Publicadas
el 28 de enero de 2011
El daño de la burocracia
Tengo 60 años y resido en el Asentamiento Beatón,
San José de Yao, municipio de Buey Arriba, provincia de Granma.
Pertenezco a la CCS Efraín Oliva.
En el año 2001 me fueron entregadas dos hectáreas
(ha) de tierras en usufructo mediante la Resolución 419/94, las
cuales actualmente tengo sembradas y produciendo café.
En 2008 me sumé al llamado hecho por Raúl Castro
respecto a poner a producir las tierras ociosas. Para ello hice
formalmente mi solicitud y me fue autorizada una cantidad de tierras
que aún no he podido poner a producir en su totalidad producto del
mal esquema organizativo y la falta de gestión y autoridad entre los
sistemas administrativos del Ministerio de la Agricultura en el
territorio, los cuales en lugar de viabilizar la actividad lo que
han hecho es entorpecerla, al menos en mi caso y en el de otros
campesinos de la zona donde resido.
A continuación expongo detalladamente y por fechas
lo que desde entonces ha sucedido. Aclaro que escribo a título
personal.
Sept/2008- solicito diez ha de tierra a la
Dirección Municipal del Centro Nacional de Control de la Tierra (DMCNCT),
amparado por lo dispuesto en el Decreto Ley 259/08.
Dic 5/2008- Se me entregan 9,82 ha ubicadas en
Beatón, San José de Yao, pertenecientes a la UBPC 26 de Julio.
Dic 7/2008- Voy a ver al director de la UBPC 26
de Julio, quien me plantea que no está de acuerdo con una parte de
las tierras que se me asignaron, porque él tiene en planes ponerlas
a producir. Solo está de acuerdo con que yo trabaje unas cinco ha de
la parte norte de la parcela autorizada, donde hay café en malas
condiciones, y comienzo a desyerbar, acondicionar y a espesar la
plantación. Dijo que él iba a aclarar este asunto con el delegado
del municipio de la Agricultura. Evidentemente no se colegió la
disponibilidad de tierras entre la DMCNCT y la Dirección de la UBPC.
Ene/2009- Me entrevisto con el delegado
municipal de la Agricultura, compañero Alberto Guerra García. Al
conocer mi situación me dice que él iba a mandar inspectores para
ver el tema y gestionar con el director de la UBPC que se me
entregaran las tierras. Los inspectores deberían ir en un plazo de
15 a 20 días. Nunca fueron.
Mediados 2009- Voy a la DMCNCT y veo al
director, compañero Osiris. Le planteo la situación y que llevo más
de seis meses esperando porque se me entregue lo que me fue
autorizado. Él me responde que eso es mío y que ya el problema está
resuelto.
Ene/2010- Planto cultivo de ciclo corto, en
espera de la primavera para la siembra del café. Preparo dos ha para
nuevos sembrados de café.
Abril/2010- El director de la UBPC se presenta
con unos inspectores del municipio de la Agricultura con el objetivo
de que vean mi caso y que me expulsen de allí. Ellos conocen el caso
y le dicen que no, que yo estoy cumpliendo con lo que se me ha
autorizado y me debe entregar el resto. A su insistencia los
inspectores le dan un plazo de seis meses para poner a producir las
tierras que no me quiere entregar. Aun hoy siguen improductivas y
sin que se intervengan.
Dic/2010- Terminé la cosecha del año en que
entregué 332 latas de café, siete quintales de calabaza, 130
quintales de mango y 110 libras de cacao. Estas tierras
anteriormente producían aproximadamente 12 latas de café.
Dic/2010- Debo efectuar el pago por la tasación
de la finca en la Empresa Cafetalera por un valor de 1 059,18 pesos,
correspondiente a las 9,82 ha autorizadas y no estoy de acuerdo en
hacerlo hasta tanto se me entregue la totalidad de la parcela, o que
se me cobre solo por las que realmente tengo produciendo.
Dic 20/2010- Me entrevisto con el director de la
Empresa Cafetalera y le explico el problema con las tierras que
fueron autorizadas y que el director de la UBPC no me permite
trabajar. Me responde que al día siguiente tienen una reunión donde
le van a dar solución al caso.
Enero/2011- Todo continúa en el mismo lugar y no
acaba de suceder algo o tomarse alguna medida que ubique a quien
esté mal ubicado.
Actualmente las tierras que no se me permite
trabajar por decisión unilateral del director de la UBPC 26 de Julio
continúan ociosas. En ellas hay árboles frutales y maderables, que
en el caso de los últimos han sido y están siendo talados
indiscriminadamente para negocios ilícitos, pues se desconoce su
paradero. También quedan todavía algunas plantas de café casi
perdidas por el enyerbamiento.
Mi caso no es aislado. Como yo, hay otros campesinos
que mantienen disputas con este personaje por tierras que no les
permite trabajar.
O. Hidalgo Pupo
No se puede pensar que el país avance si la
mentalidad es mediocre
Como se ha dicho, la economía es lo fundamental para
el desarrollo de nuestro país, que si no la mejoramos no podemos
aspirar a encaminar nuestro socialismo por un rumbo seguro y
próspero y me pregunto:
¿Con la mentalidad que tenemos la mayoría de los
cubanos, en especial los que nos dirigen, esa mentalidad de
derroche, de irresponsabilidad, negligencia, acomodamiento, falta de
escrúpulos, que redunda en que nadie exija con rectitud, que nadie
llame la atención como es debido y además porque ese es su principal
deber funcional, podemos pensar que nuestra economía mejore, aun
siendo los más optimistas del mundo? (No lo creo).
Tenemos que quitarnos la venda de los ojos. Nuestra
sociedad ha cambiado mucho desde que comenzó el periodo especial.
Múltiples razones de orden objetivo dieron lugar a esto.
Soy obrero y esto que digo me duele en el alma
porque soy revolucionario como el primero, pero las cosas hay que
llamarlas por su verdadero nombre.
Sobre este tema hay mucho que hablar y es realmente
una pena que nuestros medios no se hagan eco de él todo lo
suficiente. Sería más productivo.
Como dije antes, soy obrero de la construcción de
toda la vida. Comencé a trabajar en la Brigada Antonio Maceo de la
ECOI 9 Villa Clara, brigada constructora de presas. Recuerdo con
nostalgia aquel espíritu de trabajo que se nos inculcó siempre por
los que nos dirigían a nivel de brigada, una disciplina férrea, pero
que era la justa, la correcta.
Recuerdo que un equipo de producción no podía estar
parado si no existían sobradas razones y cuando esto ocurría se
metía en ese rollo todo el mundo: Partido, UJC, CTC, Administración,
en fin era un problema de todos. Hoy la indolencia nos está matando.
Manejo una rastra de volteo de la ECOING 17 de Ciego
de Ávila, específicamente en una planta de asfalto.
Estos equipos son de segunda mano, por ende ya sus
componentes tienden a deteriorarse y se ocasionan paradas con
bastante frecuencia. ¿Para qué los compraron si no iban a comprar
piezas de repuesto o si las compraron a este lugar no llegan?
En el 2010 trabajé solo dos meses del mismo. Primero
cinco meses por gomas y casi tres meses parado por la supresión de
aire, algo sencillo en otro lugar.
Sin ser más incrédulo que nadie, me parece que esto
no le duele a nadie y afirma lo que dije antes de que la mayoría de
los que nos dirigen son indolentes.
Hay muchos ejemplos que poner sobre lo mal que
marcha nuestro país en ese aspecto. Pero solo les ilustro esto para
que reflexionemos que no se puede pensar que el país avance si la
mentalidad es mediocre y burocrática y deja tanto que desear. Así no
hay economía que aguante.
P. Gálvez Pacheco
Ruidosa música en uno de los improvisados garajes
de Alamar
Vivo en un edificio multifamiliar en Alamar. El
edificio que me queda enfrente tiene todo su lateral y fondo lleno
de garajes improvisados. En uno de ellos, el que se hace llamar
propietario del mismo ensaya con su grupo, también improvisado, de
música, dígase reguetón, baladas y algo de rock, el caso es que lo
hace en el horario de 10:00 a.m. a 5:00 p.m., por supuesto con
batería, micrófono, amplificador, tumbadora, etc.
A todos los vecinos nos molesta, le hemos llamado la
atención en varias ocasiones sin recibir respuesta que nos
favorezca, y la situación persiste, por lo que quisiera que los
organismos encargados aclarasen qué se debe hacer al respecto, pues
entiendo que hay lugares para ensayar y no perturbar la tranquilidad
de los hogares y dañar la salud, pues el nivel de la música es
realmente insoportable para nuestros oídos, por lo que pienso que se
debe actuar en correspondencia con las normas de conducta de nuestra
sociedad para que cada cual haga lo que puede hacer y no lo que
quiere.
En esta comunidad hay muchas instalaciones como la
Casa de Cultura, el anfiteatro y otras áreas para complacer esas
inquietudes.
I. Vargas Toledo
La urgencia de ahorrar agua
El pasado 21 de enero, en el diario Granma
leíamos un excelente artículo sobre la urgencia del ahorro del agua
en la capital del país y por referencia en las demás provincias.
Es un asunto de profunda sensibilidad e interés,
pero que crea perplejidad en nuestra comunidad, que no sabe ya a
quién dirigirse para denunciar el salidero de agua que existe desde
el 7 de octubre del 2009 en la zona del Reparto Juan Manuel Márquez,
Santa Fe, Playa, La Habana, entre las calles 276, pasando por Ave.
9na. y terminando en la calle 282.
Este despilfarro de agua viene ocurriendo un día sí
y otro no en dependencia de cuando se activa el suministro del
líquido a la población. Es realmente indigno que directivos de Aguas
de La Habana se hayan reunido con los vecinos en varias ocasiones y
nos hayan dicho que el salidero está priorizado. Hace exactamente
más de 15 meses, a un promedio de más de 5 000 metros cúbicos
diarios, es muy grande la cantidad de agua que se derrocha, se
altera el ornato, daña las vías y el gran mosquito se bandea por su
respeto por ser agua limpia.
Los vecinos, mis compañeros de nuestro núcleo zonal,
de la Asociación de Combatientes, de los CDR han dirigido sus
preocupaciones sobre este incidente a diferentes instancias y no ha
habido respuesta alguna.
Y es nuestra pregunta: ¿Quién responde por esa total
irresponsabilidad? A alguien hay que penalizar. Todos pensamos que
sí hay que responsabilizar a alguien y que tengan que responder por
su negligencia que roza casi en la contrarrevolución.
Por lo menos, que esos personajes sean sentados en
un lugar por dañar a nuestro pueblo y desacreditar las advertencias
de nuestra prensa para que la población tome conciencia de la
preocupante situación que tenemos con el agua.
H. Muñiz Álvarez
Un programa cuyos resultados no se corresponden
con lo invertido
El programa de lucha contra el mosquito Aedes
aegypti, vector transmisor del dengue, fiebre amarilla y otras
enfermedades, resulta sumamente costoso a nuestra economía, tanto en
moneda nacional como en divisas, pues actualmente cuenta con una
plantilla de varios miles de trabajadores cuyo salario mensual
oscila entre 400 y 500 pesos; utiliza además insecticidas,
combustibles y equipos todos con elevados precios en el mercado
mundial.
Sin embargo, los resultados que actualmente se
obtienen no se corresponden con el gran esfuerzo que realiza nuestro
Estado socialista para lograr el objetivo fundamental: controlar y
erradicar el mosquito Aedes aegypti, lo cual puede lograrse si se
aplican las técnicas y estrategias de lucha utilizadas en los
periodos 1959-1968 y 1982 hasta 2000, etapas en las que con una
plantilla de 650 trabajadores de terreno se logró la negativizacion
(cero focos positivos) en varias provincias, y no ocurrieron casos
de dengue, pues la epidemia de dengue de 1981 ocurrió en primer
lugar por la criminal agresión biológica de la mafia cubano miamense
y por el gran deterioro que sufrió este programa a partir del año
1968, fecha en que se ubicó todo el personal en los policlínicos, lo
que trajo como consecuencia que el personal calificado y
correctamente adiestrado del programa lo abandonó, trasladándose a
otras actividades.
Deficiencias técnicas y organizativas observadas en
la lucha contra el Aedes aegypti:
1. Se dejaron de aplicar acciones que son necesarias
para controlar y erradicar este vector.
2. Disminuyó el nivel de supervisión al personal de
terreno.
3. Decreció la preparación técnica del personal.
4. Fue muy deficiente la exigencia del personal de
terreno.
5. Se trasladó el personal de este programa, el cual
operaba desde las unidades municipales de higiene y epidemiología,
para los policlínicos donde no existe adecuada estructura para su
control (año 2002).
Como resultado de todas estas irregularidades la
calidad del trabajo actual es muy deficiente, lo cual impide se
logre tan humano objetivo de nuestro Estado socialista.
Quien les escribe ha sido durante toda su vida (45
años de trabajo) un incansable luchador contra el Aedes aegypti,
programa en el que fui fundador en la etapa revolucionaria desde el
año 1959 al 2004, en el que trabajé como operario, jefe de brigada,
supervisor nacional, técnico en higiene y epidemiología y asesor en
epidemias de dengue en Nicaragua, años 1981 y 1985; Ecuador, años
1988 y 1989; y en Venezuela, años 2002 y 2003.
I. R. León Benítez
Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General
Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba.
Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o
al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos
881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177. |
|