Publicadas el 24 de junio de 2011

Los hospitales no son una quincalla, pero hay que pensar en iniciativas

Las cosas no deben llevarse a los extremos, aunque no hacerlo es justamente lo más difícil, sobre todo si quien tiene que realizarlo es cubano, marcado por la máxima del Generalísimo Máximo Gómez, de que nosotros o no llegamos o nos pasamos.

Pues justamente el equilibrio necesario es lo que hace falta entre la postura asumida por el Director Provincial de Salud, frente a la venta de alimentos dentro y en los alrededores de los hospitales, publicada en esta Sección el 27 de mayo pasado y la réplica que le hace P. Menéndez el 17 de junio anterior.

Cierto es que los hospitales no pueden convertirse en una plaza de cuentapropistas, ni dedicados a vender alimentos ni de otras actividades. Los centros hospitalarios no son una quincalla, son instalaciones que brindan uno de los servicios más importantes a la sociedad, el de la salud. El Estado cubano gasta muchísimo para mantenerlos siempre en pos de salvar vidas y además darle calidad a sus años. Por lo tanto, cualquier medida higiénica está plenamente justificada, así como todas aquellas que garanticen organización en centros tan vitales para nosotros.

Pero también es cierto lo que dice P. Menéndez, a veces hay que estar días enteros al lado de un ser querido, y es necesario alimentarse para mantenerse en pie en situaciones dolorosas como la de tener un familiar enfermo.

Sin embargo, ese servicio no está para darlo las autoridades de salud, sino las de comercio o gastronomía, o el gobierno local, vigilante por gestionar la presencia de las unidades gastronómicas o arrendar locales debidamente higienizados para esta actividad a los que trabajan en la forma no estatal. El propio P. Menéndez, ya lo vio en una de esas instalaciones en la capital y ayuda lo mismo al acompañante que al personal médico o trabajadores que allí laboran.

Es decir, hay que buscar un balance entre las medidas, que están bien tomadas y lo que podemos hacer, trabajando cada uno en lo que le toca. A salud: brindar un servicio de calidad y excelencia por la vida de cada paciente, a gastronomía y a las autoridades: lograr ofertas que satisfagan a quien esté necesitado de permanecer horas y días en uno de nuestros hospitales.

De hecho eso existe en muchas instalaciones hospitalarias y puede mejorarse.

Creo que igualmente el debate y la discrepancia tienen que partir del respeto, y una cuota de responsabilidad en esto la tienen los que dirigen la sección en Granma. Por eso quiero decirle algo a P. Menéndez: se le fue la mano, pues casi llamó contrarrevolucionario al Doctor Alfredo González por expresar sus consideraciones de exigir orden y disciplina como demandaron otros lectores. Y usted sabe, porque por su carta y por el contenido de ella, usted lo es, que llamar así a un revolucionario, es uno de los insultos más grandes que puedan lanzarse.

M.M. Hernández Martínez

Dos reportajes de Granma y preguntas para reflexionar

Estoy convencido de que Granma está haciendo una importante contribución al debate sobre nuestros propios problemas y que artículos como los que se publican en la última página cada día, poniendo al desnudo tantos ejemplos de buena gestión como de muy malos resultados por parte de instituciones, empresas y organismos del país, tienen que hacernos reflexionar a todos acerca de que, por un lado, es posible vencer dificultades y salir adelante y por otro, que existen enormes barreras que superar para lograr los propósitos plasmados en los Lineamientos Económicos y Sociales recién aprobados en el VI Congreso del Partido.

Veamos dos ejemplos: los artículos de Freddy Pérez Cabrera publicado el pasado jueves 16, titulado Que la disciplina sea la regla y el de Juan Antonio Borrego Falta de previsión en el Sur del Jíbaro, ambos relacionados con un asunto considerado de máxima seguridad nacional, como ha calificado nuestro Presidente a la producción de alimentos.

En el primero de ellos se explica cómo el cambio de un jefe en la UBPC Desembarco del Granma en Villa Clara y la adopción por este de métodos inteligentes de dirección y medidas de control y estimulación adecuados puede provocar un cambio radical en los resultados productivos y lo que es no menos importante, la satisfacción de las necesidades de los trabajadores y el tan llevado y traído "sentido de pertenencia" que todos invocamos y pocos alcanzamos. Dos datos ilustran lo anterior: el salto productivo de 385 mil a más de un millón de litros de leche con los mismos animales y muchos menos trabajadores, mientras el salario de los que quedaron en la UBPC promedia más de 2 400 pesos mensuales.

Lo relatado en el otro artículo, relacionado con las dificultades para la producción de arroz duele profundamente y hace pensar si realmente todos y cada uno de los que intervienen o quizás mejor, debieran intervenir en este asunto, tienen verdadera conciencia del daño que hacen a la economía del país y a nuestro pueblo.

He sido testigo de muchos comentarios e interrogantes sobre dicho artículo, entre estos:

¿Quién y cómo explica que de 8 647 hectáreas de arroz a sembrar entre noviembre y diciembre solo se sembraran 3 418 por falta de combustible? ¿Quién da respuesta ahora al pico productivo en medio de las lluvias y solo con el 50 % de las cosechadoras disponibles por falta de repuestos?

¿Dónde estaba el combustible? ¿No había ninguno en existencia en el país? Si realmente la producción de alimentos es un problema de seguridad nacional, y seguro que lo es, ¿no había un jefe en el nivel que corresponda que tomara la decisión de situar allí el combustible necesario, aunque hubiera que paralizar cualquier otra actividad, si hubiera sido la única alternativa? ¿No se había previsto con suficiente antelación la necesidad de ese combustible?

¿No se planificó contratar la adquisición de piezas de repuesto o la falta de estas sorprendió a quienes debían prever su adquisición? ¿Para qué entonces existen los planes que deben proponer los ejecutores y aprobar sus jefes superiores?

Si ello es así, ¿quién paga entonces lo que el país deberá desembolsar de sus escasas reservas para suplir, comprando en el exterior, lo que se hubiera producido en el país a menos costo?

De cualquier manera el Estado, como siempre, garantizará a la población el arroz de la canasta básica, pero disminuirá la oferta de este producto tan esencial en la red de mercados liberados que es parte importante del consumo de la familia.

Ojalá este artículo tuviera una continuación y se siguieran investigando las responsabilidades de cada cual y, aún más, si esta situación no se repitió en Granma y Pinar del Río, los otros dos polos importantes en la producción de arroz en el país.

L. González González

Acción oportuna

Siempre he seguido las cartas que salen en la sección así como los distintos artículos sobre todo los de opinión que han sido publicados en nuestro periódico, también he leído las respuestas.

Me parece muy oportuno agregar que los consejos de dirección y los núcleos del Partido tienen establecido periódicamente analizar y discutir todo lo relacionado con: ahorro, delito, corrupción y las ilegalidades. Yo me pregunto: si estos problemas se analizan y se toman acuerdos, ¿por qué no se resuelven?

Además las actas de estas reuniones llegan a nivel inmediato superior y al menos los acuerdos deben ser analizados por esa instancia. No todos estos problemas llevan una inversión pero en el caso que así sea, es el momento para que con todos los elementos y todas las cuentas sacadas, como dice G. Arredondo, el organismo superior puede evaluar su factibilidad. Insisto en recordar aquel título de que no solo los camarones están dormidos y a propósito citar lo que el compañero Machado dijo recientemente en la Asamblea Provincial del Partido en Santiago de Cuba:

"Este proceso debe contribuir a que la militancia cambie la mentalidad de su forma de actuar, de combatir y razonar; se tiene que acabar aquello de estar mirando para arriba, cada núcleo tiene que asumir lo que le corresponde aprender, qué

cosa es no administrar para que administren los dirigentes del gobierno, los administrativos, mientras los núcleos y los militantes contribuyan con sus experiencias y exigencias a corregir los errores y al cumplimiento de planes del programa previstos en la economía y los servicios¼ "

L. Molina de la Rosa

Reclamación sobre el no pago del salario en la UBPC Jacksonville

Soy un trabajador de la UBPC Jacksonville, perteneciente al CAI Cándido González Morales del municipio de Santa Cruz del Sur, provincia de Camagüey.

Mi preocupación es que durante este año no se nos ha pagado salario a los trabajadores que laboramos en ese centro. La administración expone que no hay dinero para pagar.

¿Puede pasar esto en el país? ¿De qué viviremos los que aquí laboramos? ¿De dónde saldrá el dinero para pagar las deudas (corriente, alimentos, medicamentos, etc.?)

Nos hemos quejado a todos los niveles y no se ha concretado respuesta alguna.

M. Batista Hernández

Pensemos también en el bloqueo interno

Suspiro profundamente, para no bloquear mi mente cuando escucho, leo y veo lo que ha significado para nuestro país el bloqueo en todas sus manifestaciones. Confío a plenitud en los Lineamientos Económicos y Sociales discutidos ampliamente por nuestro pueblo y en los cuadros que exigirán su cumplimiento. Pero me pregunto: ¿Acaso solo pensamos en el bloqueo externo y obviamos el interno que tanto nos afecta contra nuestro desarrollo y felicidad?

Pienso que mi Patria está bloqueada por múltiples factores y razones y que muchas son inherentes a nuestro comportamiento diario en diferentes niveles de la vida cotidiana, a mi entender:

1) La apatía e indolencia ante lo mal hecho, y no tomar partido para combatir estos actos, así como la dilación injustificada en trámites burocráticos que enfrenta la población, causada por mala aplicación de lo legislado por parte de funcionarios.

2) Escudarnos detrás del bloqueo externo, inclemencias del tiempo, desconocimiento de normas y procedimientos en vigor, para encubrir deficiencias reiteradas, falta de previsión de riesgos, descontrol de materiales, desvíos de recursos, etc.

3) Carencia de noticias oportunas, así como ediciones excesivas y reiterativas tanto periodísticas, radiales o televisivas, resaltando logros productivos que en ocasiones son cuestionados, así como de continuar con el pensamiento de "si lo edito se crea un problema político", ya que en reiteradas ocasiones las noticias le llegan al pueblo de segunda malintencionada forma, creando criterios no saludables.

4) Los padres que no le exigen al hijo un correcto comportamiento social y el deber de estudiar acorde con la formación integral que espera la sociedad de él y luego cuestionan al maestro por sus métodos de enseñanza, así como que este es evaluado no muy satisfactorio al final del curso por su baja promoción.

5) No grabar con un impuesto creciente a las entidades morosas con las deudas contraídas con el Estado, conllevando a un desbalance financiero en el Presupuesto.

6) La diferenciación en las posibilidades personales de adquirir bienes o servicios que cubren las necesidades y expectativas ofertadas en CUC y con una tasa de cambio para adquirirla no asequible a un gran número de la población.

7) No existencia de un documento legal que posibilite y respalde demanda e indemnización monetaria como derecho y deber de la persona natural ante cualquier daño en la esfera de los servicios, y no la queja o reclamación en espera de respuesta en ocasiones dilatadas e indolentes.

8 ) No informar de forma educativa y profiláctica a través de los medios de difusión, el trabajo abnegado, profesional, riesgoso y patriótico de nuestros miembros del MININT en todos sus departamentos, así como de nuestros trabajadores de la Fiscalía y Tribunales de justicia penal, laboral y administrativa.

9) Existencia de excesivos precios con escasas ofertas de nuestros símbolos patrios (bandera, escudo) así como guayaberas (tema puramente ideológico).

10) No haber superado, después de más de 50 años de Revolución, el cubrir la demanda de vegetales, viandas, hortalizas, productos cárnicos, etc., teniendo que importar lo que no hemos sido capaces de producir.

11) No existir en las entidades estatales, donde así su estructura lo permita, un responsable de Control Interno (si no existe un auditor), que haga cumplir a diario lo regulado por los organismos rectores de la economía y las finanzas, adscrito al director, y que sus informes sean objeto de análisis profundo mensualmente en los consejos de dirección.

Estos son algunos de mis criterios, quizás no compartidos por muchos lectores, y estoy seguro que serán objeto de réplicas, que espero no sean del tipo terremoto o tsunami tan de moda en estos tiempos.

G. J. Pachá

Faltan eslabones en la cadena de facilitar el trabajo
por cuenta propia

En la pasada reunión del Consejo de Ministros se exhortó a continuar facilitando el trabajo por cuenta propia, adoptando y poniendo en práctica medidas que faciliten su ejercicio. Granma publicó el pasado 27 de mayo un artículo que expone un número de medidas y decisiones en esa dirección tomadas en dicha reunión.

Sin embargo, nada se ha hablado de tres temas que me parecen claves del éxito de integrar a la economía no estatal a cientos de miles de nuevos trabajadores en los próximos años:

1) La capacitación y asesoría de cuentapropistas, particularmente los que utilizan trabajadores contratados, en administración de empresas. La experiencia en otras economías es que una proporción importante de los negocios que abren sus puertas quiebran en el primer o segundo año, víctima más veces de deficiencias internas que externas.

2) La designación de órganos de referencia que representen a los cuentapropistas en los sectores no amparados, como ya el MINAGRI hace con los campesinos, y el Fondo de Bienes Culturales con los artesanos. ¿Por qué Vivienda no crea un mecanismo para atender a los arrendadores, Transporte a los transportistas particulares, o Comunales a los carretoneros y recuperadores de materia prima? A través de ellos pudieran organizarse, por ejemplo, la capacitación, la asesoría, la protección al trabajador y los mercados mayoristas.

3) La posibilidad de crear asociaciones de productores y prestadores de servicios, como son la ANAP y ACPA en el sector agropecuario. Una asociación —por ejemplo— de transportadores de pasajeros en una ciudad, o de arrendadores de viviendas, serviría no solo para defender los intereses de sus miembros, sino como interlocutor de las entidades públicas y reguladoras. Recuerdo que cuando la Consulta Urbana de Bayamo, fue mucho más fácil llegar a acuerdos con los cocheros, que cuentan con su Asociación, de establecer piqueras y rutas y unificar tarifas, que con los "bici-taxistas", que carecen de organización.

La cadena del trabajo por cuenta propia tiene muchos eslabones y aún nos faltan algunos. Tenemos que crearlos si aspiramos a que tenga la fuerza que necesita el país.

R. Betancourt

¿Quién responde por las aceras?

Todos sabemos quiénes son los responsables de reparar las calles cuando se rompen por algún motivo (agua, gas, etc.), aunque no lo hagan, oká, pero sabemos quién debería hacerlo.

Lo que no tengo claro es ¿quién responde por las aceras?

L. R. Capó

Actualización del modelo económico cubano: criterios
de un economista

Deseo abordar un tema que durante más de cinco meses ha estado afectando a los trabajadores de la empresa a la que pertenezco (Empresa Universal del MINCIN en Las Tunas) y que exige de forma oportuna una solución que sume a todos los trabajadores en su participación y apoyo consecuente en acciones concretas que permitan la actualización de nuestro modelo económico.

Para lograr que el sistema empresarial cubano esté constituido por empresas verdaderamente eficientes, debe permitirse que la dirección de la empresa pueda intervenir en los problemas medulares que afectan sus indicadores económicos y de eficiencia fundamentales, libres de trabas burocráticas y de resoluciones desfasadas por el tiempo que en nada benefician el trabajo que la misma desarrolla para lograr su objeto social.

Para el año 2011, la empresa recibió la misión de comercializar de forma mayorista, los giros de aseo, materiales de la construcción e insumos agrícolas, mercancías destinadas a la población que en años anteriores no se comercializaban y que ahora demandan un esfuerzo superior de los trabajadores para llevarlas hasta su destino final; hasta el mes de mayo, la empresa ha sobrecumplido su plan de ventas y lo ha hecho con una disminución de sus gastos totales con respecto al plan de un 3,1 %, y con relación a igual fecha del 2010 de un 15,8 %; ¿qué más eficiencia que lograr el cumplimiento del plan con ahorro de sus gastos? Sin embargo, los trabajadores han sido privados en todo el año del pago por el resultado final de su trabajo por el deterioro de la correlación salario medio-productividad al comparar el año actual con el anterior, deterioro condicionado únicamente por la circulación en el año 2010 de un surtido de mercancías que este año no se ha recibido en igual "volumen y precios", que aportaba, aprobado por el MINCIN, excesivos niveles de utilidades que hoy, con los niveles y surtidos que se circulan, son inalcanzables, condicionando que cualquier análisis actual con relación a igual fecha anterior resulte incomparable.

Esta situación fue alertada desde enero del 2010, detallándose el futuro de la eficiencia numérica de la empresa como consecuencia de una indicación que debía "ser cambiada", pero que no se cambió hasta este año 2011, cuando ya el daño a la empresa estaba hecho. La empresa, sus trabajadores y su dirección han sido fuertemente criticados "erróneamente", pues las causas de sus deterioros no están en las manos de sus trabajadores y colectivo de dirección resolverlas, ya que está atada a teorías caducas y a la falta de observancia de quienes, una vez alertados del problema, debían accionar para darle solución.

Si la propia empresa, con su capital humano competente y un nivel de conocimiento adecuado, es capaz de demostrar y denunciar las causas del problema creado, ¿por qué no se le escucha y apoya con una solución inmediata que satisfaga a todos sus trabajadores? ¿Por qué no se tiene visión de futuro para prever que estas cosas no ocurran? ¿No se está ocultando con esto la verdadera eficiencia de una empresa en perfeccionamiento empresarial desde el 2005, que trabaja con el mínimo de trabajadores necesarios y que disminuye sus costos y gastos de una fecha a otra? ¿Cómo juzgar a una empresa que presenta pago sin respaldo productivo sin analizar con profundidad sus causas, cuando es ahora que sus trabajadores producen más y cobran menos al verse limitado el pago por sus resultados cuando más se lo han ganado?

Como se enunciaba en la Asamblea Provincial del Partido de Las Tunas, celebrada el pasado sábado 11 de junio, debe acelerarse la solución de los problemas en tareas esenciales de la economía y la sociedad, cambiando métodos y estilos de trabajo, y, como afirmara la Primera Secretaria del Partido en este territorio, estas situaciones deben estar acompañadas de análisis maduros, serenos y profundos, que permitan romper de una vez la inercia, el dogmatismo, el estilo burocrático y la espera paciente para desarrollar un enfoque creador que permita la evaluación crítica de cada alternativa que apliquemos en correspondencia con la realidad en que nos desarrollemos.

J. Alomá López

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