Publicadas
el 14 de octubre de 2011
Más sobre las panaderías en arrendamiento
Me voy a referir a la interesante opinión de J.
Bernal Camero sobre el tema, aparecida en la edición del 7 de
octubre.
El asunto es sumamente importante, toda vez que las
formas de arrendamiento de empresas de servicios y otras se
expresaron entre los Lineamientos para la actualización del modelo
económico y es una de las medidas de las que se conoce poco.
Camero coloca el asunto desde el criterio de otros
como remedio al robo de mercancías. No me voy a referir al polémico
asunto, aunque se podría pensar que una mayor responsabilidad,
propiciada por formas de propiedad o gestión colectiva (gestión
cooperativa o comunal, etc.) que impliquen más a los trabajadores en
los resultados del trabajo y en el aumento de la conciencia
colectiva, así como la acción organizada de los consumidores al
respecto, podrían ser vías de solución posibles.
Yo apoyo, decididamente, la promoción de las formas
de arrendamiento, sobre todo cuando impliquen una gestión colectiva
de los trabajadores que facilite los mecanismos democráticos de
elección, la distribución equitativa de las ganancias y la
responsabilidad social de la empresa de que se trate.
Esto sería posible aplicarlo en múltiples
actividades de producción y los servicios, a través de consulta con
los trabajadores y la población.
Coincido con Bernal Camero, sin embargo, en que
habría que ser cuidadosos sobre en cuáles áreas se hace necesario.
En el caso de las panaderías, cuya producción y precio son
subvencionados por el Estado, dadas las condiciones difíciles del
ingreso de la población, no creo que sería posible ofrecer el pan
normado al precio actual, si se pasa a otra forma de gestión de la
producción, dado que cualquier otra forma asociativa (cooperativa,
etc.) requeriría la obtención de una ganancia en la venta.
El posible deslumbramiento aludido por Camero hacia
otras formas no estatales tiene una dosis de sensatez si lo vemos,
como ha pasado, con medidas de urgencia y generalización inmediatas.
Pero hay una cosa cierta, la empresa estatal, en la forma actual,
tiende a ser inercial y a "despegar" al trabajador de sus
condiciones de trabajo y de sus resultados. El esperado sentimiento
de propietario socialista que esta forma debería generar, muchas
veces no se logra por el directivismo y la centralización ajenos al
colectivo de trabajadores.
Estoy de acuerdo con que el énfasis desmesurado en
las posibilidades del cuentapropismo, si se entiende como "la"
solución, nos puede llevar por caminos de mayor individualismo. La
pequeña propiedad debe tener su lugar en la economía, pero la
apuesta considero que debe estar hacia las formas de propiedad más
socializadas, incluso propiciando la asociación de los
cuentapropistas con sus comunidades y otras actividades económicas.
Las formas de apropiación y gestión que generen "el
trabajo libre asociado del socialismo", al que se refirió Marx —lo
que no necesariamente pasa por la forma actual de la empresa estatal
sin cogestión o autogestión de los trabajadores—, serían las vías de
crear una cultura democrática y una responsabilidad colectiva y
social mayor. Ahora bien, no puede aplicarse, en mi opinión, como
fórmula desde arriba y generalizada, sin tener en cuenta el estado
de inclinación y disposición de los trabajadores y las condiciones
propias de cada área de producción o servicios, en un momento dado.
Esto requeriría ir paso a paso, "sin prisa, pero sin
pausa", y nos permitiría progresar en una forma de organización
social avanzada, donde la combinación inteligente de formas de
propiedad o gestión propicie el desarrollo social y económico en
otra visión del socialismo que necesitamos.
O. D¢ Angelo
Hernández.
Empresa eléctrica: antes de informar a la población
hay que verificar
Está sucediendo, desde hace varios meses, que en la
mitad del Consejo Popular Los Pinos, en Arroyo Naranjo, falla el
servicio eléctrico a cualquier hora del día lo mismo durante algunos
segundos, 1 minuto, 5 minutos que durante una o varias horas.
La población comprende que es necesario abrir los
circuitos cuando los operarios están atendiendo alguna interrupción
y también se comprende que interrupciones por averías pueden ocurrir
de cualquier tipo y en cualquier momento. Desde la calle Cuervo y
hasta Ampliación del Sevillano ocurre que falta la luz con mucha
frecuencia en cada semana. Alguien está manipulando los circuitos
irresponsablemente o está fallando algún automático en la zona
señalada.
Sugiero que hay que verificar la verdad porque
cuando alguien llama al 18888 para informar de que se fue la luz, lo
atienden muy bien, pero las amables operadoras dan cualquier
respuesta tales como: 1) se dio vía libre en el circuito, 2) se está
dando mantenimiento, 3) se disparó el circuito, 4) explotó un
transformador, 5) ya reportamos a operaciones, 6) llame en unos
minutos que vamos a averiguar qué sucedió¼
etc. Una persona puede llamar varias veces y en cada llamada puede
recibir cualquiera de estas respuestas en pocos minutos. Da la
impresión de que falta preocupación y ocupación de parte de los
responsables de la operación de la red, quienes, suponemos, deben
nutrir de información precisa a las operadoras. Es necesario sentir
respeto por cualquier ciudadano que llame allí, esa pizarra es de
conocimiento público y es para informar fallas como también recibir
información veraz, porque quien llama está en el lugar de la
interrupción y ve lo que sucede.
Por otro lado no es justo criticar como si todos en
la Empresa tuvieran responsabilidad con lo señalado cuando sabemos y
vemos que los operarios están trabajando duro bajo el fuerte sol, a
veces bajo la lluvia y en otras ocasiones de noche.
E. Rodríguez Rivera
Un comentario sobre los revendedores
Soy un asiduo lector de esta sección y quiero a
través de la misma expresar mi apoyo a la carta de J. G. Amor —Hasta
cuándo los revendedores—, y comento, hasta cuándo las dependencias
del Estado van a seguir permitiendo el robo en sus almacenes y
dependencias, porque todo o casi todo lo que se vende en los lugares
señalados por Amor sale de dichos organismos y empresas del Estado y
hoy en día eso no debería de suceder. Un organismo o empresa estatal
cuenta con un cuerpo de dirección, máximo responsable del buen
funcionamiento y cuidado de todos sus bienes y recursos, además
apoyado por un núcleo del Partido, un comité de base de la UJC y una
sección sindical y, en la mayoría, cuentan con custodios o guardia
obrera para evitar que esto suceda y lo planteado lo hemos visto
todos los que visiten los lugares mencionados, por eso pregunto yo:
¿Hasta cuándo vamos a permitir que esto siga sucediendo en
detrimento del esfuerzo que realiza el Estado por mejorar las
condiciones de vida de la población?
F. M. Milián Pantoja
La mala calidad en la supresión de salideros en
Santiago
Por este medio le damos a conocer la situación que
estamos afrontando en la cuadra comprendida en la Avenida Raúl
Perozo, entre las calles Camino de Isla y Camilo Cienfuegos, Reparto
Marimón, en Santiago de Cuba:
En esta ciudad se acometió la construcción de un
nuevo acueducto, que benefició a toda la población y en el cual el
Gobierno invirtió cuantiosos recursos, incluyendo maquinaria y
materiales de última tecnología.
En esta cuadra existen cuatro salideros de agua que
están vertiendo constantemente, lo que ha ocasionado que se hayan
abierto cuatro baches que permanecen llenos de agua, provocando que,
cuando los equipos de transporte pasan y caen en los huecos,
salpican todas las casas que están frente a ellos, además uno no se
puede sentar en el portal ya que le caería toda esa agua sucia
encima, y hay que estar limpiando el portal, las paredes, etc. En
esta parte de la cuadra no existe acera y las personas tienen que
caminar por el centro de la calle, lo que puede ocasionar un grave
accidente, ya que el derrame de las aguas corre por toda la cuadra.
Me he dirigido por escrito en tres oportunidades a
Recursos Hidráulicos, y tengo constancia de su preocupación en
resolver el problema, ya que se han personado en mi vivienda, han
comprobado todo lo reflejado por mí en las misivas, y han enviado a
brigadas en más de tres ocasiones a suprimir dichos salideros, pero
los salideros luego de dos días vuelven a aparecer.
No soy especialista en hidráulica, pero cada vez que
las brigadas vienen a reparar los salideros se ha comprobado que la
manguera plástica de cuatro metros de diámetro de donde salen las
tomas para las viviendas quedaron muy superficiales y no le dieron
la profundidad necesaria, ya que las mismas quedaron como a 20
centímetros de la superficie, lo que provoca que cuando los
vehículos pesados les pasan por encima rompen la capa de cemento, y
como los racores y las tuberías son plásticas se aflojan y vuelven
los salideros.
Al parecer los jefes de brigadas no hicieron la
debida supervisión y dejaron solos a los operarios, lo que dio al
traste con la calidad. Esto ha provocado que para resolver esta
situación, según lo que vemos, tendrán que rehacer el trabajo y ya
esta obra está entregada como terminada, por lo que nos preocupa
cuánto habrá que esperar para que solucionen definitivamente estos
salideros.
P. P. Domínguez Terrero
A este gato sí se le puede poner el cascabel
Les hago llegar mi modesto criterio sobre uno de los
problemas que a mi entender perjudica con mayor fuerza nuestro
proceso económico en actualización, recogido en el Lineamiento 231,
donde se expresa: "Prestar especial atención a la eficiencia
energética en el sector del transporte".
En mi ciudad de Holguín, en los últimos días, se han
disparado los precios de los pasajes, tanto en el área urbana, como
intermunicipal, los dueños de camiones, máquinas, jeeps y paneles
están cobrando según oferta y demanda, duplicando y triplicando el
pasaje, sin embargo, el combustible ¿se lo están comprando al
Estado? Recuerdo un reportaje que este periódico publicó meses
atrás, sobre la compra de combustibles en los ServiCupet, solo se
tomó como muestra el caso de Pinar del Río y se demostró que, por
cada vehículo que transitaba diariamente, estos centros
comercializadores solo vendían 0,5 litro de diesel, por lo que el
trasiego se hacía a costa del combustible estatal; habría que
preguntarse si esto es solo privativa de Pinar del Río. Considero
que esta situación se da en toda Cuba, y mi provincia debe presentar
un panorama similar en este aspecto o quizás más deprimente si
tenemos en cuenta la cantidad de vehículos particulares que existen
en el territorio.
Entonces, ¿cómo permitir que ese río de combustible
estatal vaya a parar a manos de particulares que desangran al pueblo
elevando indiscriminadamente el costo de los pasajes? La respuesta
no es fácil encontrarla, pero sí puedo afirmar que la fuente mágica
no tiene su origen en los choferes estatales, pues estos a lo sumo
pueden ahorrar algún que otro litro, cuestión que pude corroborar
conversando con muchos de ellos, pero las cantidades que pasan a
manos de particulares parten de funcionarios y directivos de
empresas.
Un amigo me contaba hace poco que un vecino suyo,
funcionario de una empresa, delante de él vendía 80 litros de
gasolina. En ese instante lo llaman por el celular informándole que
al otro día tenía que salir para Moa, y ahí mismo exigió el
combustible, por el teléfono, el que parece ser le fue concedido,
pues al otro día salió para ese municipio.
De control y medidas, se habla a diario, de llamado
a la conciencia y al espíritu revolucionario también, esos son
valores que muchos han perdido. Ese exceso de confianza, sin
contraparte real para el control, trátese de quien se trate, es el
principal caldo de cultivo para el desvío y la principal fuente de
ingresos deshonestos de muchos.
Espero que el Estado continúe en la búsqueda de
fórmulas para resolver tan grave problema para la economía, pues
estoy de acuerdo con que a este gato si se le puede poner el
cascabel y para ello todos tenemos que cerrar filas, me refiero a
las instituciones estatales que de alguna manera se tienen que
involucrar en este proceso y a la ciudadanía, para que no ocurra lo
que describo en este ejemplo que viví en días pasados, viajando de
Holguín al municipio de Rafael Freyre, distante unos 32 kilómetros,
cuando el panel amarillo, chapa OSH 850, con capacidad para 16
personas cobró el pasaje a 20 pesos. Un compañero sentado a mi lado
me comentaba que había visto al chofer comprando una lata de 20
litros de diesel en 80 pesos, combustible que le daba para tres
viajes y en cada uno se buscaba más de 500 pesos. No hay que ser
matemático para darse cuenta de la jugosa tajada que este
transportista se estaba engullendo diariamente, sin importarle que
todos los que nos vimos obligados a pagar ese saldo éramos obreros.
Si él y todos los transportistas privados, se hubieran visto
obligados a comprar el combustible donde debían, al menos nos
quedaba el aliciente de que el Estado, sostenedor de la mayoría de
nuestras necesidades, en algo se habría beneficiado con lo recaudado
para enriquecer la obra social de todos los cubanos.
R. Estupiñán Díaz
Oxigenación de las ciudades
Considero que A. Cabrera Águila en su carta del día
30/09/11 tiene razón cuando expresa que en ocasiones los árboles
dañan las aceras y las redes urbanas porque seguramente sus
características no eran las apropiadas para el lugar, pero eso no es
motivo para sustituirlo por arbustos porque es conocido que le
prestan al hombre y a la ciudad un valioso servicio: la solución
tiene que ser otra.
Los árboles juegan un papel muy importante en la
protección del medio ambiente, mediante la fotosíntesis, son los
principales responsables de proporcionar parte del oxígeno que
respiramos y eliminar dióxido de carbono, causante del calentamiento
de la atmósfera que conlleva al temido efecto invernadero. Caminar
bajo el sol en el verano en las horas del mediodía es irresistible
para la salud y más aún para las personas de la tercera y cuarta
edades que ya son muchas.
En este verano he observado más de una vez a
personas a punto del desmayo por estrés térmico y también he visto
cómo muchas personas, de todas las edades, se refugian bajo la
sombra refrescante de los árboles.
Si seguimos con la política de talar y no reforestar
tendremos dentro de poco una ciudad sin árboles ayudando a la sequía
que tanto nos está dañando y además de no poder soportar nuestro
eterno verano. Pues los árboles además de dar sombra , absorben agua
y la envían a la atmósfera ayudando a combatir la sequía.
Además, no menos importante es la imagen de la
ciudad, compárense calles desprovistas de arbolado con otras que sí
lo poseen para comprobarlo. También podemos soñar con un futuro en
el que tengamos niveles de cultura y educación más elevados y sea
posible sembrar árboles frutales en nuestras calles y avenidas.
Sí se podrían sembrar en determinados lugares
arbustos y plantas para dar colorido a nuestra ciudad pero nunca
sustitutos de los árboles, además existe una disposición que en los
parterres no se pueden sembrar arbustos pues interrumpen la visión
de los choferes, solo césped y árboles.
Como pronto los municipios tendrán autonomía
económica podrán planificar, de forma coordinada con la Empresa
Eléctrica y ETECSA, la poda del follaje y las raíces cuando sea
necesario, de forma sistemática y preventiva para el mantenimiento
del arbolado de la ciudad y hacerlo aplicando buenas prácticas para
evitar dañar ese recurso urbano de tanto valor y preservarlo de
eventos meteorológicos extremos que por experiencia se sabe los
desastres que ocasionan.
O sea que para proteger el medioambiente, cuidar
nuestra salud y tener ciudades bellas y confortables debemos
sembrar, tanto en las zonas rurales como en las ciudades, árboles
apropiados para cada lugar de manera que se puedan disfrutar sin que
causen ningún daño.
Nunca se debe dejar de insistir en la importancia de
los árboles para la salud total de nuestro planeta Tierra. Los
árboles proporcionan la sombra adecuada para que debajo de ellos
puedan vivir plantas o animales, además de brindarles sombra a
nuestras edificaciones.
Muchos organismos vivientes se alimentan de sus
frutos, sus ramas, su corteza, sus hojas o su savia; otros
construyen sus nidos, se protegen en sus copas de sus enemigos,
vigilan sus presas desde sus atalayas o perforan sus tejidos en
busca de cobijo o alimento. Otros devoran sus tejidos cuando,
muertos, se pudren sobre el suelo.
M. Taboas
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