Publicadas el 16 de marzo de 2012

Una sugerencia sobre el peaje

El peaje en las carreteras en Cuba antes del año 1959 era una fuente más de enriquecimiento para algunos políticos y personajes de ese periodo.

En los momentos actuales solo existe el que está a la entrada de la Playa de Varadero, en la autopista que va desde Matanzas a este lugar, pues fueron abolidos en mayo de 1967.

Millonarios son los recursos que destina el Gobierno a la reparación de la actual red vial y en la construcción de las nuevas.

Sugiero se estudie, por las autoridades competentes, la posibilidad de reinstalar el peaje en algunos lugares que resulte conveniente como por ejemplo, en la Autopista Nacional, el túnel de La Habana y otros.

Esta medida además de constituir una fuente de empleo aliviaría, en parte, los cuantiosos recursos que actualmente se invierten en esta imprescindible tarea.

J. J. Cubría Peregrino

En apoyo a la carta sobre “los terceros”

En la edición del viernes 9 de marzo se publicó la carta suscrita por R. E. del Valle Guadarrama titulada ¿Quiénes son los terceros?, con cuyo contenido coincidimos plenamente, pues recoge el sentir de muchísimas empresas y otras entidades en la actualidad, ya que el tema de los insumos que necesitamos para la producción aún no está resuelto en su totalidad, a pesar de la implementación de los Lineamientos del Sexto Congreso y en muchas ocasiones las empresas contamos con el financiamiento, tanto en CUP como en CUC, pero al acudir ante esos proveedores a los cuales se hace referencia y a muchos otros, la respuesta es que tienen orientaciones de no contratar ni suministrar los productos que comercializan a "los terceros".

Considero que sobre este tema sería oportuno que se pronunciara el Ministerio de Economía y Planificación como organismo rector en la materia.

Sobre los culeros desechables

La situación que describo a continuación, implica un artículo de primera necesidad para la población infantil, y se ha convertido en la preocupación de la mayoría de las madres. Tengo una hija pequeña, que utiliza culeros desechables, llevo días buscándolos y no aparecen en ningún lugar. Al llamar a la tienda La Época el día 12 de marzo y preguntar por los mismos, la compañera que me atendió de la cual desconozco su nombre, refirió no contar con el artículo en cuestión, sin embargo, me sugirió que lo adquiriera fuera de la tienda a precios altos como 6.00 CUC los que oficialmente tienen un valor de 3.25 y 15 CUC los de un valor de 8.75 CUC y por personas no autorizadas al comercio de este producto.

Y para añadir una situación más irritante, la vecina de mi cuadra que me acompañaba, también en busca del artículo, observó cómo la compañera del guardabolsos tenía en su sección de trabajo, el resto de la mercancía que ofertaban; se suma además que estos mismos le informaron que la situación se extendería hasta mayo. Al preguntarle la forma de ellos adquirir este producto refirieron que lo hacían directamente en el puerto. Si a todo lo anterior se suma que las ventas dentro de las tiendas a los revendedores es al por mayor, evidencia que no es para el uso de un niño, sino para una actividad de enriquecimiento ilícito sin ningún control estatal.

Y las madres nos preguntamos: ¿cómo a pesar de ser un artículo de primera necesidad y además caro, que tenemos que hacer un esfuerzo familiar para su adquisición, existe una total impunidad de las personas que realizan tales actos? ¿Nadie relacionado con la actividad pudiera establecer estrategias justas al respecto?

I. Moro Socías

¿Qué estamos ahorrando?

Escribo a esta sección que fielmente sigo todos lo viernes para explicar la situación que existe en mi municipio con el bombeo del más preciado líquido que a todos nos hace falta en casa. Vivo en uno de los municipios más industrializados que hay en el país (Moa) donde existen dos fábricas de níquel, un combinado mecánico, una empresa de investigación de la laterita, un puerto, la empresa de Cuba Níquel, la ECRIN (Empresa constructora y reparadora integral del níquel), entre otras que también cumplen sus funciones en esta rama o en otras.

En mi casa vivimos mis padres, mi esposa y mis tres hijos, y desde hace un tiempo para acá el agua ha tenido sus dificultades para llegar, aun cuando nos corresponde el servicio, porque nuestra casa se encuentra en altos y esta no llega con la fuerza suficiente. Llamamos a Hidrología y el compañero que se encontraba en el puesto de mando nos informó que la provincia le había dado la orden de que el agua llegaba ahora cada cuatro días en vez de dos, por el motivo de que había que ahorrar corriente. Me pregunto quién puede vivir cuatro días con un tanque de agua donde tiene que cocinar, limpiar, bañarse, fregar, lavar, entre otras cosas, donde ese maravilloso recurso es vital para la vida; sumarle también que el polvo blanco o rojo según sea el color que le echan a los baches para taparlos como alternativa del asfalto y cuando pasa un carro levanta una cortina de polvo que entra a las casas juntamente con el hollín que desprenden las chimeneas de las fábricas, como dice mi vecina, prefiero vivir sin comida que sin agua.

¿Dónde quedan el estilo y modo de vida de la población moense? ¿Cómo lavarán las ropas de trabajo estos hombres que día a día trabajan para que la producción de níquel no decaiga? ¿De qué nos sirve que tengamos el privilegio de tener una presa que alberga millones de millones de metros cúbicos de agua y que estos vayan directo al mar por el río de nuestro municipio?

Hay que vivir en Moa para saber que la naturaleza no nos ayudó en cuanto al color de nuestra tierra pero sí en cuanto a los recursos minerales, tierra que amamos y queremos. Entonces ¿qué estamos ahorrando?

A. Fonseca Vázquez

Un problema con el recibo de un paquete postal

Con la confianza plasmada por los acuerdos adoptados en el 6to pleno del Partido Comunista de Cuba y ratificados en la 1ra. Conferencia efectuada en el mes de enero de este año, donde quedó bien claro por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros que una de las batallas a luchar sin tregua está relacionada contra el vicio, la corrupción y las ilegalidades, son las causas que hoy me mueven a poner en conocimiento algo que personalmente me sucedió y que por mucho que algunos funcionarios me explican, no tengo ni siquiera la mínima convicción de que actualmente todos los organismos estén trabajando para eliminar este malvado flagelo que corrompe a la sociedad; por ello a continuación explicaré la siguiente:

Con fecha 11 de febrero del presente año me llegó desde la República Bolivariana de Venezuela un paquete que ya mi esposo mediante un correo me había comunicado su contenido y la clasificación de los productos que el mismo contenía, que lo condujo hasta mi casa el mensajero del correo municipal de San Cristóbal; al abrirlo pude comprobar que el contenido que ahí venía no era el que se me había informado existiendo una diferencia considerable.

Fui al correo a hacer la reclamación y allí me atendió la directora del centro. El compañero que atiende recibo de paquetes me explica que él recibe los paquetes, los pesa, si corresponde con el peso declarado los recibe y de ahí pasa al destinatario, por todo lo que me explicó me quiso decir que no tenía esperanzas de recuperar nada, que ellos mandan la reclamación y que Correos de Cuba no da solución a eso.

Debo aclarar que lo que más me asombra de todo esto fue la respuesta dada por el funcionario del correo cuando me explicó que a estas cosas casi nunca se les daba solución y la respuesta a mi municipio que debía dar la provincia en muy pocas ocasiones se recibía; y entonces yo me pregunto después del esfuerzo y el trabajo que realiza el país para que estos casos no sucedan ¿quién debe resolver estos casos?

O. Ramírez Mezquia

Una alerta sobre los cajeros automáticos en San Agustín

El objetivo de esta misiva es alertar a los organismos que tengan que ver con la instalación y puesta en servicio de cajeros automáticos, la situación existente en el Reparto San Agustín, en el municipio de la Lisa.

Hace más de cinco años, fueron habilitados locales en dos centros comerciales de la localidad, uno ubicado en la calle 250 y 35 y otro en 240 y 37. Posteriormente, sin que existiera la necesaria seguridad en los mismos, fueron instalados sendos cajeros automáticos totalmente nuevos. Desde hace aproximadamente un año el del primer centro comercial mencionado fue puesto en servicio, pero el del segundo, hasta esta fecha se encuentra sin funcionar, apreciando que no se le ha dado, al menos, mantenimiento alguno. Al estar instalado y sin seguridad, hace que personas inescrupulosas lo manipulen y niños se ponen a jugar con su teclado, lo que provocará, si no es que haya ocurrido ya, su deterioro o inutilización.

Este asunto se ha tratado en diferentes reuniones y asambleas que se han realizado en la comunidad, pero el problema subsiste.

Me pregunto, ¿esto es de conocimiento de las referidas dependencias que responden por estos equipos?, que bien costosos son o ¿es un cajero automático olvidado en el tiempo?

Si se ha tomado la decisión, por quien corresponda, de no poner en servicio este último cajero, por la falta de seguridad ya mencionada anteriormente u otro aspecto, creo que lo más oportuno sería retirarlo, pudiéndose reubicar en algún otro lugar donde cumpla su objeto social, siempre y cuando aún funcione y asegurar el local construido para que no sea empleado en otros fines.

A. O¢ Reilly Carmona

Mala calidad de los neumáticos de bicicleta

Les escribo con la esperanza de ver si se puede solucionar o al menos tratar la situación de la calidad de los neumáticos de bicicleta. Yo resido en el Municipio Especial, en la ciudad de Nueva Gerona y en el año 2011 y lo que va del 2012 he tenido que cambiar en varias ocasiones dichos neumáticos, que nada tiene que ver su calidad con los precios en divisas que se ofertan, sin contar cuando tienes que acudir a los revendedores, entonces tienes que abonar el doble de su valor, o la otra solución es acudir a algunas poncheras particulares donde las hay de muy buena calidad pero valen 20 o 25 CUC; lo mismo sucede con las cámaras, de no poder acudir a estas soluciones lo que nos queda es remendar o coger ponches todos los días que al final nos sigue costando dinero para poder trabajar y hacer casi todas las tareas diarias.

O. Socarrás Mojena

Es una burla lo de los revendedores

Me remito a la sección con el objetivo de apoyar la opinión de que los revendedores no son cuentapropistas, pienso que revenden lo que se vende en las tiendas fruto del sudor de personas que trabajan, es una burla, así como para los trabajadores que llegan a las tiendas necesitados de estos productos y no pueden obtenerlos porque ya se los llevaron los revendedores, llamados ahora cuentapropistas, entonces tienes que salir de las tiendas a comprarlos a precios muy superiores. Se debe establecer una diferencia entre estas dos palabras que son bien distintas porque el trabajador por cuenta propia vive del sudor de su trabajo y el revendedor vive del sudor de los que trabajan, lo más decepcionante para nuestro pueblo es que esta burla pareciera autorizada.

I. Delgado Cruz

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