la UMIV de 10 de Octubre me explica que hablara con el propietario para tramitar un Permiso de uso de azotea o terreno. En todas las ocasiones que me dirigí al arquitecto de la comunidad de guardia, que sesiona en la Dirección Municipal de la Vivienda, que es donde atienden a la población el arquitecto o abogado de guardia, me llevo la sorpresa que representaba un asombro para ellos los trámites que pretendíamos realizar mi amigo y yo, pues ninguno tenía experiencia en un caso así, y debo confesar que para enfrentar este peloteo hay que estudiar e informarse, porque los que tienen la obligación de informar por no decir que no saben, desinforman, con o sin la mejor de las intenciones.

Después de varias consultas entre ellos me dieron una lista de dictámenes y documentos que tenía que tener, para entonces elevarlo a la provincia y que esta me diera dicho permiso de uso de azotea. Un buen día, contento como nunca, pensé que estaba cerca de mi meta, madrugo y llego al abogado de guardia ostentando todos mis papeles y mis logros en el ámbito de lo legal. Él serenamente se ríe y me dice que nada de eso me servía, que la Dirección Provincial de la Vivienda no estaba otorgando ningún uso de cesión de azotea.

Pero no se qué pensar, porque ahora en el Directorio Telefónico de Cuba, páginas amarillas, edición anual 2012 de ETECSA, en la página 53 relacionada con la vivienda, aparece lo siguiente:

TRÁMITE CESIÓN DE USO DE AZOTEAS–Norma Jurídica Resolución 14/06.

Este trámite se realiza para ceder, por compraventa (precio libre entre las partes) o donación, el uso de la azotea libre de construcción a una persona para que por los mecanismos establecidos construya su vivienda.

Este trámite se resuelve por la Dirección Provincial de la Vivienda aunque los interesados lo presenten en la Dirección Municipal de la Vivienda aportando: Información, trámites y documentos que han sido presentados. La Resolución 14/06 se hace efectiva en el 2006.

Es inconcebible, ¿Qué pensar? Ahora puedo decir que la resolución 14/06 no se respeta y que un directivo la interpreta como le da la gana y la aplican como ellos quieran.

Y al leer lo que decía el Directorio Telefónico fui a ver al abogado de guardia de la Vivienda en el municipio. El compañero al ver mi enojo me dice que mi problema se resolvía a nivel de Notaría. Comencé otra carrera en medio de las responsabilidades de mi trabajo y la de mi amigo como propietario. Di un recorrido por varias notarías para documentarme bien y no perder mi tiempo, en todos los murales de información aparece el trámite de Permiso de uso de terrenos o azoteas, resulta que en 10 de Octubre existen tres oficinas o notarías para realizar el irresistible trámite, la más cercana a la vivienda está en proceso reconstructivo y su atención es limitada, la otra situada en Porvenir y Pocitos, después de una mañana en cola, sale a la luz el famoso permiso de la Dirección Provincial de la Vivienda y que la notaría afirmó que no lo daba, de momento me vi como al principio, sin nada, me mandó a los lugares por donde había pasado sin resolver nada.

Nuestro país introduce resoluciones, nuevas leyes, trabaja duro en la creación de nuevos mecanismos para proteger a los ciudadanos, facilita la adquisición de materiales, exige el cumplimiento de los planes de fabricación de materiales de la construcción, aboga por una ciudad con mejores condiciones para los cubanos y entonces, la burocracia y la falta de motivación en unos casos, la falta de solidaridad y en ocasiones el deseo intencionado de recibir a cambio, entorpece el desarrollo normal de cualquier gestión legal y le hace la vida imposible al ciudadano común.

J.I.Moreno Acosta

¿Quién me protege a mí?

Soy trabajador por cuenta propia desde el 26/1/2011 en la actividad de carpintería.

Escribo a esta sección del periódico Granma porque realmente estoy pasando por una situación que es desesperante. Después de leer la resolución 32/2010 de la Ministra de Trabajo y Seguridad Social tramité mi licencia de cuentapropista con el propósito de comercializar con las empresas estatales, porque a mi juicio nadie puede sostener a su familia trabajando de modo lícito la carpintería hacia el mercado particular. Mi primer problema está determinado por el hecho de que ninguna empresa tenía los marcos legales para contratar mis producciones, eso quiere decir que, desde aquel momento el reloj fiscal comenzó a andar para mí, pero no el que marcaba mis derechos como trabajador por cuenta propia. Tenía la obligación de contribuir pero no el derecho de vender.

Cuando por fin aparecieron los marcos legales, mediante la Instrucción 7/11 del Ministerio de Economía y Planificación y la resolución 101 del Banco Central de Cuba que establecen las formas de las relaciones contractuales y las formas e instrumentos de pagos entre personas naturales y jurídicas, respectivamente, entonces apareció por un lado el miedo por parte de las empresas a realizar estas operaciones y por otro las reglamentaciones de las empresas regulando las formas de trabajos con los particulares.

Quiero ponerles un ejemplo real. El grupo empresarial de la industria alimentaria no me contrata porque dice tener empresas en el grupo que le pueden brindar el servicio que yo le ofrezco, pero lo cierto es que sus empresas están carente de esas producciones vitales o el asesor legal del puerto que decide no autorizar el contrato porque ese dinero va a parar al bolsillo del particular. Mientras el puerto sigue con los problemas derivados de no poseer esas producciones. ¿Se estará ayudando de esta manera a los esfuerzos del país por establecer ese tan necesario modelo económico cubano?

El capital de inicio lo he gastado pagando una licencia que no funciona, y no funciona por causa de qué: la burocracia, el capricho y el miedo no la dejan funcionar y si la entrego entonces no tengo documentación para gestionar contrato y no tengo otro modo de sostener mi hogar. ¿Qué hago?

O. Zayas

Sobre las migraciones desmedidas o no controladas

He estado al tanto de las cartas publicadas referentes al arribo de personas procedentes de otras regiones.

Todos recordamos y aun está vigente la aplicación del Decreto 217 que regula el arribo de personas a la capital para ser acogidos en algún núcleo familiar.

Como concepto pienso que debe primar el respeto a criterios de las personas, que se han referido al tema.

He leído detenidamente lo que se ha publicado por varios lectores y me pregunto yo, ¿cómo anda el Decreto 217, está derogado?, ¿qué nivel de aplicación tiene?, ¿los infractores no lo conocen?, ¿no lo respetan?

Como veo inmigración desmedida o no controlada en la capital de todos los cubanos, concepto a mi juicio a interpretar desde el punto de vista económico y social:

1. ¿Se conoce aunque sea por apreciación la cantidad de personas que han arribado a la capital?

2. ¿Qué fuente de empleo se les puede ofertar si se trabaja en la reducción de plantillas?

3. ¿De qué viven esas personas que no tienen fuente de empleo, por tanto, no devengan un salario?

4. ¿Cómo les llegan los servicios esenciales como son la salud, la educación a los niños, la electricidad, los alimentos, los recursos energéticos para sus alimentos, el agua, el transporte, cuyo 50 % está de baja por mantenimiento o reparación?

5. ¿Está preparada la ciudad para otorgar la atención que requieren esos arribantes?, me refiero al balance socioeconómico que se tiene.

6. Referente a la vivienda, recordaré lo que se publicó hace unos días en la última página de este periódico en el artículo titulado "Atajar el desorden", referido a lo que está ocurriendo en el municipio de Cárdenas, uno de los más prósperos del país.

No comentaré sobre el escrito porque todo está claro, solo expresaré:

¿Cuántos de estos asentamientos están con iguales o peores condiciones en la capital?

¿Estarán los mismos urbanizados debidamente?

¿Estarán todos legalizados, contarán con los servicios básicos de luz, agua, etcétera?

Confío en que lo que debemos es ordenar y exigir por la disciplina y la legalidad.

A. A. Núñez

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Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

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