Publicadas
el 17 de septiembre de 2010
La vida en el socialismo: invitación a pensar diferente
Triplico la edad de la adolescente L. Armas Pedraza,
cuya opinión fue publicada en esta sección bajo el título La
juventud no está perdida y no pude dejar de sentir, por la edad con
que la plantea, una gran admiración por la madurez de sus criterios
y porque incitan a un debate que se hace vital e inevitable en un
país como el nuestro, decidido a construir una sociedad
diametralmente diferente a todas las que le antecedieron. Esa nueva
sociedad, necesita superar los casos negativos que menciona la
juvenil autora, porque al decir del Apóstol son lunares que
ensombrecen la obra bella.
No tengo necesidad de poner más ejemplos de ese
tipo, pues están al doblar de cada esquina, afectando la
cotidianidad ciudadana con una impunidad que en mayor o menor medida
desmoviliza y desmoraliza a las nuevas generaciones.
Y tiene motivos suficientes esta adolescente para
preocuparse, pero felizmente también pueden citarse otros muy
positivos como los mencionados por la firme jovencita, haciéndome
recordar al Canciller de la Dignidad cuando refiriéndose a la
juventud dijo acertadamente que esta era siempre la misma, lo que
cambiaban eran las circunstancias en las que esta se educaba en cada
momento histórico.
En el caso de la Cuba de hoy se entremezclan
circunstancias que promueven el sentido humanista de la nueva
sociedad en la cual vivirá el "hombre verdadero", racional, como las
mencionadas en su opinión por L. Armas, en las que se involucran
miles de jóvenes, y adultos también, en aguda contradicción con las
viejas circunstancias, de base egoísta, que se extienden desde la
sociedad anterior, contaminando el presente porque son portadas por
el hombre alienado, irracional que inevitablemente aún subsiste.
Por tanto, las opciones se encuentran delante de
cada cubano y L. Armas, para satisfacción de los que creemos en el
socialismo, opta por la positiva, mientras que muchos adultos
visualmente localizables, creciditos y supuestamente maduros
continúan optando por la vieja mentalidad, la cual simbólicamente
puede ser comparable con la visión que se obtiene, a conveniencia, a
través de un túnel cuyo grado de abertura dependerá del nivel de
egoísmo personal desarrollado por cada individuo, al no poder ver
más allá de esa abertura, a veces demasiado angosta para la
convivencia social.
La vida en el socialismo es una invitación al
individuo para que piense diferente como hasta ahora, para que
sustituya la milenaria visión de túnel y supere la forma mundana,
vulgar y superficial de ver la vida, cambiándola por una visión
racional y amplia del mundo concreto, tal como es, en su totalidad,
en la multiplicidad de los nexos reales y relaciones de todo lo
existente.
Aplicar desequilibradamente la singularidad en el
vivir, dejando fuera el resto de la totalidad mancomunada del mundo,
entorpece la fluidez de su existencia y conlleva a la sociedad
dividida por las diferencias de todo tipo, el ánimo de lucro sobre
la base de la propiedad personal, el deseo de esquilmar a los demás,
sacar provecho personal de todo lo existente. En este punto se puede
establecer el nexo con el debate producido en esta sección sobre el
tipo de propiedad que debe existir en Cuba, en el cual algunos
participantes defendían la privada, como si fueran pocos los
sufrimientos milenarios soportados por millones de seres humanos en
el devenir histórico debido a ese mal, portador de la mentalidad
egoísta que nos llega del pasado. Decía Lenin que la pequeña
propiedad engendra burguesía y todos sabemos cómo piensa un burgués.
Mente abierta como la de Fidel hacia la comprensión
de la totalidad, pues más que españoles, cubanos, rusos, ingleses,
iraquíes, etc., somos seres humanos en la más cabal comprensión del
fenómeno, las diferencias son sociales no reales.
La precoz jovencita enfoca sus planteamientos y
dirige su crítica hacia una parte de la población adulta como la
causante de que los jóvenes no sean mejores. ¿Se equivoca o está en
lo cierto?
R. Villavicencio Finalét
Urgencia de eliminar la hipertrofia burocrática
Quiero retomar las cartas de R. Sezay Sánchez y A.
Sánchez Fernández, publicadas el viernes 10 de septiembre, para
aportar nuevos elementos.
En relación con los directivos de cualquier entidad
o unidad tienen que estar presentes conductas que generen prestigio
y autoridad ante su colectivo, elemento este que cuando se logra en
todos los casos, arrastran a los demás por el camino de la
productividad y el amor a la jornada laboral. Creo que el jefe debe
ser el primero en llegar al trabajo y el último en retirarse. El
ejemplo personal es decisivo para elevar la moral de los demás
trabajadores. No podrá aplicarse: Hagan lo que yo digo y no lo que
yo hago, como sucede en muchas ocasiones.
Otro aspecto a tenerse en cuenta, es la urgencia de
eliminar la hipertrofia burocrática que se manifiesta en
instituciones y organismos, con la cantidad de ayudantes, jefes de
despacho, secretaria del jefe de despacho y secretaria del director
u otro directivo quienes constituyen una barrera. Hay lugares que
alrededor de la máxima autoridad de la entidad, se mueve un aparato
que lejos de ayudar, genera burocratismo, mala atención, o en
algunos casos, nula atención cuando un trabajador necesita contactar
con sus superiores. A esto se suman las justificaciones que dan esos
subordinados para que no molesten a los cuadros y dirigentes, cuando
atribuyen casi siempre, que estos están reunidos.
Termino tratando otro asunto que tiene relación con
los referidos trabajos invocados: ¿Nos hemos puesto a pensar en la
cantidad de miles y miles de viviendas que tenemos ocupadas como
puestos de mando, sedes de esto y lo otro? Usted camina por las
calles de cualquier ciudad o poblado, y encontrará una cifra
alarmante de inmuebles ocupados en diferentes actividades.
Resultaría bueno hacer un estudio y un replanteo del tema, hacer una
reubicación y ganaríamos miles de estos locales que pudiéramos
aportar para el fondo de la vivienda. Vale la pena que el tema se
analice. En la ciudad donde vivo, hemos visto con mucha alegría un
edificio destinado a oficinas administrativas, que sus colectivos se
han reubicado en locales más pequeños, y allí se ha creado un
preuniversitario.
Soy de los que confío en que lograremos mejorar
nuestro socialismo con un nuevo modelo económico, más racional, más
sólido, pero para ello, hay que eliminar muchos escollos y lograr
que la gente se prepare para esos cambios. El amor al trabajo, la
racionalidad, ese es el reto.
V. Carballido Pupo
Odisea para firmar un contrato
El tema ha sido abordado en muy pocas ocasiones.
¿Cuántos documentos exigen algunas entidades para firmar un
contrato? Les enumero: Resolución de creación de la entidad,
Resolución de nombramiento del Director, Resolución de los
autorizados a firmar contratos, Resolución de los autorizados a
operar las cuentas en CUC y CUP, Licencias comerciales en CUC y CUP,
Licencia para operar en divisa, Certificado del NIT, Certifico de
cuentas bancarias en CUC y CUP, Certifico del Registro Mercantil,
Certifico del REEUP, etc., etc.
Un promedio de 20 hojas sin contar las dos proformas
de contratos y la ficha de cliente. Lo inconcebible está en que la
mayoría de los funcionarios que recogen estos documentos como
autómatas, no los revisan, solo se limitan a comprobar que no falte
alguno o buscar una nimiedad. Si falta uno de los documentos
solicitados, te rechazan. Un viaje realizado innecesariamente. Si el
documento es ilegible. Negado. Otro viaje perdido. Si el certifico
no es del año en curso. Otra tragedia. Dilataciones y más
dilataciones. ¿Esto es una forma de control? De ser así, es bastante
risible por cierto¼
La Resolución 2253 del 2005, Indicaciones para la
Contratación Económica, emitida por el Ministerio de Economía y
Planificación establece en su artículo 5.1. y cito textualmente:
"Para la acreditación de la capacidad legal de la persona jurídica,
se exige la exhibición de los documentos de creación o constitución
de esta y de la inscripción en el registro público correspondiente
que le otorga personalidad jurídica". ¿Por qué no se exige la
exhibición de los documentos legales y luego se devuelven? ¿Por qué
motivo se exige "entregar" los documentos? ¿Qué disposición obliga a
hacerlo? ¿Por qué no se admite un certificado original con los datos
legales de la entidad debidamente firmado y acuñado por el asesor
jurídico o en su defecto, por el director general? El proceso de
contratación requiere rigor pero no derroche y trabas.
R. Moreno Buduen
El ahorro y la indisciplina en el socialismo
una gran mayoría de la población no paga el
transporte público y al chofer poco le interesa, lo de él es
manejar, lo demás es cosa de Liborio, falta de sentido de
pertenencia, pero nadie le exige, él es dueño del instrumento que el
Estado puso en sus manos, que costó miles de dólares.
Hasta ahora el Ministerio de Transporte, al menos
que se sepa, no ha ideado un sistema que garantice que todo el mundo
pague, pero lo más importante para nuestra sociedad es en el plano
ideológico, político y social, que entraña deformación de nuestro
sistema, porque lo malo desgraciadamente, en el periodo especial se
ha convertido en ley para muchos, incluyendo a jóvenes y niños, que
ven eso como algo natural, que todo el mundo monta y una parte paga
y otra no, y además otros pagan al chofer y él muy indolente toma
ese dinero para su bolsillo; desde luego, no son todos, hay muchos
honestos.
Por favor, que los especialistas de transporte
terminen de crear un sistema que exija cumplir con un elemental
deber social.
Y nadie se llame a engaño; dice Raúl que no podemos
gastar lo que no tenemos, pero pudiéramos tener más si aplicamos
algunas medidas educativas, porque nos desgastamos hablando del
ahorro y nadie, o algunos, no entienden que ahorrar es en todo, la
electricidad es uno de los temas candentes por la cantidad de robos
y trucos creados por los cobradores.
El agua: se desperdicia el 50% del líquido más
preciado para la vida. Usted paga unos quilos de acuerdo con la
cantidad de personas en la casa, pero puede gastar lo que usted
quiera, puede lavar carros, camiones y tener salideros, porque usted
no tiene un reloj que le marque el agua que se consume; el agua hay
que pagarla, en cualquier país del mundo, solo en Cuba es regalada.
¿qué se ahorra en relación con lo que se pierde? Nadie ha sacado la
cuenta.
El mosquito: el Estado invierte todos los años
millones de dólares en comprar equipos y otros millones que pudieran
invertirse en mejorar la alimentación de la población, y todos los
años apelamos a la conciencia de la gente, diciendo que tal
provincia tiene tal grado de infestación como, por ejemplo, Santiago
de Cuba, y generalmente esos focos aparecen en las viviendas. Así
estaremos 50 años más y no se crea una disciplina de que usted no
puede tener un foco en su casa porque perjudica a la sociedad, por
tanto se impone aplicar leyes para que la gente comprenda que esto
no es "si yo quiero": si no quiere está violando una ley y tiene su
correspondiente sanción, no hay otra forma; por primera vez, una
charla, pero a la segunda se aplica la ley porque es la vida de la
sociedad la que está en peligro por algunos irresponsables.
Y qué decir de carros estatales, que no paran ni de
día, ni de noche, ni domingos, ni feriados, ¿dónde está el ahorro?
Cientos de miles de litros de combustible se pueden ahorrar por ese
concepto, eso no hay país que lo aguante.
El concepto de Revolución señala que hay que cambiar
todo lo que deba ser cambiado y qué esperamos, no podemos seguir
tolerando todas esas indisciplinas que nos traerán en el futuro
serios problemas políticos, ideológicos y sociales.
E. Rodríguez
La tendencia del ¿para qué quejarse?
En muchas personas poco a poco ha ido haciéndose
costumbre expresiones como:
¿Para qué quejarse, si nada se resuelve?
¿Para qué hablar, si todo sigue igual?
¿Para qué quejarse, si se ha planteado mil veces y
no pasa nada?
Motivos sobran para que muchas personas, aún sin
justificarlas, adopten estas actitudes.
Un ejemplo muy cercano es la publicación en esta
misma sección, de dos o tres cartas, reclamando respuesta a la
odisea de las bicicletas eléctricas y ninguna entidad del estado
relacionada con el tema ha sido capaz de responder a esta sección y
con ello a los miles de ciudadanos afectados. No por gusto, alguien
me expresó en un parqueo "recuerda que los que deben responder
tienen carro, no andan en bicicletas", por lo demás sobra
comentarlo.
Aún y pese a las medidas tomadas, en ocasiones se
emiten respuestas evasivas y justificativas a muchos problemas, lo
que va quebrantando el interés de los ciudadanos por emitir una
queja, una opinión.
Es así como muchas veces se desarrollan reuniones de
análisis en la cuadra en las que intervienen en las mismas 2 o 3
personas y los demás esperan que se someta a votación algo para
levantar mecánicamente la mano, o aplaudir si es el caso. Casi como
robots y cuando comentas por qué la gente no interviene, la
respuesta "de pasillo" es casi siempre la misma ¿Para qué hablar, si
nada se va a resolver?
En varias ocasiones he escrito a la prensa y a otras
instancias, con la mejor intención de plantear mis inquietudes o
quejas sobre determinadas cuestiones y nunca ha faltado la persona
conocida que más o menos me exprese, "estás perdiendo el tiempo en
escribir, aquí nada cambia, a nadie le interesa nada". No exagero,
si realmente digo que varias de mis cartas y problemas, aun
sensibles, quedaron sin respuesta.
Un ejemplo no muy lejano, es ver la cantidad de
cartas publicadas en esta misma sección donde muchas veces se
plantean problemas muy puntuales y sin embargo, existe una relación
mínima de respuestas.
No podemos convertir aquellos espacios de la prensa
donde se publican quejas y determinadas críticas, en lugares para
desahogarse, pues perderían la seriedad y el respeto. Las críticas
publicadas por la prensa radial, televisiva o escrita no pueden
convertirse en planteamientos que se los lleva el viento.
Es cierto que muchas personas se irritan de ver cómo
tantas cosas planteadas y con posible solución, no se resuelven y
pasan los días, las semanas, los meses y los años, y muchas cosas
siguen igual.
Hay cuestiones que están sujetas a condiciones
económicas, a afectaciones producidas por el bloqueo, etc. Pero la
vida del país es mucho más amplia y nos preguntamos ¿y las
cuestiones que nada tienen que ver con el bloqueo imperialista, ni
con la crisis económica internacional, ni con las afectaciones de
los ciclones de hace varios años, por qué no se resuelven?; ¿por qué
a veces, para tomar una decisión transcurre tanto tiempo en estudios
y análisis que parecen nunca terminar?
Siguen decenas de prohibiciones que nadie entiende
el porqué de su actual vigencia, dilatados procesos de gestiones,
cosas que a las claras funcionan mal y siguen mal a la vista de
dirigentes, jefes y de todo el mundo¼
Debiera ser una obligación para cualquier entidad e
instancia vinculadas con una crítica o queja, que se publique por
los órganos de prensa, que tenga que dar respuesta en el menor
tiempo posible, como una máxima de respeto al pueblo. Es necesario
evitar el criterio del para qué quejarse, si nadie va a responder.
Debemos valorar, que gracias a la gran obra
incuestionable de nuestra Revolución, contamos con un pueblo de un
buen nivel escolar, con capacidad e inteligencia, con determinado
nivel de cultura política y por tanto, un pueblo que es capaz de
darse cuenta con mucha facilidad, cuando se le brindan respuestas
justificativas o cuando no se le brindan respuestas, cuando se
dilata innecesariamente la solución de los problemas, cuando observa
que sigue lloviendo sobre lo mojado. Contamos con un pueblo capaz de
entender los problemas que surgen por la afectación del bloqueo y
otras causas, pero también este pueblo es capaz de ver diariamente
aquellos problemas que se mantienen por falta de acometimiento, de
sensibilidad, por falta de cambiar todo lo que deba ser cambiado.
Estas cosas, al mismo tiempo que debilitan el
prestigio de nuestros órganos dirigentes, van creando el malestar de
muchas personas honestas del pueblo y desestimulando la voluntad de
participar, de criticar, de opinar, pues se va convirtiendo ya en
forma de pensar por muchos el ¿para qué quejarse, si todo sigue
igual?
G.M. Blanco Pérez
¿Qué nos impide alargar la duración de la receta médica?
En todo este reordenamiento en que está enfrascado
el país tenemos en contra nuestra el vencimiento de la receta médica
expedida por los facultativos, la cual tiene siete días de vigencia.
Para nadie es un secreto la falta de algunos
medicamentos en las farmacias, pese al esfuerzo que se realiza. ¿Por
qué no podemos alargar el vencimiento a un mes? Este cambio traería
consigo lo siguiente:
- Ahorro de miles de toneladas de papel, el cual se
emplea en imprimir recetas y métodos para ser utilizados en los
médicos de la familia, policlínicos, hospitales, etc.
- Ahorro de miles de bolígrafos que son utilizados
por los médicos al confeccionar las recetas, las cuales al vencerse,
el paciente acude nuevamente a buscar una nueva receta.
- Existe una enorme concurrencia de jubilados y amas
de casa a los médicos de familia, así como de estudiantes y de
personas que están trabajando en forma activa, en su gran mayoría
para buscar recetas. No nos podemos imaginar por un momento la
cantidad de horas- hombre que se ahorrarían si se pudiera cambiar el
estatus de siete días. Independientemente de la incertidumbre cuando
no aparece la medicina y tenemos una fecha tope para conseguirla y
en ocasiones, decides conseguirla en otro municipio que apareció;
esto último requiere más transporte a utilizar.
Verdaderamente las ventajas son incuestionables.
Los directivos del Ministerio de Salud Pública deben
reflexionar sobre esta problemática y actuar en consecuencia.
M. García Pérez Calle
Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General
Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba.
Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o
al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos
881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177. |
|