Publicadas
el 19 de agosto de 2011
¿Qué le sucede a la “Atenas de Cuba”?
En los días anteriores y posteriores a la
celebración del Día de la Rebeldía Nacional, vi a través de la
televisión o leí en la prensa, entrevistas a los avileños que, con
orgullo y alegría, hablaban de su ciudad capital provincial.
Expresaban cómo Ciego de Ávila había pasado de ser una aldea a
convertirse en una bella ciudad, explicaban cómo habían convertido
su calle principal en un hermoso bulevar y elogiaban su plaza Máximo
Gómez.
También, en esos días, observé en la televisión cómo
en Sancti Spíritus, las autoridades y el propio pueblo habían
decidido revertir la situación de deterioro de la misma, y
expresaban la satisfacción de cómo esta se iba embelleciendo y
cambiando su fisonomía, para orgullo de los espirituanos.
Además, por lo expresado por algunos reportajes
televisivos, se hablaba de la belleza de los bulevares de
Cienfuegos, Bayamo, Holguín y Santa Clara. Las tres primeras,
ciudades capitales de provincias jóvenes.
He hecho referencia a todo ello, para referirme
ahora a Matanzas. No con el ánimo de criticar, sino más bien,
reflexionar.
Resulta ser que Matanzas es de las seis provincias
más añejas de Cuba, y a estas alturas su ciudad capital no cuenta
con una plaza pública para efectuar sus actos políticos y
concentraciones, honre un patriota relevante, y tampoco cuenta con
un bulevar.
En su centro o casco histórico, no se observa el
necesario mantenimiento y conservación. Su teatro Sauto, Monumento
Nacional, año tras años parece que se va a restaurar completamente,
y no se ha logrado en los últimos 15 años o más. El edificio situado
al frente, ocupado hasta hace poco tiempo atrás por el Tribunal
Provincial, por increíble que parezca, presenta un importante nivel
de deterioro.
El parque de La Libertad deja mucho que desear y las
dos casetas telefónicas ubicadas allí por ETECSA dan vergüenza por
su estado de suciedad y teléfonos inservibles.
La calle Medio, la principal de la ciudad, está muy
lejos de ser acogedora, a pesar de encontrarse en ella los comercios
principales, y cuando la llenan de kioscos sin orden y estética,
afean el entorno y la hacen intransitable. Muchas veces se ha dicho
que la convertirán en un bulevar, pero nunca se ha materializado,
tal vez por algunas edificaciones en mal estado o destruidas.
La plazoleta del "Viaducto", originada por el
espacio tomado al mar, al construirse el mismo, bien pudiera haberse
aprovechado para ubicar la plaza de Matanzas, que podría tomar el
nombre del patriota Insigne de la provincia: Juan Gualberto Gómez.
Algunos parques destruidos con el fin de
reconstruirlos, como el que se encontraba en el agro mercado,
quedaron en eso. En los viales aunque se ha trabajado, existen
serios deterioros en los mismos, al igual que en algunas
instituciones de salud y de educación.
En resumen, sería aplicable decir que si Ciego de
Ávila se convirtió en una bella ciudad, en Matanzas ha sucedido un
proceso inverso.
Yo pienso que con el espíritu de las autoridades y
el ejemplo de los avileños y espirituanos, al igual que el de otras
provincias, que han demostrado que sí se puede, Matanzas logrará
volver a ser una hermosa y acogedora ciudad para disfrute de los
matanceros y visitantes.
Claro está que es prioritario elevar los resultados
de la actividad económica del territorio, sobre todo en la
producción y los servicios con eficiencia y productividad, en lo
cual por demás, Matanzas parece estar lejos de indicadores
satisfactorios, en los que se reflejan en la práctica como criterio
valorativo de la verdad, aunque no dudo que los macro indicadores
anden bien. Pero resulta evidente que un entorno favorable
contribuye a elevar la calidad de vida de los ciudadanos y su
bienestar espiritual.
Los periodistas han sido convocados al periodismo
investigativo y crítico. Los periodistas matanceros, en mi opinión,
deben avanzar en su cumplimiento.
J. P. Lleonart Machado
Propuestas sobre bicicletas
En los años críticos del periodo especial, la
transportación de pasajeros en sentido general se vio afectada
severamente, en el orden urbano de las grandes ciudades, medianas,
poblados y localidades, se afrontaron serios problemas en el
traslado de sus habitantes para resolver las disímiles necesidades
personales. Ante ello el Estado tomó la medida de adquirir
bicicletas y triciclos fundamentalmente chinos, lo que constituyó un
paliativo para desplazarse al trabajo, centros de estudios u otros
problemas personales a resolver.
El segundo paso en aras de disminuir importaciones
de estos renglones lo constituyó la adquisición de la tecnología
requerida para la fabricación en el país de los mismos, montándose
varias fábricas, incluyendo gomas, cámaras y otras partes y piezas.
En estos momentos los precios de cualquier artículo
está por los cielos en el mercado internacional generado por la
crisis económica existente, ¿cuánto cuesta un ómnibus urbano
sencillo o articulado?, no lo sé, pero entiendo que el país no está
en condiciones económicas siquiera de satisfacer las necesidades que
se requieren de ellos en La Habana, Santiago de Cuba, Camagüey, por
solo mencionar algunas ciudades.
La voluntad política del Estado está bien clara para
incrementar gradualmente la satisfacción de la demanda de
transporte, no solo "según las posibilidades del país", sino las que
correspondan para sortear el incremento de las presiones y trabas
del bloqueo cada vez más agresivo.
Pero me pregunto ¿dónde está la tecnología que se
adquirió para la fabricación de ciclos? Si mal no recuerdo fueron
tres, Guantánamo, Villa Clara y La Habana. ¿Existen los medios
técnicos y están conservados? ¿Se convirtieron en chatarra? De
existir podrían los técnicos y obreros que las operaron volver a
trabajar esas líneas con la ayuda de muchos innovadores. Los
entendidos en estas especialidades podrían aportar muchas más ideas
al respecto.
Incrementar el uso de los ciclos en todo el país no
es retroceder, al contrario, sería un buen paso de avance, no solo
para los que no tienen autos, también para quienes lo poseen, pues
muchas veces se quejan del precio del combustible y solo mueven los
carros para necesidades perentorias, algunas de la cuales, podrían
resolverlas de tener bicicletas o ciclos.
Muchos de los que se han incorporado a la
agricultura urbana y suburbana o han abierto negocios por cuenta
propia, requieren transportar medios de trabajo o mercancías de poco
volumen y peso y tienen que alquilar un carro, un bicitaxi o un
carretón, pudiendo ellos hacerlo con su ciclo y a su vez tener un
transporte para cualquier otra gestión. En ocasiones cuesta más el
alquiler del transporte que lo que queremos transportar.
En ciudades como Camagüey, Ciego de Ávila, Cárdenas
donde hay un monumento a la bicicleta, Caibarién, Santiago de Cuba,
etc., pululan los llamados coches tirados por caballos. No pretendo
ofender a aquellos que poseen coches agradables, son un paliativo al
igual que los camiones, camionetas y almendrones particulares,
resuelven, pero en detrimento de nuestros bolsillos ya que los
precios fluctúan desde un peso hasta 20.
Jocosamente he escuchado en Tercera y 14, Miramar,
lugar de parada de ómnibus exclamaciones como: "si no viene el P1
tendré que coger el P 20", en clara alusión al paliativo de un carro
de alquiler. ¿qué bolsillo aguanta eso?
En países desarrollados, muy ricos en recursos
financieros, cada vez es más utilizado el ciclo, incluso hasta por
disposiciones reguladoras de sus gobiernos.
Sugiero volver a la venta de ciclos, la cual no debe
ser subsidiada por el Estado, aunque requeriría en mi opinión de un
precio asequible a la población.
Los modelos que se fabriquen deben ser atractivos y
confortables, pero sobre todo fuertes y duraderos, además tener un
buen servicio de garantía y posventa estable.
Correspondería también que posean accesorios
refractarios o luminotécnicos para la circulación nocturna, además
de una correcta exigencia en la educación vial por parte de las
autoridades correspondientes, hay que incrementar y exigir con todo
rigor lo dispuesto en el código vial en aras de reducir los tan
lamentables accidentes.
Sobre el tema creo debemos pensar, pues hay mucha
tela por donde cortar.
O. Torres Quintana
Orden, disciplina y exigencia tienen que ser una
manera
de hacer
En la última reunión ampliada del Consejo de
Ministros en el mes de julio, el Presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, insistió
en la necesidad de que cada quien desempeñe el papel que le
corresponde para rescatar el orden, la disciplina y la exigencia.
Este llamamiento es válido para dirigentes,
funcionarios y ciudadanos en general. Orden, disciplina y exigencia
son tres elementos esenciales para garantizar un trabajo exitoso en
cualquier sistema social. Con más razón en el socialismo, donde los
resultados de lo que producimos no va a parar a cuentas bancarias
privadas de un grupo de millonarios, sino a una distribución social
equitativa que premie el esfuerzo y el talento y no desampare a
ningún ciudadano.
Para quienes desempeñan funciones de dirección, el
compañero Raúl fue explícito al decir que "quien cometa una
violación, sea cual sea esta, se le pedirán cuentas por ello, y en
este sentido comenzarán a desempeñar cada vez un papel más
determinante nuestros tribunales, jueces y fiscales". Y ya los
tribunales han comenzado a sancionar a los malversadores. Los casos
recientes del exministro de la Alimentación, las empresas Río Zaza,
Sol y Son y la comercializadora de productos farmacéuticos, y el
Instituto de la Aviación Civil resultan claros exponentes de la no
tolerancia a la corrupción.
En nuestro país hay quienes confunden socialismo con
anarquismo y creen que pueden hacer cuanto se les antoje sin reparar
en sus prójimos, en sus conciudadanos, en su Patria. Llevamos más de
50 años tratando de educarnos en los mejores valores humanos, desde
la honestidad, hasta la solidaridad. Pero la educación no es
solamente prédica y ejemplo personal, porque al que insiste en no
educarse y pretende violar las normas de convivencia de nuestra
sociedad, hay que aplicarle medidas punitivas. Para eso existen las
leyes, los tribunales y la policía como complemento indispensable de
la educación. Los dos últimos son los elementos de los que se vale
la sociedad para su protección frente a los delincuentes y
violadores de las normas establecidas, dicho sea en nuestro caso,
con la anuencia y apoyo de la inmensa mayoría de nuestro pueblo.
Vivimos un periodo lleno de complejidades y
esperanzas. Libramos una batalla en todos los frentes contra lo mal
hecho y por la rectificación de los errores cometidos en la
construcción de nuestro socialismo. Las ricas discusiones en la
totalidad de las comisiones de nuestra Asamblea Nacional divulgadas
por nuestra prensa, así como las reuniones ampliadas del Consejo de
Ministros y los plenos del Comité Central, reflejan la seriedad del
trabajo de nuestro Partido y nuestro Gobierno en el cumplimiento de
los lineamientos aprobados por el Sexto Congreso del Partido.
La voluntad y los objetivos están expresados
claramente. Queda ahora ponerlos en práctica a todos los niveles y
no permitir que nadie, sea quien sea, obstaculice la obra de
saneamiento y justicia en la que estamos enfrascados. Eso es lo que
desea nuestro pueblo. Por eso se une en torno a las decisiones del
Sexto Congreso del Partido y espera, confiado, en los resultados de
su Conferencia en enero del próximo año, bajo la dirección de su
Primer Secretario, compañero Raúl Castro. Ahora alcanza su más alto
significado la conocida frase martiana: "Hacer es la mejor manera de
decir".
R. Ramón López
A preguntas limpias
Soy lector asiduo de esta Sección, así como las de
Acuse de Recibo y Buzón Abierto, de Juventud Rebelde y Trabajadores,
respectivamente, y créanme que siento un profundo dolor y disgusto
con las cuestiones que aparecen desde hace tiempo en dichas
secciones.
¿Los jefes de organismos, de uniones, grupos
empresariales, empresas, establecimientos, direcciones de
departamentos, así como la gama de instituciones estatales que
existen en nuestra sociedad, leerán la prensa nacional o provincial,
oirán la televisión y la radio?
¿Qué piensan cuando ven la variada cantidad de
señalamientos, quejas, denuncias que se publican diariamente?
¿No sienten sonrojo cuando ven planteamientos que
son capaces de indignar al más ecuánime de los mortales? ¿Están
conscientes de que en su entidad pueden estar presentes también?
¿Qué esperan para resolver los problemas? ¿Que
aparezcan en la prensa? ¿Esto puede considerarse un método nuevo?
¿Están sus consejos de dirección ampliados a la
altura de nuestro proceso revolucionario, del momento que vivimos y
de los Lineamientos del Congreso del Partido?
¿Están conscientes que su gestión y que todo su
quehacer es para el pueblo y en beneficio del pueblo y que en un
país socialista como el nuestro no puede ser de otra manera?
Eso es lo que nos distingue de la sociedad
capitalista, entre otras cosas, ¿esto es lo que nos han enseñado,
señalado y reiterado constantemente en más de 50 años nuestro
Comandante en Jefe Fidel y nuestro Presidente, el compañero Raúl?
Todavía hoy convivimos con la falta de protección de
los bienes del Estado, es decir, del pueblo; se brinda un mal
servicio, se despil-farra, se derrochan los recursos humanos y
materiales; no existe disciplina laboral ni administrativa; están
ausentes el control y la exigencia, dando lugar al robo y la
corrupción, y, por supuesto, a la baja calidad de las producciones
como el pan y los alimentos; hay blandenguería y demagogia; de-sorganización
e irresponsabilidad. Por lo tanto, hay ineficiencia en muchos
niveles de dirección.
Estas expresiones no están dirigidas a las
excepciones honrosas que existen y deben servir de ejemplo.
Por otro lado, la amonestación es la sanción más
aplicada. Creo que hay un problema serio con los cuadros a todos los
niveles. Muchas entidades han creado cargos en sus plantillas de
Atención al Cliente, Atención a Quejas, Relaciones Públicas y otras
denominaciones, todas estas para que se preocupen ellos de los
señalamientos desde que se reciben y se responden. ¿Y el director,
qué?
De esa manera no pueden cumplirse los postulados,
principios y la política del Partido, el Estado y la Revolución que
es perfeccionar nuestro sistema.
R. R. Colao Mederos
Si se rompe… ¿se compone?
Duele ver cómo hay cosas que no solamente no las
cuidamos, sino que las rompemos impunemente y ante la vista de
todos, pero, además, nadie las repara, empobreciendo así el entorno
donde vivimos y por donde transitamos.
Lo que voy a referir viene ocurriendo o ha ocurrido
en la calle D’Strampes entre Carmen y Patrocinio, en la barriada de
la Víbora, municipio de Diez de Octubre, La Habana, pero estoy
seguro de que en otros puntos de la cuidad y del país
lamentablemente pudiera ocurrir lo mismo¼
o peor.
1. En la esquina de D’Strampes y Patrocinio hay dos
contenedores de basura; debido a la irregularidad en la recogida de
basura, los contenedores se rebosaban, los vecinos echaban la basura
alrededor de los mismos y, de vez en vez, venían a recogerla con
equipos cargadores, que, además de cargar la basura, fueron cargando
el contén, la acera y llegaron a afectar el muro del jardín del
edificio que hay en esa esquina. Este muro ha sido reconstruido
parcialmente, pero un tramo de la acera y el contén están esperando
porque alguien venga a reconstruirlo¼ .
¿a quién le corresponde hacerlo?
2. A medianía de cuadra hay una pescadería, los
camiones que suministran los productos, cuando vienen a descargar,
no lo hacen desde la calle, como toda la vida y en todas partes se
ha hecho, no. Se suben encima de la acera, para acortar el tramo de
lo que deben descargar, resultado¼ ya no
existe la acera en el frente de esa pescadería¼
. ¿quién la va a reconstruir?
3. Este caso es reciente, al frente de la mencionada
pescadería, marcada con el número 460 hay un inmueble que antes
pertenecía a Servicios Comunales de la desaparecida provincia de La
Habana. Según se ha podido saber, este inmueble ha pasado al
Ministerio de Educación. En estos últimos días, una brigada de
trabajadores ha estado reparando el mismo y, como resultado de los
trabajos, sacaron un considerable volumen de escombros que fueron
depositados en el parterre, frente a esta edificación. Para evacuar
estos escombros, el 11 de agosto del 2011 apareció un equipo
cargador, que además de cargar estos escombros, al igual que ocurrió
en la esquina, referido en el caso 1, se llevó todo el contén frente
a la casa, por suerte no llegó a llevarse la acera¼
De nuevo pregunto: ¿Quién va a componer este contén que ha sido
roto?
A. del Prado Cartaya
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