Publicadas el 2 de septiembre de 2011

Carta de la Unión de Periodistas en Matanzas

Coincido con lo planteado por el lector J.P. Lleonart Machado en su misiva del viernes 19 acerca del deterioro constructivo que presenta el centro histórico de la ciudad de Matanzas. Pero debo manifestar mi desacuerdo, y el de otros profesionales de la prensa de la provincia, ante el emplazamiento hecho a los periodistas.

Sería absurdo negar las carencias del periodismo matancero en los últimos años, las conocemos y tratamos de solucionarlas cotidianamente. La falta de investigación, el facilismo, el conformismo de algunos, la poca luz larga de directivos al encauzar las temáticas de interés, la escasa participación del público en el hecho noticioso, y en ciertas ocasiones, poca valentía y autocensura lastran el quehacer de los medios de prensa provinciales, al igual que en todo el país. Tampoco han faltado las influencias negativas externas y las incomprensiones de funcionarios como factores para que nuestro trabajo no sea el esperado por la población. No creo que haya un periodista que no esté consciente de todo ello.

Sin embargo, debo expresar mi desacuerdo con un punto específico: de la crítica implícita del lector a los periodistas se desprende que no se ha sido suficientemente crítico en el abordaje del deterioro de la ciudad. Y francamente es en ese punto donde más incisivos han sido los medios provinciales y los corresponsales que tributan a los espacios informativos nacionales.

El rescate del patrimonio ha sido tratado en innumerables ocasiones, ya sea de manera general, o particularizando. Los ejemplos son incontables, varios de esos materiales han recibido premios en concursos periodísticos y han contado con el reconocimiento de la población.

Acerca del impacto que han tenido en la transformación de la realidad, ya es harina de otro costal. En ciertos casos, los materiales periodísticos provocaron investigaciones, respuestas institucionales y soluciones a los problemas objetivos. En otros no ha sido igual. El periodismo solo puede reflejar los hechos y valorarlos, pero no tiene soluciones para ellos. Resolverlos corresponde a las autoridades del territorio y en cierta medida, del país. Porque en honor a la verdad, muchas de las inversiones que necesita Matanzas escapan de las manos y los recursos de la provincia, toda vez que los dividendos de sus renglones fundamentales, turismo y petróleo, están a disposición del Estado cubano porque son bienes del país.

Los ejemplos de ciudades cubanas que han transformado su entorno gracias al financiamiento central, y una adecuada administración de dichos recursos son elocuentes. Ya Matanzas como provincia se involucró hace unos años en un movimiento de reanimación de los valores patrimoniales de las ciudades y poblados que dio resultado pero solo en parte, porque el daño sufrido por dichas estructuras durante décadas sin mantenimiento hizo insalvable una parte de los edificios y en otros el rescate implica más dinero del que se disponía.

Las inversiones en la provincia han estado dirigidas mayormente a las obras que produzcan un beneficio inmediato o en un plazo medio de tiempo. En años anteriores la provincia asumió urgencias que postergaron la restauración como las obras de la Batalla de Ideas, las escuelas para estudiantes latinoamericanos y lógicamente las asociadas al turismo. Todo ello ha tenido reflejo en la prensa.

De cualquier manera, los periodistas agradecemos la crítica de nuestros lectores, radioescuchas y televidentes. Para ellos trabajamos y sabemos que no lo hacemos lo suficientemente bien aún.

Al lector Lleonart solo nos queda invitarle a que se comunique con la Unión de Periodistas de Cuba en Matanzas, nos transmita sus inquietudes y nos ayude a mejorar el trabajo. Próximamente se celebrará en la provincia el Festival de la Prensa Escrita, en el cual participarán profesionales de todos nuestros medios y en él habrá un espacio para el encuentro con los lectores.

Quisiéramos pedirle su asistencia desde ya al compañero y que traiga consigo a otras personas igualmente interesadas en ver reflejadas sus preocupaciones en la prensa, con el ánimo de que nuestros profesionales se acerquen más al pensamiento popular.

Matanzas cuenta en estos momentos con tres años en su carrera de periodismo y quisiéramos que dichos jóvenes se formen en el espíritu de la cultura del debate, en el ejercicio de la polémica y el apego a las opiniones del pueblo.

Yosvany Albelo Sandarán
Presidente UPEC Matanzas

Irregularidades con el peso de las bolsas de cemento Portland

Me dirijo a ustedes con el propósito de dar a conocer la irregularidad que he notado en el peso de las bolsas de cemento Portland que se venden en las unidades en divisa.

Dichas bolsas vienen con una etiqueta de color rojo donde se identifica la marca de cemento, la calidad y el peso que debe traer la bolsa, en este caso dice 42,5 kg.

He adquirido el producto en diferentes tiendas, un aproximado de 20 bolsas y en ninguno de los casos el peso es el indicado; al comprobar su peso en varios establecimientos estatales el peso no sube de 38,5 kg y cuando se mide en cubo de albañilería no llega a los 3 cubos, cuando es conocido que una bolsa trae aproximadamente 3 y medio cubos de cemento para alcanzar la cantidad de 42,5 kg.

Considero que el precio del cemento en divisa es alto para ser adquirido por la media de la población, el suministro a los rastros, donde podría adquirirse en un precio más accesible, es casi nulo, entonces no es justo que encima de que debemos abonar la cifra de 6,60 cuc por cada bolsa, el peso de la misma venga alterado desde la fábrica con una diferencia de cuatro kilogramos con la consiguiente afectación para el que lo compra.

En estos momentos en que el país está facilitando la construcción y reparación por esfuerzos propios al pueblo, con el suministro de materiales de construcción a la población en los rastros —en este caso me encuentro reparando mi casa—, constituye una falta de respeto y consideración al mismo que se esté comercializando este producto con esta deficiencia.

R. O. González Cruz

Consulta de un trabajador por cuenta propia

Les diré que, como todos sabemos, en nuestro país se acometen cambios muy emprendedores en cuanto a la economía y más específico aun, con el trabajo por cuenta propia, como alternativa de empleo y mejorar algunos servicios y ofertas de productos que se estaban haciendo demasiado pesados para nuestra economía y una vez liberado o extendido dicho trabajo por parte de la Dirección de nuestro Gobierno, generen mayor satisfacción y ofertas para nuestro pueblo revolucionario y trabajador.

En relación con esta cuestión les comento que soy uno de los trabajadores por cuenta propia que se alistó nuevo el día 6 de octubre del 2010 en la actividad 103, Programador de Equipos de Cómputo, por la cual estoy aportando desde esa fecha el impuesto de 80.00 pesos CUP a la ONAT y habiendo pagado hasta la fecha sin retraso como está previsto por la ley. El problema consiste en que esta actividad es mayormente para prestar servicios a empresas estatales, lo cual es posible gracias a las nuevas medidas que se han tomado.

El día 25 de marzo del 2011 se reunió el Consejo de Ministros en sección extraordinaria para aprobar la política bancaria que regiría estos cambios y en par-ticular, que nosotros los trabajadores por cuenta propia les podamos prestar servicios o vender nuestros productos a empresas estatales, siendo publicado oficialmente el día 30 de marzo del 2011 esta noticia en el periódico Granma y en el Noticiero Nacional de las 8:00 p.m. de ese día. Desde ese momento se nos informó que se estaba trabajando por parte de un equipo jurídico del Banco Central de Cuba para poder preparar toda la documentación en materia jurídica que regiría dicha implementación en los bancos, para que finalmente nosotros pudiéramos prestar servicios a empresas y por supuesto, cobrar nuestro trabajo. Después de esto yo en particular he llamado en numerosas ocasiones a la oficina de atención a la población del Banco Central de Cuba para ver cuándo por fin podré prestar un servicio y recibir el pago por dicha prestación o venta y me dicen que se está trabajando y que no saben cuándo se terminará eso; para serle sincero hasta el martes 30 de agosto del 2011 hizo cinco meses y todavía no sabemos cuándo podremos percibir algo por la labor que realizamos los compañeros que como yo están obligados prácticamente a prestar dicho servicio a las empresas estatales y pagamos al fisco mes a mes.

Yo me pregunto: ¿Cómo es que sí puedo pagar en el mismo banco el importe de la patente y eso también era nuevo y se arregló en unos días? ¿De qué se supone que estamos pagando esa patente sin derecho a cobrar por tanto tiempo nuestro trabajo? Para mí sencillamente es inaudito, o hay demasiada demora en este asunto y algo anda mal. Considero que esta es una labor legal que requiere su tiempo, pero... bueno es lo bueno, pero no lo demasiado.

Me disculpan la crudeza y sinceridad de mis palabras, pero es que no puedo entender que precisamente la Dirección del Gobierno trate de facilitar el trabajo por cuenta propia y por otro lado continúen las limitaciones, porque pienso que si antes no se podía ejercer esta actividad y otras que se liberaron, ahora es peor pues se ejerce y no se puede cobrar, por lo menos hasta este momento, por la demora del banco donde sí pagamos los impuestos correspondientes a la patente para ejercer este trabajo.

V. Céspedes Pelegrín

Revisemos los detalles que hacen perder los logros

Soy una joven de 16 años de edad que por problemas personales he tenido que asistir en estos últimos 15 días al Hospital Pediátrico de Centro Habana. Con estas visitas que me he visto obligada a hacer debido a problemas de salud de una persona allegada a mí he quedado muy desilusionada y preocupada de la atención que he recibido en esta entidad por determinado personal o por mecanismos que no facilitan la información ni la comunicación.

El muchacho al cual visito fue intervenido por una apendicitis y tuvo que ir por segunda vez al salón luego de una infección interna que se le presentó. Al enterarme, lógicamente asistí a la sala de Terapia Intermedia, que era donde lo habían ubicado desde un primer momento, estuve en el horario normal de visita; al no ver al chico, me viene la idea de acercarme a una enfermera de la sala, la cual en muy mala forma me dice que allí no había nadie con ese nombre, que fuera a Admisión para que me dijeran en qué sala se encontraba. Al dirigirme allí, la señora que se encontraba trabajando en ese turno, me explica que su parte es de las 8:00 a.m. y que lo tenía como si se encontrara en Terapia Intermedia.

Al apreciar esto y muy disgustada, decido llamar a la casa del chico y hablar con su abuelito que era el que se encontraba en ese momento y entonces fue que me enteré de que en ese instante se encontraba en Terapia Intensiva porque se había complicado un poco y toda una serie de información que solo la conocen los médicos. De esta manera encontré a mi amigo.

La misma historia se repitió en dos ocasiones con una compañera que buscaba a una vecinita y que no sabía dónde indagar, ya cuando la cambiaron a sala nadie sabía explicar dónde se encontraba.

En igual caso dos adolescentes de 13 años, que vi el trabajo que pasaron buscando a su amigo, sin poder encontrarlo.

De hecho, en ambos casos los ayudé a buscarlos aplicando los caminos que me tocaron a mí.

Pero yo creo que no sea necesario pasar tanto trabajo para encontrar a un enfermo, ni que el personal que trabaja en esos lugares no puedan ser comunicativos, teniendo en consideración que han decidido atender a personas y menos siendo un niño, porque en ese peloteo estamos jugando no solo con los sentimientos de los pacientes, sino con el de los familiares también y en esos momentos no es justo hacerlo.

Pienso que es hora de ponerles fin a estas injustas acciones y que mediante esta inconformidad el director del centro sea capaz de accionar para combatir actitudes como estas y busque mecanismos que les faciliten a las personas saber de sus pacientes, porque si todos los trabajadores de ese centro no se sienten responsables de todos los niños que allí se encuentran ¿quién lo va a hacer? No hacemos nada con contar con excelentes médicos, enfermeras y técnicos de salud, como los que tienen en esa entidad, si un grupo de ellos están perdiendo valores morales, que son insensibles o que simplemente sus inconformidades los llevan a realizar el trabajo a disgusto y peloteando o maltratando a los que asisten a esos centros que no van por "lujos", sino por necesidad, ¿qué nos podrán inculcar ellos a las nuevas generaciones? Y lo que necesita la Revolución es que aprendamos a ser el día de mañana buenas personas, sensibles, humanos, comunicativos y profesionales responsables de nuestro deber.

G. Brea Pérez

¿Será o no importante la cosecha de frijol?

A pesar de todo este tiempo publicando opiniones, puntos de vista y criterios aún persisten problemas inconcebibles, lo que hace que "la credibilidad popular sobre algunas instituciones y funcionarios es cada vez más endeble, con tendencia alarmante, y hay que revertirla", como plantea en su carta del 5 de agosto J. B. Tamargo Arenado.

Hace más de dos años pertenezco a la CCS Fortalecida Dagoberto Sanfield Guillén del municipio de Rafael Freyre, de la provincia de Holguín, que se dedica fundamentalmente a los cultivos varios. Hace un año se informó por la prensa que estaba garantizado el paquete tecnológico para la cosecha de frijol negro; dicho paquete está compuesto por un quintal de frijol para semilla, 50 litros de diésel para la preparación de la tierra, cinco litros de fitomas, cuatro sacos de abono NPK (este debe aplicarse a la hora de la siembra), un saco de urea, dos fumigaciones con pesticida y dos con fungicida, todo esto por cada hectárea a sembrar.

Luego de varias discusiones con la empresa de la agricultura del municipio y algunos viajes en vano de los camiones, la dirección de la CCS logró traer la semilla a los campesinos el 4 de noviembre, el 26 llegó el abono, el NPK debió aplicarse junto con la semilla, el 8 de diciembre recibimos el diésel destinado a la preparación de la tierra, el 27 una parte de la fumigación y el resto el 15 de enero, ya casi con el frijol cosechado.

De nada sirvió la gestión eficiente de la presidenta y el administrador de la CCS pues la totalidad de los recursos llegó fuera de tiempo. Luego se informó que todos los recursos estaban en la provincia desde el principio y que se habían aplicado las sanciones correspondientes a los responsables, respuesta que de nada nos sirvió a los productores que lo que queremos es tener los insumos a la hora debida para producir frijol y contribuir con nuestros modestos esfuerzos a la sustitución de importaciones, pues no por gusto Raúl ha dicho en más de una ocasión que la producción de alimentos constituye un asunto de seguridad nacional.

Como si fuera poco, la agricultura del municipio informó que para la cosecha de frijol carita se asignarían los mismos recursos que para el frijol negro, ya el carita está cosechado, en el saco, y no se nos ha asignado ningún recurso, ¿estarán en almacén o habrán tomado otro destino? Lejos de corregirse el problema este evoluciona y peor aún, de-sestimula la producción pues el campesino se siente, con toda la razón del mundo, engañado y maltratado, siendo además un actuar irrespetuoso para con el que con tremenda valía y espíritu de sacrificio quiere hacer producir la tierra para bien de los cubanos.

No tengo la certeza de quién y a qué nivel está el mayor grado de responsabilidad por tanta pasividad e indolencia pero sí estoy convencido de que hay más de un cuadro, dirigente o funcionario que no tienen conciencia de la importancia de la producción de alimentos ni con el llamamiento que ha hecho Raúl para contribuir a la sustitución de importaciones, en fin no están haciendo lo que les toca.

Ya a mediados de agosto nos preparamos para la próxima campaña del frijol negro, nuestra CCS tiene previsto sembrar 61 hectáreas lo que puede reportar alrededor de 900 quintales esperando un incremento con respecto al pasado año, pero del tristemente célebre paquete tecnológico, solo algunos campesinos hemos recibido el 60 % del diésel para la preparación de la tierra ¿será que el problema no tiene solución?, ¿se seguirán cometiendo las mismas irresponsabilidades? Soy de los que opinan que sí se puede resolver y de manera inmediata solo bastaría tomar en serio la labor del campesinado y la respuesta positiva que este siempre ha dado ante cualquier tarea encomendada por la Revolución. Démonos cuenta que los campesinos no pedimos otra cosa que los insumos, que están asignados, lleguen en tiempo y forma para producir frijol, lo demás sabemos hacerlo.

R. E. González Abreu

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Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

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