La firma del contrato no puede ser un acto formal
En la reciente reunión del Consejo de Ministros se
analizaron temas para avanzar en la implementación de los
Lineamientos aprobados en el Sexto Congreso del Partido, entre
ellos, según publicó la prensa, se insistió en que debe velarse con
rigurosidad porque los insumos agropecuarios y los materiales de la
construcción cumplan con los parámetros de calidad pactados en los
contratos.
Al parecer esto último, durante el año, no ha
ocurrido así, porque según trascendió en la Mesa Redonda que se
trasmitió por la televisión para informar sobre la marcha de la
venta liberada de materiales de la construcción, la población se
quejó de la calidad de algunos de los productos que se estaban
ofertando, a los que los directivos allí presentes admitieron
autocríticamente que ellos no estaban preparados para producir para
ese Mercado.
Lo que demuestra que las empresas constructoras, que
hasta hace poco eran las destinatarias de estos productos, son menos
exigentes que la población, de allí la importancia del Lineamiento
No. 10 del modelo de gestión económica que establece la obligación
del contrato y de producir con calidad.
Al respecto, en la edición de Granma del
pasado 9 de diciembre, en esclarecidos comentarios, se alerta que
muchos de los conflictos que se suscitan en la esfera contractual se
deben a la firma de contratos que desde sus inicios fueron
concebidos de manera deficiente y yo le agregaría que muchos se
firman como un acto formal.
En ese mismo trabajo periodístico que debiera
analizarse en todos los Consejos de Dirección, se llama la atención
de que los contratos tienen que adaptarse a las condiciones de
quienes están pactando. Por eso la misma receta no sirve para todos
los casos, como se hace en la actualidad.
Por ejemplo, ahora mismo la Empresa de Correos de
Cuba, amparada en lo que establece la Resolución No. 2253/05 del
Ministerio de Economía y Planificación, está exigiendo a las
entidades estatales que, para renovar las suscripciones del
periódico para el 2012, hay que firmar un contrato entre el 25 de
noviembre y al 25 de diciembre.
Para cumplir con esta exigencia hay que presentarse
a la Empresa de Correos de la provincia llevando la boleta con la
asignación de los periódicos, después de la correspondiente cola te
entregan dos proformas de contratos que entre ambas tienen 12 hojas,
a las que la entidad que va a recibir la prensa tiene que agregar 4
documentos o un certifico acreditativo de los mismos, en total 14
hojas.
En la entidad llenas los datos que te solicitan,
algunos de ellos repetitivos, plasmas 11 firmas y sus respectivos
cuños y, si no te equivocas, puedes llevarlos a la Empresa de
Correos en la provincia, la que posteriormente te confirmará la
validez del contrato, por lo que generalmente hay que dar tres
viajes.
En el caso de nuestra provincia, según me informó el
asesor jurídico, esta operación tienen que hacerla 752 entidades que
reciben la prensa, diseminadas en los ocho municipios, algunos de
ellos a más 70 kilómetros de la capital provincial. Saquemos la
cuenta del gasto de combustible, papel, tinta y de tiempo que genera
este proceso en todo el país y busquemos una fórmula menos compleja
para el contrato con la prensa, tal como propuse en esta sección y
que Granma publicó el 11 de febrero del 2011 con el título
Dos propuestas para ahorrar.
Estoy consciente de que la concertación de los
contratos entre entidades es una necesidad impostergable, por ello
es uno de los Lineamientos que tenemos que hacer cumplir, pero no
tienen que ser idénticas las proformas para todos los contratos ni
convertir esto en un simple acto formal
A. Arteaga Pérez
¿Seguro siempre seguro?
Cuando titulo la presente carta con este nombre es
porque pienso que el Seguro es seguro, cuando de cobrar se trata,
pero no del todo, cuando debe pagar a sus clientes en el momento
establecido.
Sin contar que lo pagado no se ajusta a las
circunstancias reales que vivimos y mucho menos, sin tomar en cuenta
si un cliente está inscrito desde los años 80 o si lo está
recientemente. Digo esto porque si un cliente inscrito hace años
hubiese depositado en el banco lo que ha tenido que pagar hasta la
fecha, tuviera una cantidad comparablemente mayor que la que hubiese
obtenido del Seguro. Esto sin contar los trámites burocráticos y el
tiempo transcurrido (estas son palabras similares a las expuestas
por un compañero en una de sus publicaciones del periódico).
Todo lo anterior se demuestra por las explicaciones
expresadas por cuatro de sus clientes los viernes de las últimas
semanas en las Cartas a la Dirección. No me parece necesario
repetir lo que una buena parte de los asociados a la Empresa de
Seguro opinan acerca de ella (no existe otra entidad en el país con
similar razón social).
Sería interesante pensar qué pasaría si existiese la
competencia con otra empresa de seguros pero cuyas ofertas y forma
de respuesta a sus clientes fueran diferentes. Pero desgraciadamente
no tenemos opción para elegir.
Por otra parte, estimo que se hace necesario que
dicha empresa se pronuncie y al menos opine por esta vía u otra,
sobre los criterios vertidos por sus clientes, porque sin los mismos
dicha entidad no pudiera subsistir. Y parafraseando al Guerrillero
Heroico, la calidad es el respeto al pueblo.
G. Díaz Vázquez
Ahorro vs servicio
Lo que el Generalísimo Máximo Gómez decía de que
"los cubanos o no llegamos o nos pasamos", nos queda como anillo al
dedo. Para nadie es un secreto los difíciles momentos que nos está
tocando vivir y la gran guerra que tenemos que librar a favor del
ahorro, y no es menos cierto que no podemos darnos el lujo de gastar
indiscriminadamente lo poco que con mucho esfuerzo conseguimos, pero
compañeros ¿a qué costo?
Paralelamente, es de interés de la máxima dirección
del país la mejoría y el perfeccionamiento de la calidad de los
servicios. Tenemos la obligación y la necesidad de brindar lo mejor
que podemos porque qué sería de un mundo socialista donde los
servicios públicos y de la sociedad no funcionaran adecuadamente.
Entonces, yo no entiendo cómo es posible que en
varios organismos o instituciones guantanameras no se brinden
servicios a la población a partir de determinada fecha del mes
porque en dichas instituciones se produjo un sobre consumo del plan
eléctrico programado o se agotó, por ejemplo, el combustible
asignado para el mes (ómnibus urbanos, ambulancias, etc.), sería
realmente larga la lista pero no es el caso, lo cierto es que los
servicios no se pueden afectar. Entonces yo pregunto:
¿Vale la pena sacrificar los servicios públicos al
costo del ahorro (costo-beneficio)?
¿Será que la planificación de los recursos se
realizó superficialmente y ahora las instituciones y organismos
están asumiendo medidas que perjudican a la población?
¿O será que las personas en esas instituciones no
han hecho conciencia y han comprendido el verdadero significado y la
necesidad del ahorro?
Lo cierto es que la clase trabajadora que está
prescindiendo de los servicios, se está viendo perjudicada quizás
por derrochadores o quizás por planificaciones apresuradas y se
trata de ahorrar, no de dañarnos.
A. Matos Cordova
Indisciplinas de los cocheros en Cárdenas… igual
que en Holguín
Vivo en el centro de la Ciudad Bandera. Estoy
totalmente de acuerdo con el criterio E. R. Ávila Rumayor, de
Holguín, sobre el tema de los cocheros, ya que Cárdenas es uno de
los pueblos de Cuba donde más circulan los vehículos de tracción
animal.
Esto se ha convertido en un tema muy serio sobre la
indolencia y la indisciplina social que se ha planteado en reuniones
de rendición de cuenta a nivel de delegados. La cantidad de heces
fecales que hay en las calles y la contaminación que esta provoca,
ya que es costumbre echar el desecho en la calle, así como el orine
del caballo. Antes no podían circular así y eran multados si no
andaban con los sacos o protectores para evitar que eso ocurriera.
Las calles más céntricas de esta ciudad, donde hay restaurantes o
puestos de elaboración de alimentos, son piqueras de coches y da
pena y vergüenza el mal olor que hay, sin contar los vendedores
ambulantes que no reúnen las normas de higiene y manipulación de los
alimentos. Es preocupante el mal estado que tienen las calles debido
a los spikes que les ponen en las herraduras y las ruedas de
hierro de los coches, así como que no respetan las leyes del
tránsito, todas las calles son de doble sentido para ellos.
Por otro lado, hay jóvenes y adolescentes que no
tienen ni licencia de conducir ni patente para trabajar, van a las
escuelas por el día y por las noches andan en coches echando
carreras y maltratando a los animales que se caen porque ya no
pueden más y les dan azotes en plena calle que da lástima.
Si no se impone la autoridad, si no cuidamos la
propiedad social y aportamos nuestro granito de arena ¿a dónde vamos
a parar ?
E. Cruz Durán
Revendedores en incremento
Por vez primera me dirijo a este órgano para
expresar mi criterio al respecto. Al igual que otras personas las
cuales han manifestado su desacuerdo, me veo en la necesidad
imperiosa, para estar tranquilo con mi conciencia, de dar mi opinión
acerca de lo que hoy está ocurriendo en las calles de la capital
cubana.
Cada día son más y más los carretilleros que venden
productos del agro a precios por encima de los topados que publica
el periódico Tribuna. Algunos compañeros me dicen que son
trabajadores por cuenta propia y yo no lo acabo de entender.
Trabajo en Centro Habana y por cuestiones de mi
labor me desplazo por distintos municipios de la capital. vivo en
Alamar y para mi asombro cada día aumentan los carretilleros
cuentapropistas que revenden productos del agro. Sin embargo, los
Mercados Agropecuarios Estatales (MAE) no tienen ni el 50 % de los
productos que los anteriores ofertan y cuando los tienen la calidad
es inferior. En Central de Micro X en Alamar ahora hay una
carretilla de unos cuatro metros de largo situada en la calle. En
las calles de La Habana están en todas partes.
Tengo una gran duda: ¿De dónde sacan estas personas
los productos que venden? ¿Quién se los proporciona? ¿Es para esto
que les estamos pidiendo a los campesinos que aumenten sus
producciones? ¿Es para esto que el Decreto Ley 259 le facilita
tierras a todo aquel que desee trabajar la ptierra y poder así
aumentar la producción de los productos del agro para que se logre
la combinación de mercados con precios asequibles?
Hace tres años que no tenemos pérdidas sustanciales
en la agricultura por ciclones tropicales, ¿a qué o a quién le vamos
a echar la culpa de que los precios no bajan? Se plantea que debemos
aumentar la producción para que los precios bajen.
El poder adquisitivo con el mismo salario cada día
es menor. Algunos que tienen buenos ingresos no lo sienten tanto
¿pero y los que no?
Hace muchos años cuando se establecieron los
mercados de oferta y demanda existía una gran preocupación por los
intermediarios, o sea, aquellas personas que no trabajaban la tierra
y vivían de esto. Recuerdo que se tomaron muchas medidas en este
sentido exigiendo que fueran representantes legales de los
campesinos en los distintos mercados. Ahora se incrementan estos
revendedores por doquier. A lo mejor estoy equivocado, pero creo que
esto, al no funcionar los MAE, está desvirtuando las decisiones del
modelo económico.
Pienso que es necesario que con urgencia se dé una
explicación por las autoridades competentes, pero sobre todo que
seamos coherentes con los Lineamientos del VI Congreso del Partido o
sencillamente se tomen las medidas pertinentes para acotar esta
desagradable situación.
J. C. Bengoechea Blanco
Los precios altos son un freno para el desarrollo
de las fuerzas productivas
Un ejemplo: en la ciudad de Camagüey un cochero para
transportar una persona cobraba un peso por X tramo, ahora con un
letrero que dice "Oferta y Demanda" cobra tres, es decir que antes
transportaba ocho personas para ganar 24 pesos y tenía que dar tres
viajes, ahora gana lo mismo con un solo viaje, de esto resulta que
antes transportaba 24 personas para ganar lo que hoy obtiene
transportando ocho, resultado: trabaja menos, gana más y presta
menos servicio que el que antes daba, afectando de esa manera al
pueblo que utiliza este medio de transporte.
El anterior es un ejemplo simple de precios altos,
igual ocurrió con los insumos para los agricultores y aún persiste
en los materiales de construcción de venta a la población con
precios altos, cuestión que se reitera.
De la misma manera ocurre con las empresas que ponen
precios altos a los productos para el mercado minorista, trabajan
menos, producen menos y la oferta para satisfacer las necesidades de
la población la disminuyen pero sus ingresos monetarios le dan
equilibrio financiero. ¿Es una burbuja?
De todo lo anterior se puede concluir: Los precios
altos se han convertido en la coyuntura actual en un freno para el
desarrollo de las fuerzas productivas.
Me parece que esto debe revisarse.
O. Liza Carmenates
Inconformidad con la “garantía comercial”
Esta misiva es debido a un problema que está
sucediendo desde el 23 de abril del 2011, cuando adquirimos una
lavadora automática marca LG, en un establecimiento de Habaguanex.
Por ser de esta marca, el servicio posventa y la garantía comercial
lo brinda la división de servicios técnicos integrales de Copextel.
Todo comenzó a los siete días exactos de comprado el
equipo, cuando presentó problemas en su funcionamiento y lo
reportamos a los teléfonos establecidos, remitiéndonos al taller del
municipio de Playa. Le sucedieron tres visitas del técnico para
dictaminar y realizar cambios de piezas, sin tener resultados, ya
que en fecha 4 de julio, tuvimos que llamar nuevamente (número de
reporte 23007), porque el equipo seguía presentando el mismo
problema.
Cuando finalmente determinaron en el taller que lo
que correspondía era el cambio del equipo porque evidentemente
estaba defectuoso, nos presentamos el día 18 de ese mismo mes en el
taller con los datos que solicitaban. Hasta el día de hoy —7 de
diciembre— estamos a la espera del cambio de dicho equipo, cuando
han transcurrido ya más de siete meses.
Numerosas llamadas y visitas personales al taller,
respuestas como que ya finalmente dieron con lo que tenía el equipo,
el suministrador está enviando los recambios, y hasta que se está en
proceso de traslado de local, tanto el taller como la División
Electrogar de esta empresa que es quien lleva a cabo las compras de
estos equipos, y al final que sea paciente y siga esperando.
Mis preguntas son: ¿por qué si a tan solo siete días
de comprado el equipo, presentó problemas, no efectuaron el cambio
por otro o la devolución del dinero?, porque era evidente que
presentaba algún desperfecto técnico de fábrica, y con esto nos
hubiéramos evitado todo este tiempo; ¿cómo funciona la atención al
cliente de esta empresa, cuando ante un problema de este tipo, la
respuesta en todos los niveles es que tenemos que seguir esperando?
K. Merino Pérez
Interrogante sin respuesta
Soy pequeño agricultor acogido al Decreto Ley 259
dedicando dicha tierra a la producción lechera, pero en nuestro
municipio de Remedios (no sé si en otros es igual), para la compra
de ganado mayor entre campesinos es necesario obtener una
autorización llamada "carta de compraventa" de la empresa pecuaria.
Ocurre que en este momento es obligatorio vender las reproductoras
(vacas y novillas) a dicha empresa, lo que trae como consecuencia
las mismas ilegalidades que hasta ahora hemos tenido en la venta de
viviendas y vehículos automotores y descontrol en el CENCOP de lo
cual se ha tratado hasta en reuniones del Consejo de Ministros y
publicado en nuestro periódico Granma.
No sé qué beneficio puede tener esta medida para la
economía, ya que salvo pocas excepciones las vacas de los campesinos
son más productivas que las del sector estatal.
O. Barroso
Preocupación por las colas en las notarías
Recientemente vi en la Emisión Estelar del NTV un
reportaje acerca del trabajo de la Notaría y el Registro de la
Propiedad en el municipio de Holguín como consecuencia de las
modificaciones ocurridas en nuestra legislación para la
flexibilización de las ventas y traspasos de propiedad de viviendas
y medios de transporte, y una de las personas entrevistadas,
usuaria, habló sobre lo pequeño del local y la cola, sin profundizar
en ello.
Vivo muy próximo a ambos establecimientos que se
encuentran en la esquina de las calles Garayalde y Narciso López y
puedo agregar que las colas se hacen interminables y desde el día
anterior; al amanecer existe una extensa cola abarrotando las aceras
a ambos lados de la calle obstruyendo el tránsito peatonal y el de
los vehículos. Mi preocupación radica en la necesidad de crear otras
notarías en el municipio, uno de los más poblados del país con
alrededor de 370 000 habitantes, buscar locales más amplios y con
mejores condiciones, o de lo contrario escalonar los horarios, dando
a conocer esto a toda la población por los medios de difusión. Ya
este problema se venía dando antes de la promulgación de las citadas
legislaciones, pero ahora se agudizaron con el incremento de la
demanda de estos servicios legales.
V. Cruz Riverón