Publicadas el 6 de abril de 2012

Punto de venta de materiales, corrupción y desvío

El 30 de marzo del presente año, en el punto de venta de materiales de la construcción a la entrada de la ciudad de Sagua la Grande, provincia de Villa Clara, en horas de la tarde entró una rastra cargada de acero, que desde el mes de diciembre no entraba en el municipio, y ¿qué sucedió?, solo las tres primeras personas de la cola que habían dormido en ese lugar la noche anterior pudieron acceder a la compra del acero.

¿Qué fue lo insólito?, el resto del material fue comprado por personas que no estaban en la cola y tenían la posibilidad de ofrecer hasta 500 pesos, como expresó desvergonzadamente uno de los compradores, que gritó a los presentes en la puerta del establecimiento, porque no le permitían la salida al camión, "que él había pagado 500 pesos allá dentro para comprar la cabilla".

Como se puede comprender, este pueblo en su mayoría somos trabajadores, incluso algunos, teniendo el crédito que ofrece el Estado, no pueden acceder a comprar materiales pagándolos al precio de la especulación. Lo más triste es que los propios directivos y trabajadores de este centro son los que facilitan y se hacen partícipes de ese hecho tan criticado, rechazado y objeto de análisis profundo en el Sexto Congreso del Partido y en la propia Conferencia Nacional realizada en enero, donde Raúl ha declarado una guerra abierta contra la corrupción y el fraude.

Agregamos a la situación del acero, lo que sucede con el resto de los materiales, por ejemplo, el bloque, rebajado a cuatro y seis pesos, ellos lo venden un peso por encima de su precio.

Cuando llega el material al punto y el usuario se dispone a comprar, le responden: "ya todo está vendido". ¿Cuál es la vía?: el que tiene posibilidad de dinero lo solicita y se lo llevan hasta la puerta de su casa. ¿Cuál es entonces la posibilidad de esta parte del pueblo que depende de un salario y de un crédito?

Es muy desalentador, también, que en ese punto se presentaron, a solicitud de la población inconforme, dos jeep de la policía y la situación no fue ni medianamente resuelta, se personó un funcionario de la Empresa de Comercio y fue incapaz, por su gestión, de aplacar la situación de la población, ni tampoco de accionar, junto al administrador del establecimiento, para dar una respuesta esclarecedora a esta gravísima situación.

Es preciso aclarar que hace aproximadamente un mes fue sustituido el administrador anterior por esas mismas irregularidades, pero... los problemas se mantienen y se acrecientan.

Todas las personas que necesitamos construir o reparar, incluidas las que se les está descontando el crédito y no han podido hacer uso de ese dinero, necesitamos una solución a nuestro problema.

M. C. Mariño Benítez

La necesaria revitalización de la organización y formación del trabajo

Soy graduado de la Escuela Nacional de Organización del Trabajo y los Salarios (OTS) Julián Grimau (enero 1974), en la capital. Me gradué en un momento en que se le daba mucha importancia a la organización y normación del trabajo y tanto fue así que mis primeros dos años los dediqué a realizar estudios y determinar normas de trabajo en el taller de tornos de mi Empresa Azucarera Colombia, de los cuales se plasmaron en catálogos de normas técnicas más de 1 500, o sea, que desde un eje de bicicleta hasta una tuerca de rueda de camión Zil 130 estaban determinadas técnicamente en él.

Hoy desgraciadamente nada de esto existe y hemos ido de lo sumamente bueno al estado de descontrol actual del tiempo real de trabajo; al tratar de obviar esto, hoy nuestras unidades productoras proponen tasas por unidad (por toneladas de caña cortada, por litro de leche extraída, etc.), a ojo de buen cubero, a partir de los créditos que el Banco otorga para esas actividades y no se tienen en cuenta la medición del tiempo de trabajo y los volúmenes realizados en la jornada laboral.

Desaparecieron los buroes de normativas, al igual que las áreas de control de la calidad, sin embargo, en la actualidad existen los calificadores de cargo donde están contempladas estas actividades y en ellos están concebidos estos (Resolución 77 de 2009 Calificador Común de Técnicos). ¿Qué ha pasado?, sencillamente que las administraciones han tomado la revisión de las plantillas infladas como centro del trabajo, pero no han tenido en cuenta las actividades que no pueden dejar de realizarse, ni se han ejecutado los estudios de OTS pertinentes, ni los balances de carga y capacidad necesarios para determinar realmente los trabajadores necesarios y que realicen las actividades que complementen su jornada laboral.

Hoy la mayoría de los contenidos de trabajo de los técnicos carecen de objetividad debido a que carecen de los elementos técnicos necesarios, y no precisamente tiene que existir un técnico de calidad si el balance de carga arroja que para esa actividad no es necesario un trabajador, sino que debe simultanear esta con otra que complemente sus 450 minutos efectivos de trabajo.

Hoy día el extinto Ministerio del Azúcar, hoy AZCUBA está tratando de rescatar esta actividad y ha elaborado catálogos de normas generales para las principales actividades agrícolas, sin embargo, esto es insuficiente debido a las características propias de cada municipio, cada terreno y hasta el tipo de enyerbamiento que propicia necesariamente los estudios de OTS a realizar donde, por obligación, el volumen de trabajo realizado, tiempo invertido o servicios prestados sea el objetivo del mismo (normas de producción, de tiempo y de servicio) y donde la productividad física real sea el principal punto a analizar y controlar, que el hombre reciba su salario por sus resultados, pero estos no pueden separarse nunca de su trabajo físico y sus resultados diarios, y esto no podrá nunca lograrse si no se aplican correctamente las normas de trabajo.

No se puede negar que cualquier tipo de pago, sea a destajo, que generalmente se controla diariamente y así se calcula, como aquel que se retribuye al finalizar el mes, el trimestre o el año, al efectuar la cosecha, no pueden quedar a espaldas de lo que un hombre puede realizar en su jornada laboral, que es en definitiva lo que el trabajador percibirá a modo de anticipo hasta que transcurra el periodo fijado para medir los resultados.

La mayoría de los institutos de estudios laborales (IPEL en provincias, y ENEL en la capital) han desaparecido, y donde se mantienen no cumplen el papel para el cual fueron creados. Es imprescindible que nuestros directivos alcancen el nivel necesario no solo en la economía, sino en otros aspectos tan importantes y que influyen de forma directa en esta.

La correcta organización del trabajo está pidiendo a gritos su revitalización. Mientras el país no pueda incrementar los salarios debido al bajo nivel productivo y la correcta relación salario medio-productividad, tenemos que lograr que el pago normado por los resultados resuelva en parte este problema, pero nunca en detrimento de la organización y normación del trabajo, nunca pagar más de lo que se hizo en la jornada, pero sobre la base de lo que el trabajador y su equipo o implemento debían realizar a través de un estudio de normación adaptado a las condiciones específicas de cada unidad. Este aspecto es el que está influyendo hoy sobre el incremento del salario medio sin elevar en proporción la productividad física del hombre.

La productividad física a la que me refiero no es la que se calcula en los balances económicos dividiendo el valor agregado bruto entre los trabajadores, sino la que se obtiene en el surco o en el taller.

J. A. Pérez Pérez

¿Ya no hay convenios de recogida de materia prima con los CDR?

He podido observar en el reportaje de ese diario con el título "Un negocio redondo y muchas mentes cuadradas", significativos incumplimientos de varias empresas con la recuperación de materias primas, según lo legislado en la Ley 1288 de 1975, contratado con la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas y que hasta la fecha no se han cumplido dichos acuerdos, tanto por parte de la UERMP, como por las empresas incumplidoras, pues para eso existen las salas de lo Económico de los Tribunales Populares.

Mi inquietud es si la UERMP tiene firmados contratos para la recuperación de la materia prima con los CDR, pues por lo menos en mi región ya no se recogen por los CDR; yo recuerdo que en las décadas de los 60 y 70, todos los meses se escogía un domingo para la recuperación de esas materias. En el ejecutivo del CDR existía un compañero, con varios activistas, para la recogida, se acumulaban en una vivienda y al otro día iba el camión a recogerlas y era significativa la cantidad de materia prima que se recogía, y eso ya no existe en los CDR, desconozco los motivos por los cuales los CDR ya no tienen eso como tarea para la emulación, ¿o es que pasa igual que las empresas incumplidoras que señalaron en el periódico?

O. Pérez García

Acaparamiento y especulación

Nuevamente retomo este tema, toda vez que ha sido tratado ya en otras ocasiones en nuestra prensa, pero realmente me preocupa la magnitud del problema. En varias ocasiones he tenido necesidad de adquirir productos como son tubos fluorescentes y encendedores para lámparas en mi vivienda y, al dirigirme a adquirirlos en las tiendas, no me es posible encontrarlos o, cuando en ocasiones los localizo, antes de llegar al mostrador se agotan pues otras personas en la cola se los llevan en cantidades tan altas que tipificarían adecuadamente un delito de acaparamiento, regulado y tipificado en nuestro vigente Código Penal.

La intención de estos infractores es adquirir estos productos con el propósito de revenderlos, muchos de los cuales deberían llamarse "especuladores por cuenta propia". La especulación, junto al acaparamiento se encuentran tipificados en nuestro ordenamiento legal y considero que no desaparecerán del mismo, por la indulgencia de aquellos que deben evitar y no permitir que esto suceda, los cuales al parecer no leen nuestra prensa o están ajenos o quieren estar ajenos a lo que pasa realmente a este nivel en nuestra sociedad.

Esta situación es solo un ejemplo de cómo algunas conductas, cuando no son combatidas con prontitud, se ramifican creando un cáncer difícil de extirpar, dando razones a muchos, que se manifiestan ante estas violaciones, expresando "que la costumbre hace la ley" (existe toda una gama de productos de todo tipo que son comercializados por estos trabajadores que nada tienen que ver con su esfuerzo propio para elaborarlos, ni siquiera con el esfuerzo que se requiere para acapararlos). Sin embargo, nuestra Ley es clara y sanciona este tipo de comportamiento, está ahí, utilicémosla, no dejemos que su letra y la voluntad de todo nuestro pueblo, al aprobarla en su Asamblea Nacional, muera o se enmascare en una costumbre interesada y mercantilista, contraria a todas las disposiciones emitidas al respecto sobre el trabajo por cuenta propia, tan defendido y apoyado por nuestro pueblo trabajador y que se encuentra refrendado en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Quisiera significarles como complemento a mi carta que el caso que pongo como ejemplo es solo uno donde se refleja en cierta medida hasta dónde llega la indisciplina social y el irrespeto a la ley, por parte de un gran número de ciudadanos. En una ciudadela frente al apartamento donde vivo junto a mi hija de 17 años y su mamá, reside un ciudadano que se dedica a la venta de ron, convirtiéndose este lugar en una cafetería piloto frecuentada por todo tipo de elementos (alcohólicos fundamentalmente), no pudiéndose ver ni la televisión al poner su equipo de música a todo volumen. Este ciudadano ha sido requerido por cuanto jefe de Sector ha pasado por esta zona, ha sido objeto de registros y ocupación de mercancías ilícitas y sin embargo, goza de total impunidad, pues sigue inmutable en su forma de comportarse. Ante tanta impunidad ningún vecino ya se toma el trabajo de requerirlo, solo yo en varias ocasiones he tenido fuertes discusiones. El colmo de los colmos resultó ser que la madre de mi hija en una ocasión solicitó la presencia de los agentes de la PNR (teléfono 106), y estos, después que este malhechor en mala forma trató de explicar su conducta, a la que se le solicitó el carnet de identidad fue a la denunciante (la madre de mi hija). ¿Hasta dónde tenemos que llegar? No podemos permitir que la delincuencia se haga de nuestras calles.

J. R. Rodríguez Estévez

El reunionismo

"Detrás de cada medida incorrecta hay un montón de ilegalidades", expresó en fecha temprana el Presidente del Consejo de Estado General de Ejercito Raúl Castro Ruz, y en consecuencia se han venido adoptando progresivamente un grupo de medidas coherentes con esa premisa, con el objetivo de minimizar los hechos de fraude, corrupción, malversación, tráfico de influencias, entre otros, que podían dar al traste con la propia supervivencia de la Revolución y el socialismo en Cuba; y a la misma vez mejorar la calidad de vida de la población.

Según plantean los científicos, el 80 % de la solución de un problema está en sacar correctamente los datos del mismo; no me queda la menor duda de que en el caso que expongo el machete se tiró por donde hacía falta cortar la mala hierba y los datos fueron bien sacados.

Considero que con las medidas que gradualmente se han venido tomando se ha iniciado el camino para romper con la vieja mentalidad y el pernicioso vicio del uso y abuso de las reuniones como estilo de trabajo de los cuadros, dirigentes y funcionarios; como regla, los subordinados tienden a copiar este método, de aquí la complejidad del asunto.

Pondré un ejemplo que propicia el reunionismo, según mi criterio aún por resolver:

Cuando no se cumple lo dispuesto en la Resolución 91 del 2006 del MEP para el Proceso Inversionista, las reuniones se multiplican a la n potencia. Supuestamente cuando una obra es aprobada para ejecutarse en el Plan de Inversiones, la misma debe contar con los siguientes requisitos: micro, licencias, permisos, avales, compatibilizaciones, proyecto, fuerza constructora y financiamiento definido, cronogramas, preparación técnica y contratos.

En los cinco años que llevo de graduado he estado vinculado directamente a las inversiones, específicamente en la base, dígase la obra, y he notado como se generan y multiplican las reuniones, chequeos, inspecciones, controles, etc., cuando la obra en ejecución no cuenta con todos los requisitos exigidos por el MEP, no obviar el personal que elabora las informaciones, partes, etc., prácticamente trabajan y cobran por ese trabajo. ¿Cuál es la causa del problema? ¿Cómo revertir tal situación? ¿De quién es la responsabilidad de garantizar el orden y la disciplina en esta cuestión? No me considero el más ducho para responder estas interrogantes, solo sé que en este tema la mala hierba sigue creciendo y no aparece el machete para cortarla.

H. Arias Carrion

Parqueadores

El tema a tratar es de nuevo el precio que imponen los parqueadores en algunas zonas de la capital. La tarifa de autos es de 50 centavos la primera hora y 25 centavos por cada hora adicional, o sea que en 24 horas se deben abonar seis pesos, pero hay lugares que te exigen precios por dos o tres horas que equivalen a más de un día de parqueo. Por ejemplo, en el parqueo del Changa en la Ciudad Deportiva y en el Latinoamericano te piden cinco pesos aunque te vayas en el tercer inning. En la Cabaña, en el concierto Peace and Love pedían diez pesos. En el Karl Marx si das menos de tres pesos te miran con mala cara, y el colmo es en la calle La rosa entre Ermita y Boyeros, donde te cobran diez pesos por parquearlo una noche en esa cuadra (sin existir zona de parqueo). Hay varios parqueadores que violan los precios pensando que porque uno tiene un automóvil posee riquezas.

G. Castillo

Dos años sin taller de calzado ortopédico en Santiago de Cuba

Hace ya dos años aproximadamente que el único taller donde se fabrica el calzado ortopédico en la provincia de Santiago de Cuba, sito en la calle Santo Tomás entre San Francisco y San Basilio, en el centro de la ciudad, fue dañado por un incendio y hasta la fecha no ha sido reconstruido ese local, pequeño en espacio físico pero inmenso en valor social y humano para las decenas y decenas de santiagueros de diferentes edades con discapacidad para caminar.

Por ejemplo, yo fui operado de prótesis total de cadera y tengo un acortamiento de cuatro centímetros en el miembro inferior izquierdo, y por tal motivo no puedo usar otro calzado que no sea el ortopédico, y quién sabe cuántas personas están en similar situación, sin embargo, por la afectación del taller y ante la inexistencia de otro espacio para prestar los servicios de dicho taller dañado, hoy estamos imposibilitados de adquirir nuestro calzado que más que una necesidad de primer orden, se convierte en esta ocasión en una necesidad médica.

Es importante referir que el calzado que allí se fabrica tiene características especiales y se entrega bajo indicación ortopédica con una periodicidad anual, entonces pregunto: ¿Los pacientes que ya tenemos (desde hace más de un año) el único par de calzado dañado o en mal estado, estamos privados de salir de nuestras casas y hacer nuestra vida cotidiana, y tampoco podremos sentir alivio a nuestro dolor?

En otro sentido me pregunto también: ¿A dónde ha ido a parar el brillante colectivo de trabajadores que allí laboraba? Los servicios de este taller tienen alcance provincial, y los pacientes de otros municipios de Santiago de Cuba se deben trasladar hasta la cabecera provincial para conocer la situación sobre la evolución de dicho taller, ya que no se cuenta con un mecanismo informativo viable que permita tener una respuesta inmediata ante cualquier inquietud.

Negligencias como estas dañan la imagen de nuestra Revolución, pues nuestro país es el que más hace por el bienestar de sus ciudadanos, dedicando un alto porcentaje del PIB nacional al gasto social cada año. Nuestro país hace lo posible y lo imposible por aliviar el dolor de millones de seres humanos a nivel planetario, sin tener en cuenta el bloqueo y la crisis económica mundial que también nos afecta.

B. Pompa Batista

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