Publicadas el 9 de marzo de 2012

Los contratos y la planificación

Mucho se está hablando por un lado de la situación de los contratos y por otro lado de la discusión del presupuesto y las cifras del plan técnico económico.

Se señala con fuerza el rescate del sentido de pertenencia de los trabajadores hacia su empresa y la economía.

Primero: Para efectuar los contratos debe tener anticipadamente el balance de carga-capacidad de cada puesto de trabajo de la cadena productiva, para conocer hasta dónde puede contratar, en el espacio y el tiempo y qué inversiones requerirá para incrementar su capacidad productiva.

Segundo: Vinculando a los contratos suscritos en el espacio y el tiempo a través de una Ruta Crítica, o un simple cronograma, desagregar en el tiempo, en cantidades materiales y humanas y en valores las diferentes necesidades y de ello surgen todas las categorías del Plan.

Por tanto: Es imposible hablar del Presupuesto y de la Planificación, sin los contratos, como es imposible hablar de sentido de pertenencia y de la participación obrera, si esas cifras no fueron analizadas con los obreros en el proceso de elaboración del Plan.

No quisiera que se publicara solo como un criterio personal de un lector sino como inicio de una polémica donde cada cual exprese su posición y propongo, que bien lo merece, efectuar reuniones municipales y provinciales sobre estos conceptos y los contrarios para que surja la verdad a través de las contradicciones de criterios dentro del respeto sobre cualquier opinión.

W. L. Ulloa Cosmea

Suceso insólito en viaje de ASTRO

El pasado lunes 13 de febrero del 2012, mientras viajaba con mi esposo de regreso a casa en el ómnibus de ASTRO Habana-Cienfuegos, vía Cruces, con salida 4:15 p.m., sucedió algo insólito para todos los pasajeros: el conductor nos dijo que haríamos una parada de 45 minutos para comer pero no en el Conejito, sino en un lugar totalmente desconocido. "Claro, que después pueden ir al baño en el Conejito si lo desean, para eso tendremos 10 minutos más", agregó. Todos nos bajamos asombrados, por este cambio (en lo personal yo he viajado con mucha frecuencia en este mismo horario y recorrido, pero esta fue la primera vez que algo así sucedía). Me preguntaba el porqué de este cambio y con curiosidad me encontré con una pequeña casa de campo donde al parecer toda la familia estaba en función de atender a los 45 pasajeros que acabábamos de llegar.

Lo primero que me llamó la atención fueron los precios de lo que allí se ofertaba: muy por encima de lo que cualquier ciudadano medio (me incluyo) puede acceder. Había una sola persona recibiendo los pedidos y cobrando, otra persona dedicada a preparar los panes, otra para los platos de arroz y una cuarta para el café y los refrescos. Tenían un buen sistema armado, que hubiera funcionado (creo) si no hubieran llegado tres ómnibus más en el corto periodo de 15 minutos. Es decir que aquellas cuatro personas debían atender en tiempo récord, como dicta la necesidad de los viajes interprovinciales a un total de 180 pasajeros más los ocho choferes de las cuatro guaguas.

Allí no había donde sentarse, no tenían caja contadora y se confundían con el cambio, tenían pocas tazas y te apuraban para que te bebieras el café en tiempo récord, los que tenían niños pequeños y no tenían posibilidades de comprar debido a los precios, debieron esperar fuera de las guaguas, lo primordial es que el servicio era muy lento y muchos terminaron desistiendo de aquella aventura, porque se hizo imposible adquirir nada allí. Es cierto que en la parte de los refrescos ofertaban casi todo lo que hay en los Conejitos, pero ¡a qué precios!

Escuchando los criterios de todos mis compañeros de viaje, que no se explicaban por qué habíamos caído en aquella especie de trampa, decidimos mi esposo y yo hablar con los conductores para hacerles ver lo fallido de aquello, para que hicieran algo y hacerles saber el criterio de los pasajeros. Se nos hizo un poco engorroso verlos, pues estaban en un lugar de difícil acceso. Después de mucha insistencia nos dejaron pasar a lo que sería el comedor de la casa, allí todos los conductores de guaguas tenían un reservado, mesa, sillas, cubiertos y unos muy bien surtidos platos de comida. Ellos se molestaron con nosotros por haberlos interrumpido en medio de su comida, les expusimos nuestro desacuerdo con el hecho de permanecer en aquel lugar. Y uno de ellos en muy mala forma me preguntó si yo lo que quería era comerme un miserable pan con croqueta de los que venden en el Conejito. Le respondimos que sí. Pero como ellos no entendieron nuestras razones nos pidieron que saliéramos hasta que terminaran de comer.

Ya en la guagua ambos expusieron sus "razones" que a continuación enumero indistintamente.

1-Aquello de parar en un lugar que no fuera el Conejito estaba autorizado por la dirección de ASTRO.

2-La comida del Conejito a ellos (los conductores) les hacía daño.

3-Que los conductores en un pasado pasaban hambre en el camino y que como llevan en sus manos la vida de seres humanos tienen que comer. Y como no puede ser en El Conejito (no sé por qué) pues tienen que bajarse allí y consumir los 45 minutos que les corresponde.

4-Que si queríamos quejarnos y escribir que lo hiciéramos de todas maneras ellos eran "ASTRO y con ASTRO todo el mundo se mete". En otras palabras están acostumbrados a las quejas (será por eso que no escuchan). Y que estaban dispuestos a darnos sus nombres.

En el Conejito de Aguada hizo una parada de unos 15 minutos.

Ahora, me pregunto:

1-¿Es necesario que en un viaje de cuatro horas se hagan dos paradas y así se retrase la hora de llegada?

2-¿Por qué tengo yo que pagar a sobreprecio lo que un poco más adelante puedo conseguir acorde a mi bolsillo?

3-¿Es cierto que los conductores de ASTRO pasan hambre?

4-¿Por qué tienen 45 pasajeros que sufrir la inadaptación y capricho de un chofer?

5-¿Se ha tomado el criterio de los pasajeros para hacer un cambio como este? ¿Se ha hecho alguna encuesta?

6-¿Por qué tengo que sufrir el maltrato de alguien que supuestamente está para prestarme un servicio?

Me gustaría conocer las respuestas a estas interrogantes ya que soy clienta frecuente de ASTRO y cualquier cambio que sufran lo procedimientos de la empresa me incumben. Me parece que la prioridad de nuestra Revolución es el bienestar del pueblo, como muchas veces ha expresado nuestro Presidente Raúl. Confiamos en que ASTRO como los demás organismos y empresas de nuestro país se preocupen por atender a los más humildes, y continuar dando el mejor servicio posible.

I. Rodríguez Ruiz

El asesoramiento jurídico en la batalla económica que libramos

Sabida es la importancia que reviste el fortalecimiento perentorio de la institucionalidad en nuestro país como elemento imprescindible de durabilidad de nuestro sistema económico, político y social, lo que es asociado en estos días con un adecuado conocimiento de economía y contabilidad, por una parte, y con el respeto a la legalidad por la otra, herramientas sumamente necesarias para llevar a vías de hecho tan ansiado propósito; sin embargo, no en pocas ocasiones solamente se ha hecho hincapié en el esfuerzo de cada cuadro, dirigente y funcionario por aunar fuerzas en la batalla económica que libra nuestro pueblo, incluso de las acciones a realizar en este sentido que permitan el ejercicio correcto de las acciones contables en cada entidad.

Visto así podríamos afirmar que lo "económico" se ha convertido por estos días en la columna vertebral del debate nacional, y sin restar la importancia que el tema reviste es necesario acotar, que en la batalla por el fortalecimiento de la institucionalidad, lo "económico" sin las condiciones necesarias de respeto a la legalidad, el acatamiento estricto de la ley y el accionar preventivo constante desde el punto de vista jurídico sería todo un fracaso, o dicho popularmente: "el mismo perro con diferente collar".

"La pelea se gana en la base", eso decimos todos, pero no todos somos conscientes de lo que ello significa. El mismo tema de la lucha contra la corrupción es un ejemplo; es genial la idea de haber creado la Contraloría, de fortalecer técnica y materialmente la Fiscalía y los Tribunales, eso nadie lo duda y menos aquellos que conocemos del esfuerzo de estas instituciones en ir a la vanguardia de esta lucha sin tregua, pero la pregunta es otra: ¿por qué si la pelea se gana en la base no se visualizan esfuerzos reales, que incluyan también elementos técnicos y materiales para garantizar un adecuado, correcto, dinámico y eficiente asesoramiento jurídico a las entidades?

Conocemos las variantes y formas distintas de asesoramiento jurídico en toda la nación, para nadie son un secreto las problemáticas diarias a las que se enfrenta y bajo qué condiciones se debe trabajar para poder hacer un trabajo de calidad y excelencia y, sin embargo, a pesar de que es archiconocido que en las manos de un asesor legal, abogado o consultor jurídico está luchar minuto a minuto contra manifestaciones de corrupción a todos los niveles y por todas las vías, lo que es más efectivo y económico para el país desde el punto de vista preventivo, no se vislumbran esfuerzos para fortalecer y respaldar el asesoramiento jurídico de las entidades, lo que urge en momentos como este cuando se quiere fortalecer la institucionalidad.

Si fortalecidas están en este sentido las entidades nacionales o empresas poderosas, con todos los recursos y medios a su alcance, más fortalecidas deben estar las entidades municipales que son siempre las más sufridas y más vulnerables y que tienen el impacto más trascendente en cuanto a la producción y los servicios y bienestar de la población.

Gracias a la mayoría de edad a la que han arribado las consultorías jurídicas estatales desde el punto de vista técnico, con la tutela constante del Ministerio de Justicia, se ha podido avanzar muchísimo, sin embargo, pienso que si a estas áreas de trabajo las potenciaran mucho, pero mucho más, si contaran con el equipamiento material necesario, si existiera la voluntad de priorizarlas, pudieran hacer 300 veces más de lo que hacen, y eso sería todo un aporte a favor del país y de sus trabajadores, y entonces estaríamos haciendo como en la medicina, en el caso de la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de la institucionalidad, priorizar lo preventivo por encima de lo curativo, lo que sin dudas sería menos costoso y más eficiente.

Y. Álvarez Alzar

¿Quiénes son los terceros?

En los últimos años ha surgido un fenómeno en la política de comercialización entre las empresas estatales; no sé si será una forma de atrincheramiento o autoprotección de los diferentes organismos del país, pero sí sé que está haciendo daño. Los proveedores nacionales que hace tres años aproximadamente vendían sus productos libremente a todo aquel que llegara a sus establecimientos, ahora te dicen que solo les pueden vender al MINTUR y al MINFAR, que no les pueden vender a terceros; yo me pregunto: si estos organismos tienen sus comercializadoras propias (ITH y AT Comercial, respectivamente) ¿por qué limitar a las demás comercializadoras a venderles solo a ellos, de qué viven las demás empresas estatales que también son cubanas y necesitan de los disímiles productos para su gestión que también es importante para el desarrollo integral de nuestro país?

Para que una organización estatal funcione eficientemente y cumpla sus planes de producción tiene que abastecerse obligatoriamente de los insumos necesarios, de piezas para sus medios de transporte, de alimentos, de materiales y materias primas, etc. Y por la mal llamada categoría de terceros se les imposibilita adquirirlas y en muchos de los casos tienen que utilizar un intermediario que le aumenta un recargo comercial a la mercancía encareciendo su costo.

No conozco de las demás provincias, pero en Villa Clara funcionan así; por ejemplo, la Empresa de Productos Lácteos, Macún, ITH, CIMEX, Ferretería AUSA, SUCHEL, CONFRUVE y muchas más tienen esta limitación. Lo más preocupante es que en muchos de los casos tienen mercancía disponible en sus almacenes sin poder comercializarla.

Cuando se discutieron los Lineamientos previo al VI Congreso del Partido yo planteé la problemática existente en aquel momento, pero hoy la situación es aún más difícil ya que empresas que entonces podían vender, te dicen ahora que le bajaron una carta del organismo superior que no le pueden vender a terceros.

No estoy en contra de que se favorezca a los organismos que más aportan al presupuesto central del Estado, pero los demás ¿qué hacemos?, ya que las instancias superiores, así como el gobierno local, exigen el cumplimiento de los planes, la eficiencia económica, la reducción de los gastos, la disminución del consumo energético, la atención al hombre, y muchas tareas que se ven perjudicadas por la nueva variante comercial.

En realidad yo tengo una gran duda sobre quiénes son los terceros y por qué, si todos luchamos para que la Revolución siga adelante por pequeño que sea el aporte de cada cual, aunque no sean imprescindibles, sí son necesarias, si no, no existieran las pequeñas y medianas empresas, además la compraventa entre las entidades estatales se realiza con todos los documentos legales establecidos para estos casos y con el mismo dinero que las de mayor solvencia.

R. E. del Valle Guadarrama

Preocupación de productores particulares de cerdo en Manatí

Me dirijo a ustedes con el objetivo de dar a conocer mi preocupación sobre lo que está sucediendo en el municipio de Manatí respecto a la Empresa Porcina y los productores particulares de cerdo.

El caso es que el 12 de noviembre del pasado año le hice una entrega de cerdos criados con esfuerzo propio a dicha empresa por la vía del convenio llamado "Coto", por el que se entrega el animal y este se paga a precios diferenciados con una entrega de pienso que nosotros debemos liquidar, que es fundamental para nosotros poder seguir criando y así repetir el ciclo. La situación sobre ello es que se me liquidó la cuantía del valor pactado, pero no así el pienso, lo cual ha perdurado hasta la fecha y no se ve solución.

Me he sentido motivado para escribirles por el disgusto que tengo por la gran falta de respeto que ocasiona esta situación por parte de la Empresa Porcina debido a la gran deuda de pienso que tienen con los productores desde ese instante y ahora hace cambios con la entrega en el momento. ¿qué significa esto?, que a nosotros nos han obviado y los que venden ahora reciben el dinero y el pienso en el momento.

Al ver tanta falta de consideración, fui personalmente a la Dirección de la Empresa Porcina en el municipio y la respuesta que me dieron los funcionarios es que la deuda es problema de la nación y que todavía hay que esperar; busco el número de teléfono de la Dirección Provincial para que me expliquen lo que pasaba y siempre que llamaba la recepcionista me decía que el director no se encontraba porque el trabajo de él es en la base, hasta que al fin pude comunicarme con el jefe de producción, diciéndome que nadie es responsable de la deuda y que eso no está planificado. Le pregunto que cómo es posible que tenga bastante pienso en el almacén y no pague las deudas viejas, me respondió que las producciones de ellos van a seguir y que por lo tanto se va mantener la compra y el pago de pienso al momento, pero yo pregunto: ¿Hasta cuándo tenemos que soportar y pagar con creces la prepotencia de algunos compañeros que cumplen sus planes a costa del engaño de personas que se sacrifican para criar sus animales?

¿Cómo es posible que alguien pueda comprar algo en representación del Estado y después no pague y diga que eso es problema del Estado y que nadie es responsable?

¿Cuándo y quién pagará las deudas de pienso que tiene esa empresa desde el pasado año si el pienso que entra a sus almacenes solo es para cambios al momento, debido a que ningún productor está de acuerdo a entregar sin garantía de recibir el pago?

No cabe pensar que luego de uno sacrificarse y dedicarle tiempo a esta actividad se sienta lastimado.

Mientras el país lucha por perfeccionar el modelo económico, otros irresponsablemente hacen planes económicos de compra de animales sin ningún tipo de respaldo, causándoles molestias y malestar a los productores.

El General de Ejército Raúl Castro Ruz en la última Reunión Ampliada del Consejo de Ministros destacó: "No se puede vivir con la impunidad".

A. Kelly Ángel

Déficit de medios deportivos para impartir Educación Física

Soy profesora de Educación Física del municipio de Playa y realmente me gusta mi trabajo ya que somos la base para la formación de los grandes talentos del deporte, pero hay algo que me inquieta y me pregunto: ¿Con qué medios deportivos vamos a trabajar si los que llegan están en pésimas condiciones? Para ser más específica me refiero a los balones de fútbol, baloncesto, voleibol, etc.

Nuestro municipio a través de Educación nos ha hecho llegar estos medios cada tres años o más, pero no sabemos realmente el tiempo que estos llevan en almacén, que cuando son entregados a las escuelas se revientan solos y muchos no se llegan a inflar porque el material está completamente podrido, y me vuelvo a preguntar: ¿Acaso esto no nos perjudica económicamente, no se están gastando recursos para la elaboración de estos medios?

En muchas tiendas mayoristas los vemos en precios de 90 CUP y son los mismos en muchas ocasiones a los que dan en nuestras escuelas. ¿Por qué no bajarles el precio para que nuestros profesores los puedan adquirir para su propio trabajo, ya que los responsables no son capaces de entregar en tiempo estos materiales? Pero esta situación no sucede en todos los municipios y mucho menos en el centro de la capital. Se nos dice que debemos crear nuestros propios medios de trabajo y realmente muchos se pueden confeccionar con el apoyo de los niños y los padres, pero estos balones no los podemos inventar para lograr lo que se quiere.

Un padre te puede regalar uno, que resuelve, pero a veces tenemos en la escuela una matrícula de hasta 500 niños, tres profesores trabajando en el mismo momento y una pelota, ¿cumple objetivos? Creo que no, y es aquí donde tenemos que inventar para cumplir nuestros objetivos en la clase, porque se nos exige calidad.

En las escuelas existe un déficit de profesores de Educación Física, al igual que de maestros, y el país ha creado centros para la formación de los mismos. Es muy triste que después de varios años de estudio, cuando nos enfrentamos con la realidad, no queremos continuar porque no existen las condiciones necesarias para trabajar y nos desmotivamos, aunque muchos nos quedamos por amor a la profesión.

Ante esta situación que a muchos nos preocupa, no debemos voltear la cara para el lado contrario, sino atacar de frente el problema y buscar una respuesta clara y convincente. No desperdiciemos materiales que tanto sudor nos cuestan.

M. M. Blanco

¿Es un favor o una obligación?

Hace aproximadamente dos años que voy todos los meses al Banco, sito en Infanta y Manglar No. 305, a cobrarle la jubilación a mi madre por ella encontrarse impedida físicamente, y siempre el día del cobro ocurre lo mismo, dicho Banco tiene cinco cajas recaudadoras, pero ese día trabajan dos cajas nada más, que son la No.1, que por desgracia desconozco el nombre de la cajera, pero la felicito por su buen trato y agilidad en su servicio y la No. 2, cajero Williams Recio, que también desempeña un trato afable y un servicio excelente, ya que son las únicas personas que logran, cuando por fin te llega el turno, hacerte sonreír, algo difícil después de recibir tantos maltratos por la persona encargada de organizar la cola, que es la responsable del salón, sin mirar que la gran mayoría son personas de muy avanzada edad y que las tienen tres y cuatro horas paradas en el portal y mirando cómo entra y sale del Banco el personal que ahí trabaja, a cualquier hora, para resolver su almuerzo y de paso gestionar sus problemas personales; además, cuando por casualidad habilitan otra caja, la prioridad es para las empresas, para depósitos o extracciones, no se tienen en cuenta esas personas que están haciendo la cola para cobrar su pensión, que merecen respeto y consideración, ya que trabajaron duro muchos años para poder llegar a su jubilación y el Banco no les está haciendo ningún favor, al contrario, todo su personal gana muy buen salario y además estímulos. Yo, por ejemplo, en el último cobro del 23 de febrero estuve desde las 11:00 a.m. hasta las 3:00 p.m.

M. Rodríguez

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