Publicadas
el 27 de abril de 2012
Una preocupación sobre el teléfono ilegal
Como parte de la actualización del modelo económico
cubano, nuestro Gobierno ha liberado la compra/venta de viviendas.
Esta medida ha puesto en manos de los propietarios de viviendas un
valor de cambio que les permite tomar las decisiones que consideren
pertinentes, pero sobre todo pone fin al enjambre de ilegalidades
que se venían arrastrando con el traspaso de las propiedades.
Ahora, los cubanos podemos sencillamente adquirir o
vender nuestra vivienda y dormir tranquilos sin incurrir en una
ilegalidad. ¿Pero, está despejado todo el camino?
Pues no es así, aún queda un tema por resolver, que
por alguna razón inexplicable ha quedado desfasado respecto a la
realidad nacional: el teléfono. Resulta que se puede realizar
fácilmente el traspaso de propiedad de la vivienda, pero ETECSA solo
reconoce cuatro motivos para el traspaso de propiedad de la línea
telefónica:
1. Fallecimiento del titular.
2. Salida definitiva del país (del titular).
3. Divorcio.
4. Permuta con el propietario de otra línea
telefónica, o sea, intercambio de números.
Si usted adquiere una vivienda (legalmente), no
puede poner la línea telefónica a su nombre ¿Cómo se explica esto?
La única solución por el momento es quedarse con una línea que no le
pertenece legalmente, lo que genera incertidumbre y pudiera traer
todo tipo de problemas.
I. E. Soto
Desacuerdo con la respuesta de la Dirección
Provincial de Salud
Supongo que la respuesta de la Dirección Provincial
de Salud de La Habana, aparecida en el Granma del viernes 20 de
abril, se ajusta a lo ocurrido, pero deseo dejar constancia de que
no me parece justo el descuento salarial a la trabajadora, mientras
que a los funcionarios administrativos se les amonesta.
J. Bernal Camero
La reventa de productos industriales es la
legalización de la bolsa negra
A mi juicio, con la concesión de la licencia de
trabajadores por cuenta propia a los revendedores, se crea una doble
situación que requiere un análisis diferenciado.
Por un lado, están los carretilleros o revendedores
de productos del agro. El ejercicio de esta actividad, a mi modo de
ver, no lesiona a quien decide trasladarse hasta el agro, porque,
por lo general, la mercancía no se agota y si algún producto se
agotara, hay otro. Es mi decisión de compradora si camino un poco y
voy hasta el mercado, lo que me sale algo más barato, o gasto un
poco más, pero adquiero lo que necesito en la puerta de mi casa.
Además, este oficio entronca con nuestras tradiciones y ya
reverdecen los pregones que, también, forman parte de nuestra
cultura.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con los revendedores
de productos industriales. Si usted necesita, por ejemplo, baterías
o pilas, no tiene ya la opción de obtenerlas en una shoping
al precio de un peso (moneda convertible), porque esos y otros
tantos productos desaparecen de la red de tiendas en divisas y usted
puede solo comprarlos a los revendedores por 40 cada una (moneda
nacional). Saquemos cuentas: un peso (convertible) equivale a 25
(moneda nacional): el producto se encareció en 15 pesos y esa
cantidad es el salario de un día de un trabajador promedio.
Otro ejemplo, necesité una brocha, cuyo precio
oficial es 0.95 centavos (moneda convertible); pero como en la
ferretería no la había, tuve que adquirirla en el área de
"trabajadores" por cuenta propia —ubicada frente a la ferretería de
Carlos III—, al precio de 40 pesos (moneda nacional). En ese lugar,
hay de todo lo que se vendía en el mercado en moneda convertible,
pero que ha desaparecido de estas tiendas. ¡Claro, a mayor precio!
Al indagar con uno de los vendedores de la
ferretería de Carlos III, este explicó que ellos no podían limitar
la venta, que si una persona deseaba adquirir todas las brochas en
existencia, podía hacerlo. Creo que sería interesante hacer la
comparación de los precios¼ y el análisis
de cómo repercute esto en el bolsillo del cubano.
No tengo nada en contra de que quienes inviertan
trabajo obtengan una ganancia. No tengo nada en contra de los
cambios producidos en el sector de peluquerías y barberías —aunque
creo que cobrar 25 pesos (moneda nacional) por un pelado es excesivo
y tampoco hay mucha posibilidad de elegir: en mi barrio hay una sola
peluquera—; ni tampoco, por ejemplo, contra el mercado de ropa y
zapatos o de comidas, que todos suponen un trabajo.
Sin embargo, esto de los productos industriales no
es más que la legalización de la bolsa negra, con lo que se crea una
situación que afecta al trabajador, dando lugar a un segundo nivel
de carestía por encima del "oficial", que ya es bastante alto y no
juega con el salario promedio.
Creo que el asunto amerita una investigación.
M. L. García Moreno
Propuesta para ahorrar
Desde hace mucho tiempo utilizo el transporte del
ciclobus en La Habana que, como se conoce, traslada las motos y
bicicletas desde el reparto Camilo Cienfuegos en La Habana del Este
hasta el parque del Curita en Centro Habana.
Este es un servicio que presta el Ministerio del
Transporte con una guagua para que los que vivimos en cualquiera de
los extremos antes mencionados y necesitamos desplazarnos por
motivos de trabajo o cualquiera que sea, al otro lado de la bahía,
desde las 6 de la mañana hasta cerca de las 7 de la noche.
El motivo de mi planteamiento radica en por qué un
viaje tan largo si precisamente el único objetivo es cruzar el túnel
con el referido transporte y esto se puede lograr ajustando el
recorrido desde La Cabaña hasta el Bar Cabaña, a la entrada de la
ciudad, y viceversa. Una práctica similar la vimos durante el
periodo especial y funcionaba perfectamente.
El ahorro es en todo y la mejora del servicio es
significativa. El ir y venir de este transporte por las calles de La
Habana y desde el túnel hasta el Hospital Naval ida y vuelta por la
mañana y por la tarde se evita.
Estoy seguro de que el simple estudio e
instrumentación de esta medida ocasionará un mejor servicio y un
ahorro considerable de combustible, piezas, gomas y se racionaliza
el personal que controla en uno y otro puntos el desplazamiento de
la guagua. Atendiendo a esto, es posible inclusive que el horario se
extienda al menos hasta las 9 de la noche.
J. C. Bengoechea Blanco
Las irregularidades en la distribución de la
prensa
Quisiera comentar un tema que me parece nos toca a
muchos: la distribución de la prensa.
Por lo menos en La Habana, la situación con respecto
al asunto es preocupante. Los periódicos nacionales son inaccesibles
para el común de los mortales y son muchas las deficiencias que
pudieran anotarse y de las que no se habla.
1. Llegan a cualquier hora y muchas veces, puedo
documentar casos, son traídos por personas que se ofrecen para
hacerlo, porque la distribución oficial del correo no lo hace. Desde
luego, me consta que ello conlleva a recibir varios ejemplares "por
gestión".
2. En muchos lugares la persona responsable de su
venta a la población se reserva una cantidad indeterminada de
ejemplares para su particular distribución: "¿amigos?"
3. En los correos centrales donde se distribuyen
(conozco los casos de Playa y Plaza), primero se separan los de los
correos a los que acuden los centros de trabajo a recoger las
suscripciones y mucho después aquellos destinados a la población.
Estos son algunos ejemplos de irregularidades en
este servicio, no son todos, por ejemplo, la venta "por la libre" a
precios cinco veces superiores a los oficiales. En fin, hay
deformaciones en la distribución de un instrumento de orientación y
educación revolucionaria de nuestro pueblo.
R. Fernández Domínguez
Ruidos en exceso
En los últimos tiempos en la capital, he visto
crecer una nueva moda: orquestas, grupos musicales que ensayan en
apartamentos de edificios multifamiliares, con audio incluido,
durante gran parte del día. ¿Se imaginan el efecto que producen esos
altos decibeles que inundan los apartamentos colindantes?
En un edificio, se sabe, viven niños pequeños,
personas mayores, otros que trabajan en jornadas nocturnas, puede
haber alguien eventualmente enfermo, o sano, todos necesitan
descansar, pero es totalmente imposible, se impone la estridencia de
la música que sin tener en cuenta las molestias que ocasiona,
obligan a escuchar, alegando que tienen permiso para ensayar en ese
lugar, unos dicen que se los otorgó la Policía, otros que fue la
empresa musical a la cual pertenecen. Pienso que esta empresa, al
igual que les proporcionan contratos, deben proporcionarles un local
adecuado para estos fines y así no molestan a nadie. Y no creo que
sea la Policía, pues su función es cuidar el orden.
Tengo entendido que existe una campaña nacional
contra la contaminación sonora y me pregunto: ¿Hasta cuándo hay que
resignarse con que cada quien haga lo que le parece, sin que en la
ciudad exista alguien que en ese y otros asuntos de indisciplina
social haga cumplir lo establecido para hacer valer el respeto hacia
la ciudadanía?
Eso sin contar que a cuenta de molestar, tal vez
alquilen su apartamento para esos fines, se enriquecen sus bolsillos
y los demás que soporten.
S. Rabel Rodríguez
Precios muy altos
Hace unos días entré a una tienda de productos
industriales en Topes de Collantes para comprar un producto y como a
todos nos ocurre, pasé la vista por las ofertas a disposición del
público. Cuál no sería mi sorpresa al encontrarme con los precios
que a continuación relaciono:
· Herrajes de baño plástico de Facturación Nacional.
175 pesos.
· Llave de paso de cobre de Facturación Nacional. 90
pesos.
· Llave Empotrar Ducha de cobre de Facturación
Nacional. 90 pesos.
· Llave de agua de ½ sin niquelar de Facturación
Nacional. 150 pesos.
· Conjunto de Lavamanos plástico de Facturación
Nacional. 80 pesos.
¿Cómo es posible estos precios en productos de
facturación Nacional, de plástico y con esos exorbitantes precios?
¿Cómo es posible que una Empresa de producción
nacional pueda lograr resultados económicos con ofertas de productos
con precios que solo uno de ellos es casi el 33 % del salario medio
promedio de un obrero cubano?
¿Cómo es posible que no se comprenda que estas
ofertas están relacionadas con un tema tan vital como el ahorro de
agua y que los mismos, que no reflejan ni el costo del producto ni
nada, tampoco contribuyen a la solución por la familia cubana de los
serios problemas relacionados con los salideros de agua en las
viviendas?
Estos precios están generalizados y son
contraproducentes en relación con la voluntad hidráulica del Estado
cubano y la política de ahorro de agua que tenemos vigente. No
cumplen las orientaciones establecidas en los Lineamientos del VI
Congreso del PCC, en especial el número 296 sobre precios en este
giro.
M. A. Hernández Calzada
Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General
Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba.
Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o
al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos
881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177. |
|