Publicadas
el 20 de abril de 2012
Trabas con un crédito bancario
El pasado 16 de noviembre del 2011 se firmó el
Decreto-Ley 289 que establece el otorgamiento de crédito para la
población, y en mi caso como propietario de tierra en usufructo
podía solicitar un crédito para la compra y reparación de equipos y
medios de trabajo, el fomento, renovación o rehabilitación de
plantaciones y para cualquier otro fin que contribuya a incrementar
la producción agropecuaria según establece el capítulo II artículo 8
inciso b.
En el mes de enero del 2012 y conociendo la
existencia del referido Decreto-Ley, comencé la rehabilitación de
una finca que se me había entregado mediante el Decreto-Ley 259,
donde he invertido dinero y esfuerzo.
En el mes de febrero me presento al Banco de Crédito
y Comercio de Matanzas para conocer los mecanismos para la obtención
de un crédito y me atienden con mucha cortesía y me solicitan
requisitos que no puedo cumplir, como por ejemplo que debo tener
asegurada la nave para la cría de cerdos. La Empresa de Seguro
Estatal me plantea que ellos no pueden asegurar una obra que no está
concluida, que pudiera resolverse si el banco acepta un mecanismo
que no está establecido, etcétera.
El 16 de abril me dirijo nuevamente al banco donde
me explica la especialista que consultó con la provincia y le
plantearon que no se puede dar crédito a los campesinos para
materiales de construcción que vende el MINCIN, así como tampoco
para comprar una turbina, ni pagar mano de obra.
A mi entender esto no se corresponde con lo
planteado en el Decreto-Ley 289, que establece la facilidad a los
pequeños agricultores para hacer producir la tierra.
No entiendo estos mecanismos que considero dañan la
credibilidad en la política económica de la Revolución, y en mi caso
ahora me veo con un gasto realizado sin poderlo concluir y sin
poderlo explotar y me pregunto: ¿por qué tanto burocratismo y tantas
trabas?, ¿por qué se piden tantos documentos que no son importantes
ni necesarios?, ¿por qué no sirve como garantía para un crédito
bancario una vivienda recibida por donación que no se esta viviendo
aunque no esté en zona de playa?
F. Gutiérrez Utria
Escuelas de choferes
El tema que me hace dirigirme a ustedes está
relacionado con las nuevas escuelas del tránsito, ubicadas en las
cabeceras provinciales y por las que los choferes noveles tienen
obligatoriamente que pasar antes de iniciar los trámites en la
unidad de Tránsito para obtener la licencia de conducción.
Radico en la ciudad de Camagüey, y al inicio, cuando
mi esposa y yo comenzamos los chequeos médicos pertinentes, escuché
sobre la obligatoriedad de la escuela de tránsito para choferes
noveles. Esto realmente me pareció algo muy provechoso, sobre todo
por mi compañera, que no tiene experiencia alguna en estos temas.
Esperanzados en matricular, nos dirigimos al lugar
donde se encuentra dicha escuela en la ciudad de Camagüey, y me
sorprendí al ver que existían varios horarios al día, de manera que
cada cual tome el que más le sea conveniente, hasta allí todo bien,
pero noté que en la puerta estaba cancelado el horario de 5:00 a
7:00 p.m., que es el que puedo tomar, al igual, me imagino, que la
mayoría de los compañeros que trabajen en una entidad estatal con
horario de 8:00 a.m. a 4:30 p.m.
Entonces mi pregunta en este punto es: ¿Tienen los
trabajadores que ausentarse obligatoriamente de su centro laboral
para asistir a la obligatoria escuela de choferes sin la que es
imposible obtener una licencia de conducción, o esperar a que se
acumulen 15 días de vacaciones y dedicar dos horas diarias para
asistir a clases cuando se supone que esos días son para utilizarlos
en visitar a la familia o realizar las labores hogareñas que durante
el año no se ha tenido el tiempo que necesitan?
La siguiente sorpresa fue cuando el compañero
recepcionista, muy atento, nos comunicó que la escuela facilita solo
clases teóricas, pues "hace meses que están arreglando los autos
para brindar el servicio de clases prácticas, pero todavía no están
listos por falta de piezas de repuesto". Imagínense, en la empresa
Cubataxi. ¿Cómo se entiende que haya que pagar 45 pesos adicionales?
Además de los 30 de sellos y los 25 para las fotos, del salario,
recordemos, para estudiar algo que existe en los tabloides, bien
baratos y sustanciosos en cuanto a conocimientos teóricos de
vialidad y tránsito, que se han puesto a disposición de todos en los
estanquillos y que además puedes escoger cuándo, cómo y durante qué
tiempo estudiarlos. Además sabiendo que existe una prueba teórica
que debes repetir una y otra vez hasta que alcances el nivel de
conocimientos requerido y que algunos coterráneos, sin tener en
cuenta su nivel intelectual, han desaprobado tantas veces como para
desistir de obtener su licencia de conducción.
Estoy de acuerdo totalmente con que exista la
escuela y a favor del aporte en la formación de choferes más
precavidos para evitar las dolorosas pérdidas humanas y materiales
que cada año ocurren en nuestro país, incluso de pagar los 45 pesos
o los que fueran necesarios, pero considero que no es correcto, ni
educativo, ni saludable para el país, en medio de la situación
actual, brindar conocimientos solo teóricos de una actividad
teórico-práctica, que se pueden adquirir de manera autodidacta y que
además son medibles por las pruebas de tránsito, durante quince días
del mes y en horario laboral.
Pienso que si realmente se quisieran lograr los
objetivos y que no fuera algo interpretado como simplemente un
incremento en las tarifas monetarias y de tiempo necesarias para
adquirir la licencia de conducción, debían brindarse, y en mayor
cuantía, lo mismo las clases prácticas que las teóricas, y que se
establecieran horarios que no inciten a los trabajadores a violar lo
establecido en el Código Laboral para asistir a las escuelas de
choferes.
D. Valdés Martínez
Preocupación con los animales sueltos en la vía
Mi preocupación como chofer es con los animales en
la vía, los cuales causan grandes daños humanos y materiales. Me
pregunto: ¿No hay policías o cuerpos de seguridad vial que velen por
esto?
En el tramo de la carretera de Coliseo a Cárdenas,
en la provincia de Matanzas, puedes pasar a cualquier hora del día y
las vacas siempre están a la orilla de la carretera como si por
ellas nadie tuviera que velar, si al menos estos animales los
recogieran, como se recogen los autos mal parqueados, qué felicidad.
Estos animales pudieran pasar a un lugar de
retención temporal, los dueños pagar multas elevadas si son de
particulares, si no los reclaman se sacrifican a favor de la
alimentación del pueblo, y si son de entidades estatales, multas
similares a los directivos que tengan licencia de conducción, y si
no se reclaman, sacrificarlos con el mismo destino.
J. Mayo Nuviola
Una correcta planificación en el flujo migratorio
sería lo ideal
En el lógico proceso evolutivo de la especie humana,
siempre ha existido la propensión a emigrar. Para su regulación, se
fueron creando mecanismos, así como se implementaron acciones y
medidas adecuadas, en las direcciones más convenientes de la
planificación del proceso de desarrollo social. Para nadie es un
secreto que La Habana, por obvias razones, absorbe el número mayor
de inmigrantes interprovinciales del país.
Apelando al respeto que se merecen los que disfrutan
al leer esta sección, me gustaría adicionar los siguientes elementos
sobre el impacto del comportamiento migratorio hacia la capital. Con
toda seguridad, siempre que exista un desplazamiento poblacional no
concebido y desordenado, habrá que, responsablemente, tomar medidas
para atenuar su efecto. Para nuestra sociedad este fenómeno es un
serio motivo de preocupación en la esfera social, por todos los
problemas colaterales que el mismo conlleva. No se trata de rechazar
a quienes, por diversas razones, están implicados en esta práctica.
Eso sería un error imperdonable. Se trata de crear condiciones y
aplicar políticas sociales y de planificación, para evitar que estos
éxodos no programados nos causen daños irreparables en el plano de
distribución social.
La política socio-migratoria de nuestro país es muy
clara y se corresponde con nuestras particularidades, por lo que ni
remotamente, es discriminatoria. De acuerdo con nuestros intereses,
es aplicada en todo el territorio nacional. Esta fue una cuestión
que quedó en un pasado, ya lejano en el tiempo. En esos preceptos
nos hemos educado y formado los cubanos, quienes aprendimos a
apreciar la importancia de un entorno sociocultural propicio y a
valorar con creces el aporte proveniente de diferentes regiones del
país, del que se ha nutrido la capital.
Nuestro accionar debe encaminarse a reducir las
disparidades sociales y la respuesta no ha sido la más efectiva para
regular esa migración no dirigida y descontrolada, dada la cantidad
de inmigrantes interprovinciales que a la capital arriban. Aunque se
han aprobado decretos que reglamentan estos traslados espontáneos
hacia La Habana, aún existen fallas visibles en su implementación.
Éticamente sería imperdonable no reconocer el
orgullo que sentimos al ver la multiplicidad de culturas que se
entremezclan en la capital, gracias a quienes, procedentes de
distintos terruños, han dejado el valor de sus huellas físicas y han
contribuido a reforzar las raíces culturales, para hacer más
auténtica y cubana nuestra idiosincrasia. Cuando sucede así, se
insertan nuevos patrones que favorecen y diversifican la vida
socio-cultural y política de cualquier espacio territorial,
haciéndola mucho más representativa y enriquecedora.
En su propia esencia transformadora, la Revolución
es el acontecimiento socio-político más trascendental en Cuba. Con
ella se abrieron nuevas posibilidades, se elevó el nivel educacional
de la población y como nunca antes, se fortaleció el sentimiento de
nación, al acercarse el campo a la ciudad y viceversa. Nuestros
principales líderes, llevando consigo la prédica martiana, han sido
un fiel ejemplo en ello y se dieron a la tarea de fomentar el
concepto de un pueblo cubano homogéneo, sin descuidar lo
cualitativo. Por eso, un deportista, un profesional, un intelectual
o un diplomático dondequiera que esté y nos represente, es un cubano
y por supuesto, lo hace a nombre de Cuba.
Llámese como se llame, ante estos fenómenos
descontrolados y no planificados por nadie, habrá que seguir
trabajando para erradicarlos, por lo que para el logro radical,
sería muy conveniente unificar criterios. Este desorden migratorio
no guarda ni la más remota relación con lo más representativo de la
sociedad cubana. Por lo tanto, nuestro deber no es solo decirlo,
sino con nuestra modesta opinión, crear conciencia para prevenir a
tiempo. La cara social que proyecta la capital es imprescindible
para todos, por lo que si se trasladan los mejores valores, todos
por igual nos beneficiamos, pero duele cuando sucede lo contrario.
Entonces, no podemos contagiar el entorno para hacernos cómplices de
ese actuar nocivo. Es una realidad cruda que golpea e impacta
negativamente en la imagen del país. Una correcta planificación en
el flujo migratorio sería lo ideal. Bien planificada, organizada y
debidamente concebida.
El sentido de mis palabras no es herir
susceptibilidades, el objetivo de esta carta está bien lejos de esas
mezquinas intenciones. Seamos juiciosos y no nos llamemos a engaño.
Desentrañar la complejidad social de la capital es nuestra
responsabilidad. Por lo que, de mantenerse estas corrientes
migratorias espontáneas, no controladas hacia La Habana, la vida en
la capital será cada vez más adversa e insostenible. Y eso, no
podemos permitirlo.
J. Pozo Álvarez
Somos capaces de luchar contra lo mal hecho por la
tranquilidad ciudadana
Hace unos días fui testigo presencial de un hecho
que me alegró enormemente. Viajaba hacia mi trabajo en la ruta P1,
número 766, alrededor de las 12 del mediodía, y un poco antes de
entrar al túnel vi cómo dentro del ómnibus un compañero vestido de
civil inmovilizaba a alguien que estaba tratando de robarle a un
pasajero que viajaba en el ómnibus.
Se notaba la enorme felicidad en los rostros de los
que viajábamos en esa guagua, se había hecho justicia. No sé cuál
habrá sido el desenlace, pues me bajé antes que los implicados, no
sé qué medida será tomada con ese carterista, pero lo que sí quedó
demostrado es que somos capaces de luchar contra lo mal hecho.
Con el empeoramiento del transporte urbano, por las
razones que ya todos conocemos, han comenzado a aflorar estos
elementos antisociales, los cuales no tienen ningún tipo de
escrúpulos. Son muy fáciles de reconocer, generalmente actúan en
grupos de más de dos, y llevan alguna mochilita vacía colgada
delante, al parecer para poder cubrirse la mano antes de meterla en
algún bolsillo ajeno. A ellos les da lo mismo dejar sin dinero a una
anciana, un minusválido, un hombre trabajador o un joven estudiante,
y no solo sin dinero, pues en la mayoría de los casos, también
sustraen el carné de identidad, las tarjetas magnéticas y otros
documentos importantes, lo que obliga al perjudicado a emplear días
de trabajo para su nueva confección.
Felicito a este compañero por su valiente actitud, y
sería muy bueno que estas personas anónimas que luchan contra lo mal
hecho se multiplicaran, pues si somos capaces con mucha inteligencia
de penetrar en las filas del poderoso enemigo que tenemos al norte
con el objetivo de mantener las innumerables conquistas alcanzadas
por nuestra Revolución, estoy seguro de que también podremos
desenmascarar a estos enemigos internos, que tanto daño nos hacen y
que tan descaradamente perturban la tranquilidad ciudadana.
J. C. Chávez Rodríguez
Dos años de papeleo y trámites por seis hectáreas de
tierra
En fecha 14 de enero del año 2010, me personé en la
Delegación Municipal de la Agricultura en Guanabacoa para presentar
una solicitud de las tierras en la dirección donde resido, que poseo
desde el año 2005 y que he utilizado para explotarlas como líneas de
cultivos varios y pastoreos de ganado menor. En octubre de ese mismo
año fueron medidas por los compañeros de Geocuba, que midieron 6,85
hectáreas.
Posteriormente, me dirigí al Departamento de la
Tierra con el objetivo de conocer en qué fase se encontraba el
proceso y me mostraron el expediente y me comunicaron que debería
esperar, ya que debía pasar por la Comisión de Asuntos Agrarios y el
órgano consultor para poder ser aprobado.
Fui citado en octubre del 2011, ya que el aval de la
CCS Fortalecida no se correspondía con el radio de acción, me
entregaron un modelo nuevo, el cual fue entregado al presidente de
la CCS Valle Grande para que diera su consentimiento, el cual lo
aprobó en la junta directiva y fue entregado en el Departamento de
la Tierra.
Seguí esperando por la respuesta del proceso hasta
el día 8 de febrero de este año en que llego al área y me encuentro
que habían retirado la cerca y el sembrado de yuca que existía y
estaban buldoceando toda el área. Al preguntar a la persona que
estaba al frente de la tarea me respondió que esas tierras eran de
un tal Nicle, pero ahora se las entregaron a él; yo le respondí que
ese Nicle era yo, y él me expresó que nada más me habían dejado 0,25
hectáreas. Me pregunto: ¿Cómo él sabía lo que me correspondía?
El mismo día me presento a la delegación municipal y
me entrevisto con el abogado, planteándole esta situación y me
contestó que pasados 15 días me daba una respuesta. Mientras yo
esperaba ese momento, me entrevisté con el director y nuevamente con
el abogado y, al concluir la entrevista, el director le dice al
abogado que se debe detener el trabajo que se estaba haciendo en el
área y que el expediente que se encontraba en el órgano consultor lo
habían mandado a profundizar sin explicar los motivos y me darían
respuesta de esta situación al día siguiente.
El 9 de febrero de este año me dirijo al compañero
que atiende la Esfera Agroalimentaria del Partido municipal,
explicándole la situación que vengo presentando en el área, y este
me contesta que me dirija al registro a revisar mi expediente. Al
revisar este, aparecía una medida cartográfica de 0,25 hectáreas
dictada desde enero 23 del 2012.
¿Cómo es posible que en octubre el aval de la CCS
entregado al registro coincide con el área medida de fecha 23 de
noviembre del 2010, ya que fue llenado por la registradora con la
medida del catastro, de 6,85 hectáreas y que ahora no consta en el
expediente? Y ahora en mi expediente con el número 894 me percato de
que todo estaba en orden menos el certifico del catastro, porque el
original que había entrado al expediente con el número 6 y folio 6-7
de fecha 23 de noviembre del 2010, 6,85 hectáreas, no estaba en su
lugar, sino uno de fecha 23 de enero del 2012, pero con 0,25
hectáreas sin número de folio ya que no fue registrado en el índice
de documento de mi expediente, por lo tanto supongo que sea un
error.
El 13 de febrero del año 2012 entregué personalmente
una queja dirigida al delegado municipal y recibida por su
secretaria, en ella hago alusión a la ocupación del área y el
evidente extravío del documento de Geocuba de mi expediente y el
ingreso de otro, no pudiendo efectuar ninguna acción en el área ya
que la tengo invadida por un buldócer y un contenedor.
El 27 de febrero fui citado a la Delegación de la
Agricultura por los inspectores para aclarar la situación del
buldócer y el contenedor, quedando en acta y firmado por varios
funcionarios del Registro, se queda como acuerdo que el miércoles 29
de febrero del 2012 se debe definir mi situación.
Hasta la fecha no tengo respuesta por parte de
ningún funcionario de la Delegación Municipal de la Agricultura.
G. Nicle Rodríguez
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