Publicadas
el 11 de noviembre de 2011
Sugerencias y alternativas para el seguro inseguro
Quiero referirme en esta ocasión a la carta enviada
por L. T. Fernández Manso, en relación al pago del seguro de los
automóviles.
Como todos sabemos, las superganancias que tienen
las compañías de seguros en el mundo entero, radican en que lo que
Ud. asegure no tenga problemas y de esta forma acumular fondos que
utilizan los bancos en sus operaciones, no podemos olvidar que
detrás de una compañía de seguros siempre hay un banco.
En Cuba los que tenemos vehículos asegurados
corremos el riesgo de lo que le acaba de suceder a la persona que
envió la misiva, pero está claro que si pagas en CUP, el seguro no
puede pagar en CUC. Donde radica el problema es que la entidad
aseguradora debe tener igualas o contratos con talleres en moneda
nacional, donde Ud. pueda llevar su vehículo y el mismo sea reparado
a precios oficiales de lista del Ministerio de Finanzas y Precios
que puedan cubrir más menos el valor de la tasación y entonces, sí
vale la pena asegurarse.
Con lo que le entregaron a L.T. Fernández y de
acuerdo con lo sucedido a su auto, no le alcanza ni para reparar una
puerta. Hoy no hay empresa estatal, ni particular alguno, que haga
ese trabajo a precios acorde con lo que paga el seguro. La ESEN
tiene que ponerse las pilas y tratar con toda su energía de resolver
este asunto, si no perderá muchos clientes.
Yo tengo mi auto asegurado hace cinco años por el
máximo, que cubre cualquier contingencia, he tenido dos pequeños
problemas que el seguro ha cubierto, pero que he resuelto pagando el
triple de lo que me ha pagado la ESEN. He sacado mis conclusiones y
es mejor abrir una cuenta en el Banco y dedicarla al seguro del
carro. Si lo hubiera hecho desde un principio, en estos momentos
tendría más de 3 000 CUP y ganándole intereses. Por los dos pequeños
problemas que he tenido me han pagado algo más de 500 CUP, si lo
hubiera tenido en el Banco me quedarían más de 2 500 CUP. La ESEN
debe pensar en resolver este problema lo antes posible, para bien de
todos los que somos propietarios de un auto y que en ocasiones no
podemos ni usarlo, porque es bien caro mantenerlo.
C. Dantin Acosta
El problema fundamental del hurto y sacrificio
ilegal de ganado mayor
El viernes 21 de octubre Granma publicó un artículo
donde se hace un análisis de los perjuicios que causan a nuestra
economía y a los productores agropecuarios, el hurto y sacrificio
ilegal de ganado mayor.
Considero que el problema fundamental radica en la
ausencia de oferta liberada de carne de res accesible a toda la
población en un mercado habitual, por las prohibiciones existentes y
la falta de estímulo a los campesinos para la cría y tenencia de
ganado mayor.
El que cría un ternero no lo puede sacrificar ni
para vender, ni comer en familia. Lo utiliza o vende como animal de
trabajo o se lo vende al Estado. Él nunca será su verdadero dueño y
lo tiene que cuidar día y noche porque si se lo roban tiene que
pagar una multa en el mejor de los casos. Luego, ¿qué interés puede
tener un pequeño agricultor en cuidar y criar un ternero durante dos
o tres años hasta que llegue a su edad comercial? Mas bien es una
carga, porque le crea serios problemas. Por todas esas razones a los
campesinos les es mucho más atractivo y seguro criar cerdos para
vender, que criar añojos. Además, a los precios actuales de venta al
Estado un cerdo de 200 libras que se cría en seis meses, vale igual
que un añojo de 600 libras que se cría en dos años.
Recordemos lo que ocurrió con la carne de cerdo. En
1994 era prácticamente imposible comprar carne de cerdo, a ningún
precio. Se liberó su venta y ahora usted la puede comprar todos los
días en todos los pueblos del país, incluyendo la capital, y a
precios asequibles para una parte de la población. El dueño de un
cerdo lo vende en pie, lo sacrifica para vender como carne fresca o
comer en su casa, o lo regala. Él es su verdadero dueño.
Pienso que para eliminar de raíz las causas que
originan esos daños a la economía y a la población, se requiere de
drásticas medidas en cuanto a la tenencia de ganado mayor y su
comercialización, es decir, restituir el derecho de propiedad sobre
su rebaño a los productores de ganado vacuno y que puedan hacer lo
que quieran con su ganado y que la carne de res sea vendida
libremente en los mercados del mismo modo que la carne de cerdo y la
de carnero.
R. Pérez Cabrera
La controlada oferta y la amplia demanda
En las últimas ediciones del periódico de los
viernes he visto que se ha planteado en la sección de manera
recurrente el asunto referido a la oferta y la demanda establecida
con respecto a los servicios que prestan los trabajadores por cuenta
propia y que por ende la población paga por los mismos. la "oferta y
demanda" es una ley del mercado de tiempos ancestrales, pienso que
se debe estudiar el tema y tomar decisiones que, sin apartarnos de
las leyes económicas que impone el mercado de los servicios,
favorezcan al pueblo que es en definitiva el que recibe el servicio
y sin distingos de ingresos económicos, salarios, remesas o entrada
económica de cualquier tipo, paga con su peculio que en la mayoría
de los casos es bastante apretado.
Considero que es acertado lo planteado por la máxima
dirección del país de que el Estado no debe intervenir en las
relaciones de este tipo establecidas entre particulares, pero
también considero que tampoco esta ley del mercado debe ser una
patente de corso para quienes a costa de prestar un servicio
deficitario como lo constituye el transporte que es donde quisiera
detenerme en este análisis, porque pienso que es uno de los
servicios que prestan los particulares donde de mayor manera ha
incidido este problema de la oferta y la demanda, atendiendo en
primer lugar a que el transporte, históricamente, desde el propio
inicio del periodo especial ha sido uno de los problemas puntuales
de nuestro país sobre el que en un momento determinado se decidió
por la dirección del Estado que los particulares que contaran con
vehículos con condiciones adecuadas podrían prestar servicios de
transportación de pasajeros, imponiendo determinadas tarifas de
acuerdo a las distancias que recorrían y la cantidad de pasajeros
que transportaran. en todos los casos individualizaron dichas
tarifas en arreglo a criterios racionales en cuanto al pago del
servicio que por lo menos en el caso de los camiones se trataba de
precios mesurados y adecuados al poder adquisitivo de la población,
pero que siempre dejaron buenas ganancias para quienes los
prestaban, muy contrario a lo que sucede hoy con estas mismas
personas que amparadas en la multimencionada "oferta y demanda"
imponen sus precios de manera controlada, o sea, en determinadas
rutas quienes están a cargo de dichos vehículos, acuerdan un precio
a todas luces exagerado y abusivo por esta transportación y al
quedar la población a merced de dicho acuerdo, tiene solamente dos
opciones: lo toma o lo deja y es aquí donde se desencadena el
problema que se ve en los bicitaxis, coches, camiones, autos ligeros
y cualquier otro medio de transporte empleado en estas funciones.
Sé que la oferta y la demanda existe, pero la
oferta, en mi modesto criterio, es cuando se brindan varias opciones
y el cliente escoge cuál es la más acorde a sus posibilidades
económicas y necesidades, lo que no ocurre en la actualidad puesto
que se trata de varios vehículos que recorren el mismo trayecto, sin
embargo, todos tienen el mismo precio, sin tener otra oferta que no
sea la que brindan estas personas y por tanto nos vemos obligados a
tomarlos puesto que desgraciadamente la depresión del transporte
estatal obliga a viajar con estas condiciones.
Ante esta situación considero que el Estado no debe
hacer oídos sordos y puede establecer mecanismos de regulación con
los impuestos, si los transportistas quieren abusar con los precios,
pues a mayores precios que paguen mayores impuestos, pero que no se
les permita obrar con impunidad. Creo que se impone una revisión del
asunto, quizás en el futuro aumenten los medios de transporte
particulares que brinden este servicio y luego que el mismo se
diversifique en distintas opciones para el cliente entonces sí
estaremos en presencia de la ley de la oferta y la demanda y no como
sucede hoy que la demanda es sumamente amplia y la oferta además de
ser única está controlada por quienes se aprovechan de una cobertura
legal para obtener cuantiosos ingresos a costa de los que nos vemos
obligados a viajar de todas formas. Ellos hoy se enriquecen a costa
de la necesidad y no pagan lo suficiente al Estado, que es de todos.
J. A. García Caballero
Para no estigmatizar el trabajo por cuenta propia
A un año de la ampliación y flexibilización del
trabajo por cuenta propia, el pasado 28 de octubre con el título
"Socialismo por sendas propias" Granma publicó una pormenorizada
información de cómo marcha esta medida.
Por los datos que se aportan, los resultados son
alentadores: más personas vinculadas al trabajo, incremento de los
ingresos que recibe el Estado para sufragar los gastos en materia de
salud, educación, deporte, entre otros, y sobre todo, más ofertas de
servicio y de productos para la población.
En el reportaje se ilustra lo que ha significado
esta modalidad en la satisfacción de las personas, las iniciativas
que han surgido y cuánto se ha venido haciendo para la
flexibilización y ampliación de nuevos servicios, entre ellos, la
disminución de los impuestos y otras variantes que se aplican.
En nuestra provincia —Sancti Spíritus— hay muchos
ejemplos de trabajadores por cuenta propia que prestan un servicio
de calidad y a precios que compiten con la red estatal que ha
remozado sus instalaciones e incrementado las ofertas,
complementándose lo que se establece en el Lineamiento No. 2 de la
Política Económica y Social aprobado en el Sexto Congreso del
Partido para de conjunto elevar la eficiencia.
Pero no siempre esta apertura es compensada por
ciertos trabajadores que, primero argumentando el aumento de los
impuestos y después amparándose en la oferta y la demanda, casi han
duplicado el precio de los pasajes en coches, camiones, autos y
bicitaxis, tal como se ha denunciado por otros lectores en esta
sección y a los que me uno.
También nos irritan los revendedores de productos
alimenticios e industriales que el Estado vende en sus
establecimientos comerciales a un precio determinado y estos
trabajadores por cuenta propia acaparan para después comercializar,
muchas veces al doble de su valor inicial, perjudicando a la
población.
Considero que esto hay que frenarlo pues antes del
triunfo de la Revolución todo el comercio y el transporte era
privado, operaba la ley de la oferta y la demanda, pero habían
determinados productos y servicios que se regían por un listado
oficial de precios y las ganancias no podían superar el 20 % del
costo.
Podían vender más barato pero nunca por encima, ¿Por
qué ahora permitir que se aprovechen de las limitaciones que tenemos
con el transporte público? ¿Por qué cruzarnos de brazos ante
revendedores de productos que el Estado importa o produce para
vender a un precio determinado y ellos después lo encarecen?
A mi juicio son problemas solubles que hay que
enfrentar con control y exigencia para no estigmatizar el trabajo
por cuenta propia.
A. Arteaga Pérez
Mucha luz y no veo
En nuestro nuevo Código de Seguridad Vial (Ley 109)
en el Capítulo II del sistema de luces, sección 3) se plantea lo
siguiente:
Además de lo dispuesto en el numeral anterior deben
ser de color blanco o amarillo selectivo y pueden¼
Soy un chofer normal y en varias ocasiones circulo
de noche, pero al parecer, abundan hoy, las luces demasiado blancas,
que encandilan a los choferes, muchos de los cuales, en pocas
ocasiones, hacen cambio de luz, o sea que no tienen el mecanismo
adecuado y solo tienen la luz de cruce, la cual en mi opinión es en
forma de cono hacia delante y no una luz centrada hacia delante.
Tengo entendido que estas luces son para algunos
autos de categoría especial y no para carros normales, pero aún me
preocupa más que las mismas se venden en nuestras tiendas en
divisas.
N. Muñoz Rosete
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