Publicadas el 27 de agosto de 2010

Del perfeccionamiento empresarial

Estoy convencido de que ha sido un error estratégico no haber generalizado e institucionalizado el perfeccionamiento empresarial para todas las entidades estatales, como el sistema oficial y obligatorio de nuestro país.

Este error no solo nos ha hecho perder miles de millones de pesos, sino que también no nos ha permitido que Cuba posea un sistema único de gestión empresarial y por tanto hemos perdido una gran cantidad de tiempo en el adiestramiento en el mismo de nuestros empresarios y trabajadores.

Soy del criterio de que el error está fundamentado en confundir la certificación de la aplicación y por tanto poder disfrutar de todos sus beneficios, con que sea el sistema obligatorio aunque no lo tengas certificado y por tanto no puedas disfrutar de sus beneficios económicos.

Quisiera plantear que si a las entidades estatales se les impusiera que tienen que aplicar este sistema, el salto en eficiencia económica fuera grandísimo, tengan en cuenta que las entidades que tienen aplicado el perfeccionamiento en la etapa previa a su certificación tienen que dar un conjunto de pasos que les permite dar un salto en su eficiencia y gestión.

Fui director general de Gedeme, una empresa que no tiene oficialmente aplicado el perfeccionamiento empresarial sino que lo aplica por cuenta propia desde 1994 y sus saltos en la eficiencia y gestión que la han mantenido por muchos años como mejor entidad del Grupo de la Electrónica del MIC, a pesar de cambios en su dirección, comprueban esto que planteo.

M. Cuní Jiménez

Queremos mejorar nuestro sistema

Soy lector permanente de esta sección todos los viernes, puedo resumir en síntesis que casi todos los artículos reflejan la realidad de los problemas que afrontamos cotidianamente los cubanos, algunos son conceptuales, otros de carácter puntual, vitales y triviales, pero la mayoría indican que la población demanda cambios sustanciales en casi todas las esferas de nuestra sociedad.

En Occidente, la palabra cambios se interpreta como aplicar recetas de categorías capitalistas; para la mayoría de nuestro pueblo se interpreta como la erradicación de las causas que originan nuestras ineficiencias con el objetivo de perfeccionar el socialismo. Nuestros ciudadanos no quieren privatizar la salud, la educación, las industrias, queremos que los medios fundamentales de producción sean de propiedad social, no queremos millonarios, en fin, no queremos regresar al pasado ni perder la soberanía.

Raúl en la última Asamblea Nacional del Poder Popular, mencionó dos cuestiones de carácter sensible para la población, pero asumida positivamente por la mayoría. Una, desinflar las plantillas irracionales y otra ampliar el trabajo por cuenta propia, eliminando algunas prohibiciones en su actividad, autorizar contratar empleados en algunas actividades, pagar la seguridad social para tener derecho al retiro y perfeccionar el sistema tributario de impuestos. Con respecto a la primera, las plantillas infladas son un síndrome generalizado en la mayoría de nuestros directivos. Al final de la década de los ochenta, en el llamado proceso de rectificación de errores, se identificó este problema y hoy en el 2010 se agudizó nuevamente.

Si hacemos un análisis más profundo y objetivo, nos damos perfectamente cuenta de que el mal no solo radica en inflar las plantillas, sino en que también están inflados departamentos completos, empresas innecesarias, funciones innecesarias, organismos innecesarios, excesos de ministerios, etc., y en la mayoría de los casos lo que hacen es generar burocracia, gastos administrativos, reuniones, informes innecesarios, etc.

En Cuba existía una cadena de tiendas llamada El Encanto que estaba representada en todas las provincias y en muchos municipios, solo tenía una casa matriz en la capital y eran tres oficinas en una de sus tiendas. Hoy en nuestro país existen cadenas de tiendas de nuevo tipo y en perfeccionamiento que tienen en la capital un edificio de más de ocho plantas, una sucursal en cada provincia y un complejo administrativo en cada municipio. ¿Por qué esa gigantesca estructura administrativa si con una casa matriz en la capital, una pequeña oficina de representación en cada provincia y una buena red informática es suficiente? No discrepo de que sus técnicas de dirección sean de avanzada internacionalmente, pero nuestro país, en las condiciones actuales, en un contexto mundial complejo y una economía deteriorada por nosotros mismos, no puede darse el lujo de administrar con esas superestructuras.

Debemos, a mi juicio, simplificar las estructuras y destipificar los organigramas empresariales. Por plantilla, en casi todas estas empresas, a sus directivos no les faltan las computadoras, el aire acondicionado, el auto ligero, el celular, etc., y en nuestros campos escasea el tractor, el machete, la guataca, las grampas, el pelo de alambre, etc. ¡qué contraste!

La segunda cuestión sensible en su discurso fue la ampliación del trabajo por cuenta propia, esta fue también acogida positivamente y albergó las esperanzas a muchos excedentes a poder tener un empleo. No conozco el alcance de los nuevos trabajos, pero debemos para algunos de ellos ir pensando en diseñar una infraestructura que permita adquirir insumos y materias primas a precios mayoristas, no solo para que puedan aplicar precios razonables, sino para evitar también desvío de recursos.

Creo que estos dos acuerdos del Consejo de Ministros son positivos y contribuirán a una mejor eficiencia y racionalidad de gastos administrativos innecesarios, pero la situación real del país es muy compleja y está en juego la autodestrucción de nuestro sistema. Lo planteó Fidel en el discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad de la Habana. Asignó categoría de grave, que la ineficiencia económica y el desorden interno, nos ha obligado a todos a vivir directa o indirectamente de las ilegalidades y de la infraestructura subterránea o mercado negro, son infinidades de productos básicos que escasean y otros con precios inalcanzables por los trabajadores que intentan subsistir con su salario.

El antídoto de las ilegalidades de hoy, no está en los controles, no está en los inspectores, no está en la policía. Está en el aumento de la producción para satisfacer nuestras necesidades y para aumentar la producción hay que incentivar más a los agricultores y productores, hay que reanimar nuestras industrias. Tendremos que buscar excedentes para exportar, tenemos que invertir más en empresas mixtas con extranjeros en casi todos los procesos de producciones importantes que no tengamos liquidez para invertir con capital propio. Tenemos que eliminar el recorte antiguo soviético de centralización y economía de mando y transitar a la economía socialista y participativa en la base con una mayor autoridad y facultades a los municipios y provincias. Tenemos que eliminar el exceso de prohibiciones, poder vender tu auto, poder vender y comprar la vivienda, autorizar más el trabajo por cuenta propia.

Soy optimista, y pienso que se apliquen los cambios que sean necesarios para salvar nuestro socialismo y así lograr una mayor calidad de vida de nuestro pueblo, pero deben ejecutarse con mayor rapidez.

O. Curbelo Dacosta

Una autocrítica de un lector

La semana pasada les escribí con el título: ¿Qué pasa con los jefes de las nuevas bases municipales de transporte?

Necesito plantearles mi irresponsabilidad por llevarme por comentarios y desconocer que la base de Taguasco tenía un jefe nuevo y, también el municipio, un jefe de transporte. Que en análisis realizados se aclararon las cosas y que como mismo se puede criticar, es bueno rectificar. Les agradecería mucho que como mismo publicaron mi opinión, hagan esta aclaración pues no es correcto que este asunto quede en suspenso.

M. R. Rodríguez Quintana

Preocupación de una cuentapropista

Estoy preocupada con los actuales procedimientos ahora que se anuncia una ampliación del trabajo por cuenta propia.

Soy una cuentapropista que me dedico al alquiler de trajes; desde hace un año tengo mi licencia con la que hasta hoy no he tenido ningún problema.

Mis pagos los realizo mensualmente y no tengo deudas con el Estado. Solo me molestan continuamente las llamadas inspectoras del Poder Popular, que según ellas, están en el deber de visitarme una vez por mes a lo que yo no le veo razón de ser, pero es la ley. El asunto está basado en que siempre encuentran alguna dificultad y con ello viene la tan querida y apreciada multa que oscila entre 250 pesos y más. Según me explican en el Ministerio del Trabajo, donde muy amablemente me han atendido con frecuencia, no existe un reglamento tan exacto para mi oficio donde casi todo queda a consideración de las inspectoras, por ejemplo, ellas me dicen que es mi obligación tener comprobantes del detergente para lavar los trajes, y en el MTSS me explican que no es tan así porque yo podría mandarlos a lavar en alguna lavandería o lavandera particular; que todos los meses tengo que tener comprobantes de tela porque yo los confecciono, pero tampoco es así porque yo no hago un traje mensual. Tengo parte de mi familia en el extranjero, los que cuando pueden me mandan algún que otro traje, lo cual las inspectoras me dicen que también está prohibido, porque toda la materia prima debe ser comprada en las tiendas recaudadoras de divisa o en el mercado de confecciones tropicales.

Me pregunto: con tantas restricciones ¿cómo podemos salir adelante en la economía?

Pensé lo del alquiler para tener una entrada y vivir un poco más desahogada económicamente, pero se me ha convertido en la pesadilla de los comprobantes y las inspectoras.

Hace falta simplificar un poco más todo eso.

M. Martínez

Misterio en el precio del chocolate

No comprendo por qué el "peter" de chocolate marca Baracoa es tan diferente en el país. La información se refiere a la primera decena de agosto de 2010. Los datos son los siguientes:

El caso del "Conejito" de la Autopista Nacional, en Cienfuegos, es peor, pues allí otros productos tenían precios muy por encima de los existentes en el resto del país. ¿Qué diferencia un "Conejito" del otro? Solicito una explicación sobre este asunto, que al parecer corresponde al Ministerio de Finanzas y Precios.

No Fecha Precio Lugar
1 1.08.10 0.85 CUC Ciudad de La Habana; Hidalgo y Lombillo
2 2.08.10 0.75 CUC  “Conejito” de la Autopista Nac., en Nueva Paz, La Habana
3   3.08.10 0.70 CUC Holguín, Rpto. Pedro Díaz Coello
4 8.08.10 1.00 CUC  “Conejito” de la Autopista Nacional, en Cienfuegos
5 9.08.10 0.85 CUC Ciudad de La Habana; Hidalgo y Lombillo

I. Évora Capote

Simplificar el papeleo ahorra capital humano

Me preocupa un tema que puede contraponerse a la institucionalización del país y la reducción de las plantillas, tarea acordada en el Consejo de Ministros y que fue informada en la clausura de la Asamblea Nacional por el compañero Raúl, pues considero que no estamos del todo preparados para resolver al unísono el exceso de directrices emanadas de ministerios e institutos, que son miles y que muchas veces con las plantillas infladas no se pueden cumplir.

Esa es una de las causas que origina hoy desorden e incumplimientos de lo legislado, pues la inmensa mayoría son papeles que se han establecido a lo largo de muchos años y que muchas personas e instituciones ni siquiera conocen, algunos con varias décadas de existencia; de ahí en cierta medida las plantillas infladas.

Creo que eso hay que simplificarlo urgentemente para que sean cumplibles, pues existen tantas disposiciones que algunas derogan en parte a otras y hasta se contradicen con indicaciones anteriores. El volumen de indicaciones es tal, que muchas veces no llegan a las empresas que las deben cumplir, lo que agrava aún más esta situación.

Pienso que para lograr la institucionalización del país hay que empezar por resolver eso.

Simplificar el papeleo ahorra capital humano y mucha materia prima que se pudiera emplear en algo más útil y al final, es una medida económica que nos hará más eficaces.

No creo que sea necesario poner ejemplos pues esto se domina por los empresarios que son los que están sometidos a la lluvia de indicaciones, resoluciones, decretos y que de seguro estarán de acuerdo con lo planteado.

R. Pérez Vera

¿Choferes ciegos?

¿Choferes ciegos?, al parecer hay muchos en la calle. A diario estoy en la calle pidiendo "botella" y los choferes simulan no ver a uno, o en la mayoría de los casos, no has terminado de preguntarle y te dicen que no. Lo más triste de todo es que, a veces, ellos terminan de decirte que no y luego los ves en el camino, lo peor de todo es que son carros estatales. Ahora me pregunto ¿les cuesta tanto trabajo a los choferes, ayudar a las personas que están en la carretera? ¿Estas personas a las cuales me refiero siempre han estado en carro, nunca han necesitado de los demás? ¿Es culpa del bloqueo que haya tantos choferes ciegos en la carretera? Por citar tan solo algunos ejemplos de carros estatales que ni te miran y cuando lo hacen te dicen que no y luego hacen el supuesto "recorrido" que no iban a hacer:

· HVX 931(Chapa azul )
· HSL 365(Chapa azul )
· HWT 880 (Chapa azul Nivel Central)
· HAL 229 (Chapa carmelita)
· BAF 562 (Chapa carmelita )
· HTR 850 (Chapa azul)
· HVT 293 CIMEX

Y. Parada Hernández

El “negocio” de los “pomeros” de cerveza en Holguín

Los holguineros estamos conscientes de que nuestra cerveza es una de las preferidas de Cuba y el simple hecho de vivir en esta ciudad, ya nos convierte en fans de ella. En estos últimos tiempos cada ciudadano de nuestra bella ciudad puede disfrutar ampliamente de esta refrescante bebida, no importa el tipo ni el envase de esta. También es importante señalar que la cerveza a granel juega un papel importante en el marco de la distribución de este producto a la población que, por cierto, tiene una excelente calidad. Con pesimismo alguien podría decir: "Pero no todo es color de rosa".

A causa de su popularidad la cerveza a granel se ha convertido en un espléndido e ilegal negocio, todos estamos conscientes de ello y sin duda alguna esta ilegalidad afecta directamente al ciudadano.

Para citarle un ejemplo, le relato brevemente lo ocurrido el día 8 de agosto del presente año.

En vísperas de celebrar el cumpleaños de mi mamá, me dirigí a comprar un envase de cinco litros de cerveza, lo que no creí tan difícil, pero estaba equivocado. Llegué al punto de venta llamado Cervecera El Río, el cual se encuentra localizado en el reparto El Bosque, Pedro D. Coello. El simple hecho de obtener un puesto, entre los tres primeros compañeros que en la cola nos encontrábamos, hace mi relato más increíble. Ya se encontraban los llamados "pomeros" acechando el lugar, portando una gran cantidad de sacos que contenían envases de litro y medio, algo que no es inusual de ver en estos puntos de venta.

Estos "pomeros" no comparten la cola con los demás ciudadanos, inclusive, no pagan la cerveza como otros porque tienen una especie de convenio con el encargado de despachar el producto, dos pesos más de lo regular por cada envase de litro y medio, lo que puede explicar la prioridad que el administrador de venta les concede. Como siempre los "pomeros" fueron los primeros en llenar sus envases, pues el encargado de la venta les abre las puertas de su establecimiento para que puedan llenar sus gigantescos sacos de pomos con más de 20 litros sin ninguna dificultad. Mientras el ciudadano honrado se encuentra apaleado por el sol, cumpliendo con la cola que por orden de llegada se establece, estos ciudadanos portadores de la corrupción salen sonrientes con su cerveza para luego vendérsela al pueblo al doble de su precio. Y yo siendo de los primeros en la cola regular, no pude adquirir mi envase de cinco litros.

Entonces me pregunto, ¿donde está la combatividad ante lo mal hecho? Si todos estamos conscientes de lo que está ocurriendo, ¿no nos hace partícipes del delito mantenernos con los brazos cruzados?

E. S. Cano

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