Publicadas el 6 de enero de 2012

La respuesta de la ESEN no satisface las quejas publicadas

En relación a la respuesta publicada el pasado 30 de diciembre, enviada por el compañero Humberto Barreto Nardo, director general de la Empresa de Seguros Nacional (ESEN), opino que se quedó corta y que no satisface las diferentes quejas manifestadas por varios lectores al respecto.

En su misiva el compañero Barreto, prácticamente, se refiere solamente a los vehículos asegurados que son robados y que por las condiciones económicas del país solo reponen (y con bastante demora a aquellos que aparecen). Si la ESEN no tiene condiciones, entonces, que no asegure esa condición. El compañero alega, que el seguro se paga en pesos cubanos y los autos se compran en divisas, el hecho es, que en nuestro país, prácticamente nadie cobra en CUC, ese asunto lo debe ventilar la ESEN con las autoridades competentes y si no hay solución, entonces, repito, no aseguren esa condición, imagínense, el asegurado está equis años pagando miles de CUP y cuando tiene un problema, aparece que no hay condiciones, lo cual no tiene sentido.

Ahora bien, hay otro aspecto que el compañero no toca en su misiva y es, el de aquellos clientes que tienen accidentes y lo que tasa y paga el seguro no se parece en nada, a lo que el perjudicado debe pagar en la vida real y entonces ¿para qué pagar esa póliza?

Reitero mi afirmación que fue publicada en Granma, en cuanto a que la ESEN debe hacer contratos con talleres de mecánica, chapistería y pintura y que lo tasado a un asegurado sea lo que ese taller vinculado a la ESEN debe cobrar, así sí sería atractivo estar asegurado. Yo creo que hay que atemperarse a los nuevos tiempos.

C. Dantin Acosta

Un asunto que merece análisis

He seguido con grandes expectativas los procesos de cambios que se suscitan en la actualidad a raíz de los lineamientos del Sexto Congreso del Partido, pero también soy asiduo lector del periódico Granma donde a menudo aparecen hechos frustrados referidos al hurto y sacrificio de ganado mayor, pero cabe preguntarse ¿y los que no se detectan?

Así creció mi interés por analizar el comportamiento de un quinquenio del ganado vacuno en solo algunos indicadores tomados del anuario estadístico 2004-2009. Al cierre del 2009 la masa ganadera decreció con relación al 2004 en un 1,3 % y aunque los números demuestran un mejoramiento en los índices de natalidad y decrecimiento de la mortalidad, aún se depende mucho de los resultados del sector no estatal donde se obtiene el 82 % del total de nacimientos como promedio y se muere uno de cada cinco animales que nacen. En el documento no se habla de las causas, pero a juzgar por lo que se publica en el diario de fecha 8 de noviembre, se pudiera interpretar ese indicador como una fuente de reserva al poder estar influenciado por actos delictivos no frustrados y todo esto por mucho que se mejore me hace reflexionar acerca del artículo publicado en el sitio web de la Universidad de Oriente, donde el autor, Rolando Pavó Acosta, concluye que por mucho que se arrecie el Código Penal y se adopten cada vez mayores sanciones no acabamos totalmente con esta ilegalidad y concuerdo con que buscar mejores formas de regular el sacrificio aportaría mejores resultados.

¿Por qué un campesino no puede concurrir al mercado a vender la carne de una de sus reses? ¡Ah! Pero para ello deberán buscarse variantes condicionantes que por otro lado beneficien los indicadores de crecimiento de su ganado, por ejemplo, crecimiento de los índices de natalidad o disminución de la mortalidad o ambas, o quizás basado en el número de entregas a sacrifico al Estado, etc.

En cuanto a la legislación deberá analizarse, pues la envergadura de un delito está dada por el impacto económico, político y social que tenga el hecho pero robar una vaca en cuanto a comisión delictiva es igual que robar un cerdo o un carnero y eso deberá ser siempre sancionado por nuestras leyes.

F. Paz Martínez

No estoy de acuerdo con esos planteamientos

En las últimas semanas he leído varias cartas relacionadas con el hurto y sacrificio de ganado mayor, y aunque respeto todos los criterios dados por los compañeros, hay planteamientos con los que no estoy de acuerdo.

Este es un delito que debemos combatir con sistematicidad, y estoy seguro que se puede disminuir a un mínimo permisible para que no comprometa el crecimiento de la masa.

Se plantea por algunos compañeros que una solución sería que se autorice el sacrificio y la venta liberada de sus carnes por parte de los tenedores de ganado; en mi opinión aplicar esa medida en la actualidad en nuestro país sería caótico.

Quisiera compartir algunos datos: si cada persona de nuestro país consumiera una libra de carne cada mes, habría que sacrificar casi medio millón de cabezas anualmente con un peso promedio de 400 kg cada una. De cumplirse esto, a la vuelta de 3 o 4 años no tendríamos vacas para producir la leche que hoy se entrega a niños, dietas y otras personas que necesitan de este alimento.

Como se conoce la producción de leche a nivel nacional ha crecido, pero aún no es suficiente para nuestro autoabastecimiento, por lo que el Estado tiene que importar determinadas cantidades de leche en polvo a precios que hoy alcanzan alrededor de 5 000 dólares la tonelada.

Considero que lo más importante es la implementación del lineamiento 192 que plantea: continuar el desarrollo ganadero en la actividad vacuna y demás ramas¼

Un buen ejemplo de esto es lo que se está haciendo en la rama porcina, en el caso de la ganadería vacuna hay que seguir recuperando áreas porque la alimentación la podemos obtener sobre la base de pastos y forrajes, y solo nos puede limitar un mayor crecimiento la falta de reproductoras, aunque en la eficiencia reproductiva aún tenemos reservas.

En cuanto a los dueños de ganado mayor en los últimos años estos han sido estimulados con el aumento del precio de la leche y el de la compra de ganado en pie, un ejemplo palpable son los cientos de productores que hoy se dedican a la ceba de toros.

Con relación al sacrificio y distribución de la carne de res, me parece que por varios años debe continuar rectorada por el Estado bajo normas de planificación, y solo incrementar su consumo cuando este no comprometa el crecimiento sostenible de la masa.

L. Molina de la Rosa

¿Oferta y demanda o especulación?

Más fácil se adapta un pingüino al trópico que los cubanos a la llamada ley de la oferta y la demanda. Lo que hoy prima en el mercado es la especulación, reconocen connotados economistas. Hice la pregunta a 100 personas y solo defendió su aplicación un vendedor de productos del agro.

Que el Estado no se inmiscuya en las relaciones entre personas naturales no significa que deje de usar sus prerrogativas para asegurar el acceso de los ciudadanos a los principales bienes y servicios. Bien recordamos cuando los vendedores particulares de productos del agro en Villa Clara intentaron incrementar los precios a raíz del huracán Michelle, cómo la vigorosa actuación de las autoridades paralizó su cuestionable proceder.

Disminuyen los impuestos y el cochero sigue cobrando lo mismo. Busco respuestas a las siguientes preguntas. ¿Por qué los vegetales son más caros ahora que en pleno periodo especial? ¿Acaso su venta a oferta y demanda ha multiplicado la producción? ¿Qué razón explica que surjan miles de trabajadores por cuenta propia y sus precios sean inmutables? ¿Cómo entender que un transportista particular pueda cobrar el precio que le venga en gana, incluso a ese médico que debe trasladarse para curarlo a él o a su familia o al profesor que educa a sus hijos, por salarios cada vez más deprimidos por la creciente subida de precios? ¿Qué tiene que ver la "ley de la oferta y la demanda" con comprar y revender más caro? ¿Cómo lograr que más personas se motiven a labrar la tierra como necesitamos, si comercializando se gana más y se trabaja menos?

El Lineamiento 68 aprobado por el Sexto Congreso de nuestro Partido muy razonablemente ex-pone que "se mantendrá el carácter centralizado de la determinación de los precios de los productos y servicios que económica y socialmente interese regular, descentralizándose los restantes". Valen los precios libres para el anón, o los viajes a la playa, pero no para los bienes y servicios que el hombre necesita para vivir y trabajar, como los alimentos básicos y el transporte. La política impositiva debiera incentivar la disminución de los precios y no al revés. Errores siempre se cometerán pero es mejor equivocarse protegiendo a los de menos ingresos, lo que está en la esencia misma de nuestra Revolución.

J. Álvarez López

Un engaño en el proceso de maduración de las frutas

En los agromercados está existiendo un problema que considero delicado y hasta perjudicial para la salud humana. Hay frutas que son adulteradas, para ofrecer mejor presencia y más rápida salida, como por ejemplo, la frutabomba, las guayabas, etc., en que usted las ve que parecen hechas por fuera, a veces en la tarima de venta hacen una cala al comprador, que saben por dónde hacerla, pero aun llega a su casa y cuando la abre no está totalmente hecha y se pierden el dinero, bastante caras por cierto, y la gestión, la fruta está amarga, insípida, no sirve, después de haber pagado hasta más de 20 pesos por una simple frutabomba.

Se dice que les echan sustancias para acelerar el "aparente" proceso de maduración y es un engaño, una estafa. Entonces se queja al vendedor, este dice que él no las compra, en la oficina le dicen que es el campesino y la cosa, como muchas otras, se diluye, no hay culpable. Yo considero que es responsabilidad de todos ellos, del campesino si es el que lo hace, o del almacén del agro si es que se hace ahí, pero aun, del administrador de cada unidad, a quien le otorgo la mayor responsabilidad o más bien dicho, irresponsabilidad, y hasta del vendedor porque cuando un día el propio administrador se lo rechace a los transportistas, cada uno se pondrá para lo que tiene que hacer.

Por otra parte, hay una serie de frutas, que triste y desgraciadamente hay que llamarles exóticas hoy día, en nuestro país, en cuyas tierras se da de todo, ya no se ven, a no ser en agromercados de oferta y demanda, tales como mamey, canistel, anón y otras, que uno las compra aun sin haber madurado, pero bajo la "seguridad" del vendedor de que madurarán, se pagan bien caras también y no maduran, porque no se cosechan en el momento que debe ser y el comprador no lo sabe.

Yo considero que hechos como estos, de evidente estafa y hasta de posiblemente atentar contra la salud humana, porque estas sustancias pueden dañar a alguien, deben ser fuertemente castigados y personalmente les doy la mayor responsabilidad a los administradores de los sitios de venta, como elemento intermedio de todo el proceso de venta y considero deben ser muy fuertemente castigados por esto, pues el asunto no es solo el cumplimiento de los planes de venta, sino principalmente la adecuada calidad que debe ofrecerse a los consumidores, cuidando su salud también.

J. S. Martínez Pérez

Buscando líquido de frenos en… los servicentros

El 2 de enero salí con mis niños y se me partió una tubería de los frenos, la remendé, pero me faltaba líquido, decidí ir al día siguiente a buscarlo para poder trabajar el día 3.

Yo vivo en el Reparto Guiteras, La Habana del Este, aquí hay un servicentro bastante grande, me dirigí a él y noté que habían hecho ampliaciones en la tienda que anteriormente era algo chiquita, pero estaba muy bien surtida, sobre todo de accesorios para vehículos. La ampliación era para poner una tienda bien surtida de todo menos de accesorios de vehículos. Pregunté y la dependienta muy orgullosa me contestó: "No, no, no, aquí ya no se vende nada para carros¼ "

Fui al servicentro del Roble, el más cercano, teniendo en cuenta que estaba con muy poco freno, allí también la tienda se convirtió en tienda de todo menos de accesorios de carros; aquí la dependienta se mostró algo contrariada cuando le pregunté: "Como usted ve, aquí se vende de todo menos cosas de carros que son las que se deben vender¼ "

No me vencí, por la necesidad y más aún por la curiosidad de saber qué había pasado en estos servicentros: ¿han cambiado su objeto social?

Llegué al del intermitente de Alamar, y aquí sí me encontré algo de accesorios: una vidriera de 90 por 1,10 m vacía, con tan solo spray de silicona, aceite para motor gramaje pequeño, dos productos de accesorios de carros y miles de renglones de productos de todo tipo para el resto de la tienda. Hablé con un chofer y este me dijo: "ni te mandes para Guanabo, que todos los servicentros están igualitos¼ " Viré para mi casa sin frenos y sin líquido de frenos¼

Yo me pregunto: ¿quién es el que dirige estos abastecimientos? Cada instancia comercializadora estatal debe pretender dar un servicio, pero a su vez satisfacer las necesidades de la población, más aún necesidades que puedan influir en situaciones alarmantes como un accidente o una rotura en lugares peligrosos, para eso deben ser los servicentros, brindar un servicio preventivo a los vehículos que por allí transiten. Pues no. Eso no está así.

¿Quiere alguien explicarlo, pues yo no lo entiendo? Claro, supongo que esto deba estar relacionado con la oferta y la demanda, además de los cumplimientos de ventas que genera esta diversidad de productos, así sí se justifica, pero¼ ¿el servicio, la prevención, la seguridad vial de los que transitan por la carretera, que pueden estar necesitados de algo tan sencillo como líquido de frenos, o una bujía, o una goma que se explotó¼ ?

Eso es muy importante, y en nuestro país no está disponible un servicio de carretera para roturas, eso para nosotros es solo en películas¼ nos valemos de las cosas que podemos encontrar en los mal llamados servicentros. ¿Hay alguna explicación?

P. Delgado de la Luz y Caballero

El asma como problema de salud

Leyendo en la edición de Granma del 14 de noviembre del año pasado, el compañero José A. de la Osa escribía sobre la situación del asma en nuestro medio y entre los factores de riesgo que determinan la aparición de las crisis, se señalan los "ambientales" de manera genérica, y deseo expresar que en cuanto al ambiente, la contaminación por el humo del transporte urbano, máxime cuando se ha producido un aumento de vehículos particulares como taxis, llamados por la población "almendrones" y también algunos ómnibus, camiones y autos estatales, constituyen la primera fuente de dicha contaminación y sería de mucho interés saber qué planes hay por los organismos del Estado para al menos mejorar esta situación, pues en países como México, Japón, entre otros, se han tomado medidas que han surtido efecto y nuestra ciudad de La Habana continúa creciendo tanto en vehículos, la mayoría técnicamente defectuosos y que hay dudas de la veracidad del resultado de las revisiones en el llamado Somatón.

M. Hernández Fernández

Sobre las piezas de repuesto para equipos de aire acondicionado

Hace algún tiempo me pregunto, ¿dónde están las piezas de repuesto para la reparación de los acondicionadores de aire marca LG cambiados por la revolución energética?

No soy yo solo, es un problema generalizado por lo menos en el municipio de Jesús Menéndez, en la provincia de Las Tunas. Desde hace aproximadamente cuatro años cambié mi acondicionador de aire ruso, marca BK-1500 por el moderno equipo LG, este de gran eficiencia, pero cuenta con componentes de muy mala calidad, por ejemplo, la cubierta metálica, el condensador, termostato, capacitor, conmutador, por mencionar algunos.

Hace varios días me dirigí al taller de refrigeración donde se deben reparar estos equipos, porque la cubierta metálica de mi aire y el condensador están en mal estado debido a que en esta zona hay alto nivel de salitre por encontrarse muy cerca de la costa, y esto atenta con la eficiencia del mismo, gastando más energía de la normal; la respuesta es que para esos equipos no hay ningún tipo de piezas de repuesto.

Entonces, o bien acudo a los particulares o dejo de usar mi equipo que, aunque no sirva, tengo que pagarlo por un periodo de 10 años.

A. Betancourt Barreto

Las molestias surgen de nosotros mismos

El pasado 26 diciembre me dirigí al BFI del Habana Libre a cambiar un billete de 5 en moneda extranjera pero, como tenía la punta del billete rota y cortaba el número 5 al medio es en esas dependencias donde lo cambian. Al llegar al Habana Libre me dijeron que ese banco ya hacía meses no existía y que me dirigiera a la Cadeca de 23 y J que está a una cuadra. En la puerta de la Cadeca había un tabloide con los cambios de las monedas entre las que estaba la que yo poseía; no obstante, y conociendo el paño, le pregunté al custodio de la puerta y me dijo que sí lo cambiaban ahí. Hice la cola, en mi turno me dirijo a una cajera y me dijo que los billetes rotos solo se cambian en el BFI y que fuera al que queda en 1ra. y B, Vedado. Ya eso me molestó un poco. Fui al BFI indicado, hice la cola y cuando fui al cajero le dije lo que me ocurrió y este me dijo que en esa Cadeca me lo podían haber cambiado, pues tienen esa orientación, pero que no lo hicieron para causar molestias, eso sí ya me molestó.

Coincido con otros que han escrito a esta sección relacionado con que algunas veces somos nosotros mismos los que nos bloqueamos y/o hacemos algo para crear malestar en la población.

R. D. Alemán Rodríguez

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