Publicadas el 30 de marzo de 2012

Inquietud de campesinos de una CCSF sobre la producción porcina

Por medio de la presente nos dirigimos al periódico Granma cumpliendo un acuerdo de la Asamblea de Campesinos de la CCSF Primero de Mayo en el municipio de Minas, provincia de Camagüey, para mediante la sección Cartas a la Dirección, plantear una preocupación de los socios de nuestra forma productiva, fundamentalmente los porcicultores.

La inquietud está relacionada con tres aspectos de la producción porcina. La cantidad de documentos que son necesarios para desarrollar un convenio de cría de cerdos; la no entrega de petróleo para la producción del 30 % del alimento que cada campesino debe garantizar para cada convenio y la falta de aseguramientos con la venta de medios materiales para la cría en las cochiqueras en las fincas.

En cuanto al primer tópico, documentos que son necesarios para desarrollar un convenio de cría de cerdos, según establece la Resolución # 12-2012 de Norberto Espinosa Carro, presidente del Grupo Nacional Porcino, adscripto al MINAGRI, el expediente para cada convenio, con original y copia lleva 24 documentos, que son los siguientes:

a) Solicitud Personal.

b) Fotocopia del Certifico de tenedor legal de la tierra.

c) Aval administrativo de la CCSF con el número de acuerdo y fecha con que fue aprobado en la Asamblea de Campesinos.

d) Certifico correspondiente del Instituto de Medicina Veterinaria para cada convenio.

e) Certifico de los alimentos a producir en cada convenio.

f) Licencia Ambiental (delegación territorial del CITMA) o en su defecto, carta en los casos en que no es procedente someter la actividad al proceso de evaluación de impacto ambiental.

g) Modelo de cierre del convenio anterior.

h) Microlocalización de la Dirección Provincial de Planificación Física.

i) Autorización del CITMA.

j) Certifico de la Dirección de la Unidad Territorial Porcina sobre la veracidad de los datos contentivos en el expediente.

k) Firma del director de la Empresa que autoriza a iniciar el convenio.

l) Licencia Veterinaria para el traslado de los cerdos.

m) Documento veterinario de la unidad porcina que certifica la salud y vacunación de la masa.

n) Documento de aceptación de la calidad de las precebas compradas.

o) Factura de compra de las precebas.

p) Factura de piensos y otros alimentos.

q) Contrato de producción especial de carne de cerdo.

r) Facturas de servicios veterinarios.

s) Actas de visitas.

t) Actas de canteo.

u) Facturas de ventas de las carnes.

v) Modelo de cierre de convenio.

w) Autorizo de autoconsumo.

x) Autorizo para futuras reproductoras.

Por el análisis realizado en nuestra CCSF Primero de Mayo, que está en el movimiento de producción de 100 toneladas de carne de cerdo que desarrolla la ANAP y que el pasado año vendió a la industria 131 toneladas con 119 kilogramos, y que este año hasta la primera quincena de marzo ha vendido más de 18 toneladas pese a todas esas dificultades, nuestra propuesta es que los documentos que deben quedarse son los siguientes:

a) Solicitud Personal.

b) Modelo de Cierre del convenio anterior. En este modelo deben asentarse los resultados integrales del convenio anterior donde entre otros aspectos se recojan: calidad de la masa entregada; peso promedio; conversión de los alimentos en carnes y aportes económicos con la producción, fundamentalmente en la sustitución de importaciones. En el caso de que sean negativos los resultados que invaliden la factibilidad de que el productor continúe en el movimiento de producción porcina, una certificación técnica que argumente el porqué.

c) Licencia Veterinaria para el traslado de los cerdos.

d) Documento veterinario de la unidad porcina que certifica la salud y vacunación de la masa.

No es necesario avalar a un productor que es miembro de la CCSF y que además es poseedor legal de la tierra y que todos conocen los resultados porque así se expresan en las asambleas.

El resto de los documentos que se relacionan, los que sean necesarios para controlar la producción, deben ser llevados por el técnico integral porcino de la forma productiva en sus controles específicos de la actividad.

Por otra parte no comprendemos por qué no se nos entrega el petróleo para la producción del 30 % del alimento, que según la propia Resolución # 12 establece, debe garantizar el productor.

Y por último, la venta de medios materiales que ayuden a perfeccionar la producción como es el caso de tetinas, mantas para la protección de la masa en los corrales, sobre todo cuando son crías pequeñas, mangueras y otros insumos, hoy es nula.

La producción de carne de cerdo en manos de campesinos demuestra cada día que cuando se garantizan las condiciones mínimas indispensables se obtienen resultados halagüeños que, en primer lugar, garantizan comida para el pueblo y además, sustituyen importaciones, tan necesarios e imprescindibles en estos momentos y en los venideros.

Junta directiva CCSF Primero de Mayo. Municipio de Minas. Camagüey

No se puede conjugar en futuro lo que debimos controlar en pasado

Además de dar conferencias y clases a los directivos sobre dirección, economía, etcétera, considero que primero le tenemos que recordar los tiempos de la conjugación verbal.

Leo mucho en la prensa, en diferentes análisis que se realizan como "van a tomar medidas y ordenar y planificar y¼ etcétera". En lugar de "después que tomamos estas ‘medidas’ el control arrojó que ‘todavía’ teníamos que modificar acciones y como pueden ver, ahí están los resultados que esperamos y necesitamos, aunque estamos trabajando con el criterio de mejora continua y pueden ver dicho plan, sus modificaciones y su control cuando lo deseen".

¿Cuántas veces el General de Ejército Raúl Castro no nos ha repetido en los últimos años la necesidad del control, la exigencia, la sistematicidad, la eficiencia, el incremento de la producción, la productividad, sustituir importaciones, incrementar exportaciones, el cambio de mentalidad, desterrar el inmovilismo, etc.?

¿Cómo seguimos hablando de futuro lo que debimos controlar en pasado?

A. Rapallo Disit

La especulación está dictando tipos de herramientas que debemos utilizar para subordinar el mercado a la planificación

Existen varias premisas que a nuestro entender deben ser punto de partida o basamento en el combate contra la especulación que se viene denunciando en la circulación mercantil. La especulación de bienes de consumo en nuestro país, está lanzando mensajes acerca de cómo el Gobierno debe monitorear las tendencias del mercado. La planificación debe aportar las herramientas que haga efectiva las políticas que en materia de mercado se tracen para ajustar el Modelo Económico al contexto socio-económico de la transición socialista en el siglo XXI.

Para enfrentar lo más eficazmente posible las tendencias del mercado, proponemos tener en cuenta determinadas premisas y son las siguientes:

* La red de tiendas e instituciones recaudadoras de divisas no están diseñadas para subsidiar productos de primera necesidad, ni para subsidiar personas económicamente vulnerables. No está contenida en sus misiones. Las empresas del comercio minorista recaudadoras de divisas no están diseñadas para hacer funciones estatales.

* Cuando los niveles de precios minoristas fijados a los bienes de consumo crean las causas y condiciones para que los especuladores los adquieran y puedan "comercializarlos" a un precio superior, el país está perdiendo la oportunidad de contar con recursos financieros para financiar obras sociales o efectuar reinversiones en objetivos económicos de mucho mayor alcance y justicia que cuando lo hace un especulador. Un ejemplo es el caso de los culeros desechables.

* Es una torpeza imperdonable el no rectificar inmediatamente la entrega de los culeros a 8,75 CUC para que otros individualistamente se beneficien con los jugosos márgenes al venderlos hasta 6,25 CUC más caros. Esto es "trabajar para el inglés".

En referencia a la queja contra los revendedores, tema recurrente en nuestra prensa nacional, somos de la opinión que ha faltado la integralidad en la implementación de Lineamientos tales como el 01 que tiene un contenido muy abarcador en materia del ¿cómo? se lleva a feliz término en medio de tantas contradicciones. En relación con la organización del comercio, el cuenta propismo, el desarrollo organizacional estatal, la gestión urbana y local, la aparición de los nuevos sujetos en la economía y la elevación de la calidad de vida de la población, en este Lineamiento nosotros visibilizamos, los siguientes elementos claves:

1."La planificación socialista como vía principal de la dirección". Para esto hay que estudiar la demanda; hay que estudiar el comportamiento y las tendencias del mercado; hay que tener la información precisa y oportuna de los comportamientos de los sujetos en el mercado; hay que diseñar, monitorear o maniobrar con una tremenda intencionalidad los precios, las cantidades de mercancías puestas en circulación, las estructuras de los surtidos, etcétera.

2."La planificación debe transformarse en sus aspectos metodológicos, organizativos y de control". Para esto hay que contar con instituciones que investiguen todos los fenómenos del mercado y brinden la información requerida a los sujetos, sobre todo a los estatales que están llamados a influir sobre el mismo, con la complejidad de que las entidades tienen que ser sustentables y sostenibles. Esto quiere decir que se requiere de una institución para la Demanda Interna. Y ya una vez en la historia de la Cuba revolucionaria existió un Instituto de la Demanda Interna con especialistas y estudiosos de la materia, con emisiones periódicas de información especializada en la temática.

3. "La planificación tendrá en cuenta el mercado influyendo sobre el mismo". Es el papel regulador al que nunca debe renunciar el Gobierno para poder multiplicar los efectos de las medidas y de la implementación de los Lineamientos. Porque si vamos a tener mercado es para convivir realmente con sus características y normas. No debemos quedarnos en el umbral.

No debemos olvidar que los mecanismos de descentralización de la planificación y las decisiones hacia las empresas deben propiciar que estas se hagan cargo de sus propias vidas económicas y cuenten con fondos a sus niveles para llevar a cabo el desarrollo de las mismas: inversiones, reparaciones, mejoramiento de la imagen corporativa, estimulación, planes para la conciliación laboral-familiar, entre otras medidas puestas de "moda" en determinados países desarrollados, autodenominados abanderados de los derechos por la equidad de género. Estos fondos para el desarrollo se conforman también de estas estratagemas de la mercadotecnia.

En cuanto a dichas estratagemas y ya que las quejas provienen en buena medida del municipio de Centro Habana, podemos agregar que este es uno de los municipios más necesitados de utilizar las fortalezas del comercio que posee para desarrollar su localidad. Los Impuestos para el Desarrollo Local y el desarrollo corporativo de las entidades radicadas en este municipio son garantes del desarrollo urbano endógeno que puede traducirse en más viviendas, más reparaciones de inmuebles, mejores Redes Técnicas, más empleos, etc. No olvidar que en materia de implementación de un modelo público para la Gestión Urbana y el Desarrollo Integral, este municipio tiene una asignatura pendiente.

Los especuladores y los cuentapropistas no especuladores son los sensores del mercado. Ellos mismos nos van emitiendo información sobre sus tendencias, tanto en los surtidos como en los precios, las preferencias, los rechazos, los flujos de mercancías, el nivel de agregación de valores en los nuevos productos, la efectividad en la sustitución de importaciones, etc. El asunto de fondo en su núcleo más esencial no lo clasificamos como de técnica económica, sino de política económica.

No es posible colocar un inspector al lado de cada especulador/a potencial o en activo, pero sí es posible agregar a la necesaria vigilancia los mecanismos económicos y sus descentralizaciones para socializar las acciones correctoras. Inclusive que hagan a cada trabajador/a del comercio estatal, aliado/a estratégico/a de su entidad y no del especulador.

I. D Castañeda Pérez
G. Rubio Mejías

Debemos enfrentar el problema de las migraciones sin complejos ni prejuicios

Coincido totalmente con lo descrito en la carta enviada por el compañero. J. Pozo Álvarez, sobre las migraciones internas, y me permito agregar otras cuestiones, que se infieren en su misiva pero desearía precisarlas un poco más.

Al triunfo de la Revolución, existían en la capital un grupo de barrios, denominados de indigentes (Las Yaguas, Llega y Pon, La Corea, etcétera) y eran realmente de indigentes. En menos de tres años estos barrios fueron desapareciendo al influjo de nuestro nuevo sistema social, pero cometimos el error de permitir la proliferación nuevamente de estos sitios, que ahora llamamos marginales, porque en su mayoría se ubican en la periferia de la capital, aunque los hay en Miramar, Vedado, Cerro, Diez de Octubre, Marianao, etc., que están ubicados más menos, en el centro de la ciudad, creando un anillo realmente desagradable, con construcciones hechas de cualquier material, robando electricidad, agua, gas, etc., de las áreas comunes, creando basureros y otros desperdicios, anarquizando los lugares donde se ubican porque, cada cual lo hace donde más le place, aunque allí no son indigentes los que viven, en el sentido pleno de la palabra.

Así está nuestra Habana querida, la capital de todos los cubanos. Pero además la inmigración descontrolada conlleva a que los niños tienen que ir a la escuela, esa población necesita atención médica y otros servicios comunales, que al no estar planificados, crean situaciones muy desagradables.

A pesar de los esfuerzos que sabemos ha hecho la Revolución, a través de los organismos y organizaciones correspondientes, este fenómeno no se detiene y cada día crece más; algo hay que hacer y hacerlo pronto, de lo contrario, nuestra capital que es famosa en el mundo entero y que es la cara de Cuba, nunca será, lo que queremos que sea, una urbe ordenada, limpia, organizada, agradable y con todos sus servicios en función de sus habitantes y visitantes nativos y foráneos.

Debemos enfrentar este problema, sin complejos ni prejuicios, la capital lo está pidiendo a gritos.

C. Dantin Acosta

Un problema no resuelto

Todos conocemos de los importantes cambios de estructuras que ha sufrido el sector azucarero que incluyó hasta su nombre: hoy somos de AZCUBA.

Muchos están complacidos con esos cambios, pero la situación de la actual zafra me ratifica el criterio que nos sigue faltando "algo" en esa estructura.

Recientemente, tocando el tema entre compañeros de trabajo, uno de ellos me hacía un símil que para mí resultó válido para lo que quiero expresar. Recordaba cuando a principios de la Revolución China, y bajo un principio lógico, se dieron a la tarea de matar gorriones. El arroz que se comía un gorrión limitaba la alimentación del pueblo. ¿Qué sucedió luego? Las plagas que invadieron las cosechas y eran combatidas por los gorriones, dieron mayores pérdidas.

En nuestro sector ese punto de inflexión fue para mí eliminar de sus estructuras los conocidos "Departamentos de NMCC" (Normalización, Metrología y Control de la Calidad), ya que se consideraron estructuras improductivas y que en gran medida creaban dificultades y enfrentamiento con otras áreas, lo que pienso se interpretó como una de las causas que afectaban los avances del sector y que por tanto convenía eliminar.

Son conocidas las anécdotas de personal de NMCC montadas a caballo revisando campos que se habían declarado limpios y que no pocas veces demostraron lo contrario. Esa imagen desapareció de nuestros campos y la "eficiencia productiva" subió. Hay muchos más ejemplos.

Hoy, que se está hablando en varios territorios de problemas en la calidad de las reparaciones como causa de los problemas presentes en la actual zafra, pienso que debemos reflexionar sobre los gorriones chinos.

J. R. Reynaldo Sánchez

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Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

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