Publicadas
el 30 de diciembre de 2011
¿Cuándo y cómo eliminar la pandemia del sonido?
Mucho se ha hablado y se ha publicado por la prensa
en cuanto al ruido y sus consecuencias, tanto para la salud personal
del individuo, así como para la salud social.
Es insoportable el ruido producido por los equipos
de música, que están presentes en casi todos los hogares cubanos,
los cuales la gran mayoría los ponen a un volumen abusivo para el
sistema auditivo y nervioso de los humanos, añadido a esto la
cantidad de vendedores de discos que deben promocionar los mismos
con el equipo a todo volumen, así como los carros que circulan o se
estacionan con la música como si fueran altoparlantes.
Somos una pareja de trabajadores de la Salud, que
tenemos nuestras guardias que cumplir siempre alertas, porque de
estar soñolientos podemos cometer errores graves que jamás podrán
ser reparados.
En nuestro hogar es imposible dormitar, descansar,
simplemente ver un programa en el televisor, o escuchar música
porque la indolencia de nuestros vecinos no lo permite. Sus discos
deben ser escuchados por toda la cuadra, guste o no.
Estos son vecinos "solidarios", les gusta compartir
su música, sin tener consideración con el bebito, el anciano o el
enfermo, con el trabajador que necesita descansar después de una
ardua jornada laboral, con el estudiante que está preparándose para
su prueba: los "fulas", como llaman despectivamente a los que
estamos en el orden, somos los que protestamos. Y pobre de aquellos
que tienen cercano un Ditú, un "Pan de París" o un ServiCupet, que
es la imagen más acabada de la jungla de asfalto en las madrugadas,
la pura ley de la selva.
¿Hasta cuándo hay que permitir esta agresión a la
salud de todos?, ¿quién debe tomar las medidas? y ¿cuándo las va a
tomar? Son muy educativos todos los mensajes televisivos, las
críticas en la prensa, pero la indisciplina social y la indolencia
han tomado tal magnitud que han producido riñas entre vecinos con
agresiones verbales y hasta físicas.
Existen medidas como las multas a aplicar por el
Instituto de Higiene y Epidemiología, así como por la Policía
Nacional Revolucionaria, pero ¿cuándo se van a aplicar? No es acudir
cuando se provoque la discusión o el llamado escándalo público, o
cuando el afectado formule la queja, creo que la Patrulla y sobre
todo los jefes de Sector, que son los que mejor conocen su
territorio, deben accionar de inmediato en esto, mas en estos
momentos que estamos a fin de año y la alegría e indisciplinas se
acrecientan, ¿o es que vamos a permitir que no se respete el deseo
de toda una población de acabar con esta indisciplina?, que se vio,
una vez más, expresado en los aplausos de todos los delegados al
Congreso de nuestro Partido cuando nuestro Primer Secretario, el
compañero Raúl, lo señaló en el informe de apertura del mismo.
J. Martínez
Faltan cascos para los motociclistas
Hay una preocupación existente en la inmensa mayoría
de los conductores de motocicletas en nuestro país, y es la
desaparición desde hace un considerable periodo de tiempo, de la
venta de cascos de protección por nuestras cadenas de tiendas, lo
cual trae consigo el uso por parte de muchos conductores de cascos
en mal estado técnico (rotos y cosidos con alambres, modelos no
destinados para la conducción de motocicletas, etc.), lo que
incluye, además del incumplimiento de lo establecido por nuestras
leyes en cuanto a la disciplina vial por parte de los conductores,
el hecho o el riesgo de la pérdida de la vida de seres humanos.
Sería bueno buscar una solución inmediata al
problema, proponiendo a tal efecto una vez más que sean revisados
los precios de venta de estos medios, los cuales en periodos
anteriores han estado fuera del poder adquisitivo de nuestra
población.
No estoy ajeno a la situación de crisis económica
que envuelve a nuestro mundo actual y sobre todo a nuestro país,
bloqueado por el imperio norteamericano desde hace más de medio
siglo, pero se hace necesario proteger la vida del hombre, que es la
esencia de nuestro sistema socialista.
E. Santibáñez Vázquez
Materiales en bolsa negra
Aunque soy asidua lectora de esta sección nunca me
había dirigido a ustedes, aun con la certeza de que su publicación
es el criterio bien claro de nuestro pueblo sobre los errores con
los cuales aún convivimos, no es menos cierto que nos falta todavía
espíritu de la crítica y de la conciencia de hacerle frente a lo que
está mal, empezando por algunos directivos que se aferran a no
aceptar el cambio en que nuestra sociedad está enfrascada: Hoy el
Estado está invirtiendo recursos y medios en mejorar las condiciones
de vida de la familia, muy bien visto por todos, pero no todo es
color de rosa, aún existen grandes fisuras en el sistema y en estos
momentos no le vemos quién le pone coto a esto.
En la ciudad de Santa Clara funciona un
establecimiento de venta de materiales al cual le llamamos "rastro"
en el que efectivamente usted puede llegar y comprar lo que necesite
siempre y cuando exista, pero aun así cuando puede acceder a ellos
debe pagar un precio superior al costo del material que desea
adquirir, es el caso de que al solicitar la compra de arena sucia,
lavada, cemento, cabilla o bloque tiene usted que pagarle a los
estibadores el valor de $ 30.00 pesos por cada metro cúbico que
compra. ¿Acaso estos trabajadores no son plantilla del
establecimiento o son cuentapropistas-estatales?, ¿en qué plantilla
se encuentran y qué salario devengan?
Se me ha presentado el caso en varias oportunidades
que he necesitado comprar arena sucia y lavada y en este lugar se
agotó el material solo porque en las afueras del mismo pernoctan
todo el día camiones particulares que están al acecho de la entrada
de los camiones que transportan estas mercancías y realizan la
compra del 100 % de los materiales para revenderlos después a $
240.00 pesos el metro cúbico de cualquiera de las arenas y a $ 12.00
el metro de cabilla, entonces yo pregunto: ¿con esta apertura
estamos fomentando la venta ilícita de materiales?, ¿quién está
encargado de regular esto?
Hasta donde conozco estos camiones poseen licencia
para transportar no para revender y que al final de la línea se
están enriqueciendo con los materiales que el Estado destina para el
pueblo y esto es a la vista de todos, administrativos, empleados del
establecimiento y hasta de la unidad de la Policía que está al lado
del mismo, no se esconden y te facilitan su teléfono particular para
realizarte la venta del mismo producto ya con el precio alterado.
En mi opinión esto es un robo y no debemos voltear
la cara para el lado contrario, hay que atacarlo de frente si
queremos eliminar las ilegalidades de nuestro quehacer cotidiano...
Nos falta mucho trabajo por hacer y faltan muchos que deben ponerse
a trabajar como los demás.
V. Díaz Villazón
El omnipotente revendedor de alimentos
¡Este es el precio socio, si te gusta bien y si no
también!, me dijo uno de ellos que posiblemente no supiera donde
estaba el organopónico más cercano. ¡Claro!, pudiera ir al mercado
estatal habilitado pero está desabastecido, o la variedad de sus
productos es muy poca. El revendedor de alimentos se siente
omnipotente porque es el único que tiene el producto, y especula con
aquello que satisface una necesidad permanente.
El tema de los trabajadores por cuenta propia y el
de alimentación son de los más significativos y actuales, de los más
discutidos, y por eso me pregunto por qué no se acaban de tomar
medidas con aquellos sobre los que recaen ambos temas y agregan un
eslabón más a la cadena de venta de los alimentos que expenden a
precios insostenibles.
Que es una fuente de empleo para muchas personas, lo
es, pero lo que en última instancia importa son las posibilidades de
acceso que pueda tener la gran mayoría a los productos que venden.
Su existencia no solo se puede justificar como vía de empleo,
¡tienen que resolver realmente un problema social!
Si ponemos los oídos pegados a la tierra nos daremos
cuenta de que con esto de los carretilleros algo ha fallado, algo de
norma ha faltado o algo no se tuvo en cuenta y creo que está
haciendo tremendo daño.
Que llevan los productos a lugares distantes donde
el Estado no tiene ofertas de esta naturaleza, es cierto en
ocasiones, pero se ven carretilleros vendiendo al lado de lugares
habilitados por el Estado para los mismos fines y a precios cada vez
más impagables.
¿Cómo es posible que personas concretas y minorías,
puedan establecer con más autonomía y facilidad que el Estado,
contratos de compraventa, mecanismos de transportación de los
alimentos, y tengan en su poder más diversidad de productos que el
Estado mismo? ¿Para qué sirve entonces la planificación socialista?
No solo se trata de ser punitivo, sino de analizar en profundidad
qué está pasando, y más con dos temas cruciales, en el aquí y ahora.
Hay que preguntarse muy seriamente a quién o a quiénes les está
siendo útil el actual estado de estas cosas. Podría ponérseles un
margen de precios a las cosas que venden, y en congruencia al
agricultor que negocia con él. No sé qué está pasando...
A. Barroso Martínez
Sobre la demanda incorrecta del Carné de
Identidad
Drama en cuatro actos:
1º En varias organizaciones, contrario a lo
establecido en la ley del Carné de Identidad, de que este no se
puede usar como depósito en garantía, el Carné se cambia por el
solapín de visitante al lugar, sin registrar dato alguno, si ocurre
una pérdida, sabotaje, etc. no se registró en ningún lugar quiénes
estuvieron como visitantes.
2º Al niño(a) le dan su papel en la escuela para
comprar el uniforme y usted tiene que llevar la tarjeta de menor del
niño. Hace años Virulo cantaba: "Si mis padres no se divorcian me
voy a traumatizar". Entonces si el niño no está en la provincia o
municipio no se puede comprar la prenda escolar hasta que regrese,
con el gran riesgo de que después no exista la talla necesaria. Si
queremos controlar ¿por qué no registrar en la venta el CI de quien
lo compró? Si yo me encuentro la libreta, la autorización de la
escuela y el carné del menor ¡compro sin problemas!
3º Sin prejuicio alguno yo compro las íntimas de mi
hija y mi nieta en la farmacia con la libreta de abastecimientos de
productos alimenticios. Pero todos los años hay que hacer el censo.
Hay que llevar a la farmacia el CI de cada una de las mujeres que
compran este artículo. Cuando fui a hacer el censo les dije a las
compañeras en la farmacia que en la bodega me vendían todos los
productos que conocemos de forma normada y solamente se llevaba un
carné cuando se va a sacar la libreta nueva. Respuesta: "es la
orientación de arriba". Si en un núcleo hay cinco mujeres que
consumen este producto, deben estudiar o trabajar por la edad,
¿deben violar la Ley del Carné de Identidad que dice que el titular
debe portar el documento en todo momento?
4º Sorpresa. Este año apareció un cartel en mi
bodega que decía: Para sacar la libreta nueva (2012) traer el Carné
de Identidad de todos los consumidores. Pregunté y la respuesta fue:
"Es una orientación de OFICODA". ¿Cómo se la arregla un núcleo
grande con dos o tres matrimonios conviviendo con hijos y padres, si
a veces sacan los productos a retazos porque no se llevan bien, para
coordinar llevar todos los CI en el mismo momento a la bodega? Por
suerte las protestas fueron tantas, o se comprendió por OFICODA la
insensatez, que finalmente saqué la libreta nueva sin tener que
recolectar los documentos de mi núcleo.
Nuestro Presidente lleva rato alertando y pidiendo
eficiencia, control, exigencia. Pero también nos está pidiendo
pensar, desburocratizar, cumplir la ley y aquí se orienta, como
hemos visto, violarla.
A propósito de la Libreta de Control de Ventas para
Productos Alimenticios (2012), me llamó la atención que se mantienen
impresos productos que ya no se ofertan.
A. Rapallo Disit
El transporte urbano en la capital
Para nadie es un secreto el esfuerzo que realiza el
Gobierno de nuestro país para tratar de mantener el transporte
público a pesar de que la falta de insumos y piezas de repuestos
inciden de manera directa sobre el servicio que el pueblo necesita.
Pero si a todo eso le sumamos el actuar indolente de
los choferes, se hace realmente insoportable el transporte
capitalino. Todos los días para dirigirme al trabajo hago uso de las
rutas P1, P5 o 20 y todos los días sucede la misma situación, los
choferes paran donde se les ocurre estando el vehículo lleno o
vacío, perjudicando tanto a los pasajeros que esperan las mismas
como a los que vienen en ella. Esto ocurre incluso con la presencia
de inspectores del transporte dentro de la guagua los cuales solo se
preocupan por recoger el dinero de los pasajeros que llegan
corriendo. Aparentemente, y además te lo hace saber el conductor, es
para vaciar la guagua antes de llegar a la parada oficial para que
monten los pasajeros que esperan, solo que luego no paran en la
misma.
Y como planteé en el párrafo anterior parecería algo
encomiable que el inspector o el "copiloto" que últimamente no falta
en esos ómnibus, se encargue de recoger el dinero de los pasajeros
que intentan montar por las puertas traseras, pero si observas bien
ese dinero no va para la alcancía sino que de forma "mágica"
desaparece en las manos del chofer con la anuencia de los
inspectores e incluso delante de agentes de orden público que se
hacen los de la vista gorda para no buscarse problemas. Cuando algún
pasajero (bastante pocos realmente) se queja o le dice algo al
chofer la respuesta de este y del inspector es: "ellos también
tienen que vivir".
¿Cuál es la función de los inspectores del
transporte urbano en la vía? ¿Cómo se mide la eficiencia de las
terminales de ómnibus? ¿La dirección de Transporte en la capital no
se percata del enorme salidero que genera su personal? ¿Cómo vamos a
tener un buen servicio con esta pérdida constante de dinero que
provocan estos choferes inescrupulosos?
A. Izaguirre Calvo
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